Amnesia. Capt.XIX.

-JAJAJAJJAJJA!!! - Bringwor no podia dejar de reir. Aquello que habia pasado no era de alegria, pero no sabia por que motivo ese ataque de risa que no podia impedir. Sus hermanos lo miraban cariacontecidos, mientras unos lagrimones caian por las mejillas del grandullon y desapareciendo en los lindes de su barba, sin afeitar desde hacia mucho.- JAJAJAJA!!
-Ya vale Bringwor- Le reprocho Einer.- No tiene gracia!
-Lo se, lo se...JAJAJA! Intento parar, lo juro... JAJAJAJA!
- Mierda! y ahora que hacemos? -Pregunto Einer. A lo que Bringwor respondio con mas y mas carcajadas.
-JAAAAAAAAJAJAJAJAJA! Podemos pedir a los monjes que nos vuelvan a curar y asi volvemos a olvidar JAJAJAJAJA! Esto es mejor que el alcohol de las tabernas JAJAJAJAJAJA! Ahogaremos nuestras penas mucho mas rapidamente! JAJAJAJAJAJAJAJJAJAJA!
- Maldito tarugo! -Dijo EIner enfadado- Me largo de aqui, antes de que tenga que atravesarlo con mi lanza!
-JAJAJAJAJAJAJJAJAJAJA!

Steiner miraba a todos entre incredulidad y hastio. No estaba cansado de sus hermanos ni de VII, si no de la situación que los envolvía y que no podían controlar. No sabía a dónde ir ni qué hacer. Existía un enemigo que los odiaba por algo que no recordaba. Tenía un objetivo que cumplir del que tampoco tenía constancia. Y seguían sin saber qué hacer para solucionarlo todo.
Lo cierto es que lo que Steiner deseaba en ése momento era partirle la cabeza a alguien. No sabía por qué, pero era así. Alguien tenía que pagar por todo éso y de forma inmediata. Sabía que no era lo más sabio, ni lo más prudente. Lo mejor era esperar, siempre era esperar. Pero qué narices. Tenían la ocasión perfecta de desfogarse, hacer el bien y acabar con unos malditos. Pero éso dejaría el paso abierto a sus perseguidores.
Dejárse llevar por los sentimientos podría costarles muy caro. Además, que Hoces del Rio Cuervo estuviera cerrado, no impedia la posible persecución que había en contra suya, si no que, la retrasaba hasta que encontraran otro paso. Todo el tiempo que perdieran en ése lugar también sería lamentable en un futuro.
"Seguid al siguiente lugar, o retroceder a hacer justicia. Haced lo que querais. Yo os seguiré allá donde decidais. Por el momento voy a descansar, esta noche casi no he dormido y decidais lo que decidais, seguramente no volveremos a tener estas comodidades en mucho tiempo".
Y dicho éso Steiner se marchó.

- Esta bien! - Dijo Bringwor- Si decís todos de ir , yo también iré... pero que conste que no me gusta nada este plan. Estamos dando un paso a atrás... con lo que nos costó salir de aquel lugar, absurdo me parece volverse a meter.

Bringwor se retiró enfadado y ni se despidió de los demás.
-Buenas noches hermano- Le dijo un monje por el camino.
- A la MIERDA! - Le contestó "educadamente" Bringwor.

Aún siendo de día, todos se fueron a descansar. Habían pasado la noche en vela o maldormido, y había que reponer fuerzas, les esperaba una árdua tarea.

EINER
La primera parte del sueño fue placentera. Recordaba a su madre. Su sonrisa. Su cariño. Después la veía envuelta en su propia sangre. Y el rostro de un orco. Un orco con una cicatriz enorme en el rostro, como si una garra le hubiera arrancado el ojo.
Einer agarraba su lanza con toda la firmeza que sus dos manos le permitían y salía al exterior.
Era noche cerrada. Estaba al pie del acantilado de una montaña. Con él, sus hermanos, VII, Stanford y el viejo....Gandalf. Ése era su nombre. Todos miraban a la cima.....

DIMMU
El joven sentía el sudor resbalar por su espalda. Tiego no le daba tregua. Atacaba por el flanco y frente. No fintaba. Atacaba. Recibía un pinchazo con la espada de madera en el esternon y antes de que se diera cuenta recibía un golpe en el brazo izquierdo. No había que bajar la guardía nunca. Dimmu lanzó un mandoblazo horizontal a la altura del cuello, y todo se hizo oscuro.
Era noche cerrada. El viejo Gandalf estaba junto a él y sus hermanos. Habían venido VII y Stanford también. Había que trepar una montaña por su parte más abrupta. No sería un asunto fácil.

BRINGWOR
La desazón se apoderaba de su corazón. Una espina no arrancada del todo. "El descanso del Guerrero". "La Venganza no cumplida". Ideas, sensaciones que tenía dentro de sí. Solo el olor a musgo lo reconfortaba. Que curioso, el olor a musgo, a humedad, a....noche.
Era noche cerrada. El olor a humedad y musgos le entreban por sus fosas nasales. Estaba junto con sus hermanos y Gandalf. Estaban VII y Stanford. Sabía que Arldar y Ameinom, esparaban atrás junto a los caballos. Había que trepar una montaña. Esa era la parte dificil. Había que acabar con un ser monstruoso. Esa era la perte fácil.

VII
La muchacha era guapisima. Se había quedado embobado mirándola. Pero era extraño. Su rostro estaba solo en el vacio. No veía nada alrededor. Veía ese rostro angelical recibiéndo un bofetón. Sonoro. Fuerte. Sus ojos verdes turquesa se humedecían. Sus labios se perfilaban de rojo, por la sangre que comenzaba a brotar lentamente de su nariz. Pero aún así, eso la hacía más bella aún.
Estaba en una jaula. Todos lo miraban con odio e incluso le escupían. Le reprochaban lo que había hecho. ¿De verdad había sido capaza de hacer esa atrocidad? No lo entendía. Quería estar en otro lugar. Lo deseaba con todas sus fuerzas mientras apretaba sus ojos.
Al abrirlos era noche cerrada. Estaba con los famosos hijos de Tiego y Stanford. A su lado también estaba Gandalf. El hombre que le había dado otra oportunidad. El hombre que le había salvado la vida, y ahora le proponía un futuro mejor.

EL GRUPO
Todos comenzaron la escalada. Steiner y Dimmu iban en cabeza, asegurando con cuerdas al resto de compañeros. VII se encontraba relativamente cómodo con la nueva armadura proporcionada por el gigante.
Llegarón casi a la cima sin demasiados percances. Estaban en el umbral de una cueva. Ya habían sido advertidos por Gandalf, sabían a lo que se enfrentaban.
Bringwor no dudó ni un instante. Se introdujo en el interior; la arpía los estaba esperando. Recordaba las palabras de Gandalf, "lo importante es que la inmobiliceis. Cortarle un ala o las dos. Si escapa, todo estará perdido".
En la gran cavidad interior, una hoguera iluminaba la estancia. Una montonera de centenares de cadáveres reducidos a esqueletos, se erguía en el fondo; y sobre ellos, magestuosa y orgullosa de ésa obra, la arpía de cuatro metros de altura los miraba desafiante.
Einer se quedó junto a Stanford en la entrada. Eran el último reducto, si la arpía intentaba escapar deberían ser ellos los que acabaran con su vida.
Steiner, Dimmu, VII y Bringwor se acercarón a su objetivo abiertos en abanico. Pero Bringwor rompió la formación. Estaba convencido de poder acabar él solo con ella. La arpía, conocedora de la vanidad humana, esperaba un ataque así; intentaría un ataque rápido para emprender el vuelo y desde allí, acabar uno a uno con sus enemigos. Pero el grandullón, no era tan estúpido como aparentaba. Era un combatiente nato, y había esperado ésa reacción por parte de la Arpía; Gandalf lo había aleccionado bien. Era Bringwor quien estaba tendiendo su trampa y la arpía había caido en ella. En el último momento, el más grande de los hijos de Tiego fintó y descargó toda su furia contra el ala izquierda, amputándosela casí a la altura de su nacimiento. La arpía retrocedía incrédula y con una expresión de dolor y temor a la vez. Estaba a merced de seis enemigos.
El combate no duró mucho. VII, paciente y tenaz, aprovechó el ataque combinado de Steiner y Dimmu, cada uno por un flanco; para atacar él por el frente. Paradójicamente, fue ése el ataque inesperado y VII hundió su espada hasta la empuñadura en el pecho de la arpía, quién caía muerta a sus pies.
Recuperaron la caja que habían ido a buscar. Descendieron no con menos dificultad que el ascenso. Abajo ya los esperaba Gandalf junto con Arldar y Ameinom; tocaba huir a galope tendido. Nadíe debía saber qué había pasado con la arpía. Atrás dejaron parte de un precioso botín de oro, del que apenas cogieron unas monedas. Lo importante era aquella caja.
Ya en su templo base, la abrieron. Encontraron tres frascos de cristal con dispensadores de gotas. Uno era azul, otro verde y otro Rojo. Gandalf tomó la palabra.
"Esto os servirá en vuestras empresas futuras. El frasco azul y más grande, permite conocer qué está pasando en un lugar en concreto. Una gota sobre un espejo y otra en otro espejo o superficie que pueda reflejar imágenes. Desde la segunda superficie podrás ver lo que el otro espejo ve. A una distancia de 3 kilómetros. El frasco verde es algo parecido; pero múcho más poderoso, por éso es el más pequeño. Funciona igual, pero solo con dos espejos y lo que ocurre entre ellos es que se crea un portal. De tal manera que una vez mojes el primero, podrás acceder por él como si de una ventana se tratase. El último frasco, el rojo; es muy útil a la vez que peligroso ¿no habeis soñado nunca que volaís, pero que para ello, lo que haceis es nadar? Eso es lo que hace éste elixir. Tomar unas gotas y durante un día podreis volar utilizando vuestras habilidades de nadar. Obviamente una armadura os molestará en dicha acción. Lo peligroso es que para poder volar debeis contener la respiración, y si se os ocurre respirar cuando esteis muy altos.....bueno....jejeje......el efecto se acabará y podeís imaginar las consecuencias...jajajajaja"
Todos rieron y al sonido de ésa rísa....

El grupo despertó. Habían tenido un sueño conjunto todos los cruzados que ahora se encontraban en el Templo de la Sanación, o el de las almas perdidas.....

- Esto de soñar todos lo mismo es absurdo! -Dijo ,divertido Bringwor- Vaya historia! y ese Gandalf quien es? Nuestro Jefe? No entiendo nada... y de los liquidos de colores ya ni hablemos! El azul para saber lo que pasa en el lugar que esta pasando y queda algo por pasar...cuidado con el rojo pues se te puede pasar el pase de lo que esta pasando y atencion al verde! que si te lo tomas te pasara a ti lo que este pasando en el momento que todo deba pasar... !Ah si! y el naranja...el naranja pa volar!pero cuidao no te partas la chola contra el suelo!
No entiendo una puta mierda ! Si hace falta, yo con Bringwar rasgare hasta el puto espacio temporal! pero no ponedme a resolver problemas "matecanicos"!
-Matematicos- Lo corrigio Steiner.
-Mate...cojones!!!-Lo recorrigio Bringwor con mirada asesina.

El grupo desayunó y partió temprano. Habían decidido entre todos volver a enterrar los equipos del resto de sus compañeros. Al fin de cuentas, contaban con dinero suficiente, y puede que algunos compañeros siguieran con vida y necesitaran de sus armaduras como ellos habían necesitado.
Lo que sí se llevaron fue todos y cada uno de los extraños objetos que hallaron. Les servirían en su empresa.
Antes de partir indicaron al prior su recorrido. Primero irían a Hoces del Rio Cuervo, a salvar la vida de los que pudieran. Después, a la fortaleza indicada en el mapa. De ésta forma, si otros hermanos cruzados pasaban por allí, podría indicarles el camino a seguir para encontrarse todos.
El prior les indicó que tal vez no fuera prudente dejar migas de pan. Al igual que los cruzados, el enemigo podría seguirlos y destruirlos.
"No hay de qué preocuparse. Solo os lo estamos diciendo a vos y no debeis revelar esta información a nadie del templo. Así, si viene el enemigo, solo podrá saber a dónde vamos por vuestra boca. Y confiamos en vuestra lealtad y fortaleza para aguantar un interrogatorio"
Contestó Steiner.
Cuando ya hubieron partido Dimmu le preguntó a su hermano
"¿realmente crees en su lealtad y fortaleza?"
"En su lealtad, si. Fortaleza. Para aguantar un interrogatorio, si. Para la tortura. No. Pero si nos han de dar caza que lo hagan. Creo que sacaríamos más información de un enemigo capturado que del resto de aliados"

Sabían que estaban a dos jornadas de camino. Llegarían al amanecer del tercer día. Entre Dimmu y Steiner calcularon que si apretaban un poco el paso podrían llegar al anochecer del segundo día; de tal forma que la noche cubriera sus planes.
Einer discutía con VII la forma de actuar. Ahora contaban con una fuerza que antes no tenían; amén de unas armaduras y armas mucho más poderosas que antes.
VII proponía usar la pócima roja para entrar volando al amparo del manto de la noche y tomar el primer muro y puerta. Una vez tomado podrían rescatar a un número considerable de personas y reducir así el posible daño colateral.
Einer estaba de acuerdo y entusiasmado. Conocedor de sus grandes dotes náuticas, estaba ansioso por probar la posibilidad de volar como si de nadar se tratase.
Steiner opinaba acerca de la posibilidad de atacar primero a un grupo y luego a otro. Usar su división como fuerza. Podrían interrogar a la gente que salvaran para saber cuál era el grupo más debil y atacar al otro. Dejar el plato fácil para el final.
Dimmu era partidario de ésa idea. VII opinaba que daba lo mismo, ahora se sentía con una fuerza y superioridad, que podría acabar con engendro y garra de oso al mismo tiempo.

Así transcurrieron las dos jornadas de viaje. El plan estaba marcado. Si todo iba bien. Podrían liberar al pueblo en un solo día, e incluso, pedir a la gente que no dejara pasar a nadie durante un tiempo. Así seguirían teniendo ventaja con sus perseguidores.
El rojo atardecer se imponía en el horizonte. Steiner sentía cierta culpa. Tal vez hubieran llegado tarde para muchos. Todo por culpa de las dudas. Aunque ahora tuviera claro que hacía lo correcto, sabía que las dudas le habían hecho tardar más de la cuenta, y que habría gente que ha pagado las consecuencias de ésa tardanza. Podía escuchar sus gritos de dolor, y éso lo atormentaba.
Levantó la cabeza para intentar quitarse esa culpa del interior; pues ahora debía estar centrado en su misión para que todo saliera bien. Pero el rojo atardecer seguía sobre ellos inexplicablemente. Los gritos se hacían más fuertes. Se llevó la mano a la frente. Intentaba pensar. Miró a Dimmu quien parecía estar viviendo la misma situación que él.
Fue Einer el primero en hablar
"¿solo yo escucho esos gritos endemoniados?"
Ahí se dieron cuenta. El cielo seguía rojo, pero ya había anochecido. No sabían qué estaba pasando. Hasta que Bringwor sentenció.
"Llegamos demasiado tarde" Y aceleró el paso de su caballo.

Desde su posición podían ver perfectamente Hoces del Río Cuervo. Era como ver la cabeza encendida de una cerilla sobre el río. Todo el pueblo estaba en llamas. Los gritos de la gente se podían oir como si se estuvieran calcinando frente a ellos. Entre los gritos, surgió un rugido sobrecogedor. Era como si un demonio gritara con su último aliento de dolor. El grito hizo que se helara la sangre de todos, incluso del mismísimo Bringwor. Ahora el resto de gritos, seguía siendo descorazonador, pero parecían pequeñeces comparado con lo que acababan de oir.
Bringwor giró su montura y comenzó a volver sobre sus pasos
"Vamos. No hay nada qué hacer. Hemor perdido cuatro jorandas de viaje y no hemos resuelto nada"
Ante las miradas perplejas de sus hermanos, VII y Stanford continuó
"Son dos jornadas para venir y otras dos para regresar al punto de partida. Lo único bueno es que sabemos que por la mañana, no habrá nada que detenga a quien quiera que nos esté siguiendo. Pero ahora quiero dormir, así que mejor será que nos retiremos un poco. Esos gritos no me dejarán descansar"
Parecía frio. Parecía insensible. Pero lo peor es que tenía toda la razón.

Todo aquello parecia una locura, sacado de un cuento de terror, humo, gritos, fuego, desolacion, nada esperanzador podiamos encontrar si seguiamos el camino que llevaba a Hoces del Rio Cuervo, pero ahi estabamos, en medio del camino, sin saber bien donde debiamos ir. Entonces me saltaron las dudas, ¿que haciamos aqui en este momento?, ¿ teniamos la obligacion de ir a socorrer el mal que nosotros mismo habiamos removido, o simplemente debiamos seguir nuestro camino hacia el conocimiento de nuestro pasado?.
Dudas, dudas y mas dudas surgian en el rostro de todos cuando los contemplaba en mitad de la noche, las llamas reflejaban en los ojos de mis hermanos el sufrimiento del pueblo, pero no teniamos claras las ideas como para saber que hacer, en cierta manera sentia igual que Dimmu que nuestro deber era ir a Hoces, nuestro corazon nos guiaba hacia ese pueblo en llamas, pero la razon nos decia que lo mas logico era proseguir con el camino contrario, ademas, creiamos que estabamos siendo perseguidos aunque no teniamos pruebas de ello, pero si bien era asi el caso, posiblemente nuestros perseguidores estarian ahora mismo en la matanza del pueblo y si regresabamos nos los encontrariamos, dificil era seguir el camino adecuado, uno labaria nuestros pecados mas recientes intentando salvar lo poco que quedase del pueblo, el otro a algunos de nosotros nos llenaria el corazon de rencon hacia nosotros mismos, pensando que podiamos haber ido y limpiar el origen del caos que habiamos creado.
Sabia que todos nos sentiamos mucho mejor con nuestro antiguo equipo, que nos hacia sentir casi inmortales, pero seguiamos siendo muy pocos para un mundo tan grande, en el que estabamos sin memoria del pasado lejano, ¿como sabiamos que no habiamos sembrado mas mal que bien desde que no tenemos uso de la razon?, ¿cuantas fechorias no habremos hecho gracias a un rey loco?. Las dudas cada vez se acumulaban en mi cabeza como un caldero lleno de agua al cual le caen mas gotas y se desborda, y esas gotas no eran mas que los lamentos de los habitantes de Hoces del Rio Cuervo, resonaban en mi cabeza dolorosamente como agujas ardiendo clavadas en mi carne, y ese dolor hacia que mi corazon se entristeciera mas aun, sentia que nuestro deber hacia este mundo era el de ayudar al necesitado, pero lo malo de esta situacion es que nosotros tambien necesitabamos ayuda, todo era un enjambre de abejas zumbando en mi cabeza.
Pero una idea ilumino mis pensamientos, era necesario y se debia de hacer, teniamos que regresar al pueblo y exterminar todo mal que naciera en aquel lugar, debiamos reducir a ceniza la totalidad existente de aquella droga, es mas, teniamos que intentar erradicarla de este mundo, con lo cual nuestro primer paso estaba claro.
-Hermanos, no se si estoy en lo correcto, pero mi corazon me dice que debemos ir a Hoces del Rio Cuervo, ver lo que esta pasando, ayudar a los inocentes del pueblo y una vez solucionado ese problema, erradicar toda la plantacion de esa maldita droga que nos ha estado manipulando, es mas, ese deberia ser nuestro punto de partida para erradicar todo el beso del Balrog que podamos de este mundo, si somos lo que somos deberiamos empezar por algo grande, y este me parece el mejor paso para iniciar esta empresa, seguramente el rey loco que nos persigue tiene que ver con esta droga, o puede que no, pero esa es mi opinion, yo voto por ir y hacer lo correcto y en este momento es ir a redimir el mal que hemos provocado, y de paso intentar encontrar algo de informacion y si nuestros perseguidores estan ahi, convertirlos en presa antes de que seamos nosotros la suya-.
Einer se quedo esperando la respuesta de sus hermanos ....

Steiner sujetó a su hermano Einer.
"No te das cuenta que en pocas horas el pueblo será reducido a cenizas y no quedará de él ni las ratas. No hay nada que podamos hacer. Id allí es id a morir"
Conforme terminaba sus palabras, la parte de los puentes de acceso que estaba hecha de madera se venían abajo. El pueblo estaba ligeramente aislado. Toda la partede piedra seguía en pie, pero las estructuras de madera ardían como si las hubieran rociado con óleo.
Steiner soltó a su hermano Einer y sin decir palabra siguió los pasos de su hermano Bringwor. Stanford junto con Dimmu también se marchaban. VII pasó por el lado de la montura de Einer y golpeo un par de veces su hombre para darle ánimos.
Einer se quedó solo durante unos instantes contemplando aquella tragedia.

El grupo se retiró unos centenares de metros y descansó. Se preparaban para cenar y dormir. VII haría la primera guardía, después Steiner y por último Stanford.

Comenzaron los sueños para todos. Estaban nuevamente con Gandalf, se dirigían a algún tipo de misión
"Necesitais confiar más en vosotros mismos. Creeis tener una serie de debilidades, pero vuestras debilidades serán vuestra fuerza. Debeis llevar cuidado y elegid sabiamente qué hacer en cada momento, pues podeis morir si vuestra elección no es la correcta"

Llegaron a un a torre solitaria. Tenía forma redonda, y no destacaba por su tamaño. Sin ventandas, ni entradas de luz; una puerta de madera vulgar era lo único que daba acceso a la misma. Bringwor creía que si entraban todos juntos la habitación que ésa torre pudiera albergar dentro, no sería capaz de acogerlos a todos.
Gandalf hizo una señal con la cabeza para que pasara Bringwor, quien sin vacilar un momento entró.
La puerta se cerró tras él. Todos se quedaron helados por un momento. No habían tenido tiempo de acompañar a su hermano.
Gandalf abrió la puerta y le indicó a Dimmu que era su momento. Dimmu se precipitó pensando en alcanzar a su hermano. Y la puerta se cerró tras él.
Gandalf repitió la operación una y otra vez, dejando entrar después a Einer, Steiner y por último a VII.
Todo era oscuridad para cada uno de los hermanos y VII.

BRINGWOR

No tenía armaduras ni armas. Ante sí una estancia del tamaño que había imaginado con una puerta al otro lado. Bringwor entró.
Allí encontró una habitación alargada, parecía más un pasillo no demasiado amplio,si no más bien estrecho. Bringwor avanzó al ver otra puerta al otro lado. En seguida notó que el suelo se movía.
Se trataba de un sube y baja, si avanzaba colocaba la mayor parte del peso en un lugar del pasillo haciendo que se desequilibrara todo. No sabíá que le deparaba en si caía, pero imaginaba que nada bueno. Gracias a los dioses, el primer metro de desde la puerta de entrada no formaba parte de la trampa y desde allí podía pensar qué hacer.
Desde su particular refugio descubrió que a un lado de la puerta de entrada tenía a mano dos barriles con dos inscripciones. En uno la inscripción reflejaba que se trataba de un barril de 5 litros, el otro era de 3. Al otro lado de la puerta de entrada había una bomba de mano de la que salía agua al accionarla. En el dintel de dicha puerta también se encontraba una inscripción. "Un solo kilo en el lugar adecuado te salvará".
Bringwor comprendió que lo que se ponía a prueba en ése lugar no era su fuerza, si no su inteligencia. Sabía que un litro de agua era lo mismo que un kilo, ahora solo faltaba averigüar cómo obtener un litro con lo que tenía a mano.

DIMMU

Dimmu entró a la carrera, pero solo encontró la habítación que se podía esperar de ésa torre. Al otro lado una puerta. Era obvio que Bringwor tenía que haber entrado por ahí. Dimmu abrió la segunda puerta y se encontró solo en otra estancia. Una voz le decía desde dentro:
"Como lider, tras tu vida van las de tus hermanos y compañeros. Si tu fallas y mueres, morirán todos ellos. Uno de estos dos puentes caerá antes que el otro. Verás unos toneles repletos de agua al otro lado. El primero que se vacie determinará el primer puente en caer. Decide bien, pues una vez hecha tu elección, no podrás cambiar"

Efectivamene Dimmu podía ver un gran vació y dos puentes con una puerta al final de cada uno. Los puentes eran dos grandes tablones madera. En un lado de cada puente había un tonel grande repleto de agua; pues, en la parte más baja de cada tonel había un agujero. Uno de los agujeros medía exactamente el doble que el otro. Así que de uno salían grandes cantidades de agua no uniforme de forma inconstante y del otro salía un chorro más pequeño pero pontente. Dimmu debía decidir, ahora sabía que estaba solo y perseguir a su hermano era en vano, pues no lo alcanzaría nunca.

EINER

Einer entró en su turno. Sabía que aquello era cosa de magia y que una vez dentro estaría solo.
Dentro había una pequeña sala circular con una puerta al otro lado. Einer la cruzó.

Se encontró con otra sala circular más grande que la anterior. Einer llevaba además se sus ropas su lanza. Alzó la cabeza al escuchar aquel ruido. Descubrió que la sala tenía unos 15 metros de altura y que a unos 12 metros o así, se veía una abertura bastante grande que parecía ser la única salida; pues como pudo comprobar, la puerta por donde había entrado había desaparecido.
Lo peor era que aquel ruido lo hacia el techo, el cual bajaba un metro de golpe para luego volver a su posición original. Después bajaba otro metro más y volvia a la situación original suavemente.
El techo era de madera, y parecía una madera no muy robusta, pues habían clavados en el mismo tanto flechas como cuchillos. Pero Einer sabía que si llegaba a bajar del todo, lo aplastaría y acabaría con su vida.
¿Cómo salir con vida de allí?

VII

Por fin le llegó el turno a VII. Entró en la sala circular como si para él aquello no fuera nada. Se dirigió hacia la puerta que había al otro lado sin dudar un momento, sin vacilar un instante. No iba a mostrar debilidad o flaqueza.

Al entra por la puerta descubrió que al otro lado había una estancia. En dicha estancia había dos puertas con dos escaparates. Se trataba de dos barberos. Propio de su oficio, los dos se dedicaban a cortar pelo. Debía entrar en una de ellas.
Una voz dentro de él le advirtió.
"Elige bien donde entrar, pues uno es un buen barbero, el otro no. Si eliges mal, te quedarás por toda la eternidad encerrado con el"

VII se acercó al escaparate de cada una de ella. En la primera, el barbero llevaba un corte de pelo maginifico. Su local estaba totalmente limpio. Y el barbero le dedicaba una amplia sonrisa.
En la segunda, el barbero llevaba un corte de pelo hecho a trasquilones, lo que le daba un aspecto repelente cuando no cómico. Su local estaba lleno de pelos por el suelo. Y el barbero parecía no verlo.

¿que local elegirá VII? deberás razonar porque eliges una u otra.

VII no lo pensó mucho, las pistas estaban claras para él. No entraría en la tienda limpia. A ese supuesto barbero le habían cortado el pelo y seguramente sería el otro barbero. se dirigió al escaparate sucio, el que tenía tirado en el suelo montones de pelo indicaba al menos que allí se cortaba pelo y estaba claro que el pobre barbero no tenía a nadie que le cortara el pelo en condiciones por eso llevaba la cabeza a trasquilones. sin dudarlo entro en el loca sucio esperando no quedarse allí para siempre.

Brigwor no se mostro minimamente entristecido por lo sucedido en aquel pueblo perdido de la mano de Arazor, no le recordo a su aldea destruida por los orcos, como alguno de sus hermanos, a Bringwor solo le importaba los suyos. Algunos podrian decir de el que era demasiado egoista, sin embargo lo que corria por las venas del grandote no era egoismi, sino instinto animal, instinto por proteger lo que realmente le importaba, como cualquier perro que defiende a su amo o a su manada.Ese era Bringwor, un animal que andaba a 2 patas. Con este pensamiento, Bringwor se quedo durmiendo y empezo a soñar.
En el sueño se le presentaba un problema...un problema que posiblemente seria demasiado complicado para su simple "melon":
-VAYA!- Dijo.-Problema de numeros... -intento recordar las clases teoricas de Tiego... Tiego... su padre... poco o muy poco se acordaba de el, apenas nada.Se dio cuenta que sin quererlo habia recordado nuevas cosas de su pasado, como el nombre de su padre...o ya lo recordaba esta mañana? no podia saberlo... De repente empezo a divagar con una idea que nada tenia que ver con el problema de los barriles...su amnesia... y si no se debia a una droga? y si la droga solo le habia borrado los recuerdos tempranos ?y su falta de memoria se debia a que habian vivido tantos años y tantos que habian olvidado ese pasado que quedaba tan lejos en el tiempo? -Tonterias!- Se dijo a si mismo, volviendo a la realidad... cuando se vino a dar cuenta habia resuelto sin darse cuenta el acertijo de los barriles...-Pero como coño?!...- Dijo- Se ha apoderado de mi el espiritu de Steiner?! -Un barril de exactamente un litro descansaba en su mano. Estaba totalmente seguro de ello...exactamente un litro. Sin pensarlo mas lo coloco en su lugar correspondiente y cruzo el puente.

Sin darse cuenta Bringwor habia colocado 3 litros de agua en el barril de 3 litros, la habia vaciado en el barril de 5, nuevamente habia llenado lel barril de 3 y habia llenado hasta el borde el barril de 5 , con lo que el agua sobrante en el barril de 3 era lo unico que podia ser...1 litro exactamente de agua.

Einer estaba asustado. No sabía qué hacer. El techo caía de golpe un metro más en cada embestida, para después ascender lentamente. Era una tortura absoluta. Ver precipitarse el techo cada vez más para luego, en su lento ascenso, saber que la siguiente embestida podría ser mortal.
Einer estaba aterrado, cada vez veía más cerca el techo y con él su muerte.
Se acercó al lado en el que la abertura se encontraba, intentando escalar para ver si podía salir de allí. Pero no lo consiguió. Utilizó su lanza para poder llegar, pero también fue en vano.
Ahí perdió toda esperanza y se arrodilló para rezar. Apoyó la lanza en su hombre y comenzó a orar por su vida.
Escuchó caer con fuerza el techo y sintió un temblor. La lanza se escurria lentamente por su hombro. Al abrir los ojos comprobó que se abía clavado en el techo y ahora, aferrado a ella con todas sus fuerzas, comenzaba el ascenso a lo que sería su salvación. Cuando llegó al hueco, comprobó que tenía un tamaño suficiente para pasar el y cuatro más como él. Se balanceó y saltó dentro.
Por desgracia no pudo salvar su lanza, que oyó partirse en mil pedazos en la siguiente embestida del techo contra el suelo.

BRINGWOR

Bringwor atravesó la puerta que había al otro lado. Su ingenio le había salvado.
Cuando entró al otro lado, se encontró con un pasillo ciego. No había puertas ni ventanas ni nada. Al oir cerrarse de golper la puerta a su espalda se giró. Pero tampoco halló la puerta por donde había entrado.
Se encontraba en un pasillo, de un metro y medio de ancho. De paredes y techo lisos. El suelo lo componían cinco losas de metro y medio de ancho, por otro metro y medio de largo. Al caminar en el interior vio como en la tercera losa había una abertura en el techo del que colgaba una cadena con un garfio al final. En el centro de dicha losa, una argolla donde ponder enganchar.....¿el qué?.
Entonces se fijó en los laterales de las paredes. En uno de los laterales había un hueco que albergaba cuatro trozos de cadena. Los cuatro trozos iguales en cuanto a tamaño y longitud.
En el otro lateral de la pared había otro hueco con tres instrumentos identicos. Conocía bien esos instrumentos, había visto a Ituring manejarlos. Con ellos podía abrir y cerrar un eslabón de cadena. El problema es que solo podría hacer esa operación una vez. Después el instrumento quedaba inservible.
Brinwgor no necesitó mucho tiempo para saber de qué se trataba. Los cuatro trozos unidos eran de la misma longitud que el espacio que había entre el garfio y la argolla; y aunque había cuatro trozos de cadena, lo que implicaba tener que abrir ocho eslabones, solo tenía medios para abrir y cerrar tres.
Si lograba unir el garfio y la argolla tal vez pudiera trepar por el hueco de un metro y medio por un metro y medio. Se alegraba de no tener que ir contra el tiempo, cuando un ruido en la primera losa lo sobresaltó. La losa por donde había entrado comenzó a ceder hasta que calló dejando un agujero en el suelo donde había estado. Tras un tiempo considerable, se escuchó romper la losa. La caida era mortal y Bringwor no iba a asomarse por el hueco dejado.
Tenía que averiguar cómo unir los cuatro trozos solo abriendo tres eslabones.

DIMMU

Dimmu supo elegir y pudo atravesar su puerta correctamente.
Al otro lado se encontró con una habitación en la que una balanza romana coronaba la única puerta que había.
Delante de la misma había tres ánforas. Una estaba llena de agua, y su capacidad era de 8 litros, o así rezaba la escritura que había en ella. Las otras dos estaban vacías. Según lo que tenían escrito una era de 5 litros y otra de 3 litros.
Dimmu era muy perspicaz, así que no tardó en descubrir que debía poner el mismo peso en ambos extremos de la balanza, o dicho de otro modo, cuatro litros de agua en cada lado. Debía llevar cuidado con no derramar nada de agua. Y averiguar la forma en la que dejar cuatro litros en la ánfora de ocho, y pasar otros cuatro a la de cinco. Pues lo que sabía con certeza es que en la de tres litros era imposible colocar cuatro.

VII

"Hágame un buen corte de pelo"
Fue la expresión con la que VII entró al barbero. El barbero le sonrió y le señaló una puerta al otro lado. VII la atravesó sin temor alguno.
Al otro lado solo había oscuridad. Poco a poco se iba haciendo la luz de forma mágica, pues no todo era iluminado.
Lo primero que vio fueron sus manos encadenadas. Lo siguiente fue una urna de piedra. Pequeña. Estaba frente a él. Tras la urna vio a un trono con un gran señor sentado en él. Le miraba inquisitivo. A su lado, un personaje ataviado con ricos ropajes. Ese hombre le miraba con una sonrisa malévola, y una mirada asesina.
Entonces VII escuchó una voz en su interior.
"Este es el gran Visir Al-Hamar, a su lado está su valido, El-Humar. Para demostrar nuevamente tu ingenio tienes el siguiente reto ante tí. Para ellos eres un criminal al que hay que condenar a muerte. No obstante, el gran Visir Al-Hamar ha decidido que sea Dios quien te condene o declare inocente. En la urna que ves ante tí, hay dos etiquetas de papel. En una pone culpable, en otra inocente. Has de sacar una y esa será tu sentencia.
El probelma es que al valido El-Humar no le ha gustado lo fácil que has superado la preuba anterior. Ha cambiado las etiquetas y en las dos pone culpable. Y he aquí la prueba. Has de sacar una etiqueta obligatoriamente, y no puedes hablar. ¿qué haras para poder salir con vida de esta encerrona?"

EINER

Tras escapar a la muerte gracias a los dioses, Einer se encaminó hacia el interior del pasillo que antesí se abría. Al final una puerta. La puerta no era opaca, pues se trataba de un rastrillo, como el que normalmente había en las puertas de los castillos. El rastrillo estaba cerrado, aunque en el lateral se podía ver el mecanismo de apertura. Se trataba de una palanca que tenía atada en un extremo y mediante una cuerda que hacía de péndulo, una gran roca. El problema era que la cuerda había sido cortada y la piedra descansaba en el suelo. Podría atar los dos cabos sueltos, pero la piedra pesaba al menos 20 kilos menos que el propio Einer.
¿qué hacer para poder continuar?