(Primera Campaña).Capitulo III. Hacia Monk Lünk

Tras el altercado del pequeño oasis los aventureros se encaminaron hacia la torre. Ni Ankard ni Suhza conocían la existencia de este nuevo punto de agua. Pero fue un regalo. El agua escaseaba y fue bien recibida
Sus pensamientos volvieron al templo hallado en el desierto estaba claro q el ejercito del dragón lo encontraría a menos q el implacable desierto se dignase a cubrirlo otra vez

La leyenda escrita en el pilar dejaba claro que Mascull, había intentado resucitar a un tal Lord Garzlock, un antiguo general de la guerra de la fatalidad. Según la piedra Garzlock estaba enterrado en el templo de la roca negra de Monk Liunk, como se le conocía ahora, pero originalmente fue conocido como el templo de la cúpula dorada, sede de los desaparecidos paladines del sur. Según las leyendas, estos hombres de armas estaban en comunión con los valar y eran capaces de asimilar sus poderes para beneficio de sus aliados y la desgracia de sus enemigos. Adalides de la vida y creadores de la nueva iglesia. Pero con el tiempo fueron desapareciendo hasta extinguirse por completo.

Maskull había escondido en libro de la carne en el templo, gracias a él intentaría rescatar de la muerte a uno de los generales mas poderosos de la guerra. Según el registro que le hicieron al comandante de Al-kadesh los altos mandos numeroneanos tenían en mente tomar a toda costa Monk Liunk, alli se encontraba una tumba con un importante objeto de los tiempos antiguos, sin duda se referían al libro.
Todos tenían claro q no podían permitir q los numeroneanos lo consiguiesen. Y mucho menos q despertasen a ese terrible ser.

A tarde siguiente emprendieron la marcha hacia la torre manantial. No estaba lejos a solo un día de camino a marchas forzadas. Pero la cosa no iba bien. Ankard se sentia débil y sus camaradas no tenían mejor aspecto, solo Suzha se mantenía entero. Nativo de estas tierras, caminar por el desierto era lo natural para él. A media noche hicieron un descanso. Drecon descubrió q le habían salido una especie de ampollas o ronchas en el cuello. Al examinarse descubrió q no solo estaban en el cuello, el pecho y espalda también estaba salpicado de estas extrañas erupciones. Pronto el resto del grupo descubrió que estaba afectado por esta extraña erupción.
Adnarión poco pudo hacer a pesar de sus conocimientos de medicina, nunca en su vida había visto algo así. Desde luego a todos les asaltó la duda si se habían contagiado de la extraña enfermedad del campamento numeroneano o habían sido maldecidos en el templo oscuro de Maskull. Decidieron no quedarse en mitad del desierto a morir
Emprendieron la marcha de nuevo pero sus pasos eran cada vez mas lentos. Parecía que todo el peso del mundo recaía sobre sus hombros pero siguieron andando.
Ankard fue el primero en caer, Adnarión se quedó a su lado tomándose todo el tiempo del mundo lo examinó sentándose a su lado. Ankard no estaba muerto pero si inconsciente. Adnarión no se sintió con fuerzas para continuar.
-marchaos, si llegáis a la torre mandad ayuda yo me quedaré con él para que no se lo coman los buitres-
drekon miró a Suhza y con un movimiento de cabeza le indicó que se pusieran en marcha. El sol fue un enemigo implacable tras dos horas mas de dura caminata fue drekon quien sucumbió al desierto. Ahora era el turno de Suhza de seguir y abandonar a su camarada o esperar el milagro de que alguien los encontrase. La torre se veía a lo lejos unas tres horas mas y habría llegado. El medio harad tenía un difícil dilema
había llegado la hora de decidir que hacer

out roll
si alguno quiere escribir algo desde la posición en la que está puede, bien dormido a modo sueño o Adnarión hecho carbón al sol cuidando de su camarada
Suzha ha de decidir si cuidar a su camarada o seguir hacia la torre. Si vas hacia la torre puedes tirar pos tu habilidad de andar dificultad + 1, puede q llegues antes pero empeores circunstancias o ir normal dosificándote. Ya tu mismo

Cof cof cof, Shuza, adelantate tu, es lo mejor para los dos, la torre esta cerca, yo he llegado a mi umbral, contamos todos contigoooo...... -

El miembro 'Drecon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'dado de 10' : 8, 6, 6, 9, 9, 1 no superada voluntad dificultad 13 para no desmayarme



y mientras decia eso Drecon cayo de rodillas para besar el suelo seguidamente y se perdio en un sueño oscuro del cual no veia ni un resquicio de luz por ningun lado, sombras era su vision .....

El sol era demencial, Suhza estaba acostumbrado a jalonar el desierto pero esta vez no sabía si sucumbiría al poder del sol. Caminaba diciendose a si mismo un paso mas y tras ese paso otro.
-El desierto es mi padre y cada grano de arena mi hermano, me someteré a él, hágase la voluntad del gran hacedor- su mente repetía los cantos y letanías del desierto. Mientras sus pies caminaban a buen ritmo, pero el desierto era un padre cruel.
La torre no estaba lejos unos cientos de metros, ya se distinguía claramente pero Suhza había llegado al límite su cuerpo y su mente se desvariaron. Cualquier otra persona habría sucumbido ante tal esfuerzo, la piel le ardía y la cabeza parecía un caldero hirviendo, tenía la sensación de que su cerebro iba a cocerse dentro de su cabeza.
Una columna de polvo se acercaba a él, a sus ojos parecía una enorme serpiente de arena que corría a gran velocidad.
-Saitán demonio de la arena has venido a por mi, ven te demostraré lo que sabe hacer un hijo del desierto- Suhza estaba delirando y comenzó a reírse histéricamente, en su locura solo veía al demonio del desierto, una extraña criatura de cuento que surgia de la arena para engullir de un solo bocado a quien osara cruzarse en su camino, en vez de al grupo a caballo que se acercaba a toda velocidad.
Los jinetes se apearon, fue entonces cuando Suhza recupero el poco sentido que le quedaba.
- Mis compañeros, al sur, sálvenlos por el gran hacedor- de nuevo empezó a desvariar ---Saitán no te escondas ven por mi-

Ankard fue el primero en despertar estaban enjaulados en una especie de mazmorra. Se encontraba muy débil, intentó incorporarse pero le dolía todo, la estancia olía a vomito, pero no había rastro de él, como pudo se incorporó hasta sentarse en el duro camastro.
Sus compañeros estaban en la misma celda semidesnudos. Pudo ver como sus cuerpos estaban salpicados de unas oscuras erupciones con forma de ampolla sanguinolenta, la gran mayoría secas ya.
Su mente empezó a trabajar rápido ¿Donde estaba? ¿Y porqué estaba encerrado? Lo último que recordaba fue que perdía el conocimiento en el desierto y a Adnarión a su lado haciendo una especie de mini-tienda para resguardarse del sol abrasador.
Inspeccionó la sala sin moverse. Era de piedra y una reja de hierro por puerta que daba a un pasillo iluminado por antorchas. Imposible salir.

Out roll
Aquí te dejo estás al 50% en todo. puedes hacer lo que quieras

Adnarión estaba muy débil, pero su compañero se había desmayado. Pese a ser un mero aspirante a caballero de narsil, era mejor guerrero que médico, y aún quedaba muchísimo que aprender en las dos habilidades.
Pensó con rapidez y sacó la manta que llevaba en el equipo; acto seguido clavó las dos espadas a los lados de Ancard, y ató un dos extremos de la manta a los puños de ambas espadas; la otra parte de la manta la semienterró justo detrás de la cabeza de su compañero. De esta forma, tanto la cabeza como medio cuerpo estarían a la sombra protegidas en parte del sol de justicia que castigaba al desierto.
Su compañero estaba en parte a salvo, sobreviviría al menos un día más al sol; a la no ingestión de alimento o agua, eso solo dependía de él.
Adnarión por su parte estaba exhausto y cansado, sentado al lado de su compañero. Ese sería un buen momento para rezar, pero el aspirante a caballero de narsil no era muy religioso; aunque ver cómo se levantaban los muertos de sus tumbas y tener que luchar contra ellos empezaba ha hacer que creyesa en varias cosas inverosímiles. Además iban de camino a un lugar donde un objeto, en concreto un libro, hacía resucitar a la gente y algunas cosas más; y aunque en su momento no se lo habría creido, todo un ejército de numenoreanos negros, junto con sus tropas de apoyo se dirigían hacia allí porque sí creían en ello.
Y envuelto en esos pensamientos la conciencia de Adnarión se desvanecía, sumiendose poco a poco en la inconsciencia; estaba cansado, demasiado cansado. Y dándose cuenta hacia donde se dirigía su mente, posiblemente a un viaje sin retorno lo último en lo que pensó fue, al menos mis compañeros tendrá una aportunidad; Ancard seguirá aquí cuando regresen, y Shuza y Drecón llegarán a la torre. Diez monedas de oro en joyas y una buena obra, se había quedado a un paso de haber sido caballero de narsil, solo le había faltado un caballo y por increible que pareciese ahora le parecía ver algunos; sería una broma del desierto antes de consumir su cuerpo y apoderarsde de su alma.

Ancard miro a su alrededor, lo primero que busco fue el laud de su tio,pero no estaba,para el tenia un valor sentimental mas alla de cualquier cantidad de tesoros; despues se percato de que estaba encerrado, prsionero,pero... por que?! Que el supiera no habia hecho nada malo...oh! si! habian asesinado a 2 mercaderes conocidos en la Torre del Manantial y 5 "asesinos y violadores" ,segun el enano, pero se demostro que eran malechores y ademas, como sabian que habian sido ellos? esto tenia que tener otra explicacion, ademas habrian cogido tambien a Zeodrin, el enano. Se acerco a sus amigos tambaleandose. Parecia que estaban vivos. Que era eso que le cubria el cuerpo? -agg! Nos hemos intoxicado con el agua...o Talvez un castigo divino por haber entrado en lugares malvados y prohibidos.
Demasiadas dudas y demasiado cansado, todo daba vueltas. Ya se lo decia su tio: -Ancard, piensas demasiado.
Lo sabia, pero no podia evitarlo, su vida habia sido una duda constante no resuelta, siempre habia algo que le carcomia por dentro.
Demasiado cansado, se echo nuevamente en su camastro y espero que viniera alguien para preguntar el motivo de su encarcelamiento, rezando plegarias a Eru por haber entrado en lugares prohibidos, implorando el perdon de El Unico, para que remitiese su castigo, en forma de enfermedad .

Poco a poco cada uno de ellos fueron despertándose. La sensación de malestar era común a todos. El sabor a vomito en sus bocas, unas ampollas secas y malolientes.
A pesar de todo estaban limpios aunque encerrados. Suhza pudo comprobar que su herida ya había cicatrizado casi completamente.
La pregunta era obvia,¿Cuánto llevaban encerrados allí?
Donde estaban y quienes eran sus captores era la segunda pregunta, lo mas seguro es que estuviesen en las celdas de la torre del manantial. Ni Suzha ni Andad las habían visto antes pero no podían estar en otro sitio. Drecón se levantó y empezó a llamar a voces a sus posibles captores. Al poco se acercó un pequeño harad ataviado con una túnica del desierto.
-bien así que ya se han recuperado.- y dicho esto se marchó por donde había venido de nada sirvió que lo llamasen, igual que vino se fue.
Al rato cuatro haradan acompañados del pequeño hombre se presentaron ante ellos. Por desgracia ninguno de los encerrados conocía a alguno de esos hombres.
Abrieron la celda y pasaron al interior, el estado de los presos era tan lamentable q un chiquillo de quince años hubiese podido ocuparse de ellos sin problemas.

Parecían guerreros aunque solo portaban unas espadas cortas al cinto.
- mis hombres dicen que sois espías, pero no puedo colgaros sin mas, según la tradición he de dar asilo a quien lo necesite, puesto que ya estáis recuperados espero que me contéis un bonito cuento antes de colgaros - dijo el que parecía el jefe
Más de uno tragó saliva, sus ojos decían claramente que no hablaba en broma.

Perdonad caballero. Mi nombre es Ancard y estos-Dijo señalando a los demas- son Adnarion, Drecon y Shuza.
Con quien tengo el gusto?
-Perdon por mis modales, mi nombre es haart, actual señor de la torre.Estais en las mazmoras de la torre manatial.
-Es un honor.-Respondio caballeroso el de Dagorlad- Solo me gustaria saber, Que clase de espias somos, que encuentra moribundos en mitad del desierto?
-unos q se toparan con la gran tormenta de arena de hace unas tres semanas porque llevais tres semanas incoscientes y muy enfermos-Replico el Señor- habeis sufrido una enfermedad desconociada para nosotros, nuestro medico ha hecho cuanto estaba en su mano para curaros pero segun sus propias palabras estabais en manos de "El Unico".
-perdon no entiendo lo de "unos q se toparan con la gran tormenta de arena de hace unas tres semanas" a que se refiere? -Pregunto Ancard.
-a vosotros, llevais tres semanas incoscientes en la torre
-pero... que tiene que ver eso con lo de ser espias? no entiendo-Protesto Ancard
-podeis ser espias de Alkadesh, simple desconfianza, venis del sur y alli solo está el enemigo.
-Por una desconfianza quereis ajusticiarnos?... joder-Susurro para si.
-Pues efectivamente noble caballero y señor de la Torre, somos espias... pero espias de vuestro bando.
-Perdon?-Pregunto el Haradam.
-Venimos desde el ejercito enemigo con informacion muy util... Supongo que habreis visto una misteriosa tormenta de arena... No sabemos por que, ni si tiene un generador magico, la cuestion es que el camino ha quedado allanado para que los invasores avancen hacia este emplazamiento sin obstaculos de por medio, despues de esto, atacaran Monk Lünk y todo ello, sin trabas de arenas. Siento deciros que La Torre tiene sus dias contados y que debeis buscar cobijo en Monk Lünk, al menos la poblacion civil.

Adnarión recuperó el sentido, le había parecido oir los gritos de Drecon llamando a alguien, así que abrio los ojos y se encontró en una celda en un estado lamentable. Lo primero que hizo fue intentar ver qué eran esas erupciones que tenía por todo el cuerpo tanto él como sus compañeros.
Pero antes de que pudiera llegar a un diagnostico aceptable, unos cuantos hombres llegaron hasta ellos y entraron en la celda.
Será mejor que nos consteis un buen cuento antes de ahorcaros.
No había oido todo lo que habían dicho pero el mensaje llegaba claro, creo que sois espias y voy a ahorcaros, decid vuestras últimas palabras..
Ancard comenzó una discusión con el recien llegado que no parecía llevar a ningún sitio, solo a revelar del lado que nos encontrabamos, y hacer perder la paciencia al carcelero.
Entonces recordó unas palabras de su entonces maestro, en caso de peligro o apremio dí siempre la verdad, aunque creas que eso te mataría, decir la verdad siempre hará que salgas bien parado.
Adnarión se levantó como pudo y comenzó a hablar, Mi nombre es Adnarión Scarath, tal y como ha dicho mi compañero, aspirante a caballero de narsil, estos además de mis compañeros son mis amigos; creo que ellos mismos sabrán presentarse tal y como ha hecho Ancard. No somos espias en cuanto a enemigos vuestros. Dirigíamos nuestro camino hacia la torre del manantial con el fin de avisar el ejercito numenoreano se dirige hacia aquí con la intención de tomar esta población por la fuerza y seguir una especie de invasión general que tendría su próximo objetivo Monk Liunk. Nosotros no somos un peligro ni enemigos, perteciamos a la resistencia y estabamos infiltrados en el ejercito del que le hablo. Solo queriamos aprovisionarnos y continuar nuestro camino hacia Monk Liunk y avisar del ataque que se avecina también contra ellos. Puedes creerme o no, solo te diré, que hace escasos días ha habido una tormenta de arena que ha despejado el camino del desierto para que lo atraviesen facilmente cualquier ejercito; sin duda es el momento que estaban esperando y el tiempo apremia. Como prueba, sabrá por mi nombre que mi familia era quien gobernaba Al Kadesh antes de la invasión numenoreana.
Y dicho todo cuanto tenía que decir, y sin revelar todos los hechos vividos por sus compañeros Adnarión volvió a sentarse en la misma zona del suelo de la que se había levantado. Ya habían revelado de qué parte estaban, si esta gente pertenecía al enemigo habían firmado su sentencia de muerte inmediata, si por otro lado eran amigos pronto estarían a salvo y podrían continuar su camino. La suerte estaba echada.

Off Roll, hago una tirada para diagnosticar las ampollas estas que nos salen, tengo un 8 en diagnosticar, creo.

Suhza, parecia perdido y ensimismado en si mismo, hacía un tiempo que su cabeza y su cuerpo no tenían tiempo para el descanso, si bien estar preso era lo último que deseaba, estos días le habían servido para descansar y que algo en su mente no dejara de rondarle, alguien había dicho que "querían usar el Libro de la Carne para devolver a la vida a Garzlock" muerto hace cientos de años... Esa idea le recomía, su miedo a la magia lo hacía temblar dentro de si mismo, pero una idea no dejaba de recomerle el cerebro, la magia era mala, y ese tipo de magia debía serlo aun más, pero quien sabe, tal vez eso podría devolver la vida a su amigo y casi hermano Trebor... tal vez, el sacrificio mereciese la pena.

Escuchaba como sus compañeros hablaban y argumentaban educadamente, pero él continuaba ensimismado, no se lo había contado a ninguno de sus compañeros el "sueño" que lo estuvo turbando todas aquellas semanas que permaneció inconsciente.

Sabía de la limitación de sus dotes sociales, así que prefirió permanecer callado antes que interrumpir a sus compañeros con cualquier barbaridad que pudiese dar con sus cuellos en la horca, así que continuó observando y asintiendo cuando alguno lo miraba o lo nombraba, seguramente sus captores pensarían que era mudo... o estupido.

Drecon escuchaba como hablaban los demas mientras pensaba que habia cometido un gran fallo en su destino, habia dejado las pistas necesarias para que el enemigo encontrase lo que tanto ansia, imbecil se repetia a si mismo y ahora no era tiempo de volver a enmendar sus acciones, sino de pensar en como salvar el cuello de esta situacion, tres semanas habian pasado desde que perdieran el conocimiento en el desierto, tiempo suficiente para que el enemigo hubiese avanzado o estar listo para hacerlo, esperaba que hubiese tenido un gran efecto demoledor en sus filas la emboscada sufrida en las montañas, aunque no eran muchos los que combatian, pero esa informacion ya se la rebelaria el tiempo, su interes mas grande ahora era partir cuanto antes al templo a tomar el dichoso libro que era causante seguramente de toda esta guerra ...

Durante mas de dos horas tanto Haart como los aventureros discutieron acerca de sus actividades en como espías en el ejercito numeroneano. El relato les llevo desde el principio, al pueblo de Shuza su incursión por mar, el alistamiento, y el encuentro con el espía de Al-kadesh. Según los informes de la torre, todo cuadraba. El espía de Al-kadesh mandaba información regular con un sistema de palomas mensajeras.
Por desgracia sus nombres no habían sido incluidos en los informes para no delatarlos si caían en manos enemigas. Por Haart se enteraron de que el asalto numeroneano al pueblo donde estaban los jinetes había sido todo un éxito por parte de la resitencia haradiaca. Su líder Edrahill, les tendió una emboscada y acabó sepultando a todo el ejercito incursor. Con su caballería remató a los pocos supervivientes del alud de rocas en el desfiladero. Quedaban solo dos días para que Edrahill regresase a la torre.

Los ánimos se calmaron aunque continuaron en las mazmorras a cargo del medico, su estado de salud no era del cien por cien y necesitaban descanso. Adnarión hizo buenas migas con el medico. Adnarión quería saber más de la extraña enfermedad que habían sufrido. Al principio solo era fiebre alta, pero luego comenzaron las ampollas llenas de sangre corrompida acompañada de fiebre altísima. La única solución fue llevarlos a las mazmorras donde la temperatura era mucho mas baja. Luego llegaron los vómitos. Y al fin las ampollas empezaron a remitir y secarse.
Ankard y el resto preguntó por sus posesiones, sin problemas les dijeron que les serían devueltas al recuperarse, aunque el laúd llegó pronto a manos del impaciente músico.
Durante dos días reposaron hasta que por fin se encontraron en plena forma.
Fue entonces cuando se presentó en la torre el capitán de gondor Edrahill junto con un hombre de menor estatura, llevaba las insignias de un roquen ( especie de teniente de caballeria) aunque no era gondoriano, por sus rasgos parecía mas un hombre del sur del bosque negro.
Inmediatamente fue a ver a los enfermos.
Resultó que Edrahill conocía a Suhza y ambos se alegraron mucho de verse.
Edrahill era sin duda el artífice de la defensa de todo el Harondor. Sus escasos medios eran compensados con una gran astucia. Aunque las noticias del enemigo siempre fueran desalentadoras.
La conversación entre los aventureros y Edrahill fue larga y tendida. A Ankard le sonaba la cara de aquel dunedain, pero no lograba ubicarla.
-Así que habéis encontrado lo que parece ser un antiguo templo donde dice que Lord Garzlock está enterrado en el templo de la roca negra en Monk lünk, junto con ese misterioso libro. Es tan poderoso que es capaz de resucitar a los muertos.
Bueno bueno, yo no puedo poner un pie en Monk Lünk, si lo hago la guerdia de la iglesia se me echará encima y daré con mis huesos en el cadalso, así que tendréis que ir vosotros y rescatar ese libro, el problema es que hacer con él. la iglesia está cada vez mas corrompida y habida de poder. Pero si cae en manos enemigas la cosa es aun peor. ¿Que haríais vosotros?Edrahill era la clase de tipo q escuchaba siempre a sus hombres, aunque luego hiciese lo que le diese la gana, normalmente lo correcto. Miraba a cada uno de ellos esperando su respuesta

Ancard estaba contento. Habia recuperado su laud. Toco unos acordes y lo afino con delicadeza. Lo acaricio delicadamente como si de su amante se tratara y lo deposito con cuidado en el camastro. Era un instrumento muy simple. Lo habia heredado de su tio y a la vez este, de su padre, el cual lo gano en una rifa de su pueblo hace ya muchos años.El abuelo de Ancard era vagamente recordado por el joven, pero lo recordaba como un viejo afable como su tio o el mismo,segun decian.
Cuando llego Edrahill a Ancard le sono vagamente su rostro y le sorprendio lo mucho que conocia a Suhza, por momentos hasta el antisocial sureño parecia una persona entrañable y simpatica a su lado...
-Así que habéis encontrado lo que parece ser un antiguo templo donde dice que Lord Garzlock está enterrado en el templo de la roca negra en Monk lünk, junto con ese misterioso libro.-Dijo el capitan- Es tan poderoso que es capaz de resucitar a los muertos.
Bueno bueno, yo no puedo poner un pie en Monk Lünk, si lo hago la guerdia de la iglesia se me echará encima y daré con mis huesos en el cadalso, así que tendréis que ir vosotros y rescatar ese libro, el problema es que hacer con él. la iglesia está cada vez mas corrompida y habida de poder. Pero si cae en manos enemigas la cosa es aun peor. ¿Que haríais vosotros?
-MMmmg...!por que un capitan de Gondor esta perseguido por la Iglesia? que clase de capitan es esta?-Penso Ancard. Habia algo que no le gustaba al chico y es que aunque no defendiera con uñas y dientes al Santo Padre si que lo repetaba como tal y como maximo jefe de la Iglesia a la que seguia.- De ninguna manera debemos permitir que ese libro caiga en manos del enemigo-Dijo por fin- Pero creo que nosotros no debemos rescatar ningun libro. Debemos avisar a los dirigentes de Monk Lunk y que trasladen el libro al Norte, a Arnor u otro lugar. Dejarlo ahi seria una locura. Nosotros no podemos robar nada, si a eso se refiere ,Capitan.Supongo que tendra tal proteccion que ni un ejercito que no tenga un poder inusitado, podra penetrar esas defensas.
Mi proposicion es que los civiles ,si los hay, abandonen este emplazamiento, nosotros viajaremos por caminos seguros hacia Monk Lunk, para avisar que el libro debe ponerse a salvo.

OFFROL: Espero a ver que dicen mis amigos. Sobre todo Adnarion que aun sigue siendo el cabo

Me parece que yo tengo algo que añadir-, dijo Drecon al terminar Shuza su afirmacion, - Nosotros podemos ser quienes cojan primero el libro, pero si es asi que me seguis sera con una unica condicion, destruir el libro para que esa magia no se pueda utilizar nunca mas, es algo demasiado poderoso para que alguien lo tenga en su poder, eso es un gran poder y como tal corrompe, no dejare ese libro en manos de nadie sino en las del fuego.
- Como es posible eso tan facil como aseguras, el templo esta bien guardado no por monjes, sino por una sociedad secreta de la iglesia ...- estaba diciendo Edrahil cuando Drecon le interrumpio, - La Sociedad de las Almas, a la cual pertenezco y deseo destruir, pero bueno eso es lo de menos, se como infiltrarnos dentro del templo sin ser vistos por un pasadizo secreto que esta dentro de la ciudad de Monk Liunk, da al patio dentro del templo, una vez alli os podre guiar hasta las catacumbas facilmente, el peligro de aqui seran 3 patrullas de guardias, si lo hacemos bien podemos pasar sin ser vistos, en caso contrario las espadas tendran que volar rapidas, pero el mayor peligro esta dentro de las catacumbas, y creo que este peligro lo conoces tu capitan, no es otro que el loatig, el campeon del templo, Gastor, tambien es el lider de la Sociedad de las Almas, si podemos pasar sin ser vistos seria lo ideal para dirigirnos al tunel de las catacumbas, el porque se que el libro esta ahi os estareis preguntando, es porque escuche una conversacion entre Gastor y el sumo sacerdote del templo sobre la tumba, Gastor queria destruirla, pero el sacerdote le decia que el Santo Padre no lo permitia por asuntos propios, resumiendo, aceptais mi condicion para guiaros lo mas sanos que se pueda?

-Un momento, no entiendo el por que de esto...-Dijo Ancard- Por que robar el libro? no son aliados? acaso qerran que el libro acabe en manos de los Numenoreanos?... Yo creo que lo logico es avisar de lo que ocurre! es que se ha vuelto todo el mundo loco?

OFFROL: no creo que lo de victor este mal, julio, Tu Pj afirma algo, pero no dice nada sobre tus pensamientos... Que yo lea hace una afirmacion de 2 lineas en azul.

Al fin parecia entrar en si, algo de lo que había hecho había dado al traste con una acometida numeroneana y muchos de los integrantes de su ejercito habían perecido gracias a las labores de espionaje suya y de sus compañeros, sentía como la felicidad recorría su cuerpo, parecía que la libertad se aproximaba cada día más lo cual le hizo esvozar una sonrisa y olvidar ideas absurdas.

- Dudo mucho que un libro pueda hacer nada para devolver a la vida a nadie - interrumpió Suhza -, aunque cierto es que siempre dudé de la existencia de la magia, aquella tormenta que desplazó la arena y descubrió la roca siempre me dio mala espina, pero mucho peor fue ver aquellos cadaveres moverse, aun puedo sentir los escalofríos, de cualquier manera, ¿qué es eso de la sociedad de las almas? ¿no serás un mago?. Tal vez la mejor opción no sería destruir ese Libro, sino directamente el templo con él dentro. ¿Qué opinas amigo Drecon? ¿Crees que sería posible acabar con esa sociedad que conserva tan peligroso artilugio?

Sus toscas formas de hablar no eran sino fruto de su poco labrada cultura, su fobia por la magia, parecía ir atenuandose, ya incluso era capaz de hablar de ella, pero seguía pensando que cuantos menos de ella hubiese en este Mundo, mejor sería para todos.

Offrol: Esto lo que yo quería aclarar a Victor, es que lo que estaba diciendo Suhza en ese post eran pensamientos y no algo que decía realmente, aunque quizás no hayan sio las mejores formas (sorry Victor), la cosa es que no sabía si lo había interpretao bien y se creía que lo había dicho o algo. Un besico en to lo negro.

Edrahill se mesaba la barbilla, tenía aspecto de cansado, pero escuchaba atentamente.
- Claro que hay q avisar a Monk Lünk, el problema no es avisar. pero he de deciros algo, de momento el santo padre no controla la ciudad y es el ejercito de gondor quien oficialmente la custodia, el problema es que el comandante en jefe de la ciudadel es un fanático servidor de la iglesia ademas de soldado imperial.
he tenido numerosos problemas con él y a pesar del sufrimiento del harondor no he conseguido ni refuerzos ni ayuda ni nada. ahora centra su atención en luchar por los intereses del santo padre que en su obligación para con la injusticia y defensa de la frontera.
y muy a tu pesar Suhza hay artefatos en este mundo capaces de cosas así, puede que el libro sea capaz de resucitar a los muertos y puede que no. por otra parte yo creo que si la iglesia supiese de la existencia de ese libro esa tumba ya habria sido expoliada hace mucho. es una lastima no poder contar con la iglesia pero es un organo que se ha corrompido en busca del poder dejando atras su verdaro objetivo de velar por los valores del antiguo oeste. solo quiere poder, y si ha de sacrificar al inocente no dudará un segundo en hacerlo.
por otra parte Drecon no podemos destruir un libro así, hay mas opciones, como entregarle el libro al emperador. de hecho es nuestro deber.
pensad que ese templo es un lugar público de peregirnación. cualquiera que quiera puede netrara rezar. por supuesto las zonas privadas son restringidas al público.
podeis pensar que es una locura, pero yo creo que se puede entrar en el templo sin muchos problemas, pensad que, lo dificil será entrar en esas catcumbas-
-¿si pero porqué no puedes ir tu Monk lünk?- preguntó Ankard, que no paraba de darle vueltas. por un lado sabía que conocía a este hombre pero no llegaba a ubicarlo
y por otro lado no le gustaba que un capitán del ejercito imperial tubiese miedo de ir a la ciudad.
Edrahill contestó sin rodeos- por cuatrero, la iglesia compró un recua de caballos al sur del bosque negro, una magnifica manada destinada a desfilar por los campos del pelenor en las procesiones a la ciudad. yo me presenté con ordenes falsas a los que conducian la manada y les birlé los caballos, esas montura han hecho mas bien aquí que en el pelenor. y auqnue no tienen pruebas reales de que he sido yo, la iglesia no es tonta y han puesto precio a mi cabeza. el comandante de la ciudad no pedirá muchas pruebas para colgarme. así que he de quedarme e intentar velar por la seguridad del harondor como hasta ahora.
así que es imperativo que ese libro no caiga en malas manos, no la de la iglesia ni en las numeronenanas

- y quien dice que el libro debe de estar en que manos?-Pregunto Ancard- Creo que es algo que no nos corresponde a nosotros decidir,no? yo por mi parte no pienso robar en un templo de Eru.Prefiero avisar a esos monjes que deben sacar el libro de alli o caera en manos del enemigo.Solo la mera idea de robar a unos monjes me produce escalofrios.
Mas que respeto ,que tambien lo sentia, lo que Ancard sentia era temor, temor de que su alma se quemara en el palio ante tal profanacion de lo sagrado.
-Lo siento amigos, pero no pienso tomar parte en esto. Debereis continuar sin mi-Dijo el joven apenado.
-A Este hombre creo que lo conozco de la posada del Dromedario-Penso mirando al Capitan-... si... no fue el que me pago con una moneda de plata...mmm...?

ese templo perdió todo vestigio de pureza cuando entraron los monjes. no se si lo sabes pero ese templo perteneció a la orden de los cruzados. eternos enemigos del mal, adalides del unico y verdadero dios eru. fueron todos austiciados por los monjes y su sociedad secreta.
esos sagrados monjes que defiendes, no son tan sagrados ni tan puros, si no te lo puede decir tu amigo Drecon, dinos amigo a que se dedica la sociedd de las almas, ilustranos drecon. Edrahill torció el gesto al escupir esas palabras de la iglesia, ahora si que mostró un verdadero asco y desprecio abierto ante la iglesia

Creo que nos estamos atacando los unos a los otros y no es momento de disputas internas. La voz de Adnarión llegó desde atrás y sorprendio a todos como si los pillara de sorpresa; Adnarión había estado esimismado en sus pensamientos y ya se habían olvidado de él.
Hay algo en lo que todos estamos de acuerdo, mágico o no, el libro no ha de caer en manos numenoreanas, ya que una conquista así podría inflar de motivación a todo el ejército enemigo. continuaba el dúnadan mirando alternativamente a Ancard y a Edrahill. Ambos afirmaban con la cabeza.
Bien, también es cierto que no creo que los monjes del templo vayan a dejar que nadie se lleve el libro pese a la amenaza existente. esto último lo dijo mirando directamente a Ancard.
Sea. Pero como he dicho el libro no puede quedarse allí. Además comprendo tu retricencia a robarlo. Sea también. Yo te propongo lo siguiente, amigo. Estaba claro que el aspirante a caballero de narsil ya había tomado una decisión y lo que quería era convencer a su amigo. Nosotros nos llevaremos el libro a un lugar seguro, como la ciudad de Gondor o cualquier otra. Pero necesitamos que nos acompañes, para que el libro siga en buenas manos, necesitamos de tu ayuda. Además tú podrías ser el reprsentante de la iglesia, incluso del Santo Padre, para que veas que no se va a hacer nada malo con el libro. Nosotros no decidiremos quién se queda con el libro, solo seremos sus custodios para que no caiga en manos numenoreanas, pero necesitamos tu ayuda aunque no puedo obligarte a que nos acompañes ni a que toques el libro. y mientras decía estas últimas palabras ponía la mano en el hombro de Ancard.

Adnarión le había dado muchas vueltas a todo, es cierto que esta podría ser la buena acción que le condujese a ser miembro de la orden de los caballeros de narsil; pero la idea que más le rondaba la cabeza era poder resucitar a su familia. Los daba por muertos, pero estaba seguro que su padre con el apoyo suficiente podría haber parado al ejercito numenoreano. Aunque también era cierto que su hermano había muerto en el intento. Él lo había visto con sus propios ojos. Lo que estaba claro es que ese dichoso libro no podía quedarse donde estaba.
Mejor dejarse llevar por los acontecimientos de la vida, aunque eso significase dejar atrás a un amigo como Ancard.

Al terminar Adnarion, Drecon respondio: La Sociedad de las Almas decide la manera de actuar sobre los creyentes y herejes, en este caso un hereje seria el creyente que decide no acatar las indicaciones de la orden tales como el pago de su seguridad civil, o el administrar las tierras de los nobles para sacar beneficio para la Santa Inquisicion, información sobre posibles guerras, yacimientos de minerales preciosos como oro, plata, ect... perdoname decirte esto Ankard, pero la iglesia que tu santificas hace tiempo que se convirtio en la manzana podrida del cesto, por eso mi intencion es destruirla, a la Sociedad de las Almas y si puedo hasta los cimientos de la iglesia, pero de momento me conformo con destruir el libro, perdonad que sea tan tozudo, pero si cayese en las manos de los numeroneanos no estaria mejor que en las manos de la iglesia, eso os lo puedo asegurar, sintiendolo mucho Ankard si voy no es para dar el libro al Santo Padre, sino para destruirlo, ¿entiendes Adnarion?, es algo que no deberia ni de existir, pero por el contrario esta ahi y el ejercito numeroneano sabra donde esta el libro tambien, y si por casualidad saliesemos con vida de esta mision, dudo mucho que no nos siguieran la pista, ya que no hicimos nada por borrar la informacion que los dirige al lugar, y cuando tomen Monk Liunk no esperes el no ser perseguido, el enemigo esta buscando el libro con todo su poder y no creo que porque nosotros lo hayamos llevado a otro sitio no sea buscado, es por eso que este libro no puede caer en otras manos que en las del fuego, me niego a que nadie siga acumulando mas poder en esta tierra, y ya que hay una posibilidad y esta está en mi mano no dudare en ir a cumplir con mi destino, y otra cosa te voy a decir Ankard, tu compañia siempre sera grata a mi lado, como la de los demas, pero si decides quedarte no dudare en dejarte atras, y si bien el destino nos tiene reserbada otra vista que sea en tiempos mas agraciados.

-Os confudis, amigos-Dijo Ancard- Yo no defiendo a la Iglesia, pero tampoco somos los indicados para decir que es una manzana podrida, os dejais llevar por experiencias negativas que tal vez hayais tenido con Ella. Conmigo no ha sido asi y como he dicho no la defiendo, pero si la respeto. Si la defendiese no os dejaria hacer tal mision y lo permitire, pero siento mucho deciros... que sera sin mi. Talvez nuestros caminos en el futuro se vuelvan a encontrar, pero no voy a traicionar mis ideales.Siempre os tendre en mi corazon y si vuestra vida corre peligro, alli estare para ayudaros, si me llamais.

-Os ruego,amigos que no sigais por ese camino-respondio algo enfadado Ancard.-Mejor quedar como amigos . Intentar convencerme por esas afirmaciones solo haran que me distancie de vosotros y bien sabeis que os quiero mucho.

Ancard habia tomado una decision y dificilmente cambaria, pues ese camino solo llevaria el odio a las personas que queria, sobre todo hacia Drecon. Si este ultimo hubiera leido la mente de Acard en un momento de su charla con el, se habria dado cuenta de que estaba practicamente convencido, hasta que empezo a blasfemar contra sus creencias, fue en el momento de la "manzana podrida",donde realmente se pudrio otra manzana.

OFFROL: lo siento pero interpreto a mi PJ y no os puede acompañar en esa mision, Si nada cambia talvez os veais en el futuro. Me hare otro pj que el dj crea conveniente sin problemas! Si fuera Bimbur por ejemplo iria el primero...bueno no! que hay magia!
!Por cierto, no es que Ancard crea y adore a la Iglesia, simplemente cree lo que un medievo en su epoca, que la iglesia tiene casi poder divino directo de Eru y que si va en su contra va en contra de Eru , lo que tiene con esta, no es devocion sino temor, temor de que su alma se queme en el palio.Si existe la magia esto es mas que posible, si ya lo era para el antes de ver lo que ha visto.Os lo expongo para que comprendais su personalidad. Pero el ni es un representante del santo padre ni qerria serlo