Bienvenidos a la 6ª Edad de los hombres
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 Capitulo XII. La Cima de las Tormentas

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Ankalagorn
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MensajeTema: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeVie Jun 29, 2012 9:08 am

Las montañas comienzan a envolveros. No podeis saber si en vuestro mundo existe un lugar como este...o este mismo lugar, pero posiblemente asi sea; de lo que si estais completamente seguros es que no existe La Cima de las Tormentas en vuestro mundo.
Pronto el ambiente comienza a oler a tierra mojada y unos truenos se escuchan a lo lejos. PArece que se acerca una tormenta:
- O somos nosotros los que avanzamos hacia ella- Dice un gris Einer, en un tono del mismo color.
Pronto las montañas y los arboles tapan la mayor parte del cielo, aunque conseguis verlo minimamente ,incluso algo mas, la mayoria del tiempo. Asi podeis ver como el azul pasa a ser grisaceo y las nubes de lluvia comienzan a sobrevolaros.
Los truenos lejanos convertidos en tambores que hacen retumbar el mundo, se escuchan cada vez mas cercanos, tocando una sinfonia de percusion que hace estremecer a los 4 valientes hermanos.
-Parece como si se fuese a caer el cielo.- Dice con voz entrecortada Bringwor.
Lo cierto es que de un rato para aca, desde que han empezado a escucharlos en la lejania, no han cesado. Una tormenta cada vez mas cercana, pero que parece nunca llegar.

Seguis avanzando por una vieja senda. No estais seguros de que sea la que Savath os indico hace ya algunos dias que parecen semanas, pero debeis confiar en vuestra intuicion. Es en este momento cuando las gotas de agua comienzan a caer del cielo. Un relampago parte el filmamento mas adelante, tras la cima mas alta que habeis visto hasta ahora; la senda toma esa direccion aproximada, por lo que deducis que se trata de la Cima de las Tormentas. Otro rayo estalla justo encima de ella. Un retumbe llega hasta vuestros oidos medio segundo despues.
Nunca habeis visto ni oido nada igual, pues los estruendos y rayos no se detienen. Trueno tras trueno, parece que el mundo se esta resquebrajando en una rotura eterna. Es la madre de todas las tormentas, una tormenta que sin embargo, parece estar posada sobre la Cima perpetuamente y nunca avanza.
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeDom Jul 01, 2012 8:04 am

Dimmu

Creo que quizás me mostraba más eufórico de lo que debía, las ansias por volver a empuñar la Estela Carmesí pueden conmigo y me transforman en el niño cuya infancia fue truncada. A buen seguro, algo evitaría que llegásemos hasta Fill el Herrero, nada era fácil, y nada lo sería. Ahora parecía que estaba cerca de volver a acariciar su empuñadura, pero algo dentro de mi me decía que no sería tan sencillo como esperábamos, o al menos como yo espero.

Por lo pronto, debíamos pasar por la Cima de las Tormentas, un nombre para un lugar ya de por si poco alagüeño, y más aun conforme vamos acercándonos y escuchando como todo retumba por los estruendos con los que nos agasaja la tormenta que tenemos enfrente. Esos truenos despiertan nuestra congoja, somos valientes y nos hemos enfrentado a seres de gran poder, pero contra esto no podíamos luchar con espadas y escudos.

- Hermanos, no me gusta nada esto, parece como si la madre de todas las tormentas fuese a nacer aquí - la congoja podía sentirse en la voz de Dimmu y el nunca se mostraba temeroso ni débil.

Aquellos estruendos serían capaces de doblegar la voluntad y sin razón hasta de un troll, y nosotros lejos de alejarnos, estamos caminando hacia ellos.
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeLun Jul 02, 2012 11:16 am

Llegaba la hora de seguir adelante.
Antes de partir quería obtener algunas cosas. Hierbas curativas, sobretodo de quemaduras. Ya nos habían advertido que en la Cima de las Tormentas era fácil que un rayo te cayera encima.
Otra cosa que quería eran sábanas o mantas, en las que guardar las armaduras. Contabamos con dos caballos percherones que habían descansado lo suyo. Le dije a Dimmu que preguntara por las hierbas mientras que yo acomodaba las monturas.
No fue dicifil encontrar lo que quería. Algo con lo que envolver las armaduras y atarlas a los caballos para poder continuar cuando fuera preciso. Además algo de cuerda resistente.

El inicio del viaje se hizo sin problemas. La única amenza era la de una tormenta que se avecinaba.
Cuando estabamos algo más cerca, en una de nuestras paradas para tomar algo, comencé a quitarme la armadura, envolverla y atarla a una de la monturas.
"¿Qué haces, Steiner?" Me preguntó Bringwor.
"Este sitio es peligroso. Puede caernos un rayo encima. Si llevas metal la prosibilidad es mucho mayor" le contesté.
"Pero ¿y si aparece algún animal que nos ataque?"
"No creo que haya animales en ésta zona, parece que ésa tormenta está allí perenne. Y si no, confiemos en los dioses"
"Pero ¿y si.....?" no le dejé terminar.
"Cuando ocurra lo veré" Mi tono no era en absoluto cortante. Sabía cuales eran las preocupaciones de mi hermano. La armadura nos había salvado tantas veces y era algo esencial para el combate. Pero contra un rayo, no solo no era buena, si no que empeoraba tanto la posibilidad de recibir uno como el daño que podríamos tener de llevarla puesta. Era de los muchos misterios de la vida, y es que , cuanto más sabía más desconocía. Sabía que el metal y las cosas altas atraian rayos como la miel a las moscas, pero, el porqué; éso no lo sabía y puede que nunca lo supiese.
"No te puedo decir qué tienes que hacer. Pero el metal atrae rayos, ya te lo he dicho. Y en el pueblo nos han advertido que no viene nadie por aquí porque le caen rayos encima. Pues imaginate con armadura. No te quites la espada, pero llevarla al cinto no a la espalda. Las cosas altas también atraen rayos".
"¿Y si el rayo le cae al caballo?"
"Mejor al caballo que a tí. Además si éso ocurre, llevaremos arrastrando las mantas con las cuerdas que he traido".
Y de ésa forma continue con lo que estaba haciendo, esperando que mis hermanos me imitasen. El problema es que todos eramos hombres ya; y yo no podía obligarles a hacer determinadas cosas, aunque a mí me pareciese que fueran las mejores.
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeLun Jul 02, 2012 2:44 pm

Posiblemente seria la ultima vez que vieramos ese pequeño recodo de paz. Asi que me dispuse a echarle una ultima mirada. Todo era tranquilidad y armonia, me hubiera gustado preguntarle a Omar que significaba ese rayo de su armadura.

Salimos del pueblo con energias renovadas y nos encaminamos a nuestro nuevo destino, al cual ya deberiamos haber llegado hace dias. Los rayos y los destellos cesaban en su empeño para dar paso a unos estruendos mortales. Un trueno hacia temblar al animal mas fiero , pero a la cima donde queriamos ir, estaba infectada de estos fenomenos naturales. Cuanto mas nos acercabamos a esa montaña mas me extrañaba que alguien pudiera vivir en ella. Los rayos hacian que la noche mas oscura fuese como un dia a plena luz.

En una de las paradas que hicimos para comer vi como mis hermanos entablaban una conversacion. Steiner le decia a Bringwor que el metal atraia a los rayos. Me mire de arriba a abajo, todo era cuero menos el yelmo, me lo quite de encima y lo incorpore a la manta que Steiner puso a su caballo. Me parecio una idea estupenda y bien argumentada. Como siempre, cuando mi hermano hacia su caracteristico gesto, tocarse con el dedo corazon unos anteojos imaginarios para colocarselos bien, sabia que llevaba razon y habia que hacerlo al pie de la letra.

Solo nos quedaba llegar hasta esa cima la cual me tenia bastante acongojado o mas bien lleno de miedo. Solo Arazör sabia cual era nuestro destino y si era ser partidos por un rayo o muertos por una espada, eso ahora daba igual. Lo unico que tenia en esta vida era lo que queria, a mis hermanos a mi lado para luchar contra todo peligro que se nos interpusiera, en nuestro camino para destruir a Frank el orco y vengar asi nuestro pasado.
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeLun Jul 02, 2012 8:22 pm

Estais a unos 15 o 20 Kilometros, en linea recta hasta la Cima.

Los truenos asustan a los caballos y cada vez que se produce el estruendo , amenazan con escapar y huir. Solo entre los 4 pueden detenerlos en su empeño. Unos cuantos Kilometros mas y estaran bajo la tormenta, sin embargo algo fantastico e inusual sucede: tan rapido como ha aparecido la tormenta ante sus ojos, desaparece. Observan extralados como las nubes grises se retiran de manera muy rapida hasta quedar por detras de la cima y alejarse hasta que desaparecen de su vista. Los truenos cesan y los nubarrones dan paso a un cielo anaranjado, por el sol crepuscular que aparece ante ellos, cerca de la Cima, va desapareciendo tras las montañas cercanas a esta.
Esto no es muy usual... os repetis entre vosotros.

OFF: quereis continuar tal cual?
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeMar Jul 03, 2012 11:33 am

Dimmu

Si el hecho de ver nacer una tormenta de la nada en apenas unos instantes ante nosotros fue extraño, el hecho de ver como este fenómeno desaparecía de nuestra vida tanto o más rápido de lo que había aparecido resultaba aun más exraño y sorprendente. El rostro de mis hermano reflejaba la misma sorpresa e incredulidad. Algo no andaba bien, tengo la sensación de que alguien está jugando con nosotros, de que alguien nos espera e intenta intimidarnos, pero a buen seguro que si su poder es capaz de controlar los elementos de está forma, no necesita amedrentarnos lo más mínimo. La naturaleza puede llegar a ser muy caprichosa, pero la velocidad con la que aquella tormenta apareció y desapareció no respondía a ninguna ley de la naturaleza.

- Hermanos tengo la sensación de que algo o alguien nos espera allí arriba y parece querer intimidarnos, tal vez sea mi paranoia, nada nos esta siendo sencillo y nada parece querer serlo, pero no entiendo si nos tiene miedo e intenta atemorizarnos con las tormentas para que no lleguemos a él o si simplemente nos quiere avisar del poder que tiene. - Fueron las palabras de Dimmu.

No esperaba una respuesta de mis hermanos realmente, simplemente deseaba hacerles saber cual era mi impresión en este momento, cuales eran las dudas que me asaltaban. Nuestro deber no es otro que seguir el camino que se nos ha marcado y estar preparados cuanto antes para llevar a cabo la venganza de Padre y así se lo hice saber a mis hermanos.

- Creo que debemos seguir el rumbo que se nos ha marcado, no debemos temer a nada ni a nadie que intente interponerse entre nosotros y la venganza de Padre y Madre, esos perros van a pagar por lo que hicieron, sangre por sangre. Nada nos va a intimidar y va a frenar nuestro avance hermanos, somos los hijos de Tiego, y jamás conseguiremos el preciado descanso del guerrero si no conseguimos hacer honor a él vengando su muerte y la de Madre. Espero que mis palabras hablen por todos nosotros si digo que unos cuantos rayos y unas nubes no van a cortar nuestro paso. Si caigo, ¡vengadme!-

No sabía que pensamientos corrían por la cabeza de ellos, pero si que sabía cuales eran los mios, no quería poner en riesgo nuestras vidas hasta no consumar la venganza, pero parar nuestro paso ante el mínimo obstaculo no entraba en mi cabeza. Había escuchado en más de una ocasión que el sabor de la venganza es amargo, pero uno no sabe si un sabor le gusta o no hasta que no lo prueba, y yo iba a probarlo, costase lo que costase.

Había momentos en los que pensaba que una maldición se cernía sobre nosotros, la muerte y la destrucción nos rodeaba a cada paso que dabamos, y cuando parecía que encontrabamos un lugar acogedor, debíamos abandonarlo casi sin poder ni tan siquiera tener un momento de respiro.

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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeMar Jul 03, 2012 3:12 pm

La tormenta arreciaba y me era casi imposible sostener a mi equino.
Para ser un simple caballo percherón, tenía una fuerza inusual; unos momentos antes casi se desmaya al colocarle nuestras armaduras, y ahora, se encabrita con ellas al lomo como si de plumas se tratase.
Me obligó a asirlo con las dos manos para que se espantara, pero para mi sorpresa de repente se paró. Dócil como un corderito.
En ése momento me dí cuenta. No solo era el caballo.....la tormenta había desaparecido como por encanto.
Me quedé mirando a mis hermanos y al cielo simultáneamente. Todos estabamos extrañados.
Creo que debemos seguir el rumbo que se nos ha marcado, no debemos temer a nada ni a nadie que intente interponerse entre nosotros y la venganza de Padre y Madre, esos perros van a pagar por lo que hicieron, sangre por sangre. Nada nos va a intimidar y va a frenar nuestro avance hermanos, somos los hijos de Tiego, y jamás conseguiremos el preciado descanso del guerrero si no conseguimos hacer honor a él vengando su muerte y la de Madre. Espero que mis palabras hablen por todos nosotros si digo que unos cuantos rayos y unas nubes no van a cortar nuestro paso. Si caigo, ¡vengadme!-
Eran las palabras de mi hermano Dimmu. Y la verdad es que tenía algo de razón. Si lo que nos esperaba controlaba el tiempo, daba igual ir armado o no. Y si no era así.....bueno.....la tormenta había pasado.
Comencé a colocarme la armadura de nuevo. Brinwgor me preguntó
"¿Crees lo que dice Dimmu?"
Me encogí de hombros.
"Que más da. Vamos a ver a un amigo de Savath. Él le habrá advertido de nuestra llegada. Y acaba de demostrar que si nos quiere muertos lo puede hacer en cualquier momento. Por lo menos si vamos a una trampa, mejor caer con las botas puestas que no desnudo y asustado."
Vi la cara de desconcierto de mi hermano y le aclaré.
"Verás, no me desdigo de nada de lo que te dije, pero, una cosa es intentar prevenir un mal que puede surgir de la casualidad o la naturaleza. Otra bien distinta es luchar contra la voluntad de alguien que parece tener el poder de un dios. Si nos quiere lanzar un rayo lo hará; lleves o no armadura. Y si no tiene tal poder, simplemente la tormenta ha pasado y ya no hay peligro.....nada más"
Así que seguí colocandome la armadura, pero con el extraño presentimiento que una vez puesta, la tormenta regresaría.

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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeMiér Jul 04, 2012 8:13 am

Unos momentos despues, el sol se mete tras las montañas y 1 hora mas tarde aproximadamente, la noche os envuelve.
Os deteneis para cenar y descansar. Formais las guardias y os tumbais para pernoctar.
Es en la segunda guardia de Einer, cuando un relampago vuelve a surjir del cielo, otra vez a la altura de la CIma de las Tormentas. Los truenos vuelven a remover el mundo y los relampagos a partir el cielo con sus luces azuladas.
Un escalofrio recorre la espalda de Einer, cuando una brisa helada lo alcanza desde la CIma.
Mas alla, las ramas de los arboles se mueven y bailan al son de dicha brisa incensante y provoca extraños ruidos en la noche. Einer empieza a confundir la realidad con la fantasia y empieza a escuchar sonidos de una procedencia indecible. Se incorpora para estirar las piernas, pues son ya muchas las noches que ha pasado al aire libre y no se sorprende por dichos ruidos. Se acerca al borde del pequeño campamento que han montado, con una pequeña hoguera en medio, para ahuyentar a los animales de las montañas.
Percepcion de Einer
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Acechar enemigo
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SIntio como si un toro le golpease en la espalda, perdiendo el equilibrio irremediablemente,mas que golpe fue un empujon con gran fuerza, con la inercia la parte de atras de su cabeza colpeo contra su espalda violentamente,sobrevolando literalmente sobre el suelo yendo a parar 2 o 3 metros mas alla, golpeando de bruces contra el suelo. Se le paso por la cabeza, incluso que su hermano Bringwor le habia gastado una broma que no habia podido controlar, debido a su fuerza, luego penso que ese tipo de bromas no eran propias de su hermano, por lo que se giro sobre su espalda, de manera felina. Entonces lo vio... La criatura era alta, superaba los 2 metros y medio, delgada, casi esqueletica, unas alas de murcielago totalmente desplegadas, las que sin lugar a dudas habia usado para acercarsele sigilosamente; el rostro tambien era parecido al de un murcielago, con grandes ojos que ocupaban gran parte de la cara y grandes orejas.
- AAAH!!! -EL grito de Einer desperto sobresaltados a sus hermanos. Al tiempo que un grito de la bestia, demostrando su fuerza, los dejo ensordecidos. Todos pudieron observar como la criatura los miraba con aire desafiante. Einer juraria que la bestia, mas que alimento, buscaba diversion...y ellos eran sus juguetes.



OFF: debeis de decirme, si afrontais un combate como lo vais a hacer. Habeis visto la peli de Sherlock holmes nuevas, que el tio ve toda la pelea en su cabeza, antes de hacerla? pues algo asi quiero. No iba a sacar ningun encuentro, pero ya que no jugamos esta semana, vamos a darle algo de emocion.
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeMiér Jul 04, 2012 11:23 am

Esto era lo malo de volver a comenzar la marcha. Las noches eran insoportables. Dormiamos con la armadura puesta. Eso hacía que no pudieras descansar del todo bien, pero valía la pena. Mejor dormir mal que tener que enfrentarte a alguien en la oscuridad y casi desnudo.
Pese a ello, había conseguido dormirme. Ni si quiera recuerdo qué estaba soñando.
El primer grito, me puso alerta incluso en el sueño, aunque no desperté del todo. El segundo grito fue peor. Hizo que me levantara de golpe.
Al principio no me dí cuenta de lo que pasaba. Pero en seguida me orienté perfectamente.
Una criatura que se parecía a un murciélago, estaba frente a mí. Media más de dos metros. Y miraba fijamente a mi hermano Einer, quien permanecía en el suelo.
Durante un momento lo ví claro. La criatura no buscaba alimento, si no diversión. Tal vez no hiciera falta matarla, con herirla de gravedad comprendería que no es un juego divertido y se marcharía.
Así mi arma con mis dos manos. Narnim era más letal de ésa forma. Me coloqué es yelmo. La hoguera proporcionaba algo de luz. Con éso y la embergadura de la criatura puede que las cosas estuvieran igualadas. Descarté la idea de usar la magia. Aún estaba recuperándome de mi último intento.
El primer golpe se lo asestaría en el ala. Un golpe con fuerza suficiente podría partirsela o herirla de gravedad. Asestado el primer golpe, la criatura se retorcería de forma instintiva de dolor, lo que me daría la oportunidad de asestar mi segundo golpe, esta vez en el torso.
Con éso, y contando con los golpes que pudieran asestarles mis hermanos, la criatura a buen seguro huiría......o tal vez Brinwgor la mataría......
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeJue Jul 05, 2012 6:28 pm


La criatura se acerco de manera rapida a Einer, cuando aun ni se habia puesto en pie. Los 3 hermanos trataban de equiparse pronto, para afrontar el combate. Habia sido una suerte que la tormenta habia dejado de rugir en el cielo, aunque en estos momentos lo hacia unos Kilometros al Oeste, como anteriormente, pero el hecho de que habia dejado de hacerlo durante el dia, permitio a todos ataviarse con sus armaduras.
Mientras Steiner se acoplaba el casco y Bringwor intentaba orientarse, El murcielago humanoide pisoteo violentamente la cabeza de Einer. COnsiguio agarrar estirando la mano, una de las mochilas, puede que la de Bringwor e Intento colocarla a menara de escudo, sin embargo no llego a tiempo, pero si pudo al menos evitar el golpe de lleno. Los 3 hermanos se incorporaron casi al unisono, mientras gritaban a la bestia para que dejara a Einer. Al pisoton le siguio un patadon a la altura del estomago. Einer volo unos metros hasta que golpeo con su cabeza un arbol, cayendo estrepitosamente.
Los 3 se lanzaron contra la bestia gritando como posesos, por Einer. Como Bringwor dormia cerca de Einer, en su flanco solo se encontraba el, mientras Steiner y Dimmu estaban mas proximos.
La bestia encaro con un rugido mas propio de un leon que de un murciaelago, a Bringwor, mientras se olvidaba aparentemente de sus 2 hermanos.
Bringwor quiso medir la velocidad de la bestia y arqueo su arma hacia atras para reventar su cabeza, sin embargo la criatura mostro una gran rapidez y pateo el pecho de Bringwor, el cual volo, como antes lo habia hecho Einer, cayendo contra el suelo. EL grandullon sintio como la tierra entraba por las rendijas de su armadura, que si estaba vivo era gracias a ella.
Dimmu llego despues, Tenia pensado golpear el ala, su posible punto debil, sin embargo la criatura parecio verlo venir y de una manera agil esquivo el ataque de Dimmu.
Steiner habia pensado lo mismo que Dimmu, pero al llegar por la retaguardia, y al haber movido el ala la criatura no le quedo otro remedio que golpear al torso, sin embargo el golpe paso de refilon, tal vez por haber tenido que cambiar de objetivo tan rapido. Steiner maldijo!
Seguidamente Dimmu continuo con otro golpe encadenado al estomago, pero se fue algo alto y su arma apenas se clavo.
Steiner, despues de recuperar el resuello, tambien encadeno otro segundo tajo al torso, pero tambien paso de refilon. No lo podia creer!

El murcielago gigante se giro hacia Steiner, en lo que Dimmu podia aprovechar y atacarle. Fueron decimas de segundo, Steiner debia pensar que hacer. Habia visto que era mucho mas veloz que el, y jugarsela con un ataque suicida, era morir. Ante la duda decidio apartarse a la carrera, pero la bestia golpeo con el ala, que a la vez era su brazo, el torso de Steiner. Este volo, yendo a impactar con su cabeza contra un arbol, pero no sufrio heridas graves.
Posteriormente Dimmu golpeo un nuevo tajo a la altura del abdomen, pero la bestia no paraba de moverse y era complicado alcanzarle de lleno. En ese momento se proponia a lanzar su segundo ataque encadenado, cuando fue sorprendido por el ala de la criatura.Esta golpe el estomago de Dimmu y fue a volar con sus hermanos.
La bestia quedo en el centro del campamento sola. Habia manteado a los 4 hermanos como si fueran peleles. Rugio como muestra de su poder. Los 3 la miraron, Einer ni se le veia entre la maleza; estaria vivo?
La bestia estaba demostrando ser un enemigo temible y ademas se le adivinaba cierta inteligencia humana, de hecho, era bastante listo, para anticiparse a algunos ataques y sorprender con los suyos.
Con esta pequeña pausa los 3 hermanos, que podian, se pusieron en pie y se prepararon para hacer una nueva carga contra la criatura, cuando de repente la bestia abrio la boca de manera desmesurada y lanzo un chillido al aire, barriendo el angulo que formaban entre hermano y hermano. Solo Dimmu coloco el escudo para evitar que esas agudas ondas sonoras, causaran un gran aturdimiento y desconcierto en los otros 2 hermanos.
La bestia no sabia que Dimmu habia estado inteligente en ese caso, con lo que se distrajo y ataco a uno de los aturdidos. Steiner fue el elegido. La criatura se acerco hacia el de manera rapida y agil, sin que se hubiera aun recuperado del aturdimiento, golpeo con su puño en el pecho del pequeño de los hermanos, que fue volando otra vez sobre el terreno para besar el suelo unos metros mas alla. La armadura habia vuelto a salvarle, pero se sentia bastante mareado.Y fue en ese momento, cuando Dimmu, se habia acercado por la retaguardia y golpeo con fierza el ala del murcielago, la cual se rajo, como si una sabana vieja fuera.La bestia grito de dolor y se giro como una vibora dispuesto a destruir a su agresor. Dimmu no se dejo intimidar y asesto otro tajo en horizontal a la altura del estomago, buscando sus tripas. El arma se clavo, pero no lo suficientemente profunda: algo no funcionaba aqui, pues la carne de la bestia no parecia ser tan resistente, como para aguantar golpes asi.
Seguidamente la bestia estiro su brazo, en forma de ala y agarro el cuello de Dimmu. Afortunadamente para el, lo tenia bien protegido, por la armadura, pero eso no evito que se levantara unos palmos por encima del suelo; la fuerza de la bestia era algo inhumano.
Instintivamente Dimmu intento llegar con la espada a la altura del cuello, pero estaba demasiado apartado de ella, pues su ala era bastante grande cuando estaba desplegada. Intento golpear nuevamente el ala, pero cuando vino a hacerlo, ya estaba en el suelo; la criatura lo dejo caer pesadamente, a sus pies, para posteriormente pisotearlo.
Dimmu sabia que no podria esquivar un ataque de esa velocidad y menos en el suelo, por lo que decidio implorar a los dioses y esconderse tras el escudo.
Sintio el pisoton en todo su cuerpo y solo su armadura evito que sus huesos fueran aplastados contra el suelo. Hasta su escudo parecio ceder y crujir, por la fuerza de la criatura.Dimmu no se quedo estatico tras esto, como habrian hecho otros muchos y por una rendija observo que podia meter el filo de su arma, y herir la pierna de la bestia. Desde el suelo lanzo con fuerza un tajo que golpeo la planta del pie de la criatura, causando una leve herida, pero lo suficiente como para hacerle pensar, que el no iba a ser un insecto al que pisar tan facilmente.Contrariada y Enfadada la bestia rugio a Dimmu y se preparo para aplastarlo.
En ese momento el grito de Bringwor distrajo la atencion del murcielago, que se giro hacia su derecha para ver lo que se le venia encima:
-Dejalo! ser del infierno!!- Grito Bringwor, consiguiendo que la criatura se lanzase a por el, asi Dimmu podria incorporarse. Mientras Steiner, aun estaba aturdido por el grito y por el golpe.

La criatura se lanzo a por Bringwor, a la vez que este hacia lo propio, mientras Dimmu no perdio tiempo al incorporarse y se lanzo buscando su angulo muerto, nuevamente.
La bestia lanzo un puñetazo que Bringwor logro esquivar. Tras esto lanzo un mandoblazo al aire intentando decapitar a la criatura, pero apenas sin fuerza, el tajo se perdio en el aire.
En ese momento, Dimmu llego por el flanco y de un reves golpeo el estomago del murcielago. Su arma volvio a hendirse, pero la herida volvio a ser leve. No lo entendia. Estaba golpeando con todas sus fuerzas. Despistado en sus pensamientos, no tuvo en cuenta que el ala nuevamente se le venia encima, golpeando con dureza su escudo, pero era tal la fuerza que Dimmu volvio a volar, golpeandose con un arbol unos 5 metros mas alla en toda la cara. Dimmu se encontraba aturdido, pero se encontraba bien.
En ese momento Bringwor aprovecho para lanzar un doble ataque. Primero golpeo la cabeza; el golpe sono sordo, fue como golpear un tonel y de la misma manera que la espada de Dimmu antes, su mandoble se clavo levemente y reboto. El segundo golpe fue con mas furia que punteria e impacto en el torso, con dureza, esta vez el arma si se clavo mas profundamente, entre las costillas, puede que hasta hubiera roto alguna...o no?
Bringwor atemorizado se aparto de la criatura, esperando que cayera muerta, pero no fue asi. Observo la ultima herida que le habia hecho...y al menos, sangraba, pero el cabron no se resentia en absoluto... Los tres hermanos se miraron entre ellos, sudorosos y cansados, acelerados en su respiracion. La bestia les volvio a rugir como un leon... Que estaban haciendo mal?


OFFROL: hasta aqui la primera parte del combate, os dejo descanso para volver a tomar fuerzas y afrontar los siguientes asaltos, como me digais que vais a hacer.
Victor tienes una oportunidad. O apareces o se te descontara el continue. Si apareces , solo habra sido un desmayo.
Todo el combate ha sido hecho con tiradas de dados, incluso lo de Einer.
Se han tenido en cuenta las posiciones sobre el mapa que he imaginado en mi mente y luego he trasladado sobre un tablero con figuras.
La narracion ha sido descrita tal cual me ha salido, ni la he releido, asi que perdon por faltas de comas, erratas y demas cosillas.
El combate continua!


Última edición por Ankalagorn el Miér Jul 11, 2012 10:44 am, editado 1 vez
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeVie Jul 06, 2012 12:11 am

Fue un sueño demasiado real. Las heridas seguian en su sitio pero el dolor que producian habia desaparecido.
Hubo momentos en ese sueño en el que senti la angustia de la Muerte. Pero Arazör nos quiere todavia vivos.

Segun Omar las hierbas que tomamos en la cena nos hicieron dormir dos dias enteros. Parece ser que teniamos mucho sueño atrasado.
Una experiencia como ultimamente bastante sobrenatural. Bibliotecas perdidas en el tiempo,gusanos gigantes, angeles y demonios habitando en un mismo lugar. Parecia tan palpable toda aquella situacion, que cuando desperte en la casa de Omar solo podia sentir alivio por estar de nuevo con mis hermanos.

Todo habia pasado muy deprisa. Habiamos salido del pueblo sin poder disfrutar de esa paz tan idilica. Pronto teniamos a varios kilometros de distancia la casa de Omar. Su hospitalidad fue grande pues nadie tiene a unos desconocidos dos dias en sus camas y sin molestarlos. Era un mundo de criaturas malvadas pero todavia quedaban humanos bondadosos.

El fuego del campamento chisporroteaba azuzado por un palo mientras hacia la guardia. Unos ruidos me desvelaron de mi hacer. Me incorpore para mirar los alrededores y al no percibir nada segui tranquilo. Craso error, senti un fuerte golpe que me mando varios metros dando a parar pesadamente contra el suelo. Vi un especie de ser parecido mas que a un hombre a un murcielago. Otra criatura del averno que se nos interponia en nuestro camino; y esta casi lo consigue. Como pude me hice del escudo a la vez que grite para despertar a mis hermanos. La replica de la bestia no se hizo de esperar. Eso fue lo que en verdad los desperto.

Acto seguido se avalanzo sobre mi dando una patada sobre el escudo que lo hizo volar. Veia como su garra me hundia la cara en el suelo como si aplastase a una hormiga. Las risas de la criatura llegaban a mis oidos fugazmente. Cuando ya creia que no podia aguantar mas la presion me propino tal punta pie en el estomago que me hizo estrellar contra un arbol cercano ....
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeLun Jul 09, 2012 5:35 pm

Dimmu fue el primero que se lanzo nuevamente contra el murcielago gigante,pero la bestia ya habia elegido a quien golpear nuevamente, encaro y avanzando rapidamente hacia BRIngwor :
-Atacad a las extremidades!- Grito Dimmu.
Brngwor que iba dispueto a machacar la cabeza, cambio rapidamente de objetivo y se fijo en sus largas y deformes piernas pero y era tarde.
EL ala derecha describio una curva horizontal en el aire, de reves, a gran velocidad. Bringwor intento rectificar ,esquivando el poderoso atque, pero impacto de lleno en su cara. Bringwor volvio a salir despedido e impacto con su hombro contra otro de los arboles, que poblaban el espeso bosque, y cayendo al suelo, una vez mas .
Mientras Steiner avanzaba rapidamente por la retaguardia de la bestia, EIner se orientaba tras unos arbustos. No sabia muy bien lo que habia pasado, hasta que vio salir despedido a Bringwor y empezo a atar cabos.
Tenia que acercarse sigilosamente por la retaguardia y atacarle con fuerza, pero vio que era algo totalmente imposible e innecesario, pues Steiner atacaba por la retaguardia en ese momento y el factor sorpresa ya no existia. La escena se habia convertido en una carniceria de sangre y gritos de batalla.
En ese momento Dimmu intento amputar el ala izquierda, dejando caer con fuerza su espada desde arriba, pero nuevamente la bestia se anticipo y aparto su extremidad con soltura. La criatura rugio por medio segundo a Dimmu, despreciando totalmente el ataque de Steiner por la espalda. Fue un error. Si bien Steiner no habia estado acertado hasta ahora, en ese momento si que lo estuvo. Aprovecho el ala derecha totalmente desplegada, tras el ataque de Bringwor, para asestar un tajo, si bien, queria amputar el brazo, la espada fallo y se incrusto en la membrana del ala, rasgandola como ya habian hecho antes. Steiner no se quedo lamentandose ante ese pequeño fallo y mientras la criatura gemia de dolor, un nuevo golpe en vertical, introdujo la hoja del arma hasta la mitad de la cabeza.
Con la cara desencajada la criatura grito de dolor mientras agarraba la hoja de la espada con su puño apretado. Fue tal el grito que Steiner, abrumado y atenazado, solto el arma, mientras la criatura continuaba gritando de dolor. Con rostro de malestar saco el arma de su craneo y se giro hacia Steiner. Con asco y desprecio lanzo la espada a un lado. Sin esperarselo, Dimmu vio el momento y ataco por el flanco. Debia de ser un ataque rapido, por lo que opto lanzar una estocada al costado. La criatura se giro , esta vez hacia Dimmu. Su cara partida, ya de por si fea, le recordo sus peores pesadillas. La bestia golpeo con su brazo el arma de Dimmu que se habia quedado clavada unos centimetros y cayo al suelo, como la de Steiner.Dimmu se aparto temeroso. La criatura estaba herida de muerte, pero parecia mas enfadada que nunca.
EL murcielago gigante observo incredula, su alrededor. Se preguntaron que se le estaria pasando ahora por la cabeza, si es que realmente podia pensar algo ese ser. Mas alla, emergio una figura. Era Bringwor y habia desenfundado a MataTrolls. El giganton no se separaba de sus 2 armas, sus 2 amores, ni para dormir.
Bringwor se lanzo rapidamente hacia la bestia, pues esta, ya estaba muerta. Un golpe horizontal a la altura de la cabeza, separo una parte de la mandibula de su cabeza, seguido de otro en vertical, cayendo sobre lo alto de su cabeza, termino de desparramar los sesos de esta, por la hierba del lugar.

-Y ahora que? - Pregunto Bringwor.
-QUememosla- Respondio Steiner.
-Si.
Einer aparecio tropezandose de entre los arbustos, parecia estar bien. Todos se alegraron de verlo.
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeMar Jul 10, 2012 2:56 pm

Dimmu


Lo que un día comenzó con unos inocentes niños educados por su padre en un idílico lugar hoy nos conduce a un entorno totalmente distinto y hostil en el que en más de una ocasión hemos visto la muerte pasar cerca de nosotros, cada día que pasa nos vemos obligados a caminar con un único sentido, encontrar la justa venganza para nuestros padres. Este es un mundo hostil dominado por los orcos, en el que nos hemos enfrentado a los peores peligros y a los seres más extraños y poderosos.

Aquel rival fue muy duro, tal vez de los más duros a los que nos habíamos enfrentado jamás, su aspecto no anunciaba el terrible poder y fuerza al que nos enfrentábamos. Se trataba de un simple murciélago de gran tamaño a simple vista, pero no era así hacía mucho tiempo escuché una leyenda que hablaba de estos terribles y poderosos seres, los había que eran simples criaturas demoníacas, beligerantes y rabiosas y los había de un aspecto señorial y con poderes desproporcionados, pero todos tenían algo en común, la magia solo muere con la magia, ningún arma no mágica lograría derrotarlos y tan solo el fuego purificador lograría despedirlos de este mundo. Nuestras armas a duras penas causaban pequeñas heridas en aquel detestable ser, pero gracias a que éramos más conseguimos derrotar a la bestia, nuestros golpes parecían totalmente inútiles, pero nuestro saber estar y nuestra paciencia logró dar con sus huesos en el suelo.

La Cima de las Tormentas nos esperaba, la lluvia y los rayos volvían a darnos la bienvenida, esta vez estaban encima nuestro, necesitábamos un refugio imperiosamente y a mi hermano Steiner se le ocurrió una extraña idea, a mi no dejaba de parecerme poco útil, pero era el más inteligente y el mejor explorador, íbamos a construir una especie de tenderete para resguardarnos de la lluvia y poder hacer una hoguera para entrar en calor, tan solo necesitábamos cuatro maderos para poder hacer un techado con una o dos de nuestras lonas. Pero por un momento nos sonrió la suerte, una cueva, un refugio natural en el que poder resguardarnos sin necesidad de buscar maderos.

Como siempre, alguna sorpresa nos esperaba, había huellas humanas en la cueva y al parecer era bastante profunda. El afán de investigar de Steiner, nos llevó a penetrar en el interior de aquel lugar, yo no dudé un instante en hacerles saber mi parecer, veía una perdida de tiempo el entrar allí.

- Creo que no tiene mucho sentido perder el tiempo explorando el lugar, Savath no nos dijo que Fill viviese en ninguna cueva. - fueron las palabras de Dimmu - Además el peligro puede venir de cualquier lugar.

- Hermano Savath dice pocas cosas sin dejar ningún enigma en sus palabras - dijo Bringwor

Tenía toda la razón, sus palabras consiguieron silenciarme, y gracias al Dios de la Guerra al que cada día dedico mis oraciones, decidimos entrar e investigar la cueva. Llevábamos como una hora caminando cuando algo levantó nuestras sospechas, había algo o alguien, en la caverna que parecía poner fin a esta enorme cueva, sin duda alguna se trataba de un ser enorme, el ser más pequeño puede proyectar una gran sombra dependiendo de la luz, pero el sonido de las pisadas no daban lugar a dudas, algo me decía que no se trataba de un ser malvado, aquella caverna no desprendía el hedor típico de los trolls. Pero el más osado fue sin duda Steiner, después de acechar perfectamente se dio a conocer ante la enorme criatura, un gigantón de más de cinco metros armado con un enorme martillo. Por un momento pensé que el fin de nuestro hermano estaba cerca, pero la sorpresa fue mayúscula cuando se presentó como Fill, el Herrero.

Se trataba sin duda alguna de algún tipo de deidad menor, las tormentas parecían nacer de su enorme hogar, y en el fondo se podía ver la fragua en la cual trabajaba y sus preciosos trabajos, dignos del más delicado de los elfos, trabajos que al menos a mi, lograron dejarme totalmente boquiabierto, pero más aun, cuando la vi allí reposando, mi mitad perdida, la herencia de Padre, la Estela Carmesí volvió por fin a mis brazos, la sensación fue como la de volver a ver a un ser querido al que hace años no ves, como recuperar una parte de mi alma perdida, algo inexplicable, al volver a empuñarla pude notar como si quisiese hablarme, la sentía más liviana y mucho más fuerte, sin duda aquel gigante devorador de tormentas se había esmerado en ella y la había mejorado a conciencia, no solo esto, también ofreció grandes armas a mis hermanos y repartió preciosas armaduras entre todos. Yo elegí una coraza completa de color negro grabada con motivos y extrañas runas color plateado. En el pecho figuraba el mismo rayo que en la imponente coraza de Omar, por un momento me vi tentado a preguntar que significaba aquel símbolo para él, pero la emoción me tenía totalmente enmudecido.

Nada se hace porque sí y de forma altruista, nadie da nada por nada, la condición que nos impuso Fill como pago por aquellos regalos, era que derrotásemos a su poderoso hermano, quien le robaba las tormentas de las que ambos se alimentaban y que Fill precisaba para dar vida a sus creaciones. Dicho y hecho nos pusimos en camino para dar muerta a nuestra próxima victima, no sin antes asistir a una demostración de cómo aquella criatura creaba otra de sus joyas aprovechando el poder de las tormentas.

Personalmente siempre había pensado que las tormentas eran entes destructivos, pero allí quedó más que demostrado y constatado que no era así.
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeMar Jul 10, 2012 11:28 pm

Había matado a la bestia. Había acabado con ella, no sin pocas dificultades.
Una vez con el ser inerte a mis pies, sugerí quemarlo. En éstos casos era lo mejor. Del ser parecían salir pequeñas personas convertidas en humo que chillaban al ser liberadas.

Continuamos nuestro camino. Había que seguir avanzando. Cuando ya oscurecía la tormenta comenzó de nuevo. Maldije para dentro y comencé a quitarme la armadura. Cuando ya había terminado, Einer nos informó de la proximidad de una cueva en la que pasar la noche. Pensé que sería estupendo. Y volví a ataviarme con mi segunda piel metálica.
La entrada de la gruta era enorme. Así que imaginándome que podría ser la guarida de alguien del mismo tamaño; examiné la entrada en busca de alguna huella. Pero fue de nuevo Einer quien las encontró. Huellas de un humano, tal vez dos, pero ni de lejos eran recientes.
Entonces se me ocurrió. Ésta podría ser la casa de Fill el Herrero. Dimmu, el más escéptico, decía que éso era imposible. Savath no había dicho nada de una cueva. La verdad es que Savath decía poco de todo. Pero dudo que Fill habite a la intemperie en la cima de las tormentas.
Convencí a mis hermanos para explorar la cueva.

Llevábamos ya más de media hora caminando, sin que apareciera ninguna bifurcación ni nada que presagiara el final de la caverna. Cuando nuevamente Einer percibió una brisa que podría indicar una abertura en las cercanías. Pero es más, hasta le pareció oír pasos.
Proseguimos con nuestra andanza, hasta que efectivamente, todos escuchamos unos pesados pasos; el pasillo giraba en codo y al otro lado se distinguía luz. Era el momento de hacer lo que mejor se me daba.
Exploraría el lugar para comprobar qué había y después volvería a informar a mis hermanos.
Inicie el acercamiento con mi yelmo calado y la espada desenvainada. Pese a ello, no hice ni un solo sonido que pudiera delatar mi presencia.
Pero para mi asombro, una sombra se movió encaminándose hacia mi. Era una sombra enorme. Sin duda se trataba de un Troll o algo peor. Me escondí en un recodo, siendo éste un lugar perfecto. Estaba relativamente cerca de mis hermanos, así que llegado el momento podría lanzarme contra la bestia y acabar con ella, o al menos, malherirla mientras mis hermanos llegaban.
Entonces la escuché. Llevaba todo el día acordándome de ella. La notaba dentro de mí cuando entramos a ésta cueva, diciéndome que era lo correcto. Pero ahora la escuché perfectamente. Era la voz de Cersei diciendo como otras tantas veces "No todo en este mundo es malo. Hay mucha más gente buena de la que crees"
Permanecí quieto en mi escondite. Hasta que apareció un hombre enorme. Más diría que se trataba de un gigante. Medía más de cinco metros. Tenía una extraña mirada boba dirigida hacia otro lugar, al fondo del pasillo. Estaba buscando algo. Era imposible que me hubiera oído, así que, habría descubierto a mis hermanos. Tendría que lanzarme a por él inmediatamente. Pero la expresión de su rostro me resultaba familiar. Me recordaba a Bringwor. Y entonces caí en la cuenta. En su rostro había bondad. Sin pensarlo, hice caso a mi presentimiento, salí de mi escondite y me dirigí a él.
"Hola.¿Cómo estas?"
El Gigante dió un salto hacía atrás asustado y me miró sorprendido. Llevaba un martillo perfectamente labrado y con unas extrañas inscripciones.
"¿De dónde has salido?"
"De un recoveco de ahí atrás"
"Ya me parecía haber oído algo. Descúbrete"
No me pareció peligroso. Si hubiera querido atacarme podría haberlo hecho. Estaba justo a su distancia. Y el hecho que me pidiera que me descubriera, era un gesto de buena educación. Por mi parte había sido muy grosero al haber aparecido en la puerta de su casa, con la cara cubierta por el yelmo y espada en mano. Envainé a Narnim y me quité el yelmo.
"Me llamo Steiner"
"Aaaaaaah. Yo soy Fill. Fill el Herrero. Savath me habló de vosotros, pero me dijo que seríais más"
Me alegró encontrar por fin a Fill. Le presenté a mis hermanos. Y desde el primer momento se mostró humilde, educado, cortés y un poco lento de entendederas. Pero eso sí, directo y sincero. No pudimos dejar de mirar un almacén enorme en el que habían todo tipo de armaduras y armas. Me sentía como un niño que sueña con ser caballero y lo dejan solo en una armería. Pero ese sueño se hizo realidad cuando después de entregar a Estela Carmesí a Dimmu, nos dijo que podíamos ataviarnos con lo que quisiéramos.
A todos se nos olvidaron los modales y saltamos de alegría como niños, y salimos corriendo a ver de cerca qué armaduras tenía Fill.
Había de todo tipo. Cotas de mallas o corazas. Todas armaduras completas y a juego. Algunas tenía yelmos y otras no. Había escudos de todas las clases. Y todo, todo, parecía finamente elaborado. Me hubiera gustado una armadura negra o algo poco llamativo. Pero son más las veces, la que nuestras intenciones no tienen nada que ver con nuestros deseos. No estaba escondida ni apartada. Todo lo contrario. Parecía tener un sitio reservado para ella sola. Se trataba de una armadura completa de coraza. Brillaba enormemente debido a su color plata. En el pecho, brazales y grebas, estaba labrada con distintas filigranas. En brazales y grebas algunas filigranas eran de color azul y otras blancas. En el pecho había un dibujo. Era un águila bicéfala labrada en azul. En la parte superior, entre las dos cabezas el dibujo formaba una especie de llamarada en forma de lágrima. Además, había un yelmo a juego. Era un yelmo que cubría totalmente la cabeza. Dejando una abertura en forma de V, puesto que pese a ser completo, simulaba llevar naricera. De hecho, se podría decir, que parecía un yelmo con naricera, pero al que le hubieran añadido unas alas que se unían entre sí en la parte frontal, debajo del acabado de la naricera, y surgían hacia arriba en diagonal, cubriendo tanto las mejillas como las orejas. Las plumas de las alas, también estaban labradas en finas filigranas de color azul, que hacían juego con el color plateado del yelmo, así como con la filigrana blanca que bordeaba por la apertura para los ojos y el protector nasal.
Sin duda, ésa era la armadura de un caballero. Era la armadura de un paladín. Era la armadura de un héroe de leyenda.
Cerca de la armadura, encontré un gran escudo, metálico también. Iba muy a tono con mi nueva adquisición. Pues también era plateado. Tenía forma de blasón, en lugar de ser redondo. También estaba finamente labrado con filigranas a modo de marco en el borde del escudo; con un color similar a la armadura, azul y blanco.
Y como si de la guinda del pastel se tratase. Una espada ancha. Perfectamente equilibrada. Con un filo excepcional. La cruz estaba un poco inclinada hacia el filo, simulando una alas abiertas. El mango estaba envuelto en cuero negro. Y para acabar, el contrapeso que servía de pomo, era redondo pero en los laterales, era una especie de cristal tan resistente como el acero. Un cristal de color transparente.
Fill explicó, que el cristal era mágico, y que en él se podían almacenar hasta dos esferas de poder mágicas. Cuando hice lo propio, pude comprobar que el cristal se volvía rojo.
No me deshice de Narním. Pero esta espada haría mis veces de arma tanto principal como secundaria, según se terciara.

Al comprobar que Fill tenía conocimientos mágicos. Le enseñe la runa que llevaba conmigo, y de la que lo único que sabía es que significaba <luna>. Fill me dijo que así era. Pero que además llevaba un hechizo por el cual, si la aplicaba a un objeto, éste atraería la luz del sol durante el día. Y después, cuando yo lo desease, brillaría con una luz blanca por la noche o en la oscuridad. Era una luz mágica. Le pedí que la usara para mi escudo, en el cual quedó grabada la runa de una forma casi imperceptible en todo el fondo del mismo. El grabado era de un color blanco que casi no se diferenciaba del plata. Lo ví apropiadísimo.
Y una vez atabiado con todo mi nuevo equipo, deseaba no tener que quitarmelo ni para dormir.

"Ahora que ya estais equipados podreís hacer lo que habeis venido a hacer"
El gigante nos tenía preparada una misión. Savath a buen seguro que la conocería, pero no nos había dicho nada. De todas formas me sentía en deuda con él, así que estaba dispuesto a aceptar cualquier cosa.....
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeMiér Jul 11, 2012 7:01 am

Bringwor (La fragua)

QUe lugar tan maravilloso. Esa herreria era un deleite para los sentidos. Bringwor observo cada detalle y cada objeto dispuesto para crear verdaderas obras de arte. Ni se percato de la cantidad de armaduras, finamente obradas, mas alla de todos estos objetos y herramientas.

Observo la fragua en donde se daban forma a los metales; minimamente tenia que ver con la del herrero de EL Collado; esta estaba llena de extrañas inscripciones y filigranas varias, alimentado por un fuelle del tamaño de varios caballos, iguamente precioso y ornamentado, que a su vez avivaba las llamas de unas brasas que parecian ser eternas, a pesar de no ser cuidadas por nadie en ese momento. Cerca estaba el yunque; tan enorme que podrian haber dormido sobre el los cuatro hermanos, hecho de un metal o piedra, negra como la noche, tambien decorado con miles de inscripciones que brillaban con luz propia, con un tono plata intenso. EL martillo de Fill era otra obra de arte, asi como las numerosas herramientas, ya fueran tenazas y otros objetos desconocidos para Bringwor.
No solo los objetos estaban preciosa y perfectamente ornamentados, sino que todas las paredes de la herreria brillaban con luz propia, proveniente de las escrituras, de la misma pared, sin duda magicas, tan solo rotas por el negro cielo de la noche sobre sus cabezas. Desde abajo se podian comprobar las estrellas que terminaban de decorar, con gran belleza la escena, que sin embargo FIll, miraba con recelo. No le gustaba el cielo despejado, el era un gigante de las tormentas, como mas tarde se definio.
EL punto culmen fue cuando Fill hizo una demostracion de su poder.
EL gigante llamo a las nubes y el cielo despejado se cubrio. Pronto el estruendo de los rayos y los truenos se hicieron presentes. Fill levanto su martillo y todas las runas escritas refulgieron con intensidad. Un canto de algun lugar perdido aparecio en la estancia. Eran voces melodiosas, que acariciaban, no solo los oidos, sino el resto de sentidos,sin duda producidas por entes del mas alla. Un rayo cayo del cielo y alcanzo directamente la cabeza del martillo de Fill. Asustados e impresionados miraron como el gigante aguantaba la descarga del cielo y con un estruendo, impacto con su martillo en el yunque; una explosion azulacea, cegadora, tomo el lugar e hizo que temblaran los cimientos de la tierra.
Sin duda estaban, a pesar de su aspeto bobalicon, ante un ser increible, sin duda digno de las mejores historias de Tiego. Posiblemente fuera , incluso mas lento que el propio Bringwor. Como era posible que una mente aparentemente tan simple, pudiera crear tal espectaculo y obras de arte, imposibles para cualquier ser humano? Talvez sus pocas neuronas estaban inspiradas para esa unica labor, penso Bringwor, igual como las suyas, tan solo estaban inspiradas para combatir.
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeMiér Jul 11, 2012 9:11 am

Cada golpe que recibía; cada vez que caía al suelo.....lo que más me dolía era mi armadura. Reconozco que estaba enamorado de ella. Lo cual no era bueno. Una armadura, un arma....eran solo herramientas para un soldado. Herramientas para un mercenario, que era como me sentía ahora.
Pero lo cierto es que podía sentir éso, puesto que, pese a los golpes recibidos no percibia dolor alguno.

Hacía un día desde que partieramos de la casa de Fill. Su "encargo" no era otro que matar a su hermano. Un gigante alquimista y medio mago más poderoso que él. Para más inri, Fill nos advirtió que no entablásemos batalla directa con él. Sin duda un combate cuerpo a cuerpo sería una batalla totalmente perdida.
Era el hermano de Fill el que le robaba las tormentas. A mí me parecía desproporcionado; pues yo daría la vida por mis hermanos. Pese a ser competidores entre nosotros, incluso tener nuestras diferencias. Pero Fill me había caido muy bien en muy poco tiempo. Lo consideraba un amigo. Tal vez esto fuera así, dado que hacía tiempo que no teníamos amigos. Viajar entre mundos o entre tiempos, no daba oportunidad para ello. Y los únicos amigos que habíamos tenido, Rumeu o Akay, habían muerto. En un mundo gobernado por Orcos, no existían posibilidades de hacer nuevos amigos. Y Savath. Se mostraba amable, pero amistad no era la palabra más apropiada para definirlo.
En casa de Fill, habíamos reido y descansado. Le preguntamos por su hermano y cómo acabar con él. Nos dijo que tendríamos que enfrentarnos a vampiros. No nos importó, pues ya habíamos acabado con uno. Nos advirtio que la luz del día los mata, y que si los matabamos, lo mejor era quemarlos. Además, dijo que nuestras nuevas armas los matarían mejor.

Y así era. Estabamos en un desfiladero, en cuyas paredes estaban los nidos de éstas criaturas. Y una espesa niebla no nos dejaba ver, ni dejaba pasar la luz del sol.
Teniamos un murciélago cada uno. Intenté parar el primer golpe de m oponente. Y lo conseguí. Pero su fuerza era tal que me hizo volar hacia atrás. Tanto el golpe como la caida habían sido desproporcionados. La última vez que me enfrenté a uno, ése mismo golpe casi me deja inconsciente. Pero ahora, no sentía dolor. Y por éso me preocupaba más por mi armadura. Conseguí parar el segundo golpe, mientras oía a mi hermano Brinwgor acercarse para acabar con la bestia. Así lo hizo.
Mientras mi hermano Dimmu ya había acabado con una se encaraba con otra. Brinwgor y yo corrimos a ayudarlo, pero no fue necesario. Tres cadaveres de vampiros a nuestros pies. El punto débil era su decapitación. Ahora tocaba quemarlos y proseguir el camino.
"Espero no alertar al gigante. El factor sorpresa es vital"
Pensé mientras rociabamos con aceite los cadáveres para quemarlos
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeMiér Jul 11, 2012 11:20 am

Bringwor habia elegido una armadura negra, muy simple a primera vista, el no era de cosas complicadas y enrevesadas,eso se veia, incluso en su estilo, por lo que la armadura apenas poseia decoraciones o grabados. Parecia tan solo, un armatoste recio, pero no por ello parecia un trabajo hecho de manera abrupta; todo lo contrario.

-Pasame el aceite, Bringwor- Le dijo Steiner a su hermano mayor.
-Aceite?- Dijo Bringwor mientras levantaba el visor de su yelmo.
-Te dije que pidieras a Omar...! - Steiner parecia molesto. Acababa de llevarse un revolcon y su armadura tenia sus primeras maguladuras, aunque el se habia llevado otro -Tengo que estar en todo!
Bringwor agacho la cabeza avergonzado. Realmente no recordaba que le hubiese dicho nada de eso.
-Ahora como quemamos a estos seres? Y si vuelven del mundo de los muertos?
-Tranquilo Steiner.- Dijo Dimmu- Segun entendi a Fill. Con estas armas que portamos, estos seres no volveran jamas.
- Yo entendi lo mismo- Dijo Bringwor intentaba rascarse el brazo. Era lo que mas odiaba de las armaduras: el no poder rascarse cuando le picaba el alguna parte del cuerpo... era tan molesto! COn ganas golpeo su brazo con su otro brazo, intentando que las vibraciones de esta pudiera paliar ese picor...logicamente, no lo consiguio.
-Pronto. Salgamos de aqui! - Dijo Einer- Cuanto antes!- En ese momento muchas siluetas se recortaban contra la niebla, cerca de ellos.

Comenzaron a correr, casi desesperados. Unas manos con forma de alas surgieron de la niebla y agarraron por un instante a Bringwor, pero con las mismas agarro con fuerza una de las garras y la aparto con asco; la otra se desprendio con la inercia de la velocidad.
-Estamos rodeados! -Grito Dimmu.
-Sigamos. No mirad atras! - Respondio Steiner.
Pero Bringwor estaba ya entretenido unos pasos mas atras. Se habia detenido y movia de manera violenta la hoja de su arma en el interior de la niebla, como si estuviese removiendo la comida de una olla, pero de manera mucho mas salvaje.
-Bringwor!!
Una figura cayo desde la niebla a los pies del mayor de los hermanos. Era un vampiro con las entrañas abiertas. Bringwor termino de rematarlo clavando su mandoble en la nuca.
-Deja de entretenerte!- Le grito Dimmu- Vamos!
Bringwor miro por media milesima el cuerpo de la criatura y continuo tras sus hermanos.

De repente varias figuras les cortaron el paso. Avanzaron hacia la derecha, pero otras tantas de estas, tambien estaban haciendo una barrera. A la derecha, mas figuras. Tenian que retroceder.
Al darse la vuelta Einer tropezo con el pecho de Bringwor.
-Que pasa?- Pregunto el grandullon.
-Hay que retroceder!
-Pero...- Bringwor parecia confuso.
-Vamos. Avanza!
-Hacia donde?!
-Hacia donde no veas vampiros!
Bringwor comenzo a correr nuevamente, sin direccion fija. FUese por donde fuese, veia figuras negras que los acechaban en las tinieblas.

De repente dos de ellas se les echaron encima. Ya no podian seguir avanzando sin luchar.
-Hermanos- Dijo Bringwor- Tomad aire y recuperar fuerzas.
Einer cerca de Bringwor, amenazo con la lanza a la bestia, mientras recuperaba la respiracion. Bringwor , a su lado, hizo lo propio con su espadon.
Steiner y Dimmu, se juntaron rapidamente para hacer frente a la amenaza e imitaron a sus hermanos.

OFF: Combate 1Vs2 y 1Vs2
Podeis hablar entre vosotros, para hacer vuestras tacticas de lucha, pero antes debeis mandarmelo a mi y yo lo transimitire en el combate, como hiicimos el otro dia.Resalto lo dicho: primero y solo se me escribe a mi Adelante!!
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeMiér Jul 11, 2012 7:53 pm

Acabamos con la bestia no sin esfuerzos y un inteligente Steiner decidio quemarla. Decidimos seguir nuestro camino, el cual nos llevaba a una bifurcación, una se dirigia a una cueva y la otra seguia hacia las montañas. Entramos por la cueva no sin recelo por mi parte y la de Dimmu, menos mal que hicimos caso a Steiner y seguimos hasta el final. Dentro de la gruta pude escuchar en la lejania unos pasos bastante ruidosos y como la brisa de la noche acariciaba mi cara. Mis hermanos dudaron por momentos de mi percepcion. Fue logica la duda pues hasta la media hora no encontramos una pequeña luz al final de la gruta.

Entonces los pasos sonaron mas fuertes e instintivamente nos escondimos. La sombra que proyectaba la luz sobre lo que se nos acercaba, nos hizo creer que un gigante viniera. Temerosos esperamos que el ser se adentrase un poco mas para poder emboscarlo. Pero nuestro asombro fue descomunal al ver a un gigante de verdad. Una criatura de mas de cinco metros portando un enorme martillo con runas y finamente labrado. Steiner no dudo y con acopio de su valor se puso delante del gigante y con buenos modales se presento. De la tension por el combate nacio la amistad con aquella criatura de leyenda que no era otro que Fill el Herrero.

Todos nos quedamos maravillados al ver su fragua. Runas y demas hechizos andaba por doquier. Claro esta todo a tamaño de gigante. Hasta el agujero del techo de la cueva era enorme. Vi en Dimmu los ojos de la felicidad plena por un momento al ver como Estela Carmesi volvia a sus manos. Habia ansiado este momento mucho tiempo. Fill nos hizo unos presentes muy valiosos, a todos nos regalo unas nuevas armaduras, de entre todas me llamo la atencion una de color malaquita, asi me dijo el gigante que era el nombre de ese mineral con el que habia trabajado esa armadura. Tambien nos proporciono armas nuevas, a mi me obsequio con una lanza extraordinaria del mismo color de la armadura, al igual que la de mis hermanos tambien llevaba runas por toda el arma. Era liviana pero a la vez fuerte,resistente y su manejo era increible.

Pero todo tiene un precio en esta vida. El regalo se convirtio en un pago por una empresa y no era otra que la de matar a su hermano. El motivo no era otro que le robaba las tormentas que el creaba para trabajar en todo lo que tenia alli almacenado. Y era como estar en el tesoro de un dragon aquella estancia. Con gusto accedimos y salimos raudos en busca de alimentos ya que Fill no nos pudo ayudar con la comida, pues la suya no era otra cosa que los propios rayos, como bien nos demostro al invocar una tormenta y que de ella surgiera un rayo que fuera a parar a su gran martillo.

Ilusionados como niños con un nuevo juguete salimos en busca de nuestro cometido. Pronto entramos en un desfiladero que se adentraba en las montañas. Cautos andabamos cuando pudimos observar centenares de cavidades en la roca. De frente nos agasajaba una niebla espesa la cual debiamos atravesar si queriamos encontrar al hermano del gigante. Varios seres nos salieron al paso y como pudimos nos deshicimos de ellos. Pero estabamos en sus dominios asi que seguramente mas nos saldrian al encuentro.
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeLun Jul 16, 2012 1:59 pm

Bringwor y Einer se entendian con la mirada. Mucho tiempo juntos. Demasiados combates y entrenamientos espalda con espalda. El grandullon ya sabia que iba a hacer su hermano.
Fue el primero de todos los hermanos en moverse. El pequeño Einer se puso delante de Bringwor e intento hacer un ataque con su lanza a la vez que esquivaba el ataque del vampiro.
La criatura tenia al alcance de sus garras al humano, pero este dio un pequeño salto hacia su costado. Alli donde estaba la cabeza de Einer, ahora solo se encontraba el aire; para colmo de males de la bestia, la lanza alcanzo el hombro de la criatura, hundiendose unos 5 centimetros. No tuvo tiempo ni de quejarse, pues Bringwor, desde su flanco, lanzo un mandoblazo potente a la altura del cuello, pero el vampiro esquivo con soltura el ataque. La criatura miro con desden la herida de su hombro y se preparo para un siguiente ataque.

Steiner se coloco delante de su hermano buscando encarar a la criatura:
-Ataca a la cabeza, mientras yo bloqueo su ataque!- Le dijo a su hermano.
Dimmu entendio a la perfeccion las palabras de su hermano, en un momento de alta tension como este... La criatura...tambien parecio entenderle.
Steiner se preparo para recibir el ataque. La criatura golpeo con fuerza con una de sus alas-garras. Steiner subio el escudo con rapidez y paro el ataque, pero la fuerza de estas criaturas ya eran conocidas por los hermanos y sabrian que volarian a cada impacto directo. Steiner volo unos 7 metros, golpeando con el hombro de lleno en el suelo. Su amradura volvio a magullarse. Dimmu intento aprovechar el ataque de la bestia e intento hacer un doble ataque. El primero a la altura de la cabeza como le habia dicho Steiner, pero el vampiro se anticipo al movimiento y esquivo el ataque agachandose agilmente. El segundo ataque de Dimmu no se produjo. A la criatura aun le quedaba fuerza para hacer un ataque ligero, pero que podia ser mortal. Dimmu lo vio venir y rectifico su movimiento, apartandose de la criatura; la garra silvo en el aire, a la vez que Dimmu se esfumaba de su posicion.

Einer observo a la criatura encararse con el, nuevamente. Intento aprovechar la longitud de su lanza para atacar primero, pero un nuevo golpe impacto de lleno en el casco, esta vez de Einer, yendo a parar unos cuantos metros mas alla; sus huesos dieron contra el suelo, sin embargo una vez mas, no estaba herido, gracias a la armadura.
Bringwor aprovecho el ataque de la criatura para sorprender por el flanco e impactar con dureza en la cabeza de la criatura con un tajo horizontal. Esta se tambaleo y cayo al suelo con la cabeza abierta, aunque aun se movia.

Con Steiner lejos de la accion, Dimmu encaro a la bestia. Esta pateo con fuerza a Dimmu, el cual pudo bloquear con el escudo, pero fue a parar al suelo, bocarriba a los pies del vampiro. Seguidamente intento pisotear la cabeza del incauto humano, pero Dimmu se movia demasiado y pisoteo el suelo, a pocos centimetros de su cabeza.
Steiner se incorporo y observo la escena muy mareado. Se sentia extraño, veia a su hermano que estaba en el suelo, mientras Bringwor y Einer remataban a su enemigo. Sabia que Dimmu necesitaba ayuda urgente, pero sus pies no respondieron; era como si todas sus fuerzas le hubieran abandonado. Dimmu volvio a interponer el escudo desde el suelo, tras un nuevo intento de pisoton del murcielago. El siguiente fue repelido por su yelmo. Lo tenia justo encima y no podia levantarse. En el siguiente ataque lo intento con su largo brazo, que podia llegar hasta el suelo sin mucho esfuerzo, pero Dimmu volvio a bloaquear el ataque. Fue en ese momento cuando Steiner reacciono, Empezo a correr hacia su hermano, pero tambien fue cuando ocurrio. Steiner sabia que le habia fallado a Dimmu, no sabia lo que le habia pasado, pero estaba claro que la muerte de su hermano se habria producido, si no fuera por la gracia de los dioses. Ambos vieron en su mente, como la cabeza de Dimmu era aplastada cual huevo cocido bajo el peso de un pedrusco, aunque algo sucedio. El pisoton parecio atravesar el yelmo del hermano de Steiner y golpear con una violencia extrema el suelo. Dimmu estaba vivo, pero Steiner bien sabia que habia fallado, no sabia por que ni como, pero era algo que le seria dificil enmendar en un futuro.
Cuando Steiner llego a la criatura, Bringwor y Einer corrieron a la ayuda de sus hermanos, despues de haber rematado a su bestia. Dimmu aprovecho el momento para levantarse. Steiner, distraido por lo sucedido , no pudo parar el ataque de la garra de la criatura y volvio a salir despedido, sin heridas graves. Fue en ese momento cuando Dimmu vio el costado izquierdo desguarnecido y de una dura estocada, atraveso el corazon de la criatura. Como si hubiese sido fulminada por un rayo, la bestia cayo al suelo a plomo. Tal vez una estocada al corazon era su punto debil.
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeLun Jul 16, 2012 2:23 pm

Estaba extenuado por el combate. Las criaturas era formidables en el combate, dudo mucho que si no fuéramos en grupo pudiéramos uno contra uno. Gracias a nuestras formidables armaduras los ataques de los seres malignos no surgían el efecto esperado. La mano de Fill era inexpugnable hasta el momento, y sino pues aun nos quedaba la gracia divina.

Daba gusto pelear con Montaña, nos entendíamos a la perfección. Ademas anticiparme delante de él era nuestra técnica preferida, pues casi siempre nos daba buen resultado gracias a mis reflejos de gato y la fuerza descomunal de Bringwor.

Entonces me di cuenta de una cosa cuando Dimmu asesto una estocada al vampiro. En otras partes del cuerpo las heridas sufridas se regeneraban rápidamente, pero un punción en el corazón hizo que la bestia fuese un trozo de madera muerta al instante. De ahora en adelante a estas criaturas solo intentaría perforarlas en el pecho, su punto débil.

Ahora solo nos quedaba seguir raudos por el desfiladero y encontrar la cueva del hermano de Fill, al cual habíamos venido a asesinar. Solo esperaba que toda este algarabía no hubiera llegado a oídos del gigante;y siendo así, seguramente nos estaría esperando y no para saludarnos; mas bien para darnos muerte.
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeMar Jul 17, 2012 9:14 am

Dimmu

Aquellos seres malditos parecían estar ya más que controlados. Habíamos tenido la gran suerte de no tener que enfrentarnos a ellos nunca en un combate uno contra unoy gracias a ello los habíamos derrotado en cada enfrentamiento, aunque no sin dificultades. Esta vez no fue diferente, tenía mi estrategia ya preconcevida en mi cabeza, sabía lo que quería hacer en cada momento y como ejecutarlo, pero el más mínimo momento de duda podría dar con todo al traste y así fue como sucedió, no fui yo quien dudo, pero si quien pago las consecuencias del momento de duda de Steiner, no se lo tendré en cuenta, es un fallo que cualquiera habría podido tener y se sin duda que si alguien se jugaría su vida propia por uno de nosotros, ese es Steiner. Esta vez, fue la gracia divina la que puso su escudo entre mi cabeza y la muerte.

No avanzamos demasiado cuando vimos gente caminando desnuda, como perdidos entre la niebla, también se pudieron escuchar algunos gritos desgarradores, sin lugar a dudas, aquellas criaturas estaban dandose un festín y devorando a sus víctimas. No tardaron en volver a cortarnos el paso otras dos de estas criaturas, esta vez mi compañero para el combate fue Einer y el combate fluyó con mucha más naturalidad y armonia y las dos criaturas murieron no sin darnos algún que otro revolcón.

Pronto pasó algo que tarde o temprano debería de suceder, al menos yo así lo esperaba, nos vimos rodeados por un grupo de vampiros superior a nosotros en número, nos colocamos espalda con espalda a sabiendas de que nuestro fin estaba cerca, muy cerca, pero una vez más nos vimos iluminados por la ayuda divina y nunca mejor dicho, caímos en la cuenta de que aquellos seres odiaban la luz y el escudo de Steiner podía desprender luz solar de la cual se alimentaba durante el día. Dicho y hecho, el extraño simbolo del escudo de Steiner se iluminó con ese color azulado y auyentó a aquellas criaturas del infierno, la luz parecía provenir del mismísimo sol.

Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Tw2_rune_sun

Yo siempre lo decía, nada en nuestras vidas había sido fácil, y por supuesto no tendría porque serlo ahora, un vampiro mayor que los que se habían cruzado en nuestro camino, logró apagar la runa del escudo de mi hermano sin hacer el más mínimo esfuerzo. Aquella criatura superaba en poder a todas las que nos habíamos enfrentado anteriormente. Esta vez fue Bringwor el que vio la muerte de cerca. Gracias a Arazor conseguimos derrotarlo, pero nuestras armaduras y cuerpos estaban maltrechos, a buen seguro ibamos a necesitar un alto en el camino antes de cumplir nuestra misión. Mi nuevo escudo era ahora un trozo de metal deforme, el peto de Einer no tenía una forma mucho más alagueña.

Tras la derrota de la enorme criatura, seguimos nuestro camino hacia la guarida del gigante que debíamos derrotar. Por el camino encontré una extraña piedra azulada, muchas veces la curiosidad podía con nosotros, pero no era más que una piedra. Mis hermanos tuvieron que descansar y que aplicarse algunas hierbas para recomponer sus maltrechos cuerpos, yo aproveché el momento para buscar algo de comer distinto de aquella pierna de caballo y encontre nabos de montaña, no eran demasiado sabrosos, pero si de gran alimento. Además encontré otra de esas extrañas piedras que volví a enseñar a mis hermanos. No sabía porque, pero me llamaban muchísimo la atención a pesar de no tener la más mínima idea de lo que eran.

Frente a nosotros se encontraba la guarida del hermano de Fill, era el momento de adentrarse en ella...


Última edición por Dimmu el Mar Jul 17, 2012 4:40 pm, editado 1 vez
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeMar Jul 17, 2012 4:27 pm

Aquella niebla lo cubria todo, no dejaba ver a mas de dos metros. Comprendimos al momento que las personas que aparecieron a través de ella eran la comida de estas abominaciones. Gente casi sin alma, palidos como velas. Pero en verdad eran vampiros reconvertidos a humanos, tras las muertes de otros vampiros que poseian su alma. Un grito estruendoso de muerte vino del frente. Era la hora de comer y nosotros eramos el rancho. Al paso nos salieron varios vampiros pero esta vez si cayeron al instante.

Hasta que nos vimos rodeados por mas de una veintena, Steiner recordo el poder de la runa en su escudo y la niebla se ilumino. Las criaturas como si les quemase la luz huian despavoridas, menos una que nos cerro el paso. El haz de luz le dio directamente en el pecho pero la bestia no se inmuto, hasta que no lo dirigio directamente a los ojos el inmundo ser no reacciono. Un rugido de la bestia puso fin a la luz del escudo, de el broto un fuego que quemo la runa. Supimos enseguida que probablemente este vampiro podria ser el lider, pues era algo mas grande que los demas y mas fuerte.

Duro fue el combate contra la criatura, que si no fuera por la gracia de Arazör ninguno de nosotros estariamos aqui. Pero lo que mas me dolio es que no pude ser de gran ayuda a mis hermanos. Mis debiles estocadas no traspasaban la dura piel, y mi frustracion iba creciendo por momentos. Unas punzadas que hubieran traspasado a un javali no surgian efecto en la bestia. De una estocada que le asesto Dimmu por la espalda y el mandoble de Bringwor cortase la cabeza por la mitad el vampiro murio. Su cuerpo empezo a derretirse como una vela cerca del fuego. El charco formado por la bestia traspasaba el duro suelo de piedra. Y como un rayo surgio un tentaculo que agarro a Bringwor por el cuello intentando llevarselo con el. Presto estubo Steiner para sesgarlo de un corte titanico.

Todos habiamos sufrido heridas serias. En un lance del combate el vampiro agarro a Dimmu por la cabeza dejandolo caer en el suelo para despues aplastarlo. El escudo termino siendo una U mayuscula debido a la curbatura despues del pisoton. De otra patada me incrusto la armadura en el pecho y casi pierdo la consciencia, no pare de vomitar sangre hasta despues de un rato largo. Steiner fue lanzado varias veces contra la misma piedra golpeandose en la cabeza. Hasta el pobre Bringwor sufrio el golpe mas duro de todos, sus partes nobles fueron a dar con una roca en un vuelo propinado por una garra de la criatura.

El dolor casi no nos dejaba seguir en pie y forrajeamos el lugar en busca de algo que nos aliviase. En una de esas espediciones Dimmu encontro una piedra de color azul que le llamo mucho la atencion, despues encontraria otra mas adelante. Decidmos que pasaran varios dias y recuperarnos, entonces seria el momento de adentrarnos en la profundidad de lo desconocido.
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeMiér Jul 18, 2012 10:26 pm

Siempre hay una primera vez para todo. Incluso para tener tanto miedo que no puedas mover un músculo de tu cuerpo.
El problema es que te pase en el peor de los momentos. Hubo una vez, en la que el miedo me paralizó tanto que no podía despegar la cara del suelo. Fue enfrentándome a un espanpájaros, que podía haber sido un demonio encarnado. Esa vez, contemplé sin poder hacer nada, como decapitaba a varios compañeros. Pero fue el temor aún mayor, de que hiciera daño a alguno de mis hermanos lo que me hizo levantarme y acabar con ella. De éso parecía haber pasado años, y que yo entonces fuera un simple niño que ahora ha madurado y es un experto en combate; aunque realmente no hacía meses de aquello.
Ahora me había pasado justo al revés. Me quedé paralizado, comtemplando como la criatura tumbaba a mi hermano Dimmu para después destruir su cabeza. Lo ví. Perfecta y nítidamente. Su cabeza esplotando como un melón cuando le sacudíamos con mazas en el entrenamiento con padre. Vi su sangre salpicándolo todo. Vi su sesera esparciada por doquier. Lo ví. Pero no ocurrió. No sé muy bien lo que pasó. Pero mi hermano estaba vivo y no era gracias a mí.
Reaccioné en ése momento, y junto con Brinwgor y Einer nos lanzamos contra la bestia hasta acabar con ella.

No fue el primer encuentro, hubo más. No era fácil derrotar a éstos enemigos, pues además de fuertes, eran inteligentes y preveían nuestros movimientos.

Durante la refriega, nos encontramos con un hombre. Estaba desnudo y aturdido. Tenía dos cicatrices en el cuello. Parecía ser un vampiro venido a menos o alguien a punto de convertirse en vampiro. Intenté que nos siguiera para poder salvarlo. Pero no era el único. Se escuchaban más voces de gente, algunos eran lamentos dolorosos. Pronto quedó saciada nuestra curiosidad en cuanto a qué eran éstos desgraciados. Una criatura se posó sobre el pobre hombre hasta devorarlo. Eran comida. Sin duda las cicatrices eran el signo de haberle subcionado la sangre varías veces; y cuando ya casi no les quedaba nada en su cuerpo.....entonces los devoraban.

Fuimos acabando criatura tras criatura, hasta que llegó un momento en el que estuvimos rodeados. Era nuestro final. Pensé que la muerte no sería para tanto. Pero entonces me acordé del desgraciado que habíamos visto antes. Sentí miedo al verme a mí mismo convertido en algo así. Pero sentí pavor, al imaginarme a mis hermanos convertidos en algo así. Volví a ponerme nervioso, sentía que iba a bloquearme por segunda vez. Respiré hondo. Tenía que mantener la calma. Cuando la fuerza no sirve, la cabeza es la que nos salva. Escuché la voz de Fill, "la luz les hace daño". Tenía que centrarme. "Es una runa, pone luna. Con ellas proyectarás una luz azul". Eso era. Tenía una runa en mi escudo que podría servir para estas alimañas.
Proyecté el rayo de luz al frente. Al ver huir despavoridas a las bestias indiqué a mis hermanos que me siguieran. Avanzabamos a buen paso. Hasta que una bestia se interpuso en nuestro camino. No parecía más grande o fuerte que las demás. Pero la luz no le dañaba. Con un chillido hizo que mi escudo saltara en llamas y la luz se apagara.
Pronto descubrimos que sí era más fuerte que el resto. Sufrí innumerables golpes, casi todos en la cabeza. Me maree muchísimo. Crei vomitar. Finalmente conseguí acercarme a la espalda de la bestia y asestarle un golpe a la altura del corazón que la atravesó completamente. Al mismo tiempo Brinwgor masacraba la cabeza de la bestia.
En ése momento, la niebla se disipó como por encanto. E innumerables hombres y mujeres desnudos deambulaban por las inmediaciones. Ya sabrían encontrar el camino a casa, nosotros teníamos otra misión que cumplir.....
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeVie Jul 20, 2012 9:21 am

Por fín estabamos frente a la cueva.
El problema era que, desde que habíamos dejado de combatir, la adrenalina se había ido, la consecuencia era muy sencilla, ahora me dolía mucho la cabeza. Sentía cada golpe que me había dado el último de los vampiros como si me lo estuvieran dando una y otra vez.
Apenas me tenía en pie. En contramos unas hierbas que nos servirían para recuperarnos. El problema es que esperamos tres días acampados, comiendo restos de caballo, a estar en condiciones.

Había pasado mucho tiempo. Fill pensaría que ya estaríamos muertos. Era momento de adentrarse en la cueva.
Justo cuando iniciamos la entrada, caía la noche y una tormenta se cernía sobre nosotros. Lo más probable es que fuera Fill, comprobando si habíamos hecho bien nuestro trabajo. El gigante podría pensar que pese a estar muertos, hubieramos acabado con su hermano. Incluso, si comprobaba que así era, puede que rompiera una de sus reglas y se encaminara hacia éste lugar para ver si nos podía ayudar.
Nos adentramos en la cueva, y mi esperanza se esfumó tan rápida como llegó. Cuando la tormenta desaparezca, lo que Fill creerá realmente es que su hermano sigue vivo y nos ha matado. Creerá que fallamos.

La cueva era muy similar a la anterior. Y con los vecinos que había en el exterior, me imaginé que sería igual de profunda; así que encendí una antorcha, aunque andaba preparado por si acaso tenía que apagarla rápidamente. Nuestra mejor opción era la sorpresa. Entraría yo solo, y acercándome sigilosamente, acabaría con el gigante, a ser posible dormido.
Tenía mis recelos, pues Dimmu había encontrado unas extrañas piedras de color azul. Yo tenía la impresión, y estaba seguro, que con ésas piedras, el gigante sabía que estabamos aquí. Por éso preferí que mis hermanos y las piedras fueran más rezagados que yo, tal vez éso equilibraría las cosas.
Además, ahora mi mágia era más poderosa. Y mi plan sencillo. Con pocas oportunidades al fallo. Me acercaría lo máximo posible con la antorcha. Después la apagaría y utilizando mi hechizo de visión nocturna me acercaría al gigante. Esperaba que al ir por la noche estuviera dormido, puede que incluso estuviera ocupado robándole la tormenta a Fill tal como predijo Einer. En caso de que las cosas salieran mal ya lo había hablado con mis hermanos. Nos cubriríamos para huir. Fill había sido tajante en éste punto, "No entableis batalla". Aún había criaturas a las que no podíamos hacer frente, y seguro que ésta era una de ellas.

Pero mi sencillo plan salió sencillamente mal. En un momento dado, vi unas sombras. Estaba seguro que las ví. Intenté realizar mi sortilegio sin apagar la antorcha. Y algo salió mal. Ya había vivido éso. Me había costado mucho recurperarme de la vez anterior. Un flas blanco me cegó. Y lo siguiente que recuerdo era a mi hermano Dimmu sobre mi, intentando incorporarme para que no me ahogara en mi propia baba.

Me volvía a encontrar muy débil. No podría luchar ni hacer nada útil. Intenté avisar a mi hermano de lo que había visto. Él también lo vio. Ahora volvía a ser un guiñapo inútil, una carga para la misión. La mágia no era lo mío. Y mi esperanza en convertirme en lo que realmente quería, se esfumó una vez más.
Bueno, si salgo de esta, ser un asesino en las sombras tampoco estaba mal. Los dioses me habían dado ésa habilidad, debería aceptarla y olvidarme de sueños de niño.
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MensajeTema: Re: Capitulo XII. La Cima de las Tormentas   Capitulo XII. La Cima de las Tormentas Icon_minitimeLun Jul 23, 2012 9:20 am

El mundo se movía por una cadena de favores, nadie hacía nada porque si, no existía el dinero como tal en este lugar, pero cuando alguien hacía un favor a otra persona siempre espera recibir una contraprestación, aunque ésta no fuese dineraria.

Savath, Fill, nosotros mismos con Omar. El trueque de favores era la nueva y preciada moneda de cambio. La moneda con la que nosotros cobraríamos no sería otra que obtener al fin esa preciada y ansiada venganza. En ocasiones pasaba por mi cabeza una duda,¿qué sería lo que movería nuestros hilos cuando lográsemos vengar a Padre y Madre? Sin lugar a dudas un favor que hacer como pago por otro favor, una favor que nos podía mantener con vida día a día, el favor del Dios de la Guerra cuando detenía los ataques de los rivales o cuando empujaba nuestras armas con su fuerza sobrehumana, deberíamos estarle agradecidos de por vida.

Ahora nos encontrabamos como no ante el que seguramente sería el más duro de nuestros rivales, deseaba que todo fuese sencillo, pero nunca nada era sencillo, en la cadrna de favores el favor más pequeño podía tener que verse compensado con la conquista de un castillo como contraprestación.

Vamos a vencerle, vamos a controlar la magia que Savath nos enseña y vamos a vengar a nuestros padres. Solo tengo una cosa clara: que nos pare el cielo como techo
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