Bienvenidos a la 6ª Edad de los hombres
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Bienvenidos a la 6ª Edad de los hombres

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 Lluvia. Capitulo IV

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MensajeTema: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeMiér Feb 08, 2012 8:55 am

Resumen:

Los aventureros persiguen a los orcos, como miembros del ejercito de el Muro de Angmar. Pero los planes no salen como estaban previstos.
La clasica estrategia de la pinza(o yunque y martillo) no sucede, ya que los orcos han desaparecido. Como producto de esta situacion, los hombres de Sir Patrick, avanzan a la desesperada, para asustar a un enemigo que no existe y los 25 hombres de el Capitan Dummer, matan a 4 de ellos y hieren a otros 4, en la confusion de la noche.
Al dia siguiente Sir Patrick, decide partir, ya que no hay orcos!
Los aventureros tienen el permiso de Dummer para encontrarlos antes del anochecer.
.Las huellas de los orcos llevan a un lugar donde desaparecen de repente...un lugar donde Einer descubre el por que de su dolor en la parte posterior de la rodilla.Sucede Cuando hay cerca una puerta. Pero no una puerta normal, sino una que desafia toda regla fisica y espacial, por la que han ido los orcos.
Einer descubre un lugar con los elementos de su sueño y que en una determinada perspectiva, todos esos elementos alineados con su vista, forman a la perfeccion, una puerta de grandes dimensiones. Una puerta que solo el puede ver... el...y Frank, el orco(o uno de sus hombres).
Einer abre la puerta...pero un guardian no los deja entrar. Un arbol viviente sangrante, no solo cierra la puerta, sino que ademas los intenta matar.
FInalmente el arbol sangrante sucumbe, ante los aventureros, RUmeu y Akay.
Los aventureros llaman al resto del grupo con Dummer y atraviesan la puerta.
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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeMiér Feb 08, 2012 9:15 am

Lluvia

Lugar: Desconocido. Temperatura: fria (2º o 3º)

Los rastros de los orcos son evidentes. Han pasado por ahi.
Habeis pasado del calor estival a un frio invernal y muy humedo, tanto que se mete en los huesos. El cielo esta encapotado y las gotas comienzan a repiquetear sobre el hierro de vuestros cascos. El suelo es un lodazal y el barro se hunde bajo vuestras botas a la altura del tobillo. Os cuesta mucho andar. Unos truenos avisan que la llovizna pronto se convertiran en una tormenta. El lugar os recuerda en principio a los nubarrones que visteis tras el muro en Angmar, pero los relampagos de aqui parecen mas naturales, no son rojos, y las nubes parecen las tipicas nubes de lluvia; no son los negros nubarrones que visteis cuando os asomasteis desde el Muro, a lo que podia haber sido el fin del mundo, aquel dia.
Seguis andando siguiendo los rastros mas que evidentes, solo os rodea desolacion. Unos parajes totalmente pelados de arboles y plantas, con algunas montañas que se ven a vuestro alrededor, pero aun demasiado lejanas.
Mas adelante hay un cuerpo. Os acercais para comprobar que se trata de un orco. Esta totalmente chumascado. Un trueno os suena y os da una pista de lo que le ha pasado. No podeis perder tiempo. Necesitais poneros a cubierto o quedareis tan churruscados como el orco. A vuestra derecha, a un par de kilometros, podeis ver una contruccion en semirruinas. Parece una vieja torre y aun conserva parte de la fachada, y parte del primer piso, lo que os serviria de techo. Los 25 os apresurais para llegar a las ruinas, mientras la lluvia comienza a arreciar y la tormenta la teneis sobre vuestras cabezas.


OFFROL: Debeis indicarme como os dispondreis a pasar la tormenta en las ruinas. Podeis rolear como os venga en gana sobre la torre y demas elementos. Indicar como os sentis (por ejemplo y entre otras sensaciones que querais añadir os recuerdo que vuestra armadura en verano era muy calurosa e incomoda....pero llevais ropa ligera precisamente para el verano... ahora os pasa todo lo contrario). Podeis tambien hacer investigaciones sobre todo y preguntarme EJEMPLO: Me acerco al cadaver del orco ( esto si lo describis chulo , pues mejor...como os acercais, con sigilo, vigilando o por orden de Dummer etc) e intento averiguar cuanto lleva muerto.(Pero no quedaros ahi, continuad vuestra narracion si quereis o si preferiis esperar respuestas esperad!!!!!)
Mas tarde yo os podre escribir:
Eru: Descubres que el cadaver , aunque churrascado, ya no echa humo por lo que debe de llevar bastante tiempo muerto.
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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeVie Feb 10, 2012 6:24 pm

Mis viejos fantasmas no me abandonan. Me siguen allá donde voy. Me atormentan. Y ahora, incluso salen de mi cabeza, salen de mi ser, para apoderarse de la realidad. Hace frio y tengo nada con lo que abrigarme. Llueve y no tengo nada con lo que resguardarme y secarme. Mi alma está igual.
No hace mucho, combatía en un torneo, y me sentía el más torpe entre los torpes. Todos me aventajaban. Cersei trataba de consolarme y yo ni me daba cuenta. Ahora esos fantasmas vuelve.
Nos encontramos con extrañas criaturas. Demonios que poseen árboles. Y yo no estoy a la altura de mis hermanos. No pude más que quedarme a esperar y contemplar cómo acababan con la bestia.
El ejército me muestra lo insignificante que soy y lo mucho que me queda por aprender. Si padre me viera ahora se sentiría decepcionado.
Por éso fue el primero en adentrarme en éste infierno. He de ser de utilidad, de alguna utilidad.
Este nuevo lugar es como mi alma atormentada. Fria, desolada, lluviosa.....
Camino entre mis compañeros, entre mis hermanos, pero no los siento a mi lado. Me he dado cuenta que estoy muy encerrado en mis pensamientos y eso, aqui, puede ser peligroso. Será mejor que abra los ojos.
Akay y Rumeu comentan algo con el capitán Dumer. Miran hacia un lugar en concreto. Cuando me acerco a ellos puedo escucharlos con claridad. "Capitán le digo que ahí hay algo. Parece alguien agazapado"
"Alguien tendrá que echar un vistazo" comenta el Capitán. Y sin que nadie me lo ordene, me dirijo hacia el bulto que hay tras un árbol esquelético. Me agazapo y arrastro. Sé que en circunstancias normales no me oiría ni me vería acercarme, pero cualquiera sabe cuánto tiempo lleva observándonos.
Soy una sombra. Soy como los fantasmas que me atormentan. No puede verme, no puede oirme. Al llegar me doy cuenta que es un orco. Está muerto, sin duda porque le ha alcanzado un rayo. No humea, pero el rastro no parece detenerse, por lo que éste incidente será algo normal para los orcos por aquí.
"Estei nou nous trairá maix problemas" dice Rumeu a mi espalda. No me sobresalto, pero no sabía que venía tras de mi. Otra nueva decepción y derrota. He de aprender mucho.
Cuando informamos al Capitán, gente del grupo ya había divisado una construcción.
El grueso del grupo nos dirigimos hacía allí. Hay que ponerse a cubierto cuanto antes, pues los truenos se oyen cada vez más cerca.
"Capitán. Me ofrezco voluntario para ir a explorar el lugar. Puede que los orcos se hayan refugiado también allí y nos metamos en la boca del lobo"
Dumer me mira de una forma extraña. No sé interpretar qué quiere decir. "Claro que voy a mandar exploradore chico. Pero irán Akay y Rumeo. Pero si tienes tantas ganas de morir como parece, puedes acompañarlos"
Mientras nos acercamos y antes de empezar el acecho como tal; comento la respuesta con mis dos compañeros. No entiendo lo que el Capitán ha querido decir.
"Es muy fácil" comenta Akay "si como explorador no llevas cuidado el que se mete en la boca del lobo eres tú. El que acaba cadáver eres tú. Eso sí, cuando el grupo vea que no regresas estarán prevenidos. No hay muchos que quieran ser exploradores"

Desde donde estamos no se aprecia bien. Pero parece una torre, de dos plantas, puede que tres, pero está claro que la parte superior se ha venido a bajo. Hay un muro, pero no vemos nada más, habrá que acercarse.
Ahora tengo miedo que se me oiga, pues hace tanto frío, que tengo que apretar la mandívula con todas mis fuerzas para que no castañe. Rumeo y Akay parecen impasibles, se comunican por señas. Yo he aprendido algunas, pero ellos llevan demasiado años juntos y a veces les basta solo con mirarse. Les entiendo, a mi me pasa lo mismo con mis hermanos. Ése pensamiento me reconforta. Yo no puede rescatar a padre, si alguien puede hacerlo son ellos; así que si alguien tiene que morir en una trampa ése debo ser yo. La familia es más importante que el individuo. De repente ya no tengo frio. Akay quiere acercarse por el sur, Rumeo por el norte y yo he de acercarme frontalmente, hacia la única puerta que se ve. No me importa. Me siento bien. Me siento en paz. Puede que sea cosa de mágia o brujería. Como el dolor que siente mi hermano Einer cerca de ésas extrañas puertas. Ahora soy la tercera sombra que se acerca a una torre. Yo soy el cazador. Soy un fantasma. Mi vida no tiene importancia........
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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeSáb Feb 11, 2012 9:43 am

Dimmu


Magia Negra, nadie la había mencionado, nadie parecía querer hablar de lo que era evidente, pero estaba más que claro que la mano de algún ser malvado cuyos planes desconocemos y sin duda alguna, no hay nada a lo que tema más el hombre que al desconocimiento, a aquellas cosas que no puede preveer porque no siguen un patrón establecido, y sin duda alguna, en este momento nos enfrentabamos a eso, a una mente caótica.
El clima tras traspasar aquella misteriosa puerta había cambiado drásticamente, habíamos pasado de un caluroso verano a un frío invierno, y no ibamos preparados para ello. El suelo repleto de fango, un chisporroteo incesate de fina lluvia y unos rayos que amenazaban con querer partir el cielo en dos. Era el momento de buscar un lugar a cubierto, sin duda alguna aquellas inclemencias climáticas amenazaban con recrudecerse. La suerte parecía estar de nuestra parte y no tardamos en encontrar una vieja torre abandonada que a buen seguro podría darnos cobijo.
Por un momento comencé a sentirme mal conmigo mismo, tenía la sensación de haber dejado de lado lo que había sucedido con Padre y con Madre, pues la curiosidad por todo los extraños sucesos que estaban aconteciendo me superaban y despertaban toda mi curiosidad. Estaba claro que los orcos y los trolls eran bestias que siempre habían existido, pero un árbol, un ser inanimado que atacó con tal virulencia que apunto estuvo de terminar con seis seres humanos, una puerta, ubicada en ningún sitio y que nos condujo a vaya usted a saber donde. Esas cosas llamaban sobremanera mi atención, lo inexplicable, el porque aquel árbol se movía y porque aquella maldita puerta habá aparecido allí y solo Einer podía verla.
Pero había algo más que rondaba mi cabeza, no podía ver el constante caminar cabizbajo de Steiner, todo le había salido mal desde que salimos de casa, la suerte no le había sonreido en ningún momento y el pobre parecía estar dispuesto a cometer cualquier locura y sacrificar su vida solo por hacer cambiar este sino, y no se podía permitir, no voy a perder más miembros de mi familia. Me acerqué a él y le pasé el brazo sobre sus hombros, tal vez aquel gesto no estuviese bien visto en el ejercito, pero era mi hermano y necesitaba sentirse querido por alguien y no sería yo quien lo dejase hundirse en sus propias miserias.

- Hermano, no seas duro contigo mismo, eres tan válido o más que cualquiera de estos soldados y que nosotros mismos, simplemente la suerte no te ha sonreido aun, pero lo hará, vaya que si lo hará, te ruego que levantes la cabeza y que no cometas ninguna imprudencia que pueda costarte la vida - Tras decirle esto le alboroté el pelo en un gesto de cariño esperando recibir como respuesta al menos una sonrisa.
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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeDom Feb 12, 2012 4:10 pm

EINER


Cada vez todo estaba mas oscuro, el tiempo era justo lo contrario del que veniamos, parecia como si esa puerta nos hubiera llevado hasta otro mundo, uno en el que todo podia ser posible, pero no era asi, solamente estabamos empezando a descubrir lo fascinante y angustioso que podia ser en el que viviamos.

Acababamos de matar un engendro del mal convertido en un arbol sangrante en el que posiblemente si no fuese gracias a la ayuda del Dios de la Guerra hubiese muerto, pero dejo mi rodilla mal trecha, haciendo dicifil el caminar al ritmo de los demas, la marca habia cesado en su ardor, eso significaba que nos alejabamos de la puerta, pero, ¿porque que tenia yo esa marca?, si esa marca era magica, entonces alguien que sabia mucho de magia me la habia puesto ahi, pero con que proposito, ¿serviria solo para ese proposito? o ¿tendria mas usos que el de un perro que olfate un hueso?, ¿ que me tenia preparado el destino para mi fin?, muchas eran las preguntas que no tenian respuesta, Tiego nos dijo de la existencia de la magia, pero ¿que poder deberia tener el que fuese capaz de hacer algo tan grande? por mas vueltas que le daba solo llegaba a una conclusion, la marca de mi pierna estaba relacionada con el creador de las puertas y seguramente pasaria bastante tiempo para llegar a conocerlo y en ese entonces esclarecer toda esta duda que alberga mi mente, pero no habia tiempo que perder y un grito me saco de mis cavilaciones ...

- Un orco chamuscado por un rayo -, dijo un soldado que estaba a mi lado, lo mire fijamente y su cara aparte de chamuscada estaba practicamente desencajada por el dolor que habria sufrido antes de morir, esto queria decir que seguiamos por el buen camino, pero donde nos llevaria, era todo un misterio, intente fijarme en el suelo para poder distinguir alguna pisada de Tiego para sofocar un poco la angustia de mi corazon, en vano fue al no hallar ninguna debido a la gran multitud de pisadas orcas.

Mis hermanos iban algo callados, al igual que yo, la lluvia nos estaba empezando a calar hasta los huesos, las finas ropas veraniegas no eran las mas indicadas para un dia gris de invierno, lo unico que les hacia sentir calor era ver que a unos cientos de metros se hallaban las ruinas de una antigua fortificacion y con una torre cual espiga de trigo se alzaba hacia el cielo, al llegar a las ruinas la impresion fue mas o menos esperada por todos, pero a la vez reconfortante por poder esconderse de la lluvia fria que les caia, rapidamente buscaron algo con lo que poder hacer un pequeño fuego en una habitacion dentro de la fortificacion, inspecionando y tapando toda abertura de la sala para que no entrase el frio y no dejar escapar ni luz ni calor.

El capitan Dummer dispuso varios turnos de guardia, todos ellos al resguardo de la lluvia, dos en la entrada principal, dos en la puerta del salon y otros dos en el piso de arriba como vigías, aun asi no me sentia seguro, decidi cambiarme el vendaje de la rodilla, un buen moraton la adornaba como si de un tomate se tratase, al mirar al frente vi como Dimmur le decia algo a Steiner, seguramente serian palabras de animo, pues se encontraba muy triste, la suerte parecia haberle dado de lado de momento, pero yo sabia que el Dios de la Guerra no pone las cosas faciles y seguramente todos estamos en una constante prueba que es la vida del guerrero, busque a Bringwor, el cual se dedicaba a limpiar su mandoble, en ese momento lo tuve claro, seguiria el ejemplo de mi hermano y cuando dominase mejor mi lanza y adquiriese un poco mas de fuerza, mi arma secundaria seria una de destrucción masiva, un hacha de combate estaría bien, pero eso seria en un futuro lejano, ahora me preocupaba mas Tiego, mi padre, ya que por mas que quisiera intentar recordar el pasado, no acudia a mi mente ningun tipo de imagen, se ve que solo podria volver a recordar como en situaciones que me hagan poder abrir la puerta de mis recuerdos.




Off Roll: Tiro 5 dados de aptitud mental para hacerme primeros auxilios y aplicarme la venda en la rodilla.



Última edición por Drecon el Lun Feb 13, 2012 3:37 pm, editado 2 veces
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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeLun Feb 13, 2012 9:22 am

Bringwor


El olor a lluvia penetra mis fosas nasales, junto con el de terreno fangoso.
Hemos traspasado la puerta de los demonios, pero algo que no me gusta ha ocurrido, al otro lado, la puerta desaparece. Einer no puede localizarla! se puede entrar, pero no se puede salir, al menos por el mismo lugar, en este momento me siento como un animal encerrado. No soy muy inteligente, pero no tengo que ser un zorro para saber que sin Einer, ni podremos seguir a los orcos, si entran por otra puerta, ni podremos encontrar una puerta de vuelta; podemos estar a miles de kilometros de casa y no saberlo. Hay que proteger a Einer.
Lo veo mas adelante cojeando, me coloco a su lado y le digo que se apoye a mi. Pesa poco y lo llevo casi en volandas. Le pregunto: - Sientes algo en la marca?
-El calor ha desaparecido, no hay puertas cerca-Dice con una muesca de dolor- Pero me duele la herida del combate como los demonios.

Llegamos al cadaver orco. Hasta mi llega el olor a carne quemada.Puede ser un orco o un humano, el olor a carne quemada, es olor a carne quemada.
Mientras los exploradores se acercan, Dummer marca una posicion defensiva para cubrirlos, pero no pasa nada, no hay nadie.
Mas tarde la torre aparece ante nosotros. La lluvia arrecia, la tormenta esta encima.
El equipo del ejercito es astante austero y el material no sobra, salvo para armas y armaduras. Las mantas escasean y debemos de compartir las que tenemos. Al menos los sacos de dormir, si hacen el papel de abrigo.
Es imposible encender un fuego, pues no hay ni un solo madero seco cercano. No encontramos ningun tipo de combustible, que pudiese durar durante mucho tiempo encendido. Podriamos usar las vigas que hay en el techo, pero se nos vendria encima, mala idea. Las de los cascotes caidos, estarian bien, si no es porque estan podridos , por el tiempo o por la cantidad de agua que le ha caido, ni las partes a cubierto de la torre estan secas. Por el Dios Guerra! parece que aqui lleva años lloviendo.

Steiner esta hablando con Dummer. Justo antes tocaba su boca por dentro, con sus dedos. Ha perdido varios dientes, para un chico atractivo, es dificil asimilarlo, pero hermano, ahora eres un guerrero, tienes que espabilar o te pasaran por encima y si te golpean levantarte con mas fuerza. Es por ello la bronca que se lleva de Dummer, aunque no es exactamente una bronca, sino mas bien un consejo de un familiar cercano. Nisiquiera espero que le confirmase, que el podria ir a investigar la torre. Steiner esta herido y Dummer lo sabe. Admira su valor...yo tambien. Pero no esta en condiciones de hacer muchos encargos.
Un soldado que tiene conocimientos medicos, va repasando a la tropa. Cambia la venda de Einer: que coño has hecho aqui?!- le espeta- es una puta chapuza! esta rodilla hay que inmovilizarla...capullo! - Los piropos del ejercito caen como un martillo a los oidos de Einer, pero sabe que tiene razon. Esa rodilla parece dislocada.
El tiempo pasa y un trueno nos recuerda que una tormenta sobrevuela nuestras cabezas. Sin embargo la lluvia continua cayendo como una fina cortina de agua. Que mierda pasa aqui? los fenomenos del cielo estan locos? esto no tiene que ver con las enseñanzas de Tiego...o sera que nuestros conocimientos no alcanzan a mas? Despues de todo, solo somos aldeanos de COllado, ese poblado, incrustado en la profundidad de las montañas. Pronto, uno de los soldados me saca de dudas:
-No se supone que cuando hay tormenta la lluvia debe caer con mas fuerza?
El capitan Dummer, responde con un golpe de tos seco.
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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeLun Feb 13, 2012 9:40 am

La lluvia continua cayendo y el tiempo se ralentiza, aunque ha pasado 1 dia.
Apenas habeis podido dormir, pero es muy arriesgado salir. La tormenta eterna se cierne sobre vuestras cabezas.
Algunos exploradores han visto luces a un par de kilometros, puede ser un pueblo y el capitan Dummer, el cual ha cogido un importante resfriado, ha dado ordenes de guardar armaduras y yelmos en la mochila y partir hacia esas luces.

Los exploradores han encontrado huellas de los orcos, que se han distanciado del grueso.
Mas tarde descubrieris que los orcos han estado explorando los alrededores del pueblo. Se alza en una pequeña llanura, rodeado de montañas(seguis sin ver una sola planta). Una empalizada de madera, reforzada en puntos estrategicos con enormes planchas metalicas. No parece haber recibido ataques de los orcos, que sus huellas parecen volver al grueso,el pueblo parece demasiado para ser tomado con 100 orcos. Sin embargo hay algunas marcas inquietantes en la empalizada. Parece como si un grupo de trolls, hubiera golpeado ciertas partes de esta, incluso algunas planchas metalizas estan dobladas y aguantan precariamente. Nos os gusta las sensaciones de este lugar. Aunque algo os dice, que el lugar mas seguro en estos momentos puede ser dentro de esa empalizada.

OFF:
La situacion es complicada. Estais a -1CP y continuara aumentando, por falta de descanso. Los orcos continuan otro camino. Las huellas son evidentes en el barro...pero no deja de llover.Esta acercandose la noche.
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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeLun Feb 13, 2012 3:22 pm

EINER

Estaba extenuado por el cansancio, el frio, la lluvia, el dolor en la rodilla, ya casi no podia sostenerme en pie del dolor, pero gracias a mi hermano Bringwor pude soportar toda la caminata hacia ningun lugar, en el horizonte se distinguio en lo alto de una llanura un pueblo con empalizada, al llegar mas cerca pudieron ver como la empalizada de madera no era tan simple, tenia el recubrimiento que se les da a los escudos, planchas de acero fortificaban la estructura, a simple vista habia sufrido fuertes ataques, pero si estan ahi es porque lo de dentro es mas fuerte aun, no quisiera estar aqui fuera de noche.

Esos eran mis pensamientos al llegar al lugar, puede ser que debido al cansancio o al dolor, pero no tarde mucho en comentarle al capitan que deberiamos averiguar la manera de poder entrar dentro, seguramente estaria guarnecida la fortificacion echa un pueblo, seguramente eso ya lo habria pensado Dummer, el cual no presto mucha atencion a mis comentarios, sabia que yo llevaba razon pero por el simple hecho de que el ya lo habia pensado mucho antes que yo, seguramente me habria dicho que ya sabe mas el diablo por viejo que por diablo.

Mi cuerpo me pedia a gritos un poco de descanso, pero la que mas pedia relajacion era mi mente, las preguntas llegaban a pares, pero las respuestas no venian ni de vez en cuando, ahora habian mas preguntas, ¿Tiego me escogio por ser huerfano, por la marca, o por su gran corazon?, ¿sabria algo mas de la marca de mi pierna? ¿vine desde otra puerta y apareci en el pueblo?, si es asi, ¿hacia donde tendria que partir algun dia para saber mas de mi pasado?, la cabeza me daba vueltas y se repetian las preguntas como el agua que cae de una cascada, absorto estaba cuando de un pequeño aspaviento mi hermano Bringwor me saco de ellos....

- Estamos delante de la puerta, espabila y ponte lo mas firme que puedas el capitan se esta acercando a la puerta- , y con esas palabras vi como el capitan Dummer se encaminaba hacia la puerta del pueblo para ver si seguia habitado o no.
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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeMar Feb 14, 2012 10:07 am

Resumen:

Los aventureros son admitidos en el pueblo de Fuente-Clara, habitado por nordicos.
Alli descubren hechos increibles. Se encuentran en Arnor, en el mismo año, pero no es la Nueva Arnor que ellos conocen. En esta hace 5 años que esta lloviendo sin parar, aun asi el terreno aguanta sin inundarse, inexplicablemente. Los arboles y plantas han desaparecido, pero no asi el oxigeno. Ademas hace 5 años que el Sol no ha vuelto a aparecer, cubierto por las nubes, pero sigue habiendo vida... la mas llamativa es la que llaman La Bestia de los muchos brazos: una especie de ser amorfo de 5 metros, musculoso, sin ojos y con una enorme boca sin dientes, por la que escupe una especie de seda, con la que ata a su victima humana y se la lleva a su guarida, apareciendo el que se ha llevado anteriormente, hecho pedazos, 6,7 u 8 dias despues. Ademas por alguna razon de su complexion, las flechas no penetran suficientemente el musculo de la criatura y los fluidos hirviendo se convierten en relajantes baños calientes para su carne.
Los habitantes acondicionan un granero, usado como huerto, para los 25 soldados, aunque algunos pueblerinos quieren donarselos a la bestia para que los dejen en paz.

El capitan Dummer contrae una gripe fuerte y esta en cama esperando ponerse bien, mientras el pueblo es atacado por la bestia y se lleva a un valiente nordico consigo...pronto aparecera la anterior victima hecha pedazos.

Al anochecer, como habia prometido Akay,ahora al mando, deja salir a 5 hombres, para relajarse y disfrutar de una noche de libertad.
En la posada del gato muerto hay dificultades.

Bringwor

El barbudo desafia a mis hermanos. Me da asco ese tio, nadie escupe en la cara de los mios... si fuese Dimmu le habria aplastado su nariz de un cabezazo, pero no... hay que aguantar. Hay que comportarse bien. Lo ha dicho el cabo Akay. Salvo algun imbecil, lo cierto es que nos estan tratando como amigos. El barbudo ahora la toma con Einer. Lo llama medio metro. Si me pongo a su lado, el tambien seria un medio metro.
Vaya...ahora se acerca a mi:
-Y tu que miras-Ya viene- crees que me meto con el porque es el pequeñin?- avanza hacia a mi. Debo aguantar la tentacion de partirle la cabeza.- Quieres pele...-Un acto reflejo invade mi mente. Mi instinto animal domina mi mente y mi cabeza impacta contra su mandibula. Un crack! desvela que la mandibula se fractura y la deformidad casi instantanea desvela que ha sido por muchas partes. Que pena. Nunca mas volvera a decir paridas.Pero que me ocurre? Mierda! mi instinto continua dominando mi mente y mi puño izquierdo sale como un resorte, disparado hacia el maltrecho rostro, mis piernas se impulsan para levantarse de la silla y de paso administrar una mayor fuerza a golpe, ya de por si duro. El puño machaca su ojo izquierdo y su pomulo. Le he hecho un favor, este pobre hombre ya no volvera a tener una novia superficial.
Sus amigos se apartan horrorizados.


Se produce un desafio.
Los 5 amigos del hombre reventado por Bringwor, retan a los 5 soldados.
Pero Einer esta cojo. Por la emocion del momento, no piensan que es el unico que puede devolverlos a casa... o capturar al orco que encuentra puertas. Nisiquiera Akay cae en eso, cuando permite, abrumado por el caudillo del pueblo, que se lleve a cabo la ley y luchen.
Einer esta apunto de morir y debe humillarse publicamente poniendose de rodillas como un perro.
Bringwor quiere luchar contra todos y matarlos uno a uno. Akay debe pararlo y devolverle la cordura.
Pero en su combate vuelve a dedicar una sangria a la multitud que ve el duelo en la puerta de la posada, bajo una fina lluvia.

Al dia siguiente reciben la terrible noticia de Dummer, el cual ha empeorado y segun el curandero, puede que no pase de esta noche.
Los soldados se quedan consternados ya que era como un padre dentro del ejercito para ellos, y no menos los 4 hermanos, los cuales han llegado a apreciar mucho al capitan en esta semana y pocos dias que lo conocen.
Steiner recuerda la bronca-consejo que le dio el dia anterior, cuando exploro la torre por su cuenta y como fue el unico del Muro, que los quiso ayudar. Dummer, mejor amigo de Tiego, un hermano de batalla , como habria dicho Bringwor.

Es hora de dejar los sentimientos atras, "el descanso del guerrero", se dicen los hermanos, los unicos que conocen ese estilo de vida. Ningun sentimiento hace que puedan despistarse de su trabajo, ya llegara el momento de llorar y de amar.
10 soldados (los hermanos entreellos)Siguen el rastro de la bestia, llegando hasta unas arenas movedizas, donde el rastro desaparece. Suponen que la guarida de la bestia esta bajo estas.
Pero desisten y vuelven al pueblo.
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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeMar Feb 14, 2012 2:29 pm

Dimmu

Aquel poblado no pertenecía sino a un grupo de seres salvajes armados todos ellos con hachas de distintos tipos, pero sorprendentemente, pese a su aspecto, nos acogieron entre ellos y proporcionaron hierbas curativas a aquellos que las precisaban.

Al preguntarles si habían visto los orcos a los cuales seguíamos, nos miraron con cara como si estuviésemos preguntando cualquier estupidez, hacía varias décadas que no se sabía nada de orcos por el lugar.

Era incomprensible, ¿dónde estábamos realmente? La curiosidad volvía a hacer mella dentro de mi, ese mundo de la magia y lo sobrenatural siempre me ha llamado la atención de sobremanera, desde que Padre nos explicó por primera vez la existencia de las distintas esferas.

Había marcas como si un ejercito de trolls hubiese intentado tirar la muralla exterior pero pronto nos dijeron que realmente se trataba de una enorme bestia la cual no tardamos en conocer, un enorme ser amorfo de unos 5 metros y brazos por doquier. Otra interesante e increíble criatura que nos ofrecía este mundo loco en el que parecía que nos adentrábamos cada vez más.

Todo parecía indicar que allí no éramos bienvenidos para todos los habitantes del pueblo, pues algunos opinaban que seríamos un más que suculento sacrificio para saciar el hambre de la bestia durante sus próximas veinticinco apariciones. Y no tardaron en demostrárnoslo, cuando en nuestra primera noche libre y aparición en público, no dudaron un momento en provocarnos e intentar dar con nuestros huesos en el suelo pero tan solo consiguieron doblegar a Einer, por estar mermado en sus facultades sin duda. Aquellos sucios perros mordieron el polvo.

No hay victoria sin sacrificio. ¿Qué nuevas locuras y seres extraños nos depararía el futuro? Que el Dios de la Guerra me de fuerza para mantener siempre mi arma bien erguida.
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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeVie Feb 17, 2012 2:09 am

Las palabras de Tiego resonaban aún en mi cabeza. Nuestro padre siempre llevaba razón. "Cada día es una lección. Si no eres capaz de aprenderla, la muerte se hará con su botín".
Tras mi penosa lucha con el árbol-demonio había sufrido la amputación de cuatro dientes y un dolor enorme. Sentía mi boca estallar.
Pero la lección estaba clara. Pese al dolor, pese a cualquier cosa, nunca abandones a tus hermanos.
Habíamos llegado a un pueblo. Un pueblo de norteños. Rubios, barbudos y fornidos. Pero pese a su rudo aspecto parecían atemorizados.
No tardamos en descubrir su temor. Una bestia de ocho brazos y una boca, los secuestraba y desmembraba.
La compañía se había ofrecido a ayudar y por supuesto yo con ella. Rastrearíamos a la bestía y acabaríamos con ella. Era nuestra forma de pago por tanta hospitalidad.
Necesitabamos descansar, sobretodo el capitán Dumer quien parecía haber cogido un resfriado.
La primera noche todos descansamos. La segunda nos dieron permiso para pasear por el pueblo. Pero yo decidí descansar para recuperarme de la boca. Me quedé en compañía de mi nuevo amigo Erelog. Un barbudo rubiales, fuerte y grande. Me recordaba a mi hermano Bringwor, solo que éste parecía más espabilado. Aunque yo tampoco pensé mucho mi decisión, sin duda sería por mi mal estado.
"Hace mucho que os ataca la bestia" "apenas unos cinco o seis meses, pero su ataque es constante, cada ocho días"
La conversación era animada, cuando entró un soldado apurado. Cuando me vió su cara reaccionó. Se dirigió directamente hacia mí, pero a unos cuantos metros vio al Cabo Akay, quien se encontraba al mando de forma momentanea y cambió de dirección. No pude oir la conversación que mantuvieron, pero ambos me mirarón; Akay negó con la cabeza y salieron fuera.
Al cabo de unos momentos regresaron junto con mis hermanos, Rumeo y Pinpin. Al parecer habían tenido una riña con norteños que acabó en un duelo con cuatro muertes y mi hermano Einer aún peor herido.
Bringwor tenía muy poca paciencia. Erelog no parecio guardarnos más rencor, al contrario, tomó el duelo como algo normal.

A la mañana siguiente partimos en busca de la bestia. Erelog nos deseó suerte.
El rastro nos llevó a arenas movedizas y fue imposible dar con la alimaña, así que volvimos al pueblo. Puede que en realidad éso fuera un golpe de suerte y los deseos de Erelog se hubieran cumplido.
Al llegar al pueblo, Erelog nos esperaba con algunos de sus vecinos. "Malas noticias. Vuestro Jefe está en las últimas. El curandero dice que no pasará de esta noche. Lo siento"
Perdido en un mundo que no parecía el nuestro, y el único que parecía poder guiarnos en este extraño lugar iba a morir y dejarnos huérfanos.
No sabía qué decir, qué hacer, qué nada. En el ejército uno hace su labor, yo no tendría porqué preocuparme en qué hacer, ése era problema de Akay. Pero creer que el problema no era de todos, sería de ser un necio; pero cada día que pasaba, padre estaba más lejos.
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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeLun Feb 20, 2012 12:18 am

No tenia nada claro nada de este mundo, engendros deformes con fuerza y resistencia descomunales, esa criatura parecia como si fuesen varios troll juntos de esos que matemos en la puerta del muro, ¿ esta puerta por la que habiamos pasado nos habia llevado a otro realidad?, en esta llovia ya durante cinco largos años, era normal que no hubiese vegetacion, pero esos seres se escapaban al razonamiento.

Los lugareños llamaban a las armaduras de metal atraerrayos, y desde que viera el orco entendi el significado, eran gentes fuertes y arrogantes, pero duras en el combate, cuenta de ello tuve que sufrir en mis propias carnes, menos mal que no era ese mi dia de morir, ¡¡¡hoy no!!!, me decia a mi mismo en el momento que incaba la rodilla en señal de misericordia por mi vida, duro golpe que me enseño que a veces es mejor retirarse que no perecer; ya de rodillas me dije que este era el mejor sitio en el cual podria aprender a utilizar el hacha a dos manos, seguramente se lo dire a este mismo que me avatio en el combate, parecia ser uno de los rivales mas duros de los que nos enfrentamos.

Al regresar de la expedicion decidi sacar toda la informacion que tenian de la bestia, hacia varios meses que habia aperecido y su rutina era venir cada siete u ocho dias por el poblado y hasta que no se llevase a uno con el no cesaba en su empeño, pero siempre dejaba el cuerpo anterior mutilado por los alrededores del pueblo.

No saque mucha mas de la que ya habian dicho, y la expedicion solo dio con unas arenas movedizas que supuestamente eran su guarida, ¿como derrotar a un engendro que es capaz de vivir en unas arenas movedizas, con el terreno siempre embarrado?, ademas, las flechas no parecian hacerle mas que cosquillas, pero, y si en vez de intentar matarlo no lo capturaban, se podria hacer una red lo bastante grande y fuerte como para inmovilizar a la bestia, y despues de capturarla ya se veria el fin del monstruo.

El capitan Dummer estaba ya mas con un pie en el otro lado que en este, pero habia que esperar a que el Dios de la Guerra decidiese llevarselo para poder avanzar siguiendo el rastro de los orcos, pero cada dia que pasaba, era un dia mas de impaciencia e impotencia, como no caer en ese vacio que se encontraba delante de mi, la desesperacion era un mal aliado y yo lo poseia fuertemente.

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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeLun Feb 20, 2012 9:06 am

Bringwor

Hemos llegado hace un rato. Aguantamos en una improvisada formacion bajo la lluvia, mientras Rumeu da los detalles de la persecucion.
Un hombre del Pueblo pasa cerca, como si tal cosa, anda bajo la lluvia como el que pasea bajo el sol de un dia de principios de verano. Solo un gorro de doble ala de paja refujia su rostro del agua que cae.
- Si hubieseis preguntado antes de partir, os habriamos dicho donde siempre se pierde el rastro, las veces que hemos ido tras el. Por que os creeis que el hermano de Jacken Djorsen, se lanzo desde el muro desesperadamente? Porque habia buscado y buscado, pero no supo como darle caza. Se habia esfumado en el fango.
Akay lo mira. Luego nos mira a todos. Parece un simple novato. La situacion lo esta sobrepasando y el Capitan DUmmer, nuestro nuevo padre, no puede ayudarle, por suerte RUmeu puede echarle una mano. Rompemos filas y nos vamos a descansar.
Hay preguntas que talvez nos diese el enigma para encontrar a la bestia en su guarida... pero yo soy demasiado lento... no se me ocurre nada... maldita cabeza la mia! me tumbo boca arriba en mi saco de dormir e intento pensar... luego veo mi mandoble... lo cojo por la empuñadura...me siento y empiezo a limpiarlo...pronto me olvido de la bestia... de pensar...solo estamos el y yo
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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeLun Feb 20, 2012 9:12 am

El tiempo pasa. Que hacer? volver a la guarida de la bestia? o esperar 6,7 u 8 dias? Si esperais tanto, puede que los rastros de los orcos ya no existan cuando decidais volver a seguirlos.
Einer propone hacer una red con cuerdas, pero a Akay no le parece buena idea. Esta gente apenas dispone de material suficiente, como para hacer una red lo suficientemente fuerte como para aguantar a esa criatura. Aun asi, no parece del todo seguro. Akay se tumba en su saco de dormir bocarriba pensativo. La situacion lo esta sobrepasando. Rumeu intenta mantener ocupado al grupo haciendoos limpiar vuestras armas y armaduras, ya con con esta humedad, pronto sera pasto del oxido.

El tiempo pasa. Que hacer?
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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeMar Feb 21, 2012 2:31 pm

Dimmu

[justify]Otras dos extrañas y fascinantes criaturas habían yacido ante nuestros golpes, no sin un coste demasiado elevado, pues habíamos perdido a casi la mitad de nuestros compañeros. Los rivales eran cada vez más duros y poderosos, no en vano aquel espantapájaros de apariencia enclenque a punto estuvo de terminar con todos, despertando el pánico entre los más curtidos de los guerreros y degollando a diestro y siniestro como una mera diversión.

Einer volvió a encontrar y abrir otra puerta que nos llevaba a seguir la pista de los miserables orcos. Cada vez éramos menos y cada vez se nos ponía más cuesta arriba el rescate de Padre, pues ya tan solo quedábamos unos doce efectivos, de los cuales algunos estaban enfermos por las lluvias y el frío que nos atenazaba.

Cada vez era más preciso idear un buen plan, no, un buen plan no serviría, debería ser un gran plan, algo magnífico, enfrentarnos tan pocos a tantos sería un suicidio, un suicidio que muchos estaríamos dispuestos a afrontar, pero de nada serviría pues la venganza y el rescate no se llevarían a cabo si perecíamos en el intento.

Estaba claro, precisábamos de una gran idea, una idea que por descabellada que sea nos de una ventaja, una mísera oportunidad de victoria y venganza.

Las habilidades para el subterfugio deberían de convertirse en nuestra principal arma, dada nuestra más que notable inferioridad. Pero no iba a ser sencillo, no todos los soldados tenemos las mismas capacidades, y sin duda alguna, los orcos podían ser los animales con las mejores habilidades para el rastreo, la esquiva y el acecho. Nuestra mejor baza se encuentra en aprovechar la luz del día como arma, puesto que debilita notablemente las capacidades de los orcos.

Aunque todos los pensamientos que pasen por mi mente pueden estar bien, en estos momentos, esta claro que lo más importante es darles alcance a esas bestias, pues ya sabemos de su velocidad y resistencia, hecho que nos dificulta la tarea sobremanera.

¿Dónde iríamos a parar esta vez? ¿Qué destino nos depararía el Dios de la Guerra? ¿Por qué no les atacarán a ellos los guardianes de las puertas? Tantas preguntas sin respuesta. Demasiadas...

No lo se, pero estoy contento, pues a pesar de los dolores de mi maltrecho brazo y de todas las pérdidas, mis hermanos siguen conmigo, y al parecer, el bueno de Steiner ha vuelto a sonreír y a sentirse quien realmente es, un hijo de Tiego, un gran soldado con la valentía para levantarse el primero ante la magia de aquel espantapájaros procedente del más profundo de los avernos.
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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeMiér Feb 22, 2012 1:11 am

-Venga olgazanes han encontrado los restos de un aldeano, el penultimo que se llevo la bestia, asi que vamos a investigar, ¡¡¡MOVEOS!!!-, esas fueron las palabras de Akay cuando entro por el granero, rapidamente organizo a Rumeu, a otros soldados mas y a nosotros para rastrear la zona, yo estaba todavia convaleciente por mi rodilla pero aun asi decidi ir con ellos, sentia que mi deber era estar con ellos, no podia dejar que mi dolor me dejara atras. Craso erro fue ese, al ir con ellos lo unico que hice fue aminorar la marcha, hacer que el grupo llegara casi de noche al lugar y para colmo de males, la rodilla empeoro; ademas, el viaje fue infructuoso por solo encontrar que los rastros de la bestia llevaban la misma direccion que la de su guarida en las arenas movedizas.

Ya por la mañana decidieron ir a por la bestia a su propia guarida, cuando llegaron, decidieron rodear las arenas movedizas para ver si encontraban otra salida, pero lo unico que hallaron fue que era una gran laguna con charcos de grandes dimensiones, pero ningun otro rastro de salida, de vuelta hacia la entrada los hermanos pensaron en la manera de entrar sin peligro, una cuerda atada a una gran roca fue lanzada por las arenas, engullendola rapidamente hacia su interior, y al cabo de unos cinco metros, la gravedad hizo su efecto sobre la roca, y como era de esperar hasta el suelo todavia quedaban algunos metros, fueron necesarias atar dos cuerdas para llegar bien al suelo de la cueva, tensa la cuerda gracias a unas rocas a la cual fueron anudadas, pudieron bajar facilmente dentro de la cueva, llenos de barro sacaron antorchas, descubriendo un laberinto de tuneles escabados de manera tosca, seguramente las bestias los habrian hecho, su longitud parecia ser interminable.

Al tiempo de estar recorriendo el laberinto que parecia no tener fin escucharon el respirar de la bestia, en un cruce de tuneles, los hermanos junto a Rumeu y algunos mas siguieron rapidamente por el tunel, pero la bestia decidio ir tras ellos, quedando asi rodeada por los quince hombres, Steiner volo de un reves que la bestia le propino en la cabeza, pero gracias a su yelmo y la poca precision en ese mazazo, pudo sobrevivir, lanzandolo a el y a su yelmo lejos, impactando a seis metros en un muro de barro, parecia que el golpe pudiese haber partido a Steiner y al muro con el, pero inexplicablemente nada paso, cada golpe que acertaba la bestia contra un soldado este salia partido en dos, sus musculos duros como las rocas parecian protegerlo muy bien de los ataques, pero fue el soldado Plash, que con un golpe heroico encontro el punto débil de la bestia introduciendo su espada hasta la mitad de su cuerpo, los gritos de dolor se escucharon por todo el laberinto retumbandolo, la bestia decidio huir, pero el daño ya estaba hecho y a unos cuantos metros el engendro de ocho brazos, de unos cinco metros de altura, con un color azul espeluznante, un ser mas parecido a un sapo que a otro ser viviente que se le pudiera asemejar, murio en agonizante dolor.

Todo el pueblo quedo estupefacto al conocer la noticia, los extranjeros que al principio habian empezado con tan mal pie, habian derrotado a la bestia y habian traido pruebas para confirmarlo, todos vitoreaban a Plahs, el matabestias, fue llevado en hombros por todo el pueblo, cantos se iniciaron en honor a los caidos y un gran banquete se realizo por la noche en honor a sus salvadores; a la mañana siguiente las noticias volvian a ser gratas, milagrosamente el Capitan Dummer se curo milagrosamente de su enfermedad, volvia a tener el buen color de cara de cuando lo conocimos, los aldeanos agradecidos nos ofrecieron un carro, comida para todos y su gratitud eterna, pues sabian que debiamos partir cuanto antes; me encontraba en la carreta meditando sobre el descanso del guerrero y me habia dado cuenta que tambien es descansar cuando no estas en plenas facultades, y cuando te repongas poder hacerlo todo lo mejor que se pueda, pero peque de inexperto, y asi tenia la rodilla ahora, parecia como si un perro me la hubiese mordido, pero poco a poco y con la ayuda de los hongos que nos diero el dolor fue remitiendo, y la rodilla se curo por completo.

Un arbol, un arrollo, una roca y mas elementos fueron los que soñe el dia anterior, el mismo tipo de sueño premonitorio que antes me avisara de que encontraríamos una puerta, pero al llegar a la zona, una nueva vision se aparecia ante nosotros, una granja, con su tierra arada, grandes cuervos se remolinaban alrededor de un espantapajaros, algo me decia que todas las puertas con las que nos encontrasemos tendrian un guardian, y como se vio cada vez peor, todos estabamos atentos a lo que pudiera pasar, pero fui el unico que se dio cuenta, el espantaparajos a medida que avanzábamos hacia la puerta habia desaparecido, y como de un espejo se tratase salio gritando y aterrando a todos los que alli nos encaminabamos hacia la puerta, ni el Capitan Dummer pudo aguantar el miedo, el ser iba de un lado del grupo hasta el otro andando y riendose macabramente, nadie, nadie pudo levantarse, la criatura a cada paso y cuando le venia en gana, sesgaba la vida de los que en el suelo horrorizados con su guadaña, yo mismo tuve que sufrir la vision de ver como cojia la cabeza de un soldado y la acercaba a la mia riendose, poniendo su arma en el cuello de su victima y cercenando su cabeza, varios sucumbieron de esta manera, hasta que Steiner fue el primero en levantarse y hacerle frente, despues pude levantarme haciendo un gran acopio a mi voluntad, habia tirado al suelo a mi hermano, pero no pudo rematarlo, me lance hacia el, pero en ese instante vi como mi hermano Dimmu se levantaba tambien y decidi esperarlo, eso casi me costo la vida, y otra vez me encontraba en el suelo, pero el espantapajaros fallo el intento de matarme y decidio ir a por su nueva victima, sin embargo este le dio buena cuenta y consiguio cortar el brazo del engendro, aun asi la bestia pudo golpearle en el hombro haciendo que mi hermano Dimmu rabiase de dolor, en ese momento Steiner aprobecho para amputar el otro barazo que sostenia la guadaña y llego Bringwor terminando con la bestia, bañandonos con trozos de calabaza que la monstruo utilizaba por cabeza.

Habiamos caido demasiados, pero aun asi seguiamos con la esperanza de poder encontrar a padre con vida, y lo mejor de todo es que mis hermanos seguian a mi lado, sentia que con ellos nada podia pararnos, estaba euforico aunque tambien afligido por tantos como se habian ido, mi corzon me hacia ser valiente e impetuoso, pero mi cabeza me decia de ser mas conservador, no podia perecer facilmente, sino no podria ayudar a mis hermanos, era el unico que podia ver las puertas y por desgracia eso me hacia un poco especial, pero asi eramos los hijos de Tiego, todos teniamos algo que nos hacia unicos, solo podia pensar en padre, y en darle las gracias al Dios de la Guerra por haber dejado que fuera un hijo y un hermano.
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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeDom Feb 26, 2012 12:51 pm

La vida era tan dura como injusta. Yo tenía la suerte de compartir camino con los mejores. Pero tenía que hacer algo para mejorar mi habilidad en el combate. Era buen explorador, pero ser soldado no se limitaba solo a éso. Tenía que aprender a combatir. Y lo más importante, tenía que dejar de obsesionarme con éso. Esta malsana preocupación hacía que cometiera errores imperdonables.
No hacía mucho, y siguiendo mis peticiones, habiamos rastreado a la bestia hacia las arenas movedizas en las que parecía que se ocultaba. Yo seguía obsesionado con mi carencia y no se me ocurría nada. Pensé que lo mejor sería cavar una zanja para retener a la bestia. Pero era una idea inservible y yo lo sabía. Estaba aprendiendo a mandar sobre los hombres y no hay nada peor que dejar que los hombres no hagan nada. Una espera inutil y sin sentido hace que tus dotes de mando decaigan. Era una de las lecciones que el capitán Dumer nos había dado a mis hermanos. Ése era el único trato preferencial que teníamos; a veces, el capitán compartía opiniones con nosotros como si fueramos sus hijos a los que enseñaba en lugar de los hijos de Tiego.
Para no decaer el ánimo lo mejor era que los hombres estuvieran ocupados, de ahí que lo mejor es que cavasen.
En mitad de la tarea, un soldado hizo un comentario. "Tal vez deberiamos lanzar una piedra atada a una cuerda para ver qué profundidad tiene el agujero o si hay una cueva ahí abajo"
No pude menos que mirarlo con desprecio y contestarle "¿quién te ha dicho ésa tontería?"
El muchacho me miró con recelo, no eramos mándos ni oficiales, pero se nos respetaba "Fue su hermano Einer. Era la mejor opción a que bajara uno de nosotros atado a la cuerda"
Solo pude callar y asentir. "¿Cómo te llamas?", el muchacho me miró y contestó "Plas. Me llamo Plas".
La idea fue de lo más productiva. No solo descubrimos una cueva interior, si no que la cuerda sirvio para poder bajar a la misma. Una vez dentro pudimos tender una emboscada a la bestia. No fui destacado en el combate, en cambio Plas consiguió matar a la bestia con un mandoblazo.

Estabamos de vuelta al pueblo. Eramos héroes para unos y unos farsantes para otros, que no terminaban de creer que hubieramos matado a la bestia. Pero el tiempo apremiaba. El capitán Dumer mejoraba y el rescate de padre apremiaba. Me despedí de mi amigo y partimos siguiendo el rastro de los orcos.

Llegamos a lo que sería la nueva puerta. Mi hermano Einer se había recuperado de sus heridas pero ahora volvia a dolerle la pierna, señal que la puerta estaba cerca. En los alrededores un espantapájaros y unos cuervos gigantes. Yo ya estaba escarmentado. "Será mejor que vigileis al espantapájaros y a los cuervos. Seguro que son los guardianes de la puerta"
Dicho éso mi hermano me avisó. El espantapájaros no estaba en su sitio. Estaba protegiendo la puerta y fue el más terrible rival con el que me había enfrentado hasta el momento. El miedo nos paralizó a todos mientras la bestia nos decapitaba.
Al final los cuatro hermanos pudimos vencer al miedo y acabar con la criatura.

Una extraña sensación me invadía. Por un lado el alivio de dejar atrás un mundo raro en el que no me sentía cómodo. Pero por otro era como si no volviera a casa, como si fuera a otro lugar desconocido. ¿Mejor?, no lo sé. Pero ahora eramos muy pocos.
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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeLun Feb 27, 2012 9:04 am

Bringwor

Tras luchar contra el espantapajaros los hermanos comenzamos a ser muy respetados en el grupo de soldados, pena que ya no queden muchos.
El espantapajaros se ha encargado de darle el descanso del guerrero antes de lo que se merecian.
No me da vergüenza decirlo: a mi tambien me dio miedo y mas cuando ese horrible ser, escapado de las pesadillas mas terrorificas, acaricio mi cuello con su guadaña, pero algo le hizo cambiar de opinion. Puede que fuera uno de los soldados se moviera con animos de levantarse y encararlo, siendo su cabeza la que rodo a pocos centimetros de mi, en vez de la mia.
El olor humedo del ambiente se cambia por el del oxido ferreo de la sangre. Los charcos de agua se tornan rojos. El aire huele a muerte.
Cuando aplaste la cabeza de ese ser, una malformada calabaza con cara tallada, de aspecto terrorifico, no es jugo de calabaza lo que nos baña a mi y a mis hermanos, sino sangre y sesos. Que ser es este? de donde ha salido tal aberracion? Nunca lo sabremos...tal vez sea lo mejor: No saber nada.



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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeLun Feb 27, 2012 9:28 am

Abris la puerta. Un ambiente totalmente contrario se abre ante vosotros. Hay un pequeño bosque y luce el sol. El lugar es totalmente idilico, casi como un bosque de hadas, si no fuera por un rastro negruzco que ha sido clavado en la hierba. Parece que todos los seres vivos detectan el hedor que despiden esas criaturas inmundas.
Los soldados y Dummer atraviesan la puerta, junto con vosotros, cabizbajos y taciturnos. Han perdido a muchos amigos hace un par de horas horas. Varias tumbas cavadas lo corrobboran, pero viejos conocidos aun siguen con vosotros: Plas, Rumeu, Akay... a ellos, como a vosotros, la suerte les ha sonreido.
El nuevo aire a hierba inunda vuestras fosas nasales, sustituyendo al de la acumulacion de agua. Es como un sueño o un cuadro sin marco pintado en medio de la nada. El sol que se cuela entre las ramas de los arboles da en vuestros rostros. En estos momentos es la sensacion mas agradable del mundo. Algunos imaginais lo que significaria para los nordicos de Fuente Clara y Steiner piensa en volver para traerse a su amigo, a ese nuevo mundo o el espiritu autista de Einer, traer consigo a todo el poblado, sin embargo no hay tiempo. Ya han perdido demasiado. La persecucion continua.
Dimmu es el ultimo en entrar. la puerta, como la otra, desde este lado ya no existe. El dolor de Einer desaparece y su rodilla lo agradece.El sonido de los pajaros acaricia vuestros oidos. Es en estos momentos cuando Dimmu cae al suelo de bruces.
(tirada de resistencia enfermedad o veneno https://sextopalio.forosactivos.net/t127p15-tiradas-de-julio-dimmu#1601)

-Dimmu!- Grita Bringwor- La herida!- Dice mientras observa la venda colocada por Bereth, un par de horas antes en el profundo corte en el hombro, producido por la cuchilla del ser. Por Arazör! el Dios de la Guerra ! la hoja de la guadaña se hizo ceniza, como la criatura cuando murio! todos lo visteis! Esa herida no puede ser normal.
Einer se mira aterado el estomago donde fue pinchado, pero gracias a dios la punto no atraveso la cota de malla.
Bereth, el sanitario lo observa. Esta tumbado a un lado del camino formado por las pisadas de los orcos.
-Tiene fiebre alta. Los nordicos me dieron una especie de hongo, se lo aplicare a la herida y le dare de comer otro, pero no se como tratar una herida asi- La expresion de Bereth es muy preocupante...parece no saber nada sobre el asunto y eso os preocupa.
( tirada de primeros auxilios y conocimientos oscuros o arcanos https://sextopalio.forosactivos.net/t133-tiradas-de-aventura-nueva-para-pnjs#1604 )
En su expresion solo podeis leer una cosa: va a morir porque no tengo ni idea de como tratar este tipo de herida. Sabeis que probablemente tenga razon.

Todos los hermanos mirais con terror e impotencia la situacion. Ese arma demoniaca ha herido a vuestro hermano.


OFF: A rolear! Julio, al estar mas limitado, puede contar su sensacion antes de caer al suelo, tambien puede soñar, por ejemplo con su pasado, para conocer mas cosas sobre su PJ, es un ejemplo...puede hacer lo que quiera.
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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeLun Feb 27, 2012 9:20 pm

Con miedo atravese esa puerta y a saber donde Arazör le diese la gana de mandarnos, pero el sitio al que fuimos no estaba mal, el clima era parecido al del muro, pero lo que todos dudabamos era donde estabamos, el sol nos acariciaba la piel, nos hacia sentirnos bien, pero no todo era dicha.

Mi hermano Dimmu debido a la herida que le produjo el espantapajaros, le hizo morder el polvo bruscamente, cuando inconscientemente lo vimos en el suelo, vi como se acercaba rapidamente Bereth, a ver como llevaba la herida, por mi parte me puse a un metro de el para intentar observar mejor la herida e intentar se de toda la ayuda posible.

( tirada de primeros auxilios y conocimientos arcanos y oscuros https://sextopalio.forosactivos.net/t126p15-tiradas-de-victor-einer#1608 )

Vi que la respuesta del Bereth no era tan acertada, no corria peligro de muerte, o eso suponia yo, el tiempo me lo diria, se lo comente a mis hermanos cuando Bereth se hubo marchado, entonces vino a mi mente una de las historias de padre, la cual les recorde a mis hermanos, donde un rey de la antigüedad, podia curar cualquier enfermedad o maleficio con un tipo determinado de hierba, en ese momento no me acordaba del nombre, y preferi preguntarle al Capitan Dummer, ya que siendo tan amigo de padre seguramente se acordaria del nombre.

- Steiner, Brimgwor, creo que deberiamos decirle al capitan lo de la hierba esa, puede ser que el la conozca, y si tenemos suerte puede que haya en este clima, si tenemos suerte y el capitan nos la describe podriamos ir buscandola siguiendo el rastro, ademas, tenemos que tener en cuenta que somos muy pocos para enfrentarnos a los orcos y nos necesitamos todos sanos, y lo peor es que cada dia nos sacan mas terreno, por Arazör, esto es una locura, y no quiero pensar en perder a nadie mas y menos a un hermano mio, debemos actuar rapido, no vaya a ser que Bereth tenga razon-.

Ademas, no sabiamos ni donde estabamos, la puerta nos llevaba de un lugar a otro y por lo que parecia, de tiempo a otro, donde estarimos esta vez, estabamos en medio de un bosque, ¿pero de que region de esta tierra?, en mitad de la nada y sin ningun pueblo aparente, en ese momento se me ocurrio la idea de subirme a la copa de un arbol para otear el terreno, busque el mas alto, pero solo veia mas arboles en la lejania, baje y me reuni con mis hermanos.


Off rol :no me acuerdo de mi tn de escalar asi que no lo he exo jaja no vaya a ser q me caiga
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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeMar Feb 28, 2012 9:12 am

Einer no quiere creerlo. Es por eso que se dice a si mismo, que Dimmu no corre peligro mortal, pero en el fondo, bien sabe que si no encuentran esa "hierba milagrosa", tendran que cortar el brazo desde el hombro o morira.
Pero antes...se sube a un arbol, con algo de esfuerzo, para observar el paisaje. Descubre que estan rodeados de arboles. El bosque es un mar verde que se extiende hasta donde le alcanza la vista, a lo lejos se obserban una imponente cadena montañosa, donde el bosque tambien la cubre, aunque a su izquierda, descubre que a unos pocos kilometros, el bosque desaparece y comienzan aparecer montañas, tras estas le parece ver como un gran rio en algunos tramos, pero es dificil saberlo con seguridad, necesita mas altura y aqui no la encontrara, atras de esas montañas, apuñalan el cielo una enorme formacion montañosa, incluso mas grande que la que ha visto a su frente.

Einer baja para comentar lo que ha visto, tras ello se acerca al capitan para hablar de su hermano. Esta totalmente convencido de la existencia de esa hierba y al preguntar al capitan, no impide que la historia de la hierba llegue a oidos de 2 o 3 compañeros. (tirada de conocimientos generales https://sextopalio.forosactivos.net/t126p15-tiradas-de-victor-einer#1613 Es una PIFIA) Estos se rien y burlan de Einer. Es una historia que todo el mundo conoce y se la contaban sus padres cuando eran niños, para dormir, sobre el Heredero sin trono, de Gondor, Aragorn:
-Hijo- Le dice Dummer- Esa historia es real, pero hay partes que son pura leyenda. Todo el mundo lo sabe. Se ha encontrado recientemente,la verdadera historia narrada por el mismo Heredero en la biblioteca Real de Minas Tirith. Todo el mundo lo sabe. Eso de lo que hablas, es parte del cuento que tantos siglos se conto para los niños.
Los soldados rien ante la ignorancia de Einer, que avergonzado se retira.
Cuanto le falta por conocer del mundo real, son solo niños de aldea.

- Einer- Le dice el Capitan- Debes de tranquilizarte y no ser tan impulsivo. Eres nuestra llave para volver a casa y ademas acabas de salir de una herida grave en tu rodilla. Preguntame antes de hacer cosas peligrosas.-El capitan parece calmado pero serio. No es como Tiego. Su padre habria sido mas duro con el.
-Capitan. esse notas nao tene idea do mundo real. es um pobre aldeano .-Einer ya esta acostumbrado a las burlas de RUmeu- permiso para subir al arbol e observar la zona.
Dummer mira con algo de pena a Einer. Seguidamente hace un gesto con la cabeza a RUmeu para que proceda. Acaba de tirar por tierra todo el trabajo de Einer. Se siente avergonzado y humillado.

Tras bajar Rumeu, indica al capitan que se encuentran , en una zona bastante similar a Bosque Verde. Lo que se ve en la izquierda puede ser las Montañas Nubladas y el Anduin. Dummer y los soldados se quedan pasmados, pues si esa indicacion es exacta han vuelto a recorrer cientos de Kilometros en un segundo.



OFF:es lo que pasa por adelantarse tanto. Aveces no puedes dar por supuesto que conoces historias tan complejas como puede ser La Guerra del Anillo, sin hacer al menos una tirada de conocimientos generales Y MAS SI ESA HISTORIA PUEDE SALVAR LA VIDA A UN PJ. He tirado por ti y has sacado UNA PIFIA, por lo que al dar por supuesta esa historia de las athelas, ha tenido que cambiar para que todo encaje.
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MensajeTema: Re: Lluvia. Capitulo IV   Lluvia. Capitulo IV Icon_minitimeMiér Feb 29, 2012 4:06 pm

Dimmu
Todo parecía haber vuelto a la normalidad. Me desperté de aquella maldita pesadilla vivida y ya no estabamos enrolados en aquel ejercito, sino que seguíamos preparandonos con Padre para el gran torneo que nos esperaba. La jornada fue tan dura como siempre y mis hermanos y yo nos encontramos realmente exhaustos. Somos jóvenes, pero no sabemos lo que es jugar como otros niños lo habían hecho, nuestra vida había estado entregada siempre al entrenamiento y al sufrimiento, con el fin de poder llegar a ser algún día los mejores, al igual que Padre.
Madre nos esperaba en la mesa con unas deliciosas alubias que nos sabían a gloria, aunque todos sabiamos de la dura digestión de las mismas y la tormenta que podían llegar a provocar. Padre era observador incluso a la hora de comer, parecía estar alerta esperando que algo pudiese ocurrir en cualquier momento, era el más grande, y sus técnicas para la enseñanza duras, muy duras. Ya habíamos terminado con la esquisita comida y con el no menos rico postre cuando nos marchamos a descansar, pues estabamos destrozados del duro entrenamiento matutino y la digestión de la comida sería pesada.
Sudando y con la respiración alterada me desperté de la siesta, algo iba mal, un terrible olor a azufre azotaba mi nariz, al levantarme de la cama escuché un terrible estruendo que venía de la habitación de mis padres, sin dudarlo un instante y medio desnudo, salí a ver que es lo que ocurría, el calor era sofocante, parecía estar dentro de un horno. Fue atravesar la puerta de la habitación y sentir como un escalofrío me recorría el cuerpo, algo iba mal, me repetía a mi mismo una y otra vez. Entonces sucedíó que otro estruendo aun mayor retumbó en el lugar, pero esta vez el estruendo partió la casa en dos saliendo la mitad volando como si se tratase de la simple hoja de una higuera, pero la imagen fue lo más impactante de todo, mis hermanos, mis tres hermanos se encontraban fuera, cogados de un árbol los lobos hacían lo posible por arrancar la carne de sus piernas mientras que los cuervos daban justa cuenta de sus rostro, mientras todo ardía a sus pies en lo que parecía un fuego eterno, no pude contener las nauseas, así que no tardaron en estar esparcidas por el suelo las alubias. Nada podía hacer por ellos, así que sin pensarlo fui a la habitación de Padre y Madre, pero aquella imagen fue aun peor, ambos se encontraban tumbados en la cama, cogidos de la mano, pero habían sido decapitados y sus cabezas colgaban como dos adornos de los cabezales de la cama, sus cuerpos, desnudos, estaban llenos de pequeños cortes, habían muerto fruto de una insoportable tortura a buen seguro. De repente, otro gran estruendo, esta vez pude verlo, una gran cuchilla se dirigía hacia mi, iba cortando el suelo y abriendo una enorme grieta que desprendía fuego, parecía la punta de una guadaña, pero sus dimensiones eran enormes y el suelo parecía manteca de cerdo a su paso, fue entonces cuando topo contra mi y ya no volví a despertar nunca jamás.
Nunca jamás... hasta horas más tarde que la maldita pesadillla volvió a repetirse.
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