Corazon Oscuro (2). Capitulo X

Maldita sea!- Lothar maldijo al ver que la parte de la ciudad donde habian encontrado aquel escondite habia sido remodelado por los enanos. Lo habian convertido en un gran taller para guardar sus herramientas. Segun los enanos cuando llegaron eran un monton de escombros.
NOTA: la tirada ha sido efectuada en las tiradas de halaf por error. Ha sido un fracaso. Habia que salir mas de 54 y salio un 05. Podeis ir y ver los resultados.
Los sastres se marcharon a casa, en principio el original plan de Lothar no se podria llevar a cabo.
-Tal vez podriamos encontrar otro lugar para hacer la trampa- Sugirio Angost.
- Si... - Lothar respondio desganado.
- Ese fuego lo quemo todo- Dijo Tyrok como el que dice hoy parece que llovera...

A 2 meses de la llegada del Santo Padre.

Las calles empezaban a tomar la forma definitiva. Si alguien era capaz de terminar el trabajo antes de tiempo esos eran los enanos.
Aunque la fecha no estaba indicada , entre la ciudad se habia extendido el rumor de que la llegada del Santo Padre seria a final de año; igualmente los rumores hablaban de un recompuesto ejercito de orcos se encaminaba nuevamente hacia la ciudad como una ola, dispuesta a tragarse un castillo de arena. Los orcos no se detendrian ante los nuevos muros de la ciudad, aunque a buen seguro ya le habrian llegado las noticias de las imponentes paredes que ahora se levantaban , rodeando la ciudad. Esos orcos debian estar locos, jamas llegarian a entender que viniesen a estamparse contra aquella ciudad, aunque esta vez fueran comandados por el mismisimo Frank, que era como asi llamaban popularmente al Rey de aquellas criaturas.
El excaso numero de efectivos enanos que se veian en los ultimos dias indicaba, ciertamente que el trabajo estaba casi terimnado. Habia tal seguridad en la ciudad que los enanos habian reconstruido la ciudad. La gente volvia a sus casas confiados de la nueva situacion... incluso el Santo Padre venia... Que podia pasar? Eso era algo que a Ankalagorn le enfadaba:
- No entiendo como tus enanos construyeron las casas- Dijo Ankalagorn
- Que queriamos que hiciesemos Ankalagor- Dijo Groomch quejandose- Nos lo pido el General Berleg, que a su vez se lo habia pedido el Santo Padre... Supongo que lo hara para que vea su triunfo, cuanta mayor multitud, mejor.
- Supones bien- Replico Ankalagorn-
- Quien es ese Berleg?- Pregunto Kang, que posaba los pies sobre la mesa, como si el tema no fuera con el.
- Un Comandante del ejercito Rojo- Respondio Ankalagorn- Un capullo lame culos del Santo Padre, que queria quitarse de encima su Santisimo, y lo mando a Tharbad. Ahora tiene el control alli.
- Que hacemos?- Pregunto Groomch-
Ankalagorn penso un instante- Dile a tus hombres que terminen.
- Habran civiles...- Dijo Groomch.

La Banda del Sastre

La puerta de la sastreria sono temprano. Lothar abrio aun quitandose las legañas de los ojos.
- Si?- Dijo al encontrarse un hombre con perilla tras ella, con un elegante sombrero de gran ala y preciosa pluma roja.
- Esto es una sastreria o me han indicado mal?- Pregunto
- Eh...esto... si, si. Adelante- Contesto Lothar- Disculpe el desorden, aun no hemos tenido tiempo de ponernos en marcha. Acabamos de llegar de Elendil...- Mintio Lothar, pues ya hacia mas de dos semanas desde su regreso. Estos perros se van a poner a trabajar en limpiarme esto si quieren quedarse bajo mi techo- Penso el tahur.
-Que desea?- ^regunto Lothar.
- Me gustaria hacerme una chaqueta, elegante...- El hombre continuo explicando sus gustos mientras por una puerta aparecio Angost desperezandose, Al ver la escena, se dio la vuelta disimuladamente y desaparecio por la puerta que habia aparecido.
Lothar empezzo a tomar medidas, mientras el hombre iba explicando sus gustos. Al final añadio. - Realmente, no he venido solo por la chaqueta...
Lothar se quedo esperando que continuara.
-Expliquese- Dijo Lothar.
Me han dicho que ademas de ser un buen sastre, es un gran jugador de escaleras de figuras.
- Quien le ha dicho eso?
-En un par de tabernas- Respondio el hombre- Tambien me han dicho que es un tramposo...pero ya sabemos como son esos que pierden. Siempre acusan de tramposo al que ha sido mucho mejor que el.
-Bueno...digame que quiere exactamente? -Lothar empezaba a impacientarse.
- No me malinterpretes. Quiero esa chaqueta.
- Seran 30 platas.
- Seguro que la vale- Dijo el hombre- Aqui te dejo una carta. Echele un vistazo y si le interesa, aviseme. Me suelo mover por la nueva posada del Gato PArdo en horas de comidas y cenas. Si no le interesa, aviseme cuando tenga lista mi chaqueta.
El hombre entrego la carta a Lothar y se marcho por puerta tras despedirse cordialmente.

Carta:

PreInvitacion
Pongase en contacto con su contacto.
partida de escalera de Figuras privada
Entrada 100 Piezas de oro
Ganador 400 Piezas de oro
Segunda plaza 200 piezas de oro
Solo Podra traer un acompañante que no contara como jjugador.

Firma el Moloch Negro gremio de jugadores

Tyrok y Lothar salieron por su cuenta. No sabian mucho de las ideas para conseguir el dinero de Lothar y el tahur tampoco dijo mucho, como no queria mezclarlos en el ajo, salio acompañado de Tyrok, sin decir mucho mas. Lo que estaba claro y era algo que Angost pensaba, que si lothar conseguia, jugando, como el decia, en un dia o dos, las 70 piezas de oro que le faltaban para asistir a aquella partida, no necesitaba robar nunca mas ni asisitir a ese tipo de partidas, pues jugando cada semanita un par de dias, tendian el mes cubierto de gastos de sobra.
Angost, Tarsil y Halaf se quedaron limpiando y ordenando la sastreria; tampoco les molesto mucho, pues era lo minimo que podian hacer al vivir bajo el techo de Lothar.
- Me gustaria asistir a esa partida...como musico, para ambientar el lugar- Dijo Tarsil que mostraba curiosidad por visitar aquel lugar. Podria ser un buen lugar para ganarse la fama en Tharbad y no se molestaba en esconder sus anhelos.
- Y a mi me gustaria tener una espada como la del Calvo y otra como la del Brujo- Dijo Angost divertido- No te quedes en la higuera, amigo. Aun hay mucho que limpiar - Tarsil se habia adaptado a su nueva vida con los sastres, aunque si esperaba aventuras cada dia o fiestas con gente importante por ser los "heroes de  Tharbad" estaba muy equivocado. - A medio dia tenemos que ir a la puerta Este- Continuo Angost- Tenemos que recoger a un comerciante unas telas que necesita Lothar. No tenemos carro ni monturas...asi que habra que llevarlas a mano.
- Ya lo escuche el otro dia- Dijo Halaf, distraido en sus pensamientos.
- Vamos, Halaf. Tienes que animarte de una vez. Necesitamos al verdadero Halaf aqui, con nosotros. No pienso jugar una nueva partida con la muerte otra vez.
Halaf iba a contestar mal, cuando vio la sonrisa contagiosa y bufonesca de Angost a excasos centimetros de la suya, por lo que no pudo evitar su sonrisa complice.
- No volvera a pasarme algo asi...bufon! -
- Bufon?? Me ofende caballero- Respondio Angost con gracia y elegancia, girando sobre si mismo, mientras la capa?! que se habia puesto para limpiar, siguio su glamuroso recorrido.

Llegaron a la puerta a medio dia; bastante puntuales. La multitud se acumulaba en la puerta, pues la gente queria volver a sus hogares devastados por la guerra. Todos querian ver como habia quedado su casa reconstruida por los enanos. Angost no podia creerlo, pero era asi... entre los comentarios que escuchaba habia uno muy extendido: En este momento, tharbad es el lugar mas seguro del mundo libre para vivir.
Angost solo rezaba por que Esta vez la destruccion de la ciudad no sucediera, que la sastreria y comercios sobrevivieran ... y a que su madre no se le ocurriera arrastrar a su viejo padre a Tharbad otra vez, pues la guerra llegaria y por mucho Santo Padre, que por entonces deberia estar muerto o a punto de morir, o por muros muy altos que hubieran, una guerra era una guerra y los orcos, por muy locos que estuvieran... seguian siendo orcos. En ese momento recordo a Ankalagorn; hacia unos dias que no lo habia vuelto a ver; su ultimo mensaje los tranqulizaba, pues podian dedicarse a sus quehaceres diarios, sin tener que pensar un plan inmediato para lo del Santo Padre: Ya os dire que plan seguir- Habia dicho el Brujo Oscuro. Que tendria planeado ese malvado? Lo cierto es que si no querian jugar a su juego al 100% tendrian que idear ellos un plan mejor.
En ese momento observo Halaf que los que si se marchaban eran algunos enanos; exactamente 3 sobre un carro. Otros 2 desde el suelo, que si parecia quedarse por el momento, se despedian de ellos.
Halaf escucho como hablaban su idioma entre ellos, un lenguaje que segun decian era secreto, solo conocido por ellos. Lo cierto era que los enanos desde su llegada se habian mostrado muy esquivos y asociables con los humanos, tan solo habian hablado con los altos mandos, segun se comentaba y ante el asombro de sus preciosas y colosales obras de la gente, tan solo respondian con una sonrisa orgullosa.
La carreta comenzo a andar tirada por los 2 poneys y la lona que cubria el cargamento se movio un poco para dejar ver a Halaf y a Tarsil el negro metalico de la recia armadura de la Septima Legion, oculta bajo la lona. Solo pudieron ver un palmo, pero aun asi, los dos hombres no pudieron dejar de sentir un escalofrio que le recorria el cuerpo. En ese palmo asomaba un emblema; 12 flechas que partian de un mismo punto central, rodeadas de un circulo, donde las puntas de estas salian levemente de ese circulo, todo color plata, eso si...muy desgastado.
- Maestro Vusdel!?- Angost parecia haber encontrado al comerciante de las telas y hablaba con el.

OFFROL:
Os invito a rolear...como siempre

carta de Lothar

Señor Redhack ( 2  vesiones)

La sastrería

- Gracias por todo amigos.
La banda miró al Tahúr. Era raro verle dar las gracias.

- Lothar juegas muy bien a la escalera de figuras, y supongo que te sentirás alagado de que te inviten a una partida de ese calibre. Además el dinero nos vendría muy bien.
- Pero…

El príncipe leyó el gesto contraído de Lothar, entre ellos el tahúr no guardaba las apariencias.

- No te preocupes por la partida del bigotes. Estabamos bajo presión y no conocíamos tampoco las reglas. Además no se puede ganar siempre. No te preocupes confiamos en ti.

Angost agarró el hombro de Lothar y le dio un apretón con la mano.

- Sigues siendo el mejor, no te preocupes. Ya has visto como el resto no ha dudado en empeñar sus cosas para que juegues. Es lo mínimo que podemos hacer por ti. Durante todos estos años has compartido tu techo con nosotros sin pedir nada a cambio, es el momento de agradecértelo. Vámonos, los incautos de las tabernas esperan.

El Ancla Dorada

Lothar entró en el local seguido de la serpiente. Su nariz captó el olor a humanidad, pero carecía del aroma de antaño, a pescado, a redes y a sudor viejo, a Tharbad. Todo era nuevo en la ciudad. Se hizo hueco entre la gente seguido su fiel niñera y entre empellones consiguieron llegar a las mesas del fondo donde se solía jugar. Había tres mesas ocupadas, se aceraron a la que parecía más prometedora.

- ¿Hay sitio para uno más?
Le echaron un vistazo. La chaqueta de cuero y Antelina habían visto días mejores, algo gastada y vieja. La camisa antes blanca, se había teñido por el tiempo de un blanco hueso amarillento. Del cinto de cuero pendía una espada de intrincada empuñadura a un lado y dos dagas al otro. La mesa no dejaba ver el viejo pantalón y las gastadas botas negras. Tras la inspección, Lothar hizo tintinear la bolsa.

- ¿Entonces?
- Puedes sentarte.

Lothar no conocía a ninguno de aquellos tipos, en otros tiempos habría reconocido a algún personaje del lugar, pero casi todo el mundo había muerto o huido para siempre de aquella ciudad. Empezó a jugar como siempre, despacio. Analizar a los jugadores era parte del éxito. Eso le llevaría unas cuantas manos donde no hacía nunca trampas. Como un agricultor había que preparar el terreno, sembrarlo, abonarlo, y recoger el fruto al final. Lothar era un jugador de fondo, estudiar las personalidades de uno y otro, ir marcando las cartas, ir marcando las cartas e intentar descubrir a otro tramposo como él llevaba tiempo. No era raro que Lothar se tirase unas cuantas horas para desplumar a los incautos con excedente en sus bolsas.
Intentó olvidarse de su última partida. Pero el bigotes le había dado una buena lección, nunca por nada infravalores a tu oponente.

- Pero bueno, si has vuelto.

Una mano rodeó el cuello de Lothar mientras un dedo paseó por el labio inferior del Tahúr. Al girarse pudo ver los ojos negros de Amapola y debajo de ellos una sonrisa pícara.
- Pero si es mi dulce amor. Ven siéntate conmigo esta noche.
- No puedo estoy con aquel tipo. – Dijo señalando con la mirada a uno que se sentaba dos mesas más allá.
- No será hoy. Te necesito me das suerte. – Y sin mediar palabra alguna le tiró de la muñeca y la sentó sobre su regazo para meterle la lengua en esos carnosos labios de mujer.

Tyrok se restregó la mano por la cara en un gesto de desesperación. Lothar la había vuelto a liar en la posada. El otro tipo no tardaría en reclamar lo que había pagado. Efectivamente, el tipo se levantó con mala cara.

- EHH TÚ- Le espetó a Lothar- ESA ZORRA ES MIA-
Tyrok cerró los ojos < Mal empezamos>
- Creo que no amigo. Harias bien en pedirle disculpas a esta dama.
- - ¿ COMO? – El tipo no daba crédito
- Lo que oyes.
De pronto el tipo notó un agudo aviso en su espalda, un colmillo salido de la nada amenazándolo con dejarlo seco de una sola e invisible puntada.
La voz de la serpiente se cernió sobre su víctima, un leve susurro que le heló la sangre.
- Vas a pedir disculpas y te vas a largar oa buscarte otra zorra. Te estoy haciendo un favor, mi amigo te mataría sin pestañear y como serás tan idiota de atacarle primero no le pasará nada. Lárgate si no quieres acabar tirado en tu propio charco de sangre.
A Tyrok no le gustaba hablar mucho, salvo en aquellas ocasiones en las que se explayaba un poco más.
- Perdonadme, creo que me he confundido.
- Eso pensaba yo. – Dijo lothar – Todos nos podemos equivocar.- Su sonrisa no tenía precio. A quien no le gusta salirse con la suya. Además Amapola tenía algo especial que seducía a Lothar como pocas mujeres de la noche lo habían hecho. El Tahúr le giñó un ojo a su amigo, este le devolvió una mirada significativa, juega y deja de liarla.

- No estás tentando mucho a la suerte –

La voz de la serpiente era apenas un susurro. Pero el tono era duro.
- No te lo tomes a mal Tyrok. La vida es un suspiro, ayer estuvimos a punto de morir todos. Si estamos tentando a la suerte…
Lothar recogió la mesa. Pero sabía que su amigo no lo decía por las cartas, sino por el incidente por la señorita.

- Tendremos que cambiar de taberna. ¿te vienes me das suerte?
Amapola miró al tahúr, durante la partida se había dedicado a manosearla, pero no habían hecho nada más.

- ¿Pagaras? Dijo ella con picardía
- Tú qué crees.
Los tres se borraron al Tatuaje Rosa. La sala de fiestas hacia la veces de burdel y sala de juegos con algo de clase. Aunque no se movían cantidades importantes se podía sacar una tajada decente.

- ¿Vas a llevarme a un burdel?
- No me digas que tienes miedo.
- No.
El Tatuaje estaba mejor que en los tiempos de Jazmín. Aunque la nueva madan carecía de la clase de la antigua dueña regentaba bien el local. Pagaron por adelantado la entrada. No tardó mucho en estar sentado con Amapola en una mesa con otros cinco tipos de la noche. El ambiente era relajado y las copas aligeraban el ambiente.

- Esta noche nos la vamos a pasar bien aquí. Cuando terminemos subiremos a una de esas camas de seda. Allí te voy a pagar lo tuyo. – Fue un susurro a un oído coqueto, su mano acarició por debajo de la falda el muslo.

- ¿Cartas señor? – El tipo llevaba un sombrero de ala ancha. La sombra ocultaba totalmente su rostro. Era de los que venía a hacer dinero y no a divertirse. Tenía los dedos ligeros y ágiles y unas mangas anchas y grandes…

Lothar y Tyrok

- Vas a tener que ganar mucho mas para poder pagarme toda la noche- Le susurro Amapola.
- No te preocupes por eso- Respondio Lothar mientras le guiñaba un ojo.
-Es a tu amigo al que le preocupa- Dijo señalando con la cabeza a Tyrok.

Era el final de la noche. Lothar habia sacado casi 200 cobres...196 exactamente, aunque bien sabia que Amapola era una cortesana de un valor cercano a los 500 o mas por una noche, no sabia si se estaba metiendo en un lio con Tyrok que habia tenido que aguantar casi toda la noche, pero lo cierto es que ahora tampoco le importaba mucho, pues lo unico que le importaba era poder amar y ser amado por esa diosa que se movia envolviendo su cuerpo, como una serpiente constrictor, solo que mas dulce y calida. Queria que fuera suya, solo suya, pero en estos momentos tenia tan poco que ofrecerle. Necesitaba dinero. Necesitaba ganar aquella partida misteriosa; si tenia dinero podia sacar a Amapola de aquella vida, estaba seguro de ello ... o solo era un niño tonto que soñaba con imposibles? Sus miradas se cruzaron. Vio como los ojos de la chica brillaban, entonces se dio cuenta: no soñaba.

Se fueron los 3 de vuelta a casa cuando el sol comenzaba a salir. Lothar entro con Amapola y Tyrok se quedo en la puerta respetando su intimidad, aunque no fueron ellos los que la pidieron. Estaran los demas dentro. Era absurdo quedarse en la calle.
- No ha vuelto aun nadie- Dijo Lothar desde la ventana a Tyrok y con las mismas volvio a entrar en busca de su hembra.Mientras Tyrok, comenzaba a desesperarse.
- Hemos perdido la noche- Maldijo para si.

Aun quedaba mucha noche. Halaf, Angost y Tarsil seguian en la primera posada, de donde hacia ya algunos instantes habian salido Tyrok y Lothar, con la bolsa llena.
Aqui estaba todo el pescado vendido.
Tarsil entonaba algunos acordes, mientras bebia unas cervezas con sus amigos. Fue entonces cuando se acerco un hombre. Iba aceptablemente vestido, como observo Angost, lo que denotaba una cierta clase, por encima de la mayoria de personas que paseaba por la posada, aunque tampoco destacaba mucho por encima de otros que tambien pululaban esa noche por la posada.
- Disculpe, caballero- dijo el hombre dirigiendose a Tarsil.
- Si?- Contesto el jugalr.
- ME llamo Gargel - Se presento cortesmente- Me preguntaba si toca vos el laud que lleva consigo?
Tarsil no dijo una palabra mas y comenzo a acariciar las cuerdas. Sus dedos se movian de manera hipnotica, mientras una preciosa melodia salia de aquel bello trozo de madera. Unos segundos que se hicieron eternos de armonia y belleza, dieron paso a la melodiosa voz de Tarsil, entonando una preciosa cancion:
Estaba la doncella
alegre sentada
la luna al fondo
de una noche estrellada
esperando a su caballero
que trepe la fachada
La luna mira
desde lo alto del cielo.

Los presentes empezaron a aplaudir a Tarsil.
- Precioso ! - dijo un hombre que salia de la posada- Cuando te despluman en una partida de cartas, escuchar algo asi te levanta la moral.
- Ha sido muy bueno!- Dijo Gargel.- Escuche. Quiere ganarse 75 Bronces de cada uno de nosotros?- Dijo señalando a 2 amigos que se habian mantenido al margen, bastante timidos.- Solo tienes que acompañarnos esta noche. Puede que le lleve toda la noche, pero se ganara 225 Bronces. Solo por venir y cantar para unas chicas que queremos cortejar. Tu cantas, mientras nosotros las esperamos bajo sus ventanas.
Que dices?

Una chica se subio sobre los muslos de Angost de manera insinuante y comenzo a acariciar su cara.
- estoy sin blanca señorita- Dijo Angost sonriendole. Conforme habia llegado, se levanto dispuesta a sentarse sobre Halaf. El rubio nego con la cabeza y se marcho.
- Tarsil- Dijo Angost- Vamos a cambiar de Posada. Vienes?
- Estoy meditando una oferta- Respondio- Marchad vosotros.

Angost y Halaf salieron por la puerta. La noche era aun joven para un par de golfos. Halaf seguia sin estar en su mejor momento, pero al menos ya no estaba en una situacion tan lamentable como hacia unos dias... ademas el Rubio tampoco habia sido nunca el alma de las fiestas.
Bueno...ya nos hemos librado de todos esos pesados- Bromeo Angost- A donde quieres ir?

Off Rol: Amapola le cobra a Lothar 200 Bronces por pasar la noche con el. Aunque bien costaria unos 500 o 600. Como es buena no te cobra 200, pero si 196.
He hecho las tiradas para las ganancias. Espero reacciones de Tyrok sobre todo( yo estaria bastante molesto, pero es julio el que debe interpretar su papel) y decisiones de los demas. Estais en un momento de posible relax como veis, la cosa ira in crescendo.

El bardo sopeso la oferta que le propusieron, unas doscientas monedas de manera limpia, facil y haciendo lo que mas le gustaba, expresar su musica.

-Esta bien caballeros, mi nombre es Tarsil y sea pues que endulzare los oidos de vuesas damas para que podais obtener las mieles de vuestros triunfos -, terminando de decir esas palabras, sono un acorde largo que acompaño su voz hasta hacerse un susurro.

-Bien, bien, cada vez me gusta mas este bardo, esto sera pan comido -, mientras los otros dos solo sabian asentir con la cabeza, pues su timidez no les permitia mucha mas palabreria, casi toda la conversacion la llevaba el bardo junto con Gargel.

Salieron de la posada como piratas en busca de su tesoro, con la cruz del mapa ya señalada, fueron callejeando por la reconstruida Tharbad, aunque no se podia apreciar muy bien la arquitectura, pues las antorchas no permitian ver lo bien que habian dejado los enanos la ciudad, mas que ciudad aquello parecia un fortin. Andaron un rato entre cancion y cancion hasta llegar a una placeta con una fuente redonda, alli las mujeres se habian esmerado para llenar las ventanas con plantas olorosas como el jazmin y galan de noche, la luna iluminaba la escena como bañando los adoquines con sus rayos etereos. Subiendo un pie encima de la fuente y haciendo se aun lado la capa, Tarsil dio un acorde fuerte y alargado, pues habian llegado a la cruz del mapa del tesoro, y asi victorioso lo celebro ... siempre afinadas, siempre afinadas ....

La noche seguia y los acordes no cesaban, las palabras de amor se mezclaban con las notas que se colaban como duendes entre los oidos de las damas y los enamorados, aguerridas batallas al principio y dulces encuentros al final, las prosas, los versos se entrelazaban en historias que transportaban a los presentes a lugares nunca imaginados. El ambiente se calenta pues las sonrisas y las caricias eran prestas de unas manos a otras, los labios humedos rozaban unas mejillas sonrojadas, los susurros afilaban los bellos de los brazos, todo embriagado por la voz de un jilguero que lo acompañaba su laud.

Los que habian contratado sus servicios fueron recompensados con el beneplácito de las damas y como habian acordado antes de llegar el ultimo que entrase seria el que le abonase lo acordado, tal y como prometieron, Gargel ya besandose con su dama intentaba desacerse de la bolsa con las monedas, esta se le cayo de la mano pero en un acto de reflejos, Tarsil puso el pie antes de que la bolsa topara con el suelo y de un leve empujon con el empeine levanto la bolsa a la altura de su mano, cogiendola con la mano libre, utilizando la fuerza para girar sobre su talon y dar una vuelta sobre si mismo, haciendo que la capa se abriese en un amplio abanico para cerrarse sobre su cuerpo al volver, y dandose un leve toque en el sombrero se encamino con su trabajo realizado y satisfecho, mientras los primeros rayos del alba empezaban a asomar por un cielo que habia dejado paso a una luna que se fuera a dormir hacia ya un tiempo, asi pues se decidio ir de vuelta a su nueva morada, poco a poco se iba forjando su fama hasta llegar a ser mejor que su maestro ....

A dos meses de que llegue el Santo Padre...

Tarsil
Tarsil continuo cantando mientras se retiraba cuando se escucho la primera voz desde una casa cercana:
- Callate ! algunos intentamos dormir!
Seria por que la cancion no estaba acabada y no podia dejar la estrofa a medio a sus clientes o por mera cabezoneria de Tarsil, la cuestion es que el juglar afino aun mas la voz y la melodia se volvio puro canto celestial... pero no para todos. Los objetos volaron desde alguna casa cercana... un jarron de barro se hizo trizas a sus pies...- Esta bien- Dijo Tarsil- Ya acab...- No termino de decir la frase cuando un objeto contundente se revento contra su cabeza. Tarsil sinto un frio intenso derramarse de su craneo. Se llevo la mano a su cabeza y pudo observar en su mano la sangre que manaba de esta. Dio un paso cuando todo empezo a dar vueltas. Dio 2 para sentirse totalmente mareado y caer redondo al piso.
De repente todo se hizo oscuridad.

Abrio los ojos desorientado. La luz del sol entro por una ventana cegandolo. Tarsil intento protegerse con las manos. Observo a Gargel con un angel a su lado mirandolo ambos.
Quien era esa preciosidad. Morena, ojos verdes claros intensos...un momento! aquella mujer era la cortejada por Cargel. La noche no habia dejado apreciar la belleza de esa mujer...
- Ya ha vuelto a la vida. Me alegro de verlo Trovador.- Dijo Gargel- Estas en mi casa, bueno, la de mis padres. Tuviste suerte despues de todo. Menudo golpe!
- Fue el salvaje del Herrero- Dijo la chica con aspecto de angel. Su voz era aun mas melodiosa que su aspecto y eso era mucho decir...pero para Tarsil, ese tipo de cosas no podian pasar desapercividos debido a su trabajo. No sabia si era el golpe en la cabeza u otra razon, pero...estaba... nunca habia visto a una chica asi.- Penso

-Gracias os doy de corazon al haberme tratado tan bien, mas parezco un principe acompañado de su fiel confidente y de un angel de la guarda, pues damisela no he visto igual en esta tierra y con esa voz celestial, todo eso me lleva a decir que vuesa merced es mi angel de la guardia, pero fuera de eso delirios me gustaria ofrecerle clases de canto a la señorita pues todo el que tenga oido se daria cuenta del diamante que hay en esta dama tan angelical ...-, pero la verdad es que lo unico que pudo hacer es deleitarse del dolor de cabeza que tenia gracias al herrero y soltar un quejido de dolor.

Miro a su alrededor y pudo ver como sus pertenencias estaban en la habitacion, menos su capa, sombrero y camisa, las cuales supuso que estarian lavandose o ya secas, pues no sabia cuanto tiempo habia pasado. Volvio a mirar a la chica, parecia que sus ojos lo absorbían a un vacio donde solo ellos estaban, nada mas importaba ...
- Trovador se encuentra bien, parece no estar todavia entre los vivos?.
- Si, si perdonad, el dolor de la cabeza me tiene aturdido, pero, ¿Me podríais decir cuanto tiempo ha pasado desde que perdí el conocimiento?, seguramente tenga a mis compañeros preocupados si ha pasado mucho tiempo.
Y sus ojos se volvieron a encontrar con los de la muchaha y el tiempo volvio a disiparse ...

Tenía los dedos sobre su espalda y sus ojos en la nuca. No tenía ganas de que aquello terminase. Intentó no quedarse dormido pero al final se rindió.
Un rayo de sol se coló por la rendija de la ventana de madera. Abrió un ojo con dificultad. A contra luz pudo ver la silueta de mujer calzándose unas medias. Paseó su mirada por sus piernas torneadas y largas acompañando la mano que subía la seda hasta la cadera. Recordó como no hace mucho se sumergía en ese mundo de mujer para no querer salir.

- ¿Dónde vas?
- Ya es tarde amor, tengo que irme.

Tenía una sonrisa impropia de una dama de compañía, eso pensó el Tahúr, como si realmente le hubiese gustado.

- No te vayas, quédate un poco más.
- Ya te lo he dicho, no puedo, además no te queda nada en la bolsa.

Lothar apretó los dientes. Estaba sin blanca y Amapola seguía siendo una chica practica a pesar de lo bien que se lo pasaban juntos. No se iba a quedar y mucho menos volverse a meter un rato a la cama. Lothar se levantó tal cual vino al mundo y la abrazó por la espalda.

- Eres una ladrona. Te vas a llevar toda una noche de trabajo.
Ella ni se inmutó y dejó que la abrazara con ternura. Quizás de amor fuera sobrada, pero desde luego no le sobraba ternura. Se dejó querer sin palabras, allí abrazados pecho contra espalda, el tahúr la rodeo con sus brazos y la estrechó contra sí. Dejó que el calor los acunase para terminar dándole un beso en el cuello. Tras esto, ella se deshizo de sus brazos.

- Me voy amor.
Le dio un beso en los labios y se puso el abrigo, no por el calor sino por tapar su generoso vestido.
- ¿Me acompañas?

Lothar se puso los pantalones y la acompañó hasta la salida desnudo de cintura para arriba. Abajo, Tyrok, desayunaba con una cara de perro acusador que Lothar obvió. Ya tendría tiempo para la reprimenda.

- Adios. Si tienes peso en esa bolsa ven a a verme, yo te alivio.
Se fue sin más. Lothar la acompañó con la mirada hasta que se perdió de vista.
El tahúr pasó por entre los enseres de la tienda hasta llegar a la mesa de la serpiente.

- Eres un cabrón.
- Ya.
- Te has pulido todo lo que sacaste con esa.
- Ya. – Lothar cogió un trozo de pan y otro de queso y se llenó la boca.
- Joder Lothar, estamos todos haciendo lo imposible porque juegues esa partida y tu derrochando lo que ganas en fulanas.

Los ojos de Lothar se levantaron al oír esa última frase, se veía que no le hizo gracia pero se cayó. Pero la serpiente no se iba a amilanar por eso.
- Esta noche nada de mujeres, ni alcohol ni más mierdas de esas. Compórtate como lo que eres, un profesional.
Lothar estaba comiendo e intentando que no se le notara que no escuchaba. Sumergido en su plato aguantaba el chaparrón.
Tyrok era duro, tan duro como profesional. Y estos golpes o giros inesperados de la conducta humana no le hacían gracia en sus compañeros. Ellos no se podían permitir novias, claro ejemplo era el Rubio. No hay nada como para complicarle la vida a un hombre como una mujer. Tyrok dejó de hablar, se quedó mirando a Lothar y pensó para sí:
< Estamos jodidos. El muy mamón esta colado hasta las trancas>

Conociendo al tahúr, Tyrok se temió lo peor. Este era capaz de gastarse hasta el último cobre en aquella mujer. Lothar solo contemplaba el dinero para gastárselo en juego mujeres y alcohol. Según él, el oro solo valía para gastárselo, a ser posible en disfrutar…

Aún teníamos toda la noche por delante.
Haber estado a punto de perder la vida así, me había devuelto las ganas de vivir. Si, Clarisse nunca volvería, pero no era justo que dos vidas se perdieran. Ella se sentiría desdichada si supiese que su amado era una sombra de aquello que conoció.
"Nosotros también podemos disfrutar" le dije Angost
"Por fin dices algo que me gusta" contestó el Príncipe. "¿qué propones?"
"A ver qué te parece. A mi no se me da tan bien jugar como Lothar, pero tampoco se nos da mal. Ni a ti ni a mí"
"¿estás pensando en jugar nosotros también?¿y si perdemos?" preguntó Angost.
Me encogí de hombros "¿y qué? seguro que Lothar paliará nuestras pérdidas. Y en el peor de los casos siempre podemos cortar la bolsa de quien no gane. O cualquier otra bolsa. Eso siempre se nos dio mejor que jugar. Y también es divertido. Puede que consigamos unos cuantos oros. No será mucho pero quiero contribuir"
"Ya contribuimos. Hemos ofrecido parte de nuestras cosas"
"Lo sé. Pero me siento mal por lo ocurrido en el perista. No era mi intención ser grosero o faltar a nadie. Pero lo hice. No estoy bien, y aún no lo termino de estarlo. Pero quiero volver a ser el de antes. Necesito remediar ese desatino. Y no basta con ir a perista a pedirle perdón."
Angost no parecía muy convencido.
"Quiero divertirme y quiero contribuir. No estoy preparado para ir con mujeres, y me gustaría no probar el vino en una temporada. Así que solo quedan dos cosas......¿no te apetece jugar y cortar alguna que otra bolsa"
"Jugar sí. Cortar bolsas en los barrios bajos puede ser peligroso" comentó Angost.
"Juguemos. Y cortaremos bolsas a los borrachos incáutos...si, si, sé que no sacaremos gran cosa de ésas bolsas, pero será a modo de recuperar lo perdido, y qué coño. A veces juego o robo no por el premio, si no por el hecho de jugar o robar en sí"
Le contesté con una pequeña sonrisa en la boca

"El Rey Putero".
Así tal cual rezaba el cartel de una posada que no habían visto antes. Dentro se escuchaba ambiente.
Angost me miró y yo le devolví la mirada divertido.
"Es un nombre muy apropiado" comenté.

Al entrar a esta posada sentí algo. No sabría que decir. Pero lo que mas se asemejaba a éste sentimiento era que el recuerdo de la primera vez que entre en un antro así. Era como rememorar algo que se ha hecho por primera vez, que gustó mucho, y que con el paso de repetirlo cada día pierde su encanto. Pero un día lo recupera como si de la primera vez se tratase.
Así me sentí yo en el Rey Putero. Ese aire denso y humeante. Ese olor a rancio y humanidad. El ruido de mil conversaciones que hace que tengas que elevar la voz para hacerte oír.
Me sentí vivo.
Había un par de mesas donde se jugase. Angost me señalo una con la cabeza. Había cuatro jugadores, pero uno se levantaba nada más llegar nosotros.
"Parece que necesitan gente para continuar con la partida" a mi comentario le siguieron una mirada torcida por parte de un hombre sin afeitar desde dos semanas o más (sin duda el próximo en perder), otra mirada de neutra (a este no le iba mal) y una sonrisa detrás de unos ojos marrones y pequeños (el que iba ganando).
"Claro. A mi siempre me hace falta dinero. Puedo desplumar a uno más"
Le devolví la risa bien abierta.
"Me alegro, pero seríamos dos a desplumar" a mi comentario Angost igualó la sonrisa y subió una reverencia de las que él sabía hacer.
Nos sentamos. Y jugamos. Jugamos y jugamos. Y nos reímos. Me reía cuando perdía. Pero reía aún más cuando ganaba. Veía a Angost reir también. Aunque algo dentro de mí me decía que él reía más por verme así que por sus jugadas.
Pronto el de la mirada torcida se quedó sin nada y abandonó la mesa.
"Suerte que seguimos siendo cinco. Podremos seguir jugando" comenté risueño.
Prometí solo jugar. Pero fumamos.
Prometí no beber. Pero bebimos. Sin emborracharnos. Y fue lo mejor que pude hacer. Saber que podía beber sin ahogarme. Que el vino solo añadía diversión a la noche.
Pero no pude tontear con las chicas que se acercaban cuando nos veían ganar, y como las monedas se acumulaban en nuestro lado.
"Un hombre tan rubio y guapo, y con tanto dinero. No puede estar solo" me dijo una chica. Rubia y guapísima. Ni me sentí tentado, pero pude dar una contestación educada y nada soez.
"El que maneja la bolsa es mi amigo" señalé con la cabeza a Angost, y la chica ni siquiera puso sus nalgas sobre mis piernas. Continuó hasta sentarse sobre el Príncipe.
La noche pasaba, y la disfrutaba como si fuera la última. Si al acabar ganamos dinero para la gran timba, sería el colofón perfecto, mejor incluso que haber yacido con una mujer.

Lothar miró hacia arriba con una media sonrisa en su cara.
- Llevas razón Tyrok. Siéntate conmigo y desayunemos en paz.
- No estoy para desayunos Lothar.
Pero el Tahúr insistió con un gesto de la mano y al final su amigo aceptó. Lothar se limpió la cara y miró a la serpiente a los ojos y con sinceridad.
- Desde que los orcos atacasen la ciudad no hemos hecho otra cosa que sobrevivir como ratas, saltando de peligro en peligro, saliendo con vida de milagro.
Lothar dejó un silencio entre ambos, los dos sabían que el grupo estaba vivo por algún capricho de los dioses, tendrían que haber muerto tantas ves y sin embargo aún estaban allí.
- Pero esta vez es diferente, amigo.- Lothar tenía un semblante serio. – Algo funesto, algo maligno se cierne sobre Tharbad, la muerte se acerca.
- No te desvíes del tema. Sabes que no te puedes enamorar, eso no va con nuestro oficio. Tienes que dejar en paz a esa chica.
- Tyrok, esto no es como lo del Rubio con Clarisse. Esto es diferente, tengo la sensación de que no nos queda mucho y quiero tomar de la vida lo que me dé. – Ni el mismo tenía claro que aquello fuese verdad. En su fuero interno quería que así fuese, aunque realmente no lo sabía.
- No te engañes Lothar, esa chica tiene que desaparecer de tu vida.
La cara del Tahúr volvió a cambiar el gesto. Sus dudas internas se reflejaban en su semblante, sabía lo que tenía que hacer pero no sabía si podría hacerlo.
- Esta noche volveremos a salir a jugar en serio. – Sentenció Lothar a modo de disculpa - Y en cuanto a lo de que no eres tan diestro con la espada tendremos que solucionarlo. Levanta vamos a practicar.
- No crees que tendrías que ponerte con la chaqueta, no has dado ni una mala puntada.
- Eso lo haremos después. Tenemos que quitarnos el oxido.

Lothar no dejó opciones a Tyrok. Era la hora de luchar. Un poco de ejercicio les vendría bien.
La serpiente era rápida y el tahur estaba cansado y demasiado desfogado, la cosa estaba igualada. O eso le pareció a Tyrok que estaba avasallando a su amigo a base de acero. Los cruces de espada terminaron limando las asperezas de la noche anterior. Al final, sudorosos y algo amoratados volvieron a la mesa como viejos amigos que eran. Regaron el gaznate con algo de cerveza y la acompañaron con pan y tocino.
- Ahora a coser Lothar, tienes trabajo.
- ¿Desde cuándo te hemos elegido como jefe? Dijo en tono sarcástico Lothar
- Desde que los listillos como tú se dedican a gastarse el botín de todos en zorras.
- Vale, vale. Pásame la caja de hilos. Como estás, no vas a parar con eso
- No, hasta que se me pase tendrás que aguantarme. No he dormido mucho esta noche cabrón. Me voy a dormir, tu dale a la aguja.
Al poco Lothar escuchó unos pasos bajando por la escalera. AL final apareció Angost restregándose la cara de sueño.
- ¿Qué tal anoche? Preguntó el príncipe
- Lo comido por lo servido, no saqué ni un bronce.
Angost puso cara de interrogación
- ¿ Y la señorita de anoche?
- Me robó la bolsa…

OFFRol:
Me adapto al post de Luismi y eso tendreis que hacer vosotros a partir de ahora : adaptarse a los post de los demas. Si se os pasa algo del post de algun compañero yo me vere obligado a rellenar el hueco como me plazca, y algunas cosas pueden ser fatales para vuestros Pjs, asi que leeros con interes, Luismi por ejemplo se le ha olvidado que habia dicho que Angost y Halaf aun no habian vuelto.
Digo esto porque Angost no estsba previsto que viniera aun, pero como digo adaptare el post ya que os estoy dando maxima libertad. Otra cosa por si hay dudas: Luismi me ha pregutnado que cuando empieza la aventura para hacer tal cosa... Os lo digo a todos... l aventura ya ha empezado, desde el principio.


ONROL:

Angost y Lothar y Halaf

-Has visto a Tarsil?- Pregunto Angost-No esta arriba.
-No. Cuando llegue de madrugada no estaba.
-Vaya... lo dejamos con 3 nuevos amigos. Esperemos que le vaya bien... si no aparece pronto deberemos preocuparnos?- Pregunto Angost. Lothar se encogio de hombros.
- Demosle un tiempo.
- Me has hecho algo de desayunar?- Pregunto el Principe.
- Piensas que soy tu madre?
-No. Mi madre era raro que me hiciese algo.
-Pues seguire esas pautas de educacion- Respondio Lothar, usando palabras Angostianas.
-Le has contado lo que nos paso anoche?- Prgunto Halaf que asomaba por la puerta que instantes antes habia aparecido Angost.
-Ah si!-Dijo Angost- Vayamos a una taberna para tomar un buen desayuno y mientras te cuento...
- Tengo que acabar esto- Dijo Tyrok.
- Luego continuas.
Lothar gruñó sabedor que Angost no le daría opción.

Estaban los 3 sentados alrededor de la mesa, cuando llegaron las holgazas de pan bañadas en miel, cuando Angost comenzo el relato:
-Salimos de la posada. Habiamos ganado y aun era temprano, por lo que decidimos acercarnos a la cripta sepultada que eligiste para ser la trampa del SP. Recuerdas que nos dijeron que era usado como almacen para las herramientas de los enanos. Era ya madrugada y todas las luces estaban apagadas, cuando vimos que habia luz en el almacen. Como polillas atraidas por esa luz, Halaf y yo nos acercamos. Nos resultaba extraño que estuvieran trabajando tan tarde, aunque no se escuchaba movimientos de maquinarias. Ademas, ese recinto es de nuestra propiedad. Tal vez por la bebida o por la luna nos envalentonamos y fuimos hacia alli para ver que estaban haciendo con nuestro almacen.
Escuchamos voces. Eran enanos, hablando su extraño idioma. Dimos un rodeo y descubrimos la puerta trasera abierta. Como te digo envalentonados entramos:- Buenas noches- Grite. - Nadie contesto y las voces continuaron hablando como si nada. La puerta se cerro a nuestra espalda con un golpazo que hizo que nuestro corazon nos llegase a la garganta. Al girarnos vimos a un enano. -Que haceis aqui?!- Dijo con voz alta. Le dijismos que aquel local nos pertenecia y queriamos ver que estaban haciendo ahi.- Trabajando. -Respondio el barbudo. Habian bultos empaquetados por todas partes, aunque se veia que habian muchos huecos desocupados recientemente. - Cuando nos larguemos de aqui, podeis ocupar el lugar otra vez. Ese es vuestro problema. Ahora este local pertenece a la Septima. Si teneis algun reclamo hacedlo a quien corresponda- El enano parecia bastante gruñon y grosero. - Esta bien- Dije- Si eso es todo nos iremos y ya volveremos cuando no esteis aqui. Nos dijo que teniamos que esperar un momento a que viniera su sargento, para ver que hacian con nosotros. Yo lo vi raro, halaf tambien. Mi mano agarro mi espada disimuladamente, cuando aparecieron 4 enanos mas. Comenzaron a hablar entre ellos. Parecian nerviosos, tanto que creiamos que seria nuestro fin, aunque yo creo que fue para meternos miedo y lo cierto es que lo consiguieron. Al final nos dejaron salir. Estuvimos unas buenas horas alli. Cuando salimos ya era de dia.

El sol iluminaba la estancia con la luz del medio dia. No sabia si era por aquel resplandor, pero la dama parecia tener aura propia y esta se hacia visible gracias al sol, como si de un ser supremo enviado desde los cielos a esta tierra mundana.

Como pudo el bardo se incorporo en la cama y sentado les dijo a los presentes: -Gracias por socorrerme en mi desafortunado encuentro con los enseres del herrero, es lo que tiene este trabajo, no a todos gusta el arte.
-Siento de verdad lo sucedido ... Tarsil, se apresuro a contestar buscando de soslayo los ojos de la dama; si hay algo que pueda hacer por usted solo digamelo.
-Pues la verdad es que si, me gustaria poder darle clases de canto a la señorita.
-Perdone, ¿ y ese deseo tan repentino?.
-¿Es que no ha escuchado usted su melodiosa voz?, amigo Gargel, se lo digo en confianza, esta dama es una joya, un diamante sin tallar, ha sido escuchar su voz y ver el potencial que tiene dentro. Mientras Gargel miraba a la dama, Tarsil se levanto y cogio su mano, sintio un escalofrio al rozar aquella piel tan fina y delicada.
-Asi es maese Gargel, pues dada mi profesion y por mi enseñanzas con uno de los mas grandes ilustres de la musica, el maestro Ferel, puedo asegurarle que rapidamente esa fina y delicada voz que posee, la llevara a lo mas alto del arte, su nombre saldra en todos los teatros, hasta los de Elendil, donde solo va la gente mas selecta, y porque no decirlo donde el dinero se mueve a caudales.
-No se, es muy repentino esto; se apresuro a responder Gargel. Demasiado bonito todo lo que me has contado.
-Es normal que te pueda parecer exagerado, pero mi intencion era de que te lo pensaras, pues ahora he de irme y avisar a mis compañeros, pues desde anoche no saben nada de mi; y al terminar de decir esas palabras una sirvienta entraba por la puerta con la ropa del musico. Cuando termino de vestirse no sin ruborizar un poco a la dama, pues se habia incorporado sin la camisa y habia tomado su mano sin previo aviso, les invito a que le acompañaran a la puerta.
-Pienselo maese Gargel, puedo hacerle un buen precio para desatar el torrente que lleva dentro la dama, hablelo con ella si es lo que desea, pero seria una lastima que el mundo se perdiera ese talento musical, asi pues me despido, en la sastreria del Zurdo me estaran esperando, un placer.
-Bueno ya lo vere, espero que pueda llegar bien a su destino, y diciendo esto se marcho girando sobre si mismo con algo de malos aires.
Y haciendo una reverencia con su sombrero se despidio de la pareja no sin dedicarle una ultima mirada a los ojos de la dama, la cual fue asida por el brazo para iniciar el camino de vuelta.

Seria verdad o solo una mera ilusion del destino, eso iba pensado el bardo que regresaba de camino a la sastreria, pensando tambien en que si fuera necesario le daria hasta las clases de canto gratis, solo por poder volver a verla, lo malo era lo de siempre, ya estaba acompañada ...

El camino de vuelta parecia eterno, Tarsil andaba y andaba pero su sensacion era la de ir a paso de caracol, pero tenia que ir con su musica a otra parte, asi que poco a poco siguio recorriendo las nuevas calles, aunque para el todo era nuevo pues nunca habia estado en esa ciudad.
La cabeza le seguia doliendo bastante, no sabia que cosa le habia caido pero solo sabia que habia tenido suerte de haber despertado, Irmo le habia dejado salir de su precioso mundo. Pero ahora queria estar en los terrenos de Yávanna y bajo los pies de Varda, pues bien sabia muchas canciones que hablasen de ellos, los dioses, ya para algunos olvidados, otras canciones hablaban de otros dioses nuevos, pero la musica era su pasion y al unico que le procesaba algo de fe el bardo era a Irmo, pues de sus sueños siempre sacaba buenas canciones, siempre era una fuente de inspiracion.

Pero no era el tiempo de ir de sueño en sueño, por lo pronto tenia que seguir el camino y el gusanillo del estomago lo estaba devorando, tuvo que haberle pedido a Gargel el desayuno pero esa dama lo distrajo hasta el punto de olvidar la comida. Por fin llego a su ultima parada en el camino, toco tres veces a la puerta, pero despues de un buen rato nadie abria la puerta de la sastreria.

- Perdone señor, ¿esta usted esperando al señor Lothar?, es que se ha ido hace un rato, le dijo una vecina desde la ventana en el otro lado de la calle.
-Pues la verdad es que si señora, gracias por la informacion, dijo acercandose a ella. El sol ya habia caido un poco hacia un lado, dejando un poco de sombra entre las fachadas y la calle, apollado en la pared al lado de la ventana de macetas con jazmines se paro el bardo, saco su laud y le dedico una cancion a la mujer.

Aún detrás del recodo quizá todavía esperen
un camino nuevo o una puerta secreta;
y aunque a menudo pasé sin detenerme,
al fin llegará un día en que iré caminando
por esos senderos escondidos
que corren al oeste de la Luna, al este del Sol.

La mujer asombrada por el pequeño fragmento de arte que habia adquirido se quedo mirando al bardo, el cual hizo una pequeña reverencia y se presento.
-Soy Tarsil, amigo de Lothar y compañia, anoche despues de una buena funcion, un herrero que apreciaba mas el sueño que otra cosa, penso que seria buena manera de callarme si me tiraba algo y vaya que si acerto.
Al tiempo que de descubira el sombrero para mostrarle a la mujer el vendaje en la cabeza y lo mas penoso fue el ruido de su estomago que hizo que su flamante historia se viniera a sus mejillas dandole un color rojo vivo, pareciendo mas un niño que otra cosa.
-Madre mia si lo que tiene usted es hambre, pase, pase, que acabo de terminar el guiso y siempre hago un plato de mas.

Y sin dejar a Tarsil que pudiera rebatir su propuesta, la mujer lo asio por el brazo y lo sento a su mesa. Alli estaban todos menos su marido, Tom el pescador, sus dos hijos le ayudaban en las labores de la casa.
-Gracias por la comida, Daya, el guiso de caballa estaba esquisito, y sus hijos con muy buenos modales he de decir, pero he de proponerle un trabajo, que le pareceria limpiar la sastreria? Es que a mi eso de la limpieza no es que me guste hacerla, pero si encontrarlo limpio, esta propuesta aun no es conocedora Lothar asi que aun no se como se lo tomara, claro esta que su trabajo se pagaria por supuesto, usted pienselo y cuando vea al sastre yo se lo comento a ver que le parece la idea, de ser asi usted seria la primera a la cual llamariamos si le parece bien.
-Pues no se que decir ahora mismo, suena bien y una ayuda extra nunca viene mal, pero de momento comenteselo al señor Lothar a ver que le parece.

Y dicendo estas palabras se encamino otra vez mas hacia la sastreria, ya iba siendo hora de volver y tocar esa puerta, a ver si esta vez tenia mejor resultado.

A 2 meses de la llegada del Santo Padre. Tarde en la sastreria.

- Esta bien- Dijo Angost- Dejemos de hacer cuentas. Empeña mi armadura.- Lothar levanto la vista interesado. No queria presionar a nadie del grupo con ese negocio- Total, para lo que la uso...-Continuo- mientras las recuperamos, intentaremos no meternos en lios. Los orcos aun estan a una estacion completa, segun he escuchado. El invierno se les echara encima y su ejercito es tan grande que avanzan muy despacio, por lo que no creo que tengamos que combatir.
- Gracias Principe, es un bonito regalo- Dijo Lothar sonriente.
-Todo por ver esa carita sonreir- Bromeo Angost, pellizcando el moflete de Lothar,que se aparto de inmediato; mientras la puerta sono, Halaf desaparecio de la estancia para abrir la puerta.- Vayamos a una posada a cenar- Dijo Angost- Otra de tus comidas esta semana y terminara reventandome el estomago- Le dijo a Lothar que lo miro con desaprobacion.
-Tarsil, preguntan por ti- Dijo el Rubio asomandose nuevamente, donde estaban todos reunidos pasando la tarde relajados.
Tarsil vio en la puerta a Valary esperando; su perfecta silueta se recortaba en sombra por el sol de la tarde.
-Hola- Dijo Tarsil con una reverencia propia de Angost- Que haces aqui?
La chica sonrio , el corazon de Tarsil se altero.
-Vengo a que me digas cuando empiezan esas clases.
-Te han dado permiso?- Pregunto Tarsil.
-No soy propiedad de nadie. Que me haya prometido con Gargel, no quiere decir que sea suya- dijo Casi enfdada Valary.-Ademas el esta de acuerdo, dijo que pagara las clases si las damos en casa de sus padfes, Le has caido bien y a mi tambien- Dijo refiriendose a Gargel- Quiere invitarte a una cena en casa de sus padres para prsentartelos, a la vez que me presenta a mi como su prometida- La familia de Gargel era una familia acaudalada, que habia aprovechado "las ofertas de la guerra" para comprar una gran casa en Tharbad( construccion enana) -...esa cancion que tocaste fue tan preciosa que me hipnotizo e hizo que diese el paso con Gargel. Llevaba mucho tiempo detras de mi, asi que si ha pasado esto es por tu culpa- Esa frase cayo como una losa sobre Tarsil.


Elendil

-Los orcos sitiaran la ciudad, como hicieron la otra vez- Dijo Zenden- No se estrellaran contra el muro, Su Santisimo. Propongo esperar con el ejercito dorado y rojo escondido para atacar por la retaguardia. Sera algo que no se esperan. Mientras su Santisimo estara a salvo tras los muros - Dijo el Mayordomo del Santo Padre con una sonrisa de satisfaccion.
-No seas imbecil- La contestacion al mayordomo de la sacra casa de su santo padre y general del sacro ejercito dorado, campeon y señor de las tierras de Nueva Angmar, sobresalto al mismisimo Ankalagorn, que miro con ojos de par en par a Dreik Kang, General del Templo Oculto y de todos los Indagadores Oscuros- Sus habilidades en combate individual son inigualables- Continuo el Calvo- Pero en guerras dan pena.
-Exijo una disculpa!- Salto Zanden ofenedido.
- Expliquese General- Dijo el Santo Padre, quitandole hierro al asunto.
-Ruego que me disculpe Santisimo y vos Lord Zenden. Permiso Mi Lord- Dijo refiriendose a Ankalagorn, el cual asintio con la cabeza- he estado en muchas guerras y veo varios puntos que no se corresponde. Me explico:
Los orcos solo podran atacar, pues es el ultimo ejercito capaz de resisitrlos,ven la victoria cerca, pero no caigamos en los topicos de que esas criaturas son estupidas; tienen mandos realmente capaces y astutos y saben que un asedio a Tharbad es imposible- Zenden resoplo en desacuerdo- El anterior asedio tenian bloqueado el mar, pero este nuevo contingente no tiene armada, por lo que Tharbad puede aguantar muchisimo tiempo siendo abastecido por el mar o rio, segun se mire. A los orcos no les quedara otra que tomar la ciudad. Por su numero creeran que pueden hacerlo, pero los maestros enanos han preparado varias sorpresas defensivas- Kang miro a Groomch.
-Eh..esto si... Santisimo. Hemos creado potentes catapulas defensivas, camufladas y nuestro gran y ultimo "artefacto", creado por el maese Inbenturin. Nosotros lo llamamos la boca del Dragon, pero eso vos debera verlo con sus ojos, si se lo cuento no podra creerlo.
- Y luego esta eso de que se quede tras los muros, mientras sus ejercitos derrotan a los orcos por la retaguardia..no dudo que pueda hacerlo, pero que merito tendra si no dirige a sus hombres? - Dijo Kang- Quien sera el verdadero heroe Su Santisimo o su Campeon? Con perdon-Añadio Kang.
El Santo Padre miro con recelo a Zenden.
-Esta bien... dijo el Santo Padre- Tiene razon General. Me ha convencido- El rostro de Zenden reflejaba rabia contenida.- Es una pena que deba quedarse defendiendo Elendil en mi ausencia- Dijo el Santo Padre con sonrisa descarada.
-Alguien sabe donde estan Los hermanos?- Pregunto el Santo Padre.
-Nadie sabe aun nada de ellos- dijo Zenden.
El Santo Padre refunfuño.
- Esta bien... se levanta la sesion.

-Siento pena, pues no sabia que la noche escondiera el sol de la mañana en esa replaceta, embriagaba, de olores a jazmin y galan de noche, fue sino esa dicha la que me llevo a conocerte tarde, pero heme aqui siendo siervo y esclavo de mis propias palabras para poder complacer al angel que ante mi puerta esta.

Intento llenar el momento con mas palabras de la cuenta, aquella chica le habia llegado al corazon demasiado rapido pensaba el, pero ahora solo era el futuro profesor de canto, asi que tenia que comportarse como tal, si es que podia, pero pudo y magnificamente pues la intencion era de mostrarse ante ella como su profesor y no como la cosa que realmente queria y eso dejo mas aturdida a Valery que esperaba ver otra reaccion en el bardo.

-Pues usted dira maese Maestro- el tono se noto algo agrio - cuando empezamos las clases, que he de terminar unos recados y volver a casa en cuanto a mas pronto mejor- sentencio la morena.
-Dejeme un dia para que me recupere del dolor y al dia siguiente por la mañana estare allí, en la casa de los padres de Gargel, y lo de la cena ya lo hablaremos mas tranquilamente cuando volvamos a vernos, pero he de deciros que no creo que haya ningun problema en aceptar esa invitacion.
Y al terminar de decir esto asio la mano de la muchacha con un gesto delicado y se la beso terminando en una reverencia.
La chica, una vez mas se habia dejado coger la mano sin oponer resistencia, sabia que estaba jugando con fuego pero ese momento se quedaria para el, sin saber porque esa mujer se estaba convirtiendo en su musa, y se la habia podido besar, aquel momento les fue eterno, como un sueño, pero el despertar hizo que la muchacha quitara la mano con rapidez.

-Bueno me voy- Dijo Valery- solo venia a eso. Hasta mas ver.
-Sea pues que estare esperando el mañana.
Ella se giro a unos cuantos pasos de la sastreria, sus mejillas tenian un color rosaceo que Tarsil pudo admirar y contemplar, pues de su boca solo pudo dejar salir una sonrisa tonta que esta vez si que no pudo disimular, la cual fue correspondida con otra un poco mas amplia y bonita pues asi pensaba el bardo, que todo en ella era bonito y especial, solo ya cuando desaparecio de su vista por un callejon, decidio que era el momento de entrar.
-Bueno mis pillos, esta noche como se me estan dando bien las cosas os invitare yo a cenar y Lothar si te sirve lo que sobre de mi bolsa para tu partida, sera tuya si asi lo deseas, es lo menos que puedo hacer por pagar tu morada, asi que bien, ¿buscamos una buena posada para cenar bien agusto?

Un dia despues de empeñar los objetos.

Llegaron a la hora acordada y confirmaron su asistencia a la partida.
- Esta bien- Dijo Redhack- Renuios conmigo en la puerta de esta misma posada dentro de 2 noches. Sed discretos. En en estas partidas se juega mucho oro - Dijo susurrando- Que tal mi chaqueta?
-Va bien- DIjo Lothar.

Salieron de la posada cuando un estruendo hizo removerse toda la ciudad, un sonido parecido a un trueno pero mucho mas potente .Lothar miro a tyrok asustado. - Que ha sido eso?
Gente del pueblo se miraron unos a otros tambien y algunos se escondieron en casas ceranas sin importar si eran o no suyas. Observaron como alguno de los ciudadanos continuaron su camino sin importarle en exceso aquello, aunque a paso mas rapido del que iban.- Que ha sido eso? -Volvio a preguntar Lothar a uno de los ciudadanos que parecio estar mas acostumbrado a aquel sonido.
-Los enanos estan haciendo pruebas. Lo llaman la boca del Dragon, dicen que es para los orcos, pero con ese estruendo parece mas que vaya a derrivar la ciudad entera. Yo de ustedes me pondria a cubierto, por si el cielo dice de caersele sobre las cabzas.

Tarsil
Tarsil daba su primera clase de canto a la joven Valary, mientras su prometido miraba boquiabierto. el Trovador estaba sacando sonidos angelicales de la boca de su novia y eso lo llenaba de orgullo.
- Dentro de 3 noches me gustaria que vinieses a cenar con nosotros- Dijo Gergel-
-Sera un placer acompanaros- Respondio con Tarsil.
- Te agradezco mucho lo que estas haciendo por valary, Tarsil- Dijo Gergel- Me gustaria que cantaras en nuestra boda. Lo haras?
-Eh...esto... Os casais ya?- Dijo sorprendido Tarsil.
- Voy a pedir la mano en esa cena a los padres de Valary. Me gustaria que tocaras algo mientras lo hago y si todo va bien la semana que viene sera el gran dia.
-No es un poco ..rapido<?- Dijo Tarsil observando como su angel se escapabay su corazon se rompia - Me refiero para prepararlo todo...invitar a la gente y demas.
- No te preocupes- Dijo el joven Gargel alegre- Dara tiempo. tarsil, te conozco desde hace poco tiempo, pero te consideron ya uno de mis grandes amigos, si no es por ti y tu musica, Valary nunca habria dicho que si. Y ahora con tu musica, los padres de Valary tambien diran que si- Su mirada reflejaba verdadero afecto y agradecimiento, sus vidriosos ojos , asi lo confirmaban- Gracias , amigo.
Tarsil estaba contra la espada y la pared, por lo que no podia decir que no.
- Claro que cantare para vosotros. mi musica hipnotizara al personal y los llevara a un mundo de alegria, jubilo y optimismo. Descuida...


2 noches despues...

El grupo seguia a Redhack, que iba mas adelante con Lothar y Tyrok.
Un estruendo puso en sobreaviso a Tyrok y Lothar... de repente un gato negro salio de un callejon corriendo, perseguido por un perro callejero.
-tranquilos- Dijo Redhack- Solo es un gato.
-Llevamos mucho que perder encima para estar tranquilos- Dijo Un sombrio Tyrok.
-No me gustan los gatos negros- Dijo Lothar- No tenemos buenos recuerdos de ellos.
Para ser una partida de gente de dinero, vamos a lugares muy oscuros- Añadio.
-No tardaremos en llegar- Respondio Redhack. Un rato despues llegaron a una puerta reforzada, al final de un callejon, ciego, sin ventana u otras puertas. Redhack hizo una llamada caracteristica. tanto lothar como tyrok intentaron recordarla, pero no seria facil- La invitacion- Se escucho una voz tras la puerta.
Por debajo de la puerta- Respondio Redhack. que introdjujo el pergamino que habia dado a lothar, unos dias antes, bajo la puerta.
- Cuanto protocolo- dijo Lothar.
- Como digo... hay mucho oro aqui, y sus dueños no quieren que haya problemas- Respondio Redhack, mientras la puerta se abria- A vosotros tampoco os gustaria que os robaran vuestro oro ladrones . Asi nadie puede entrar.
- O salir- Añadio Tyrok mirando a Redhack, el cual le sonrio ironicamente.
-Despojaos de vuestras armas- Dijo Redhack- Al terminar se os devolveran.- Tras la puerta habian 2 hombres mas parecidos a gorilas que a hombres, aunque armados, tan solo con unas buenas porras.
- Sois hermanos?- Pregunto Lothar haciendose el gracioso.
Los gorilas gruñeron- Contra la pared!- Dijo uno de ellos mientras empujaba a Lothar contra la pared.
-Eh ! con mas delicadeza- Espeto el tahur, mientras las manazas de los gorilas registraban a los 2.
-Que parte de desarmaos no habeis entendido?- Dijo uno de los goilas mientras sacaba las pequeñas dagas de Lothar y tyrok.
- vaya... Son tan pequeños que siempre se nos olvidan- Dijo Lothar- Verdad Serpiente?- Tyrok asintio-
-Si no quereis entrar aun estais a tiempo, aunque nos quedaremos con 20 oros por las molestias- Dijeron los gorilas.
-Tranquilos. Mis amigos no se arrepienten. - Dijo Redhack. Que habia cambiado su semblante a uno mas parecido a un depredador.- Verdad?
- Si es asi , bajad las escaleras y llegad al final del pasillo.

El resto del grupo esperaba cerca de la entrada del callejon. Aquel local era una ratonera, si tenian que ayudar a sus amigos, lo tendrian mas que complicado.

La luna alcanzo su cenit. Un frio gelido recorrio la espina dorsal de Halaf, mientras una sombra de rapaz se recorto contra la luna. Relampago lo saludo desde las alturas, perdiendose tras una nube grisacea. Las primeras gotas comenzaron a repicar contra el suelo de adoquines del callejon, pronto la lluvia estaria sobre ellos. La noche sería larga y fria, mientras sus amigos, engullidos por aquella puerta, avanzanban hacia un futuro lleno de incertidumbre.
-Joder...- Dijo Halaf. Nadie respondio. Nadie dijo nada.

El chirrido fue cerrando la salida. Tragó saliva.. Lothar sintió un escalofrío que le encogió el cuerpo y erizó la piel. La puerta se cerró tras ellos con un empujón final. La tranca de metal no cedería así como así. Esa puerta cerrada por dentro era imposible de forzar desde el exterior. De ahí no recibirían ayuda. Luego Lothar miró a los gorilas. Con suerte podría encargarse de uno, no tenía tan claro que Tyrok pudiese con el otro. Además estaba el otro al que el Tahúr terminó por dedicarle su atención. De pronto y con poca consideración les empujaron contra la pared y los cachearon. El rostro del gorila no mejoró cuando le sacaron la daga.

- ¿Qué parte no has entendido de desarmado?
- Tranquilo… - Esos dos palurdos estaban para lo que estaban. De momento la puesta en escena era buena. Ahora esperaba que solo fuera eso, una pantomima para quitarle las ganas a los incautos de montar jaleo.
La cara de su anfitrión se transformó en un semblante lobuno. Esto empezaba a pintar mal. Con una espada en la mano la cosa cambiaba. Pero tendría que conformarse con sus puños.

- ¿Aun tenéis ganas de jugar,no?

Lothar cogió el mensaje a la primera, una mezcla de intimidación y arrogancia. Fuera el lobo era un corderito todo amabilidad. Ahora en su guarida, enseñaba los dientes.

< Como algo se tuerza, me encargaré de que seas el primero en visitar el infierno>
El tahur no se amedrentó. Respiró con tranquilidad y le devolvió la mirada al lobo.
- Hemos venido a jugar. Pero por lo que tenía entendido … esto era un sitio con clase. - Dejó la frase en suspense, casi flotando en el aire. El resto de la frase estaba claro, un sitio con clase y no la cárcel que parece.

EL pasillo era tan negro como recto. Lothar dio un paso lateral y luego le hizo un gesto con la mano a su anfitrión para que los guiara.

- Adelante, llévenos a la partida. –
- ¿Tenéis miedo? – Dijo algo burlón
- ¿de vos? – El tono de Lothar de sorpresa ya decía que no. En realidad, la sensación de peligro estaba tan patente como el aire e igual de invisible.
- Mi señor, la partida espera, dejémonos de chanzas y llévenos a la mesa. – Fue lo primero que dijo la serpiente. Tan seco y tan contundente como breve.
Lothar se preguntaba como Tyrok se colocaba de tal modo que una sombra siempre le cubría los ojos en ese tipo de situaciones. Parecía un asesino sin alma…