(Segunda Campaña). Capítulo VIII . La Torre del macabro destino
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Ankalagorn Ungoliant
Cantidad de envíos : 2823 Fecha de inscripción : 27/04/2009
Tema: (Segunda Campaña). Capítulo VIII . La Torre del macabro destino Sáb Mayo 15, 2010 12:45 pm
Resumen del capitulo anterior. A los heroes se le acaba el tiempo para encontrar un ejercito. Una serie de signos apocalipticos se hacen evidentes, como una lluvia de pajaros muertos o una tormenta eterna que viene del sur acompañando al ejercito de Savari.La tierra se sacude agonica,por continuos terremotos. Tras fracasar en la intentona los aventureros acuden al lugar de reunion, pero los heroes del pasado no aparecen. Por el camino se encuentran con gente que huye del ejercito de Savari que viene del sur.Se encuentran al Santo Padre huyendo del lugar del conflicto y descubren que un doble del Santo Padre, se ha quedado en su puesto para mantener la moral de la tropa alta. Tras unirse al ejercito de Sacro Imperio , con 2500 soldados, son aplastados facilmente por el ejercito de 50000 Savari comandados por el demonio. El fin del mundo se acerca.
Principio de verano. En algun lugar perdido de Endor.
La Torre blanca se erguia en mitad de la nada, atravesando un cielo triste y gris.De belleza y delicadeza ornamental sin igual, habria sorprendido a propios y extraños, de no ser porque la mayor parte de hombres, que observaba aquel coloso arquitectonico,en este momento, ya habia visto Torres de similar estructura y composicion, por lo que podian decir que lo que se levantaba en mitad de aquella esplanada, no era humano. -Me recuerda a la Torre Oscura-Dijo Ankalagorn, rompiendo el silencio. Cuando escucharon aquello, sus amigos sintieron como su vello se ponia hecho escarpias, mezcla de temor y admiracion.
Avanzaron hasta las escaleras que llevaban a la puerta doble, de tamaño colosal, estas estaban abiertas. Comenzaron a subir los escalones de piedra blanca y desaparecieron tras ella. Una antesala los recibio. Dentro no contaba con ningun tapiz , ni objeto alguno que pudiera indicar que ahi dentro vivian personas. Delante una puerta, esta de tamaño normal, los invitaba a pasar, como unico camino a seguir. La piedra blanca, ornamentada con intraducibles inscripciones y filigranas varias, parecia dar una luz propia, por lo que las antorchas no eran necesarias. Continuaron por un pasillo largo, hasta que se hallaron al final de este, con una enorme sala . Al final de esta habia una puerta cerrada y ante ella, defendiendola de cualquier intruso, una bestia. Al verla todos se sorprendieron, por fin habia acabado el viaje de placer y la Sombra habia colocado un enemigo para intentar detener su paso. La bestia del tamaño de 4 caballos estaba provista de 10 cabezas con cientos de afilados dientes en sus bocas, que escupian babas y rugian demostrando su poder, su cuerpo lo cubria miles de escamas, como las de un dragon, asi como cuernos y largos pinchos, para defenderse de los ataques.
-Es una hidra!- Exclamo Ulfast-Pero poco puedo decir de sus cualidades.
Última edición por Ankalagorn el Miér Mayo 26, 2010 1:06 pm, editado 1 vez
Tyrok Noldor
Cantidad de envíos : 412 Fecha de inscripción : 28/04/2009 Edad : 44
Tema: Re: (Segunda Campaña). Capítulo VIII . La Torre del macabro destino Sáb Mayo 15, 2010 3:07 pm
Cuando Ankalagorn dijo aquello de la Torre Oscura, a Ragnarôk le vino a la cabeza el recuerdo de aquellas torres que podían ocultarse a los ojos de los demás y dejarse ver solo por aquellos que tenían que verlas, eran las torres de una raza extinguida, eran las torres de los arukain, el vello de su cuerpo parecía luchar por atravesar su gruesa armadura.
- Yo si se algo compañero, hoy rodaran 10 cabezas como poco - dijo sonriente mientras adoptaba posición de combate - Hemos terminado con bichos peores que este, las cabezas serán cortadas de 2 en 2. Que el espiritu de todas las almas deboradas por nuestras armas se lleven a esta criatura al abismo del que jamás debió salir compañeros!
Ragnarôk sabía que las grandes arengas eran cosa de Ankalagorn y Kang, pero por un momento no pudo contener sus ansias de enfrentarse a aquel ser que parecía poder estar a la altura, sabía que una arenga podía ser necesaria, pues había visto como algunos de sus compañeros lo habían pasado mal para derrotar a aquellos cadáveres que caminaban, tal vez tanto tiempo de inactividad había entumecido sus músculos y era hora de mostrar quienes eran realmente, pues esta era solo una miserable prueba para lo que realmente les estaría esperando en el campo de batalla si lo que realmente contaban era cierto.
- Llegó la hora de estirar los músculos, que los gritos de esta bestía hagan temblar los mísmisimos cimientos del Sacro Imperio. -
Ankalagorn Ungoliant
Cantidad de envíos : 2823 Fecha de inscripción : 27/04/2009
Tema: Re: (Segunda Campaña). Capítulo VIII . La Torre del macabro destino Miér Mayo 26, 2010 12:04 pm
La hidra avanzo hasta ellos de manera amenazante, rapidamente los Heroes del Pasado rodearon a la bestia, que seguidamente comenzo a soltar dentadas con sus 10 cabezas. La hidra era tan peligros como parecia y un mordisco, estuvo a punto de descabezar a Ulfast. Asi no durarian mucho. Demasiados y mortiferos colmillos para tan pocos contricantes. Debia de haber alguna forma para vencer a la criatura de una menra mas sencilla, con astucia. Ankalagorn lo vio bien claro y dio una orden directa. -Rapido! Dispersaos! Sus hombres obedecieron raudos, para descubrir que la bestia dudaba a que enemigo seguir. Las cabezas del ser , luchaban por lanzarse a por distintos objetivos. Entre que se ponian o no de acuerdo, los hombres de Ankalagorn, sacaron sus arcos y comenzaron a acribillar a la hidra, que por fin se ponia de acuerdo en atacar a objetivos individuales. Ese objetivo, aveces Ulfast , otra Ragnarock, movian a la criatura por toda la sala, mientras sus amigos disparaban al corazon del enemigo. Un potente flechazo de Ankalagorn se clavo profundamente y la sangre comenzo a manar con virulencia. La hidra tenia sus minutos contados y pronto se desangraria.
Tras acbar con el mitico ser, entraron por la enorme puerta doble, un pasillo tras ella, daba a una escalera de caracol que subia a lo mas alto de la Torre Blanca. Subieron y subieron, preguntandose si la torre era realmente tan alta. Al llegar a lo mas alto, habia otro pasillo que siguieron hasta encontrar otra gran puerta de doble hoja. Entraron sin pensarlo , para encontrar al otro lado una gran sala con columnas y planta de media luna. En ella ademas habia un enorme reloj de arena y un trono en el que sentaba el Demonio que habia causado todos los males en la Tierra , en su mano el Libro de la carne y A su lado de pie , la Sombra. Pero como era posible, si en este momento el demonio comandaba un ejercito que venia desde el Sur? Pronto se dieron cuenta , que en La Torre, el tiempo pasaba mucho mas deprisa. Tras la presentacion el demonio los llamo por sus nombres, sin duda, parecia conocerlos.
Ankalagorn Ungoliant
Cantidad de envíos : 2823 Fecha de inscripción : 27/04/2009
Tema: Re: (Segunda Campaña). Capítulo VIII . La Torre del macabro destino Miér Mayo 26, 2010 1:02 pm
-Como es posible que nos conozcas? Quien eres? Demonio! -Habla antes de que te destruyamos! -Vuestra arrogancia me divierte y mas cuando no teneis posiblidades. Que como os conozco? No es la primera vez que esto sucede. Se quedaron pensativos ante esta afirmacion. -Explicate. -Lo hare encantado. Empezare por el principio, ya que es algo dificil de asimilar, para unas mentes tan simples como la de los humanos. Hace muchos años, abristeis una puerta que iba hasta mas alla del Palio. Alli me encontrasteis a mi, El-Nej´Dehler. Soy conocido en este mundo y otros por conceder deseos y vosotros avidos de ello, me pedisteis el vuestro: Devolver a la vida a vuestros amigos. Yo no concedo esos deseos de resurreccion, sin un alto pago, pero estabais dispuestos a ello. Por lo que os pedi varias cosas. Una que me contarais vuestra historia. Segunda que me trajerais el libro de la carne,que un retoque de mi parte, consegui que pudiera usarlo hasta un mero simulacro de Nigromante. Tres, meter las perlas en el reloj de arena y vuestro deseo se cumpliria-Dijo señalando las perlas negras- Una vez dentro, la partida comenzaria. Tras esto devolvi a la vida a Itangast, Vaal y Groomch, asi os lo concedi, pero como decia , este deseo exige un importante sacrificio, asi que los devolvi a la vida , pero como subditos mios-El demonio chasqueo sus dedos y una luz ilumino una parte de la sala oscura, donde sus 3 amigos estaban con vida, pero parecian unos simples peleles, muñecos sin vida, puestos como marionetas. Enfadados os revelasteis. Yo no lo entendi, os deje ser la pieza mas importante de Mi Juego, dueños del destino de Mi Mundo, porque no sabeis lo gracioso de esto, es que este en el que vivis es Mi MUNDO! creado por mi, para mi diversion y disfrute, un juego que se repite cada cierto tiempo, en el que siempre gano YO! -Estas diciendo que este es tu mundo? Y los Dioses? -Los valar? Este Mundo es Mio! Mi obra! y yo soy su unico DIOS! Cierto es que algunos demonios se cuelan por pura envidia! No creais que os ayudan... NO! La realidad es que envidian mi ingente OBRA! Es Mi Juego. Vosotros sois las fichas maestras, Las Perlas, los elegidos que os volveran a resucitar, cuando llegan al final del reloj y taponan la caida de la aerna, que representa el resto del mundo, se sacan del Reloj, es cuando comienza el fin del mundo una vez mas! A veces invento una plaga y enfrento a las razas con enormes ejercitos para mi diversion, como parte del juego, pero el Final siempre es el mismo: Yo gano! Os preguntais como simples que sois, que emocion tiene ganar siempre? Soy un demonio, siempre me gusta ganar, sin trampas o con trampas! no pido que lo entendais, pues mi raza es diferente a lo que sois vosotros. Por si aun no lo habis captado, habeis muerto ya varias veces, yo os he matado, y hoy volvere a acabar con vosotros, como ya hice la primera vez. Si, esa fue vuestra muerte que no recordais, como parte del juego y de vuestra maldicion. No os dais cuenta de lo ingente de mi obra? El juego empieza con vuestra muerte y acaba con vuestra muerte! Soy o no soy un genio?! Por lo que ya conoceis vuestro destino: Os matare una vez mas. Yo no puedo matar a nadie ... fuera de esta torre. Hay unas reglas que hay que seguir.Reglas que impone el cosmos, algo que tampoco comprendereis. Pero aqui dentro...sois mios. Y lo hare como ya lo he hecho otras veces, matandoos a todos excepto a uno, que el solito sin necesidad de ninguna presion, echara las perlas negras otra vez en el reloj y volvera a comenzar la partida. Porque lo ironico de todo , es que sabeis que esta es vuestra unica esperanza de volver a esta escena una vez mas e intentar matarme. Pero siento deciros, que nunca lo conseguireis! -Basta de palabras! Vamos a acabar contigo !
Tyrok Noldor
Cantidad de envíos : 412 Fecha de inscripción : 28/04/2009 Edad : 44
Tema: Re: (Segunda Campaña). Capítulo VIII . La Torre del macabro destino Sáb Mayo 29, 2010 1:11 am
Algo había que ponía los pelos de punta a Ragnarôk, eran invitados a entrar en aquella torre, cuando Ankalgorn mencionó la Torre Oscura su pelo se puso como escarpias. Tras atravesar varias estancias de la torre el primer enemigo les salió al paso, un enorme monstruo de diez cabezas, una hydra segun acertó a decir Ulfast. El rival fua abatido, no sin esfuerzo, por las flechas lanzadas, gracias una vez más a las acertadas ordenes de Lord Ankalagorn nos llevaron a la victoria, si bien Ulfast a punto estuvo de perder la cabeza por un mordisco.
Una escalera que parecía ser interminable, aqulla torre no parecía tan alta desde fuera, pero tenía la sensación de estar subiendo al mismísimo cielo. Al final una gran doble puerta nos mostraba a aquel que veniamos a buscar, la sombra, pero algo extraño sucediía, el demonio se encontraba allí también cuando en teoría debería estar comandando los ejercitos Savari. Un enorme reloj de arena adornaba la sala, pero no se trataba de un simple adorno, marcaba el tiempo que restaba para que esta historia terminase y una nueva historia volviese a empezar como bien se encargó de aclararnos el demonio. Nos mostró como tenía de adorno a los resucitados Baal, Ithangast y Groomch.
Estabamos malditos, un deseo pedido a un demonio no puede llevar sino trampas y entresijos, una condena a vivir eternamente la misma historia con un desarrollo diferente quizás, pero siempre con el mismo principio y final. El demonio no hacía otra cosas que divertirse con su juego en el cual nosotros eramos sus meras marionetas.
El-Nej´Dehler, así fue como se presentó el demonio, jugaba a ser Dios, aunque tal vez no se tratase de un simple juego y realemnte lo fuera, sin duda caería, acaso no cayo ya Arioch en su momento, la pregunta era, ¿cómo? Este monstruo parecía incluso más poderoso que el gran Arioch y su juego no parecía tener ningún fallo que poder aprovechar para terminar con él.
- Basta de palabras! Vamos a acabar contigo! - Las palabras de Ankalagorn resonaron en toda la sala.
De repente, nada más decir eso Ankalagorn, algo nos sobrecogió, alguien inesperado se había colado en la historia, el fallo que durante tantos años habíamos estado esperando que se produjese al fin se dio, un sexto hombre había entrado en la sala, al fin la historia no volvería a repetirse como hasta ahora, en el día de hoy, volveríamos a vencer a otro dios. Nosotros no podíamos pedir más deseos, pues el demonio solo concedía un deseo por persona, pero Ankard, que desovedeciendo nuestras ordenes se había colado en la torre, se encontraba presto para pedir su deseo.
- Deseo que seas un simple humano con tanto poder como el que tengo yo - Le pio Ankard.
El demonio le concedió el deseo, pues esa era su obligación, pero no paró de maldecir al joven hasta la saciedad, al fin la derrota de El-Nej´Dehler estaba próxima, un simple humano contra los cinco heroes del pasado, nada podía hacer, un certero golpe de usriev que golpeó en la cabeza y fue a parar hasta el pecho terminó con la despreciable vida de la sombra, ahora si, el demonio estaba a nuestra merced y eramos cinco contra él, tan solo consiguió golpear con sus potentes puños a Blesser, pero otro potente golpe de usriev terminó con su vida.
Ahora, nos encargaríamos de ser los guardianes del reloj, el mundo volvía a ser el territorio del hombre, solo había un problema, la guerra posiblemente ya hubiese comenzado, además ahora el mundo estaba fuera del control de los dioses. Un dios que maneje el mundo puede ser peligroso, pero un mundo sin dios que lo maneje lo puede ser aun más.
A partir de hoy el destino dejará de estar escrito, que cada hombre libre escriba el suyo propio.
Offrol: espero ke os mole el video porke me he tirao unas cuantas horas pa hacerlo. Un besico y gracias Jose por los buenos ratos ^^
kang Gandalf el blanco
Cantidad de envíos : 969 Fecha de inscripción : 28/04/2009
Tema: Re: (Segunda Campaña). Capítulo VIII . La Torre del macabro destino Lun Mayo 31, 2010 10:46 am
Habían acabado con otro demonio señor de mundos. Pero una sensación de frustración se apoderó del calvo. Meditativo se rascaba el mentón. Apenas si escuchaba a sus camaradas, un templo guardianes de un templo, de un mundo ilusorio. Parecía que las palabras del demonio iban calando en el viejo soldado. Y la carcoma del pensamiento comenzó a horadarlo, royendo su conciencia,¿y si no eran nada? solo marionetas sin amo Si solo eran creaciones de de un demonio y los dioses ni si quiera habían mirado en este plano, que esperanza quedaba a nadie, después de la muerte sus almas quedarían atrapadas para siempre en el limbo. Esperado a ser reclamadas por el caos o el orden, a sabiendas de que no vendría nadie. Hijos de la macabra mente demoníaca eran sueños que no despertarán nunca. Ragnarok hablaba de que los hombres serían libres para forjar su destino libre de las ataduras divinas, que equivocado que estaba, y después de la muerte ¿que? Sin dioses no habría descanso todos seriamos condenados a un limbo eterno, donde nuestras almas atormentadas se convertirían en perversos espectros, al principio las mentes mas fuertes aguantarían el paso de los siglos, pero los eones no perdonarían nadie y lentamente este mundo se convertiría en un lugar negro, oscuro, maligno. Todo esto le martilleaba la cabeza mientras miraraba el reloj volcado. -El tiempo-esa frase se repetía en su cerebro. Fijó su atención en la ventana, estaba anocheciendo y la oscuridad se cernía sobre el mundo. Y se acordó de un poema de un antiguo soldado sacerdote. Oh mísero de mi Soñé que de estas cadenas quitado Era curioso como se adaptaban los veros a los que sentía Kang. Ser despertado una y otra vez para salvar a un mundo que no era otra cosa que un enorme sueño, una gran cadena, una horrible condena. Sueña el rey que es rey Y reina en su riqueza Sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza Sueña el que afana y pretende Sueña el que agravia y ofende Y el mundo en conclusión, todos sueñan lo que son Pero ninguno lo entiende
La rabia lo inundó y supo que estaba perdido, las palabras se volcaban en su mente al compás que lo mordía la rabia
Que es la vida, una sombra una ficción Que el mayor bien pequeño Que toda la vida es sueño
De golpe se levanto y se encamino hacia el reloj, al llegar a él se giró sobre sus talones y de un severo taconazo se cuadró. Miro fijamente a Ankalagorn y sacando su arma lo saludó. Se despediría como lo que era, un soldado. Ankalagorn percibió el estado de su viejo amigo, la empatía le comunico las intenciones del calvo, la idea vino como un rayo, aunque solo le dio tiempo a mirarlo a los ojos y escuchar
Y los sueños, sueños son.
El calvo descargó con toda su fuerza un mandoblazo sobre el reloj. Sin tiempo no habría espacio ni almas ni nada, se consumirían en la nada como un fuego purificador y al fin descansaría en paz. Pero nadie está libre de dudas, hasta el calvo en el ultimo momento sufrió ese resquemor. Ahora lo sabría si se equivocaba o no, el cristal se hizo añicos y la arena se desparramó por el suelo…….
Ankalagorn Ungoliant
Cantidad de envíos : 2823 Fecha de inscripción : 27/04/2009
Tema: Re: (Segunda Campaña). Capítulo VIII . La Torre del macabro destino Lun Mayo 31, 2010 11:51 am
OFFROL: el final ya era agridulce , pero esto lo agria del todo! jajaja! vaya loco el calvo! Final tragico para todos!
(Segunda Campaña). Capítulo VIII . La Torre del macabro destino