Segundo Acto. Capitulo XV. El Mundo subterrano de Exaroth.

Bringwor afino la vista, entornando los parpados:
- Hermano, talvez sea un ser muerto... osea, que puede que sea una estatua y la influencia de este lugar sobre nuestros sesos, tenga este tipo de consecuencias... todo nos parecen monstruos!
Acerquemonos a examinarlo y si hay algun signo de vida en el... aplastemolo.
Al tiempo que lo decia, Bringwor guardo su mandoble a la espalda, sustituyendolo por "Matatrolls". Su sonrisa se volvio sadica.

-Iturin! Tu ,Einer y DImmu, intentad rodearlo por su espalda, si podeis! - Bringwor se paro un instate, pensando lo que habia dicho. Aunque no tenia mucho sentido, sabia que lo habian entendido. Los tres debian acercarse por la retaguardia del ojo de marmol.

YA empezaba a dudar: Todo ocurria por alguna razon. EN estos momentos me empezaba a cuestionar esa afirmacion. Esto estaba pasando porque tenia que pasar asi y no habia ninguna razon en especial. Me imaginaba que no encontrariamos ninguna recompensa al final del camino, si es que habia un final. Lo bueno era que no me costaba mantener la motivacion. Supongo que si este mundo era infinito, llegaria el momento en el que todos moririamos, no podiamos dormir tranquilamente y cansancio se volvia a acumular en mis huesos y musculos, pero me encantaba mandar al palio del que procedian a toda criatura que encontraba en aquel lugar, a cual mas peligrosa, sin embargo, al final, aquella familia fantasmagorica, puede que no fuera tan peligrosa o aquel ojo que lloraba sangre, habia resultado ser una inerte estatua de marmol ; pero pienso que todos nuestros pecados serian perdonados al salir de aquel lugar, pues habiamos salvado una vida, como la de Iturin o habiamos llevado a la muerte a seres, con vidas tan asquerosamente putridas y grotescas como las de aquellos hombres-pez. El hedor que desprendia sus tripas abiertas por mi filo, asi lo demostraba; recorde en ese momento mi sensible estomago, pero no tenia nada que vomitar. Cuantos dias hacia que no comiamos o bebiamos y no sentiamos ese ansia?
Empezaba a creer que ya estabamos muertos y si volviamos a morir iriamos a otro nivel , para cada vez mas, acercarnos a Arazor y alcanzar el descanso del guerrero.

Cuando uno lleva tiempo sin ver el sol, el cielo, las nubes.......parece que la desazón se apodera de él. Puede que fuera ése el motivo por el que la gente de fuera estuviera así.
Pero estar aquí; rodeados de paredes, y un techo invisible pero no por ello inexistente.
Tras el último nivel, me había convertido en una carga para mis hermanos. Me habían herido en la pierna; no era de gravedad, pero si una molestia que me impedía estar completamente en forma.
Habíamos estado investigando tanto un risco con un ojo como un barco medio hundido. Podría parecer una locura, pero cualquier cosa que se distinguiera de la monotonía podía ser la salida, o algo de ayuda. Al fin y al cabo, en el nivel inmediatamente superior, todo era desierto excepto una casa en mitad de la nada que nos había dado paso al siguiente nivel.
Pero la salida de éste había sido una simple playa.
El ser medio hombre medio león no había sido rival para Bringwor. El resto de enemigos, medio hombres medio tiburones, tampoco eran rivales a considerar. Pero al encontrarnos medio sumergidos en el agua, les daba una ventaja aterradora.

Ahora una simple puerta. Puede que estuvieramos en el final. Puede que no. Yo no me hacía muchas esperanzas. Ahora tocaba hacer acopio de fuerzas y abrir la puerta.

Ahi estabamos otra vez ante una puerta que nos deparaba otro incierto futuro, el descanso del guerrero que promete Arazör viene a estar detras de la ultima que abras, pero esta no era el caso.
Habiamos llegado a ella a traves de diversos peligros, uno de los cuales me infundio ese sentimiento mucho antes de adentrarnos en el.
En mitad de la nada, como de una locura de un charlatan nos salia al paso un inmenso barco que salia del agua en forma vertica casi la mitad de el. Sabia nadar mejor que mis hermanos, creo que casi cualquier hombre, pero no mas raudo que cualquier criatura del mar. Y asi fue como en nuestra necedad accedi a meterme en aquel lago surgido de la nada.
Mitad hombres mitad tiburones nos siguieron con animo de comernos, casi lo consiguen pero me costo mi gracia divina salvarme, Steiner pudo llegar al barco y salir de el, una maldita trampa, solo un nido de estas criaturas le esperaba si hubiese entrado en el galeon.

Iturim seguia de los nervios por el agua y ahora estaba mas decidido a no bajarse de la grupa de Montaña, -¡ Os lo adverti, nunca debes fiarte del agua!-, con esas palabras llegamos otra vez a la supuesta costa.La playa dio paso a una especie de bosque algo marchito, un camino lo cruzaba y al final un trono nos esperaba. Sentado habia una gran criatura, su aspecto era imponente, pues era mitad leon, su enorme cabeza melenuda daria miedo a cualquier mortal, pero nosotros ya pareciamos mas muertos que los del piso superior. Con un rugido estremecedor salto y se dirigio hacia nostros, pero Bringwor le hundio el mandoble en la cabeza. Hay se acabo su reinado. Le colgaba del pecho una llave, la cogimos y fuimos a parar a otra gran puerta.

Nos habiamos convertido en hombres de la manera mas extraña. Era lo unico que faltaba para completar el ciclo. Hasta que no habias matado a tu primer hombre y haber penetrado a una mujer, no eras un hombre completo.
Cierto era que con la muerte de nuestros padres y esta loca persecucion en busca de la venganza, nos habia hecho madurar de golpe, pero aun no eramos plenos. Ni mis hermanos, ni yo habiamos conocido mujer... hasta hoy, si a eso se le podia llamar mujer.
Su belleza no tenia rival en el mundo de los humanos, eso era cierto, pero solo de manera superficial. Por dentro no eran otra cosa que demonios salvajes, avidas de sangre. Ese era el momento para tomar lo que se nos habia negado despues de mas de mas de veinte años, por la fuerza, sin sentirse culpable por ello.
No eran humanas, su vida se basaba en destruir cualquier intruso que penetraba en sus nidos, esas salas vacias y habia un hecho claro: quien queria destruirme a mi o a mis hermanos, lo pagaba caro.
Era una preciosa oportunidad que no podiamos dejar pasar. Parecian mujeres en el maximo explendor de la palabra y solo deseaban nuestra muerte por alguna oscura razon, por lo que no dudamos en hacer lo que se nos habia privado hasta hoy, por la fuerza, sin miramientos, sin remordimientos...

Tras conocer lo que era la mezcla de fluidos mas dulce y a la vez, salvaje del mundo, decidi que para mi era mas importante, en estos momentos, machacar a mis enemigos, que eso. Ya habria tiempo de lo otro, en el descanso del guerrero.
Viviria la madurez del hombre con mis hermanos, rodeados de mujeres, pero no putas, mujeres que nos amarian y nos desearian. El alcohol correria en un gran salon, con el suelo lleno de almohadones de pluma de oca. La comida abundaria en bandejas, en enormes mesas, pero no comida normal, sino comida de Reyes: cochinillos, lechones, faisanes... Y la gente acudiria para pedirnos nuestra bendicion, como si fueramos Dioses, capaces de decidir el destino de sus cosechas o de su progenie.


OFF: Los puntos que me den por este Post, me los pondre en Descanso del guerrero, mas que en DIos de la Guerra jeje.

Era una lástima tener que acabar con Tirock.
Me había caido bien el ejemplar. Un gigante con una historia triste de amor.
Pero habia aprendido una cosa; hay que adaptarse a las circunstancias. Tirock llevaba siglos lamentándose por lo mismo. Debido a la maldición que suponía estar encerrado aquí, anehalaba morir y acabar con su agonía.
A mí no me pasaría lo mismo. Estabamos en una situación extraña, pero sería mejor sacar lo positivo de ella.
Hasta ahora, estabamos acabando con enemigos; lo cual, nos distraía y gustaba. Pero nuestros nuevos enemigos despertaron otras pasiones.
El primero de nuestros enemigos no era si no un laberinto. Einer, por su estupidez, se perdió en él. Creiamos que no volveríamos a ver a nuestro hermano. Pero no nos lamentábamos demasiado. Bien mirado, él estaba perdido por un lado, pero nostros lo estabamos por otro ¿o acaso sabíamos dónde estabamos y cómo salir de aquí?
Nuestro segundo enemigo, mujeres-demonio, con una belleza que solo los dioes, o en este caso los demonios, podían conceder.
Mientras acaba con mi primer contrincante pensaba en lo que disfrutaría con ése cuerpo en la cama.
¿Y por qué no? solo eran demonios. Y no parecían más fuertes que nosotros. Lo que en un principio era una broma se convirtió en una realidad. Le comenté a Bringwor que apresara a una para que disfrutaramos con ella.
Y así lo hizo. La atamos y pudimos saciar nuestras ansias de conocer mujer. Disfrutamos todos, por turnos, y en repetidas ocasiones. Hasta que al final le dimos muerte. En el mundo real, esto habría sido una barbarídad. Pero en éste sitio, y con un demonio con forma de mujer, parecía lo cotidiano.

Nuestra satisfacción fue doble. Tras gozar con los seres, encontramos a Einer, a quien le contamos lo ocurrido y suplicó repetirlo para poder gozar él también.
Ahí vino otra lección de la vida. Intentando complacer a mi hermano, una de esos seres me alcanzó en el hombro. No era una herida grave, pero sí lo suficientemente fuerte como para resentirme en combates futuros. No, ahora no volveríamos a gozar de hembras. Nuestro disfrute tornaba a ser el acabar con enemigos en combate.

La experiencia vivida en esta sala, hace buena todos los males pasados. Hace bueno haber tenido que acabar con Tirock. Aunque la muerte fuese su deseo.

La depravación y la locura iban en aumento en mi, aquel lugar estaba sacando lo peor de cada ser. Separarme de mis hermanos fue un acto estupido en medio de un laberinto, solo por hacer la contraria a lo que se estaba opinando, y eso casi me cuesta la vida.

Mis hermanos buscaron, pero encontraron otro placer mas haya del combate, la lujuria. Los demonios hembras eran mucho mas hermosas que cualquier mortal que cualquiera hubiera visto. Con poca ropa y ganas de matar, asi nos recibian. Pero tubieron la feliz idea de sodomizar a un demonio, y el pobre diablo que habia sido creado para esa funcion en principio, cumplio su cometido. Atada de pies y manos cual cordero a punto de ser sacrificado, asi postraron al ser que iba a ser lujuriosamente tratado por todos. Los escrupulos de poco servian en este lugar irracional e inmoral. Cuando hubieron saciado su sed de hombria, degollaron el cuerpo extasiado.

Mi regocijo fue grande al verlos de nuevo con cara de pocos amigos, era normal, mi estupidez casi hace que nos separemos para el resto de los dias. Montaña me dio un buen pescozon que casi hace que diera una vuelta de campana, cuando se calmo me conto la hazaña que acaban de tener. Entonces mi mente solo enfoco una cosa, probar el dulce sabor de la lujuria. Entramos a otra sala y alli estaban esperandonos.

Esta vez habian dos diferentes de pelo rojo fuego, pero el intento de apresarla por parte de Bringwor acabo con el demonio rebentado por dentro, demasiada fuerza para apretar una fresa, asi pues salian liquidos por todos sus orificios. Tampoco fui mas sutil yo, que de un golpe con mi lanza la dejo en el suelo casi muerta, pero el ansia me pudo y sumido en mi locura copule con el ser, todavia estaba caliente asi que no note que a habia fallecido. No me importo.

Note una mirada critica de mis hermanos pero me daba igual, estabamos no se sabe donde y el tiempo que llevamos aqui, sentia que mi cordura iba poco a poco quedandose a minimos irreconocibles, lo unico que sabia era que por mis hermanos haria lo que fuese, eso era lo unico que tenia claro, podiamos tener discrepancias en ciertos temas, pero era lo unico que me quedaba en esta vida y este mundo e iba a pelear por su bienestar hasta con el mismo demonio del averno mas profundo.

El olor del lugar era muy desagradable y el estomago de Bringwor, ya delicado de por si, se revolvio. Sintio como subia algo por su exofago, pero tan solo escupio bilis ,tras varias arcadas. En ese momento recordo que hacia mucho tiempo que no se llevaba nada al estomago.


OFFROL: Tirada de Voluntad fracasada. un solo 8.

La reacción de todos salvo la del enano fue al unisino, unos peor que otro, pero todos quisieron vomitar lo poco o nada que paseaba por sus estómagos. La decisión fue la de descansar en aquel lugar, pero el descanso no fue todo lo placentero que habrían deseado, si en el lugar anterior la luz nos privaba de un descanso perfecto, en esta ocasión la olor a putrefacción y a escrementos nos superaban.
Había transcurrido ya el tiempo que considerábamos oportuno para haber descansado, si bien, no teníamos la más mínima idea de cuanto se trataba. Era la hora de partir hacia este nuevo lugar.

El dolor de mi hombro se hacía cada vez más fuerte. En caso de necesidad podría actuar, pero no estaría en plenas facultades.
Debía descansar y no forzarlo, pero no había mucho tiempo para éso; sabía que nos pondríamos en marcha antes de que sanara. Ojala supiera hechizos de sanación; hasta ahora la mágia no me había ido demasiado bien.
Para colmo de males el olor se hacía cada vez más insoportable. La horrible sensación de vomitar pero no echar nada se apoderó de mi. Una, dos hasta tres enormes arcadas que creí sacarían de mi hasta el esqueleto. Pero no salio nada, solo me quedó el hedor metido en mis narices, y el dolor de estomago por el intento de vomitar.
Hacía años que no comíamos. ¿Años, Siglos, Milenios? ahora comprendía al enano.

"Hora de partir" sentenció Dimmu. Aún no estaba recuperado del todo, pero había mejorado bastante. ¿Qué nos depararía esta sala? Ni mi imaginación se atrevía a responder.

Ahora entendia a Montaña cuando olfateaba las cosas, se guiaba por ese sentido casi mas que cualquier otro, pero este era el momento de estar resfriado, aunque no lo estabamos. El hedor se apodero de nuestas narices, invadio nuestras gargantas, asfixio nuestros pulmones, penetro en el fondo de nuestro estomago y alli lo hizo reventar. Pues cuando pude recobrar la compostura vi que mis hermanos habian sufrido la misma suerte y aprendimos que vomitar la nada era posible.

El dolor era semejante a la peste de aquel lugar, no habia luz que molestase nuestro descanso, cada vez entendia menos este lugar, y del tiempo ya no queria ni pensar el que llevabamos alli, entonces vino a mi mente otros lugares, otros momentos, otras personas, Savath, Collado, los entrenamientos con Padre, una lagrima crei que me caia por la mejilla pero solo era la sensacion, no habian lagrimas en mi en estos momentos, solo desesperación.

Dimmu hizo la sugerencia de partir en ese momento, heche un vistazo con los ojos de un matasanos, ya que teniamos todo el tiempo de este mundo no queria partir con alguno de nosotros que no estubiera en sus mejores condiciones. - ¿Estais todos bien?, si es asi es el momento de partir y llegar al final del camino y sino pues podemos seguir esperando, total, no necesitamos alimentarnos-. Esas palabras siempre me hacian pensar lo mismo. No necesitamos alimento, pero sentimos dolor, esta es una manera de estar muerto un poco rara ....

El tiempo era algo de que extrañamente disponiamos. Cada herida sufrida en el combate era curada con dias de descanso. Antes de aventurarnos a lo desconocido decidimos descansar para que Steiner se recuperar por completo. La peste era insoportable en aquel lugar. Lasparedes eran de roca viva escavada. Una gran cavidad nos daba la bienvenida a una nueva tortura y que se habia repetido en todo momento, las grandes distancias. La cueva se fue estrechando mas hasta cerrarse en un estrecho tunel donde cabiamos los cuatro.

Andabamos y andabamos, pero no sabiamos donde teniamos que ir. El enano por su parte estaba disfrutando de la simple roca escavada. Hasta que llegamos a una sala que se empezo a ensanchar. Una fina arena de playa nos recibia en la entrada y a lo lejos se podia ver un lago. Entramos a inspeccionar aquello cuando Iturim escucho una respiracion fuerte que nos acechaba y cuando nos subiamos un poco los cascos para escuchar mejor, asomo una cabeza de troll furtivamente. El troll portando un garrote hecho con medio arbol, se avalanzo sobre nosotros. Mi flecha volo rauda hacia su mejilla, clavandose sin hacer mucho daño. Steiner recibio el primer golpe que lo hizo volar varios metros. Lo que no sabia el troll era que habia llegado la hora de su muerte. Su sangre brotaba a la arena cual manantial de rio.

Seguiamos encontrando trolls a nuestro paso por aquellas grutas, pero cain muertos por nuestras armas. Siempre en pequeñas cuevas. Aquello parecia mas bien una mina que una simple gruta. Desesperados por andar y descansar cuando nos herian, encontramos una sala donde no habia un troll, a cada uno que ibamos encontrando este llevaba mas armadura, y este ultimo llevaba una completa menos por una pequeña abertura en su muslo, que fue a la postre por donde corto Iturim la pierna trolica. Era el guardian de la puerta, cogimos su llave, y un poco esperanzados penetramos la puerta, bajamos las escaleras, para encontrarnos con un muro y habia que escalarlo para ver despues que no estabamos donde queriamos sino en otro nivel de aquel lugar infernal, el desanimo se apodero de mi corazon, nunca tendria fin esto .... ya lo daba por seguro.

Los rivales eran cada vez mas poderosos y nuestras fuerzas parecian doblegarse. Vi muy cerca la muerte en uno de esos combates. Una especie de troll enorme y alado, recubierto por la mas gruesa de las armaduras fue el culpable. Intentar abrir la armadura de aquel ser, fue lo mas dificil que habia intentado hasta ahora y eso que hice uso de "Matatrolls" para hacerlo y bien sabe Arazor, que mis golpes no fueron debiles... sin duda, arboles enteros se habrian visto destozados por completo con aquellos golpes, pero no fue asi con este gigante. Finalmente, Iturin pudo cortar una de sus maltrechas piernas y ya en el suelo pudimos darle muerte.
Un siguiente nivel nos esperaba, mas profundo que el anterior...y que el anterior... y que el anterior. Llegariamos al fin del mundo y caeriamos por el otro lado a un vacio desconocido? Quien sabe.

Volviamos a descansar. Quite uno de mis guanteletes, que por cierto eran bastante comodos(FIll habia hecho un gran trabajo, hacía ya meses... o años), pero aun asi, al doblar mis dedos, volverlos a estirar, volverlos a doblar... lo hice varias veces, para comprobar un dolor intenso que se me incrustaba hasta el tuetano de los huesos. Tembloroso por el dolor quite el otro guantelete y no sin menos trabajo las grebas de mis piernas. No tenia fuerza para quitarme nada mas. Me tumbe y me dormi al instante, sin nisiquiera preguntar, como hariamos los turnos de guardias. Mis hermanos sabian que habia visto cerca la muerte, esta vez y no se molestaron o al menos eso me lo parecio a mi. La ultima imagen que tuve ,antes de que se cerraran mis ojos, fue la de Iturin limpiando su hacha de la sangre negra del troll.

Tuve sueños intranquilos, pero aun asi pude descansar, hasta que me llamo Einer para la guardia. No sabia cuanto tiempo habria pasado y Einer tampoco me lo supo decir. Las guardias transcurrian segun el cansancio del que las hacia. No habia estrellas ni Luna , para hacer un calculo aproximado del tiempo. Lo unico que nos marcaba el tiempo en este lugar era el cansancio o el dolor.

Si habian dudas de que aquel lugar era magico, a mi me quedaron totalmente disipadas, cuando luche contra mi propia sombra. Era yo sin duda, pero las facciones habian sido borradas de su cara por una penumbra perpetua, en aquel lugar. Gracias a mi armadura, la cual amortiguo el golpe, que sin duda habria sido mortal sin ella, pude acabar con esa cosa. Hendi la hoja de mi arma a la altura de la clavicula , aunque yo buscaba la cabeza, y salio por el lado contrario del cuerpo, a la altura del estomago. La criatura se esfumo tan sutilmente como habia aparecido.

Entre los combates intentabamos divertirnos. Yo jugaba con Steiner a tonterias, como hacer el movimiento mas espectacular, copiando a Dimmu, este mas serio, para acabar con nuestro rival. Entre risas hablabamos de quien habia copiado a quien, sin pensar mucho, que nos jugabamos la vida a cada instante. Tal vez era lo mejor que pudiera pasarnos...morir.

Los enemigos se sucedian, cada vez mas resistentes y poderosos, la dificultad iba incrementandose, como si de un grotesco entrenamiento o prueba se tratara. No habia duda que habia alguien jugando con nosotros; manejando los hilos desde lo alto del cielo invisible de aquel lugar...pero quien o quienes?
Cada nivel tenia "soldados" ; guardias que intentaban matarnos o tal vez, alguna cosa peor. Tras los soldados habia un gran guardian que protegia el paso a un siguiente nivel. Todo parecia preparado y dispuesto para nosotros, de vez en cuando con algunos matices diferentes, pero que no conseguian sacar de mi cabezon, la sensacion de estar controlado.
El ultimo de estos Guardianes fueron nuestras "sombras" . El anterior un enorme arbol viviente y montruoso, que arrojaba todo tipo de objetos y armas que colgaban de sus ramas.
No se por que motivo, mis hermanos intentaron acabar con un pajaro que revoloteaba caprichosamente por las ramas del monstruo. Segun sostenia Steiner, debia ser el punto debil de la bestia. A mi me parecio algo bastante absurdo, aunque aquel lugar ya lo era de por si, ademas Steiner siempre solia tener razon en estas cosas. Por mi parte sostenia que si conseguia partir el tronco, no habria punto debil que valiese y el monstruo seria doblegado.
Tras varios ataques que lastimaron la corteza de la bestia, consegui encadenar 2 titanicos golpes que por fin consiguieron acabar con la criatura. Aproveche, que mientras se entretenia con mis hermanos que intentaban acertar al pajaro, arrojandole todo tipo de armas,a mi me dejaba camino libre para asestar mis mandoblazos, uno tras otro. Era cuestion de tiempo, se partiria el tronco o se partiria mi arma. Gracias a Fill sucedio lo primero.

Andar, andar, andar y siempre andabamos, ya pensaba que habiamos dado mas de mil vueltas a Collado, pero este camino no estaba rodeado de arboles grandes, vastos prados, rios con peces que pescar, no. Aqui solo habia un oscuro sentimiento que nos sumia en el abismo mas profundo de nuestro ser, hasta preguntarnos si realmente estabamos vivos.

Si estabamos muertos no podiamos sentir el dolor que nos hacian nuestros enemigos, enemigos como los hombres raices que nos salieron en el camino de lodo. Otros como tentaculos rigidos que salian del suelo. Ninguno queria estar ahi, pero, asi estabamos. En los mundos de alguien que no me quiero acordar. Esta vez nos aguardaba un guardia diferente a los demas, si algo echaba de menos era la superficie con toda su naturaleza, sin embargo nos recivio un arbol demoniaco de mas de cuatro metros de tronco, con sus ramas marchitas, llenas de armas las cuales nos arrojaba, una de ellas casi mata a Steiner, pero la gracia de Arazör lo libro. A mi me dio una maza por creer que un pajaro pequeño seria su punto devil y lo unico que era ese animal, su mascota.

Menos mal que Montaña casi lo partio por la mitad, porque si hubiera sido por nosotros, nos hubiera costado la vida a todos esa tonteria. Entre medio de sus ramas encontramos la llave que nos llevaria a otro nuevo nivel ... Uno en el cual nos enfrentariamos a nosotros mismos, pues nuestras sombras que antes no veiamos, cobraron vida, y nos dimos una buena batalla, la cual ganamos rapidamente. Esto no iba a tener fin nunca, la desesperacion era evidente en los ojos de mis hermanos. Sobre todo cuando tubimos que pasar al principio de todo por un pequeño estanque, que lo penetraba una estalactita que nacia no se sabia donde. Ahi el temor del enano fue visto por todos y todos nos preocupamos por el como una familia.

El tiempo se había esfumado. El tiempo no importaba. El tiempo no existía.
Caminabamos durante días. Combatíamos durante horas. Y cuando eramos heridos. Descansabamos durante meses; hasta que nuestras heridas estaban totalmente sanadas.
Al menos eso nos parecía.
Sin duda este sitio estaba totalmente a parte del resto del mundo.
La muerte no importaba. Nos jugabamos la vida, y no importaba. Dimmu dijo haber realizado un salto acrobático para acabar con un enemigo que acosaba a Bringwor, mientras éste estaba en el suelo. No importaba el peligro que corriese la vida de nuestro hermano. Matar y morir, se había convertido en el único pasatiempo. El único quehacer. No comiamos ni bebiamos. Solo caminabamos y dormiamos. Cualquier cosa que rompiera esa monotonía era bienvenida.
Por supuesto no creimos una palabra de lo que decía Dimmu, incluso nos burlábamos de él. Hasta el punto que Brinwgor imitó el golpe descrito por nuestro hermano.
No me lo podía creer. Estaba luchando con un ser con forma de hombre, hecho de ramas y fango, sin rostro; y que había surgido de una cienaga. Un hecho así habría servido para escalofriar a cualquiera. Habría servido como cuento de miedo para niños. Pero para mí. Para nosotros. No solo era una liberación. Si no una diversión.
Y ahí estaba yo. Luchando contra ése ser, viendo saltar a mi hermano, y riendo. Riendo. Acabando con un monstruo y deseando que surgiera otro para imitar el salto.
No tardó en ocurrir ésto último. Y la broma ya degeneró a carcajadas y una falsa pelea por ver quien había sido el creador original de la idea. Cualquiera en nuestro lugar estaría en una situación tensa, contra terribles enemigos. Nosotros ya no.

Por fin llegamos a un enemigo atroz. Un guardían de puerta. Este nivel, que no era otra cosa que un pantanal, se acababa. Un enorme árbol. Parecía que solo podríamos talarlo, pero con espadas sería imposible. Cuando ví un pájaro en su copa. Ese era su punto débil. Era lo único que era absurdo. Pero ya había aprendido que aquí solo lo absurdo era lo cuerdo. Me alejé para usar mi ballesta. Sabía que estaba haciendo lo correcto cuando ví a ese ser que se percabata de mi acción y la tomaba conmigo. Einer me imitó, y atrajo la atención de la bestia también. Al poco también lo hizo Dimmu. Pero fui yo quien alcanzaó al pájaro. Pero para colmo de mi desesperación, el árbol-deminiaco seguía en pie. Durante un latido de corazón el mundo se me vino abajo. No podía ser, el monstruo se puso nervioso al ver mi ballesta. Pero ya era un veterano de batallas. Reaccioné a tiempo. Su punto débil eran los ojos.
"Son los ojos. Su punto débil son los ojos"
Grite. Y como si yo fuera el cerebro de un gran cuerpo y Bringwor los brazos, éste actuó con la rapidez de un pesnamiento y propinó dos golpes, uno en cada ojo, que acabó con el ser.
Tardamos lo que nos pareció un mes en esperar a que nuestras heridas se sanaran.

El siguiente nivel fue tan largo y desesperante como los demás. Solo que luchamos contra nosotros mismos. Nuestras sombras, sin rotro ni armadura, pero sí nuestras armas. La lucha fue rápida. Todos nos conocíamos bien a nosotros mismos, y en cuanto acababamos con nuestras sombras, acudiamos en ayuda de nuestros hermanos. La lucha fue rápida, pero la decepción no fue menor. Al haber luchado contra nosotros mismos, una esperanza creció en mi interior. Éste era el último nivel.........Pero me equivoqué.

No podia creer lo que tenia delante de mis ojos, naturaleza, verde, no los paramos tristes y yermos por los cuales trascurrieron nuestros ultimos ... quien sabe ya cuanto tiempo hacia que nos metimos por ese fatidico portico. Pero como siempre en estos mundos o planos, todo no era lo que parecia, pues si bien era naturaleza, esta no desprendia ninguna esencia, ningun aroma de hierva fresca, ni de madera seca, otra cosa que se me escapaba.

¿Habiamos pasado tanto tiempo en estos lugares que habiamos perdido el olfato?, ya todo me parecia posible. Hacia poco nos habiamos peleado con nuestras sombras. Tenia que seguir frotando mis ojos para poder ver con claridad que aquello no fuera un espejismo y alvergara cualquier mal. Debíamos estar alerta, pues no seria de extrañar que algo nos quisiera cortar el paso. Un arbol-demoniaco, unas sucubus, hombres raices, todo ser queria retrasarnos en nuestra verdadera mision, que no era otra que la que todos sentiamos, LA VENGANZA.

Este nuevo paraje me hizo recordar verdaderamente mi mundo y con ello todos los quehaceres que teniamos por delante y que que parecia largos dias, meses o años olvidados. Habia un orco, un maldito orco que habia acabado con todo lo que nos importaba en este mundo... Frank.
El odio volvio a recorrer mi cuerpo, un odio que, en ese mismo instante, me di cuenta, ya olvidado en el tiempo.
-Hermanos- DIje . SI habia algo que yo hacia antes que nadie era apreciar los aromas de cada lugar. Lo primero que hacia cada mañana, al despertar desde que tenia uso de razon era aspirar profundamente para saber a que olia el dia. Cada dia olia diferente y me gustaba diferenciar cada aroma por minuscula y casi imperceptible que fuera. Ningun dia olia igual que otro y eso era lo raro de aquel lugar. El olor era neutro, no...ni siquiera eso... ni neutro, ni anodino... simplemente, no existia- Os habeis fijado que estamos ante un bonito bosque pero que no llega ninguna clase de olor? Esto no es tan bonito como se pinta... pero creo que ya estamos acostumbrados- Volvi a recordar aquella casa, con aquella fantsamal familia. Cada dia que pasaba en este lugar, mas me convencia que aquellos seres que mate no eran humanos.

Mis hermanos coincidieron conmigo.
Aproxime mis manos a un arbusto del que crecian una florecillas, cerca de mi. Pase mi guantelete por estas, agitandolas sutilmente para que su aroma se impregnara en el, pero para mi sorpresa, siguio sin existir olor aparente. Me hizo gracia , al principio, luego crei que habiamos perdido uno de nuestros sentidos, para mi, uno de los mas queridos.
Aproxime mi guantelete para intentar oler el metal del que estaba hecho. Ese olor no estaba en el lugar, ya venia conmigo. Aspire profundamente y ...


OFFROL: Lo dejo para el DJ... huelo mi guantelete????

Seguro que necesitaremos hachas para acabar con nuestro próximo enemigo.
Eso lo tenía claro. Un bosque. Hasta ahora nuestros rivales estaban relacionados con el tipo de estancia en el que nos encontrábamos. Pues por enorme que pareciese sabía que estábamos dentro de una construcción con límites físicos. Y la salida se encontraría en algún lugar por ahí perdida.
Bringwor intentó oler unas flores y después los restos de su guantelete. Su cara era extraña. Era cierto que no olíamos nada. Pero hacía tiempo que tampoco sentíamos hambre o sed. Ahora nos faltaba el olfato. Estaríamos muriendo poco a poco......

Por lo menos sabiamos que un sentido no lo habiamos perdido. El oido. Aquel resonar de tambores me alento a seguir a mis hermanos hasta el final de mis dias. No queria hacerme a la idea de estar muerto en vida. Esas opiniones de Steiner no le agradaban a ninguno de nosotros. Pero eran las explicaciones mas acertadas a nuestro entender, aunque no nos gustase admitirlas.

Esta muerte en vida no nos gustaba a nadie. Cualquier cosa que nos sacara de la monotonia de andar era bienvenida. Todos ibamos siguiendo el sonido de los tambores, curiosos por saber que era, temerosos de encontrarnos con algun enemigo, ansiosos por destrozar todo lo que nos intentase cerrar el paso. Apartaba los arbustos, ramas y matorrales que se interponian en mi camino por llegar al lugar, de donde salia aquel sonido. Cada cosa podia ser la salida de este lugar y no teniamos que pasar nada por alto que llegase a nuestros sentidos, los cuales nos iban mermando a cada paso que seguiamos por este infierno.

- Tenemos que estar muy atentos, creo que Steiner deberia ir primero, ya que eres el mas silencioso, los demas te seguiremos de cerca sin perderte de vista, tendre el arco preparado por si nace el mal por tu alrededor. Tened cuidado y estar alerta. No deseo que suframos un ataque por sorpresa y que alguno de nosotros perezca ahora que estamos tan lejos del principio. Saldremos de aqui como sea y cumpliremos nuestra VENGANZA, lo juro por Arazór y por todos los caidos que dejamos atras.....