El corazon de la Dama. Capitulo V

La cara de Daverloth fue un regalo inesperado para Lothar. Uno de los buenos y atesoró en su retina ese momento sin piedad. Ahora era Lothar el que sonreía como si no hubiese mañana. Casi se ríe y todo en la cara del oficial mayor, de hecho tuvo que contenerse en un verdadero esfuerzo de autocontrol. Daverloth parecía mirar sin ver, como si la rabia lo cegase. Era curioso como la vida da y quita o al revés. El dios del Azar era así, cruel y divertido a partes iguales.
El coronel Tarnhart fue abrazando a cada uno de estos “ héroes” cuando llegó a Lothar este no dudó en abrazarlo como si de un padre se tratase. Y como si el dios del azar lo hubiese dispuesto todo a concienza el tahúr fue el último en abrazar al coronel.
- Héroes, sois héroes…
- Mi señor, esto es algo que cualquier patriota hubiese hecho por esta amada ciudad nuestra. Daría mi vida mil veces por ella.
- Recuerda esas palabras muchacho, son las que necesita el pueblo.
- Quisiera pedirle algo, mi señor. A pesar de que esto lo hicimos por puro patriotismo sin esperar nada a cambio el oficial mayor nos prometió algo que mi corazón desea desde el día que nací.
- ¿Y qué es eso que tanto anhelas?
- El oficial mayor nos prometió que podríamos fundar nuestra propia escuela de esgrima tras la misión, e incluso nos ofreció el almacén abandonado de la calle de los cuchillos para montarla allí. Así como la licencia de gremio y la de poder portar armas y un buen estipendio para acometer las obras de reforma que necesita el local. Pero por desgracia, nuestro buen amigo Daverloth nos informaba de que no ha podido conseguir los permisos necesarios para ello. Ahora mismo nos estaba comunicando su disgusto por no poder cumplir su palabra. Quizás usted, siendo quien es y ostentando el poder que tiene, podrá cumplir la palabra de nuestro querido oficial mayor. Creo que sería una buena política que el ejercito sea capaz de cumplir sus promesas a pesar de los duros momentos que corre la ciudad. Esas noticias, esa clase de gestos son lo que necesita el pueblo. Que por muy difícil que esté la situación el estado de Tharba es capaz de sobreponerse cumplir y proteger sus promesas así como derrotar al enemigo, bien por la fuerza bien por el ingenio, pero sin duda por el patriotismo que su pueblo le procesa a la ciudad de nuestro corazón…
El tahúr no desperdiciaba cada momento que el coronel pestaeaba para mirar a su “amigo” Daverloth. Un regalo casi tan grande como la misma dama d corazones….

- Señor... - intervino La Serpiente - Creo que hay algo que nos ayuda y que nos ayudó mucho en esta importante misión...el hecho de ser completos desconocidos, simples ciudadanos... no digo que niegue el placer de arenga al pueblo en momentos en los que la moral está hundida en el fango, pero tal vez podríamos hacerlo manteniendo nuestra identidad en secreto... quien sabe... tal vez escondidos tras un yelmo y una armadura o una simple capucha. No se que opinará usted al respecto mi señor. - Tyrok había aprendido mucho de la exquisita forma de hablar del príncipe y poco del afable... a quien apenas entendía por lo farragosa que era su palabrería.

Angost
-Antes de irnos, has dicho que Davelorth se tomo la noticia como el que ve una mosca?- Pregunto Angost.
- Creo que me exprese mal- Repuso Garred- En realidad primero se enfado por haber gastado parte del dinero, que no debia haber gastado en la negociacion, me lleve una buena brona... Despues no volvio a interesarse mas por la noticia del rubi.
- No se como deberiamos tomarnos eso. Daverloth es una persona muy inteligente. aveces demasiado.


Pasaron por el almacen de Hoewar, para comprar los utiles que creian, le harian falta.
-Esta bien. seran 10 Monedas de plata por cabeza, mas 18 bronces por lo demas- Hoewar cerro la negociacion en eso, algo por encima de lo que podrian haber sacado, sin embargo el grupo, ahora gozaba de un buen momento economico y no querian perder el tiempo, pues debian descansar. Fue dificil convencer a Halaf, pero finalmente accedio descansar hasta madrugada para ir a casa de Henry.
-Un momento- Dijo la Alimañana cuando se iban- Recuerda que tenemos un trato Tahur. Posiblemente tenga una pista sobre el veneno, pero para estar mas seguro ven a mi mañana a medio dia y te confirmare algo...no quiero adelantarte nada, porque estoy en un 10% de fiablidad, de la fuente que he obtenido el soplo.
-De acuerdo- Dijo Lothar.

Era de madrugada cuando llegaron a la calle de Medio huevo. Al llegar a la casa, no creyeron lo que vieron...
Todo estaba hecho cenizas. El lugar, donde estaba la casa, si se le podia llamar asi, de Medio Huevo, habia ardido, ademas habia alcanzado a las 2 casas vecinas y parte del callejon, causando importantes daños.

El tahúr no podía creer lo que veía. La esperanza hecha cenizas... lo peor fue la cara de Halaf. Al tahúr empezaba a partírsele el alma con la situación de su amigo, y más después de haberlo convencido para descansar y esperar al amparo de la noche. Solo quedaba mirar entre las cenizas e intentar encontrar alguna pista. Aunque Lothar no albergaba esperanzas, el fuego era un buen amigo para enmascarar pistas.
< ¿Habrán quemado al loco o el loco ha quemado la casa? Con Henry todo es posible. Lo que está claro es que se nos han adelantado. Joder, ese hijo de perra se me ha escapado, ese bastardo es mío y me lo han quitado….
- Vamos a buscar pistas.
- Pero si todo esto es un amasijo de escombros y cenizas aquí no vamos a encontrar nada. – Tyrok albergaba tantas esperanzas como el propio Tahúr.
- Pero no por eso vamos a dejar de buscarlas.
Lothar con mucho cuidado empezó la búsqueda tras encender una tea hecha con un palo medio carbonizado y un trozo de tela que encontró.
- Joder apaga esa luz- Tyrok era un amante de la oscuridad pero sin luz no encontrarían nada de nada.

out roll

tirada de percepción

tras una tirada digna de ver, tres tiradas abiertas consecutivas he sacado 7 aciertos sobre seis dados de percepción. creo que Lothar ha visto el sexo del búho que hay parado encima de la casa contigua...

Nadie , ningun vecino habia visto nada aquella noche, tan solo cuando empezo a arder la casa de Henry con intensidad se dieron cuenta de aquel horrible incendio. Afortunadamente las familias de las demas casas no sufrieron daños graves.El incendio se habia producido la noche anterior. Tras conseguir las pistas de los cadaveres, el medio dia alcanzo a los heroes que decidieron ir a visitar a Hoewar.
-Que pasa principe? estas muy callado.
- Nada, solo es que varias cosas me pasan por la cabeza, pero son solo conjeturas, no me gustaria desviarnos del hilo que vamos siguiendo, hasta que no tenga algunas cosas claras.Me ire a la sastreria, como habias dicho, Lothar, mientras vosotros vais a ver a la Alimaña.
- de acuerdo.

Hoewar los esperaba dentro de su tienda-almacen, era medio dia y los invito a comer, que menos despues de lo que iba a sacar por la informacion:
- bien señores- Dijo Hoewar- Tengo informacion confirmada, creo que muy interesante. Encontraron un importnte cargamento de veneno , como el que estaba en el cuerpo de Rosa, en unos traficantes, hara unos 9 dias. Eran traficantes de polvo de Amaranta y entre las drogas encontraron otras drogas ademas de una gran cantidad de el susodicho veneno.-Hoewar se detuvo esperando que procesasen la informacion.
-Continua- Dijo Halaf.
-Ahora vienen los datos interesantes:
uno de sus principales clientes es o era Henry Medio Huevo.
-Vaya... y que fue de aquellos traficantes, donde estan?Has dicho que encontraron...quienes?
-Estaban en el almacen numero 12, del puerto.-Dijo Hoewar.
-Almacen numero 12? de que me suena ese numero?- Penso Lothar.
-Digo que estaban, porque recibieron una redada hace 9 dias.
-Claro! ese es el Almacen que le dijo Medio Huevo a Garred. -Exclamo Lothar.
-Eso que quiere decir?-Pregunto la serpiente.
- Que el grupo de Garred hizo la redada, el grupo de Daverloth, requisando todo el material, por lo que Dave tendria acceso a ese veneno- Dijo halaf.
-Y Garred?- Pregunto Lothar.-
- Ya sabemos que no le tienes gran aprecio, pero el estaba con nosotros cuando ocurrio todo- Dijo Halaf.
- No descartes aun a Medio Huevo. Yo no lo doy por muerto- Dijo Lothar.

- Necesito un par de cosas Hoewar-

- Si lo tengo y si tienes dinero no hay problema Lothar.

- Quiero un par de venenos.

La serpiente miró a Lothar con curiosidad. El Tahúr era muy reacio a usar esa clase de productos. Callado siempre observaba y dejaba hacer.
- Quiero uno que se administre en bebida o comida y no altere el sabor, que actúe lento pero no tenga remedio.

- Todos los venenos tienen su antídoto Lothar. Pero hay que saber cual es claro. Puedo venderte uno que sus efectos se confundan con una fiebre parecida al resfriado, ataca a los pulmones y si no se administra el antídoto a tiempo su consecuencia es inevitable. ¿ Y el otro?

- Uno para untar el arma de acción rápido, potente y a ser posible doloroso.

- El veneno de serpiente de Aspid te ofrece todo eso y encima impide que la victima emita sonido alguno, ataca al sistema nervioso paralizando a la víctima en cuestión de segundos. En un par de minutos la víctima es un manojo de dolor incapaz de mover un dedo, apenas podrá respirar en unos minutos, hablar ni te cuento. Es un veneno cruel, la víctima sufrirá un dolor muy intenso hasta que muera, un dolor que irá creciendo hasta que muera, no sé si por dolor o por asfixia, nadie ha podido contarlo.

- También quiero el antídoto de ese veneno.

- El antídoto solo es eficaz si se administra rápidamente Lothar. Hay otra manera de evitar la muerte, pero solo si la herida es un miembro. El antídoto consiste en cercenarlo de un tajo para evitar que se extienda. No se os ocurra extraerlo chupando, se extenderá a la boca y el resultado es más cruel si cabe.

- Pon precio, pero no te pases, esta semana ya has sacado mucho tajo con nosotros.

Salieron de la tienda camino a la sastrería. La serpiente, picada por la curiosidad no pudo contenerse ni un momento más.

- ¿Para qué quieres esos venenos?

- Tengo una idea en mente, una muy peligrosa, algo que creo que solo puedo hacer yo. Pero si el responsable de todo esto es quien yo creo que es lo va a pagar caro. Ahora quiero ir a ver a Yack el tuerto. Vosotros podéis ir a la sastrería a ver cómo va Angost.
- Es mejor no ir solo a los lugares que frecuenta esa sabandija. – Tyrok sabía que esa alimaña no solía salir del Signo del Orco a menos que fuera para darse una vuelta y reconocer el terreno para otros, y la serpiente odia ir al Signo, así que Lothar prefirió ir solo. Yack tenía una especie de banda de pilluelos repartidos por toda la ciudad. Ni su banda ni el perpetraban ningún crimen, pero estaban ojo avizor por si aparecía alguna buena oportunidad para otros. Luego solo tenía que poner el cazo. Nadie podía incriminarlo de ningún crimen pero era verdaderamente responsable de muchos pequeños robos, y demás pillerías de la ciudad. El tahúr sabía que Yack era una muy buena fuente de información. Y ambos se llevaban bien. A Yack le gustaba ganar a las cartas y al Tahur le gustaba tenerlo contento. Si podía le hacía ganar dinero con los incautos que Yack le seleccionaba en el signo.

- ¿Seguro que quieres ir solo?
- Si , id a la sastrería, estaré bien.

La mano del tahúr descansó en ese momento en el puño de su espada. El mensaje estaba claro, su nueva amiga cuidaría muy bien de él. Además iba pertrechado con su armadura que camuflaba con su capa. Eso hacía del Tahúr un tipo peligroso, demasiado.

El signo del orco

El local estaba como siempre. Sucio, con el suelo pegajoso y esa espesa niebla difícil de respirar. Lothar no tardó en localizar a Yack el tuerto. Era curioso ese apodo ya que Yack no carecía de ninguno de los dos, pero se le conocía por el tuerto porque tenía un ojo en la cara y el otro siempre fuera.
- Buena Tahúr que te cuentas.

La sonrisa de ese truhan apareció amarilla llena de sarro y con un pestazo a vino solo enmascarado por el poco amor que le tenía al jabón. Lothar intentó no arrugar la nariz, sabía que Yack odiaba que le dijeran que olía peor que un orco. Dentro de unos minutos su nariz se acostumbraría. El tahúr esperaba que Yack supiese algo de Clarisse y de paso a ver si sabía algo de Henry

- Hola Yack…

Era dificil mantener la cabeza fría. Había implicaciones personales por todos lados. No había forma de ser objetivo. Y cada momento que pasaba se hacía más fuerte la posibilidad de encontrar a Clarisse muerta. Eso me angustiaba, y necesitaba estar sereno.
Para mí, todas las pruebas iban apuntando a Daverloth. Como contrapartida, una voz dentro de mi me decía que las cosas no suelen ser lo que parecen. Que en algunas de las conjeturas que nos habíamos vuelto inmersos, existía una trama que nos movía como marionetas y nos enseñaba lo que quería que viésemos para que un inocente pareciera culpable. Como ocurrió en la intriga de los cardenales, o incluso en el asesinato de la amiga de Angost. Pero otra voz me decía que quien había urdido ésos hilos había sido el propio Daverloth. Y que ahora pudiera no haber estado tan fino por dos motivos, uno por el inminente asedio orco que sirve de excusa para muchas cosas, y la otra y más importante, porque nos hacía muertos. Sin posibilidad de volver y desenmascararlo.
Tal vez eso hizo que se sintiera seguro.
El problema de todo es que Daverloth podría ayudarnos a esclarecer esto, puesto que si tenía algo que ver, podríamos sonsacarlo. Y si no tenía nada que ver, podría decirnos quién podría querer incriminarlo, quien podría haber tenido acceso a los venenos incautados, etc.
El problema estaba en la posición de Daverloth. Había que acceder a él de alguna manera.
El otro impedimento personal, era ese odio y desconfianza que Lothar tenía hacía Garred.
"Tenemos que hablar con el afable"
Tyrok me miró bruscamente
"Daverloth puede ayudarnos de forma directa o indirecta, pero es inalcanzable a nosotros. Solo podríamos llegar a través de Garred, pero tenemos que ver de qué parte está y cual es su historia para con el comandante"

Garred salia de casa de sus padres con el corazon lleno de satisfaccion, habia visto a su madre, la cual hacia tiempo que no sabia de ella, lo malo fue darle la noticia a Marhand, para sorpresa de este el maestro de armas lloraba de satisfaccion por saber que sus hijos habian cumplido con su deber hasta el final. Ya con otras ropas, mucho mas elegantes que el traje de suboficial y con el mandoble a la espalda se dirigio hacia la sastreria porque sabia que sus hombres habian salido de la ciudad.

Se encamino por la calle mayor de la ciudad camino a la sastreria, el lugar de sus nuevos "amigos", tenia que hablar con ellos, el plan que habia tramado alguien parecia incriminarlo directamente y el dunedain no estaba por la labor de dejar informacion suelta que pudiera incriminarlo, asi que debia hablar con la banda. Habia pasado un dia entero desde que saliera del cuartel, no sabia si los encontraria en la sastreria pero se tenia que aventurar. Garred llego a la puerta y dio tres toques fuertes, esperando que alguien le abriese.

Halaf salio el primero abriendo la puerta de subito, parecia esperar otra persona, pero se encontro la cara del afable y le cambio un poco el semblante. - Que raro es verte sin la ropa de suboficial, pero por otra parte me vienes como anillo al dedo, queriamos hablar contigo-, el dunedain se quedo sorprendido pero respondio rapidamente, - Que casualidad, porque yo venia con las mismas intenciones-, respondio el afable. Sin mas dilacion entraron por la puerta y en el comedor se pararon para empezar a hablar. - Bien, he venido a vosotros para deciros que yo no tengo nada que ver con el asesinato de la chica que me mencionasteis, es mas me metieron preso un dia entero porque encontraron dos kilos de polvo en mi taquilla, y como sabeis yo no pude hacer nada de eso por estar en la mision con vosotros, sino es por el comandante no hubiera salido de la celda, y ahora mismo estoy fuera de servicio hasta nueva orden, este hijo de puta de Daverloth me la ha jugado a base de bien, soy otro que le estorba, pero me tiene demasiado miedo como para liquidarme ahora, tengo mucha informacion que le puede hundir en la mierda, gracias al comandante que sino ya estaria muerto hace tiempo, y bien que es lo que me querias comentar Halaf?-.

Lothar

-de henry medio huevo? Que puedo decirte... esta desaparecido
-vaya... lo daba por calcinado...-dijo el tahur.
-no subestimes a esa rata... es de la vieja escuela, Como yo o Como tu propio tio o Turgol... o el mismisimo.manco.
- encontre huesos humanos...
-henry podria encontrar un cadaver con un chasquido de sus cayosos dedos-replico Yack.
-pero perros Como los suyos son poco.comunes. Seria Henry capaz de matar a sus 2 amigos?
-henry es capaz de comer carne de bebe,muchacho. Ese tipo quedo desalmado el dia que perdio a su hija... ha hecho cosas peores que matar 2 asquerosos chuchos... siempre que su fin lo beneficie...
-entonces donde esta? -pregunto lothar.
-olvidate,tahur. Tu no encontraras a Henry si el no quiere. Tienes que ser de la vieja escuela para algo asi jejeje...
-pues ayudame tu.
-yo no me meteria nunca en el territorio de medio huevo... es un escorpion mas peligroso de lo que parece.
-en ese caso...dime ...en el caso de ayudarnos hipoteticamente.... que harias? - preguntate que le puede merecer la pena a Henry, tanto Como para quemar todo eso .... y puede que tengas una pista importante.

Angost

-estas diciendo que te cogieron preso un dia? -pregunto angost.
-el proposito de Dave era hacerlo mucho mas tiempo y expulsarme del ejercito.
-a Nosotros nos dijeron,segun me ha.comentado halaf, que tuviste una redada donde conseguisteis, entre otras cosas grandes dosis de un veneno que usaron para matar a una de nuestras chicas.
-vaya... no lo sabia. Os lo habria dicho si lo hubiera sabido.-dijo apesadumbrado Garred.-ahora lo veo claro... dave intenta cargarme con las culppas... si me hubiese mantenido encerrado habriais pensado que he huido.
-tranquilo Garref.Algo no encaja,tu estuviste con Nosotros durante el incidente...
-eso es cierto.
-quien Tiene acceso a las pruebas decomisadas en estos delitos- pregunto angost.
-el que este de guardia en ese momento y principalmente el.comandante del cuartel,al que hay que pedir permiso,en este caso,Davelorth.
-pues ve y pregunta quien estaba de guardia...
-un momento...-corto Gaarred-por partes... me han vetado la entrada a todo cuartel,dos... no existen listas escritas... y 3 podrria haberlo hecho en cualquier momento de esa semana.... podrian haber pasado unos 40 guardias diferentes.

Abrió la puerta para encontrarse con una reunión improvisada. El afable estaba allí. Garred contrajo un poco el gesto al ver al Tahúr. Tampoco pudo reprimir echar un ojo a la espada que este llevaba. Casi se le podía leer en la cara; esa espada tendría que colgar del cinto de alguien como yo y no como tú. Pero Lothar no dejó traslucir sus pensamientos. Tomó asiento y un poco de aire. Quería comunicar sus planes al resto.
- Es curioso lo que el dios del azar pone en nuestros caminos- Dijo mirando al Afable. – Tengo un plan para que Daverloth suelte prenda. Pero para que salga adelante necesitaremos de tu ayuda, Garred. Lo que te voy a proponer no es honrado, no es respetable y es del todo ilegal. Es mas tiene más posibilidades de dar con nuestro cuello en la horca que de otra cosa, pero si funciona puede que encontremos a Clarisse y a la Dama de Corazones.
Garred casi da un respingo al oír lo último. Durante todo este tiempo el dunadan pensaba que la banda del sastre había perdido una buena piedra, pero lo que no sabía es que lo que habían perdido era el rubí más famoso que hubiera existido. Una piedra sobre la que pesaban un millar de historias y uno de los robos más famosos de toda la historia. Sustraído del trono de Minas Tirith en la propia cara de Sha. Se rumoreaba que el Manco la había traído a la ciudad para desaparecer para siempre.
- ¿Y cuál es tu plan? – Halaf no esperó ni un instante.
- Mi plan consiste en interceptar un correo del estado mayor para hacernos con el sello. Este nos dará mucha credibilidad a la hora de pasar los controles del cuartel de la puerta norte. Una vez interceptado el correo, nos haremos pasar por los mensajeros. Nos infiltraremos en el cuartel hasta llegar a la oficina de Daverloth, una vez allí le obligaremos a tomar el veneno de acción lenta que comprado.
- Con dar la voz de alarma seremos cadáveres, eso si conseguimos llegar.
- Si da la voz de alarma le administraré el veneno de acción rápida, tan doloroso como mortal, eso será lo primero que le diga. Luego le obligaré a tomar el veneno de acción lenta. Si quiere el antídoto solo tendrá que decirnos donde se encuentran las damas.
- ¿Y si no es el culpable? – Angost hacía siempre preguntas muy inteligentes.
- La verdad siempre sale a la luz ante la inminente muerte.
- Ese plan tiene muchos inconvenientes, Lothar. – Garred casi escupió la frase. – Tnedras que sortear todo el conducto reglamentario, de un soldado a un cabo, de este a un sargento y luego a un capitán. Además los correos del estado mayor no son fáciles de intercepta, no viajan solos, siempre van escoltados. Luego está el detalle de saber cuando salen del cuartel del estado mayor y saber distinguiros de otra patrulla normal.
- Ese aspecto lo tengo resuelto, solo necesito un par de días y bastante dinero, lo último no es problema. Aquí es donde Halaf tiene que hablar, ¿estás dispuesto a esperar dos días? Y en cuanto al conducto reglamentario es aquí donde entras tu en escena, Garred. Tendrás que suministrarnos toda la información que necesitemos para pasar los controles.
- Pero os reconocerán, casi todo el mundo en ese cuartel os conoce. – Garred señalaba lo obvio.
- Por eso no te preocupes, guardo un par de ases en la manga. Yo haré de correo, el rsto ira camuflado, se teñirán el pelo además de cortárselo, unas barbas o unos afeitados según se tercie y nadie reparará en ellos, a Halaf le disimularé esa bonita cicatriz y yo cambiaré de cara. Trucos del oficio, maese Garred.
- Una vez ante Daverloth tendrá dos opciones, cantar y vivir o irnos todos al infierno.
- Si el plan sale adelante, ¿qué nos salvará de la venganza de Daverloth?
- Quizás el hecho de haber confesado un crimen, la balanza ha de estar equilibrada. De todas maneras nos tiene en el punto de mira de su ballesta. Es cuestión de tiempo que acabe con nosotros. Tenemos que adelantarnos.
- Yo estoy dispuesto a jugármela para encontrar a las dos Damas. ¿y vosotros?
Lothar miró a Halaf, para el Tahúr el Rubio tenía la última palabra.
- Este es mi plan, si alguno tiene otro mejor que lo diga.

"Estoy con Tyrok" esta frase despertó cara de sorpresas.
"Estoy harto de que todos nos jodan sin más. Nos tienen como mierdecillas a los que pueden manejar, extorsionar, secuestrar, robar, y muchos más etcéteras. Además, matarlo será fácil. Una vez suministrado el veneno, le daremos un placebo a modo de remedio"
Hubo un pequeño silencio.
"Solo una cosa. Ante Daverloth podríamos estar solos tu y yo." dije mirando a Lothar.
"Os podría decir que somos los dos que hemos perdido algo. Pero seré sincero. Lo que quiero es que si el plan sale mal, minimicemos las pérdidas. Pues el plan sería perfecto solamente si Daverloth es totalmente culpable. Y aunque todo apunta a él, tenemos que ser abiertos de posibilidades. Si es un callejón sin salida, deberíamos poder escapar con vida. Pero si no es posible, lo mismo me da, pero no quiero que muera nadie sin sentido y motivo más que yo."
Y mirando a Garred continue
"Además tenemos un problema añadido. Parece ser que al afable lo han marcado y no tiene tanta libertad de movimientos dentro del cuartel."
Lothar miró inquisitivo a Garred
"Y aún así, no hay porqué tentar tanto al dios Azar. Si todo sale bien. Una vez dentro y suministrado el veneno, le diremos que nos acompañe fuera. Y cuando digo fuera, digo a cualquier lugar. Y una vez allí, hablamos lo que tengamos que hablar, así tendremos posibilidad de escapar"
"No creo que Daverloth tome un veneno muy alegremente" comentó Angost
"Cierto. Por eso lo ideal sería tener algo que adormezca con solo olerlo, o bien entrar pertrechado por una ballesta con la que apuntarle directamente y obligarle. ¿tenemos algún narcótico de rápida intervención o alguna ballesta? eso nos facilitaría las cosas. Si no es así, tenemos dos días para conseguirlas. Por todo lo demás estoy de acuerdo en todo"
"Vale, pero aún no me has dicho que querías preguntarme" me dijo directamente Garred
"Ya no tiene importancia. Ya me has dicho lo que quería saber en parte"

Garred dio por terminada la reunion y partio al barrio prestamista hacia la casa de sus padres. Gard el padre del dunedain no habia aceptado muy bien la notica que su hijo le habia entregado, expulsado del cuartel por traficante, las miradas ni se cruzaban por los pasillos. Misela, su madre, era de opinion muy diferente a su marido. Sabia que su hijo no haria tal estupidez siendo de la guardia, asi que ni se lo tenia en cuenta, es mas su progenitora se preocupaba mas de su salud que de las historias que le acudian.

La mañana amanecio con un sol radiante, pero el miedo de la ciudad hacia que cualquiera que paseara por sus calles pensara que estaba deshabitada. Solo las tabernas permanecian con vida, pues la gente ahogaba sus penas en estos dias mas de lo debido. Despues del desañuno se pertrecho con su mandoble a la espalda, se despidió de su madre y salio a ver que le deparaba el dia. Garred empezo su paseo por las calles de Tharbad y a los unicos que vio fue a los que se aventuraban a ir a las tabernas, patrullas de guardias y algun que otro pillastre corriendo a la distancia al verlo venir. El dunedain disponia de algo que hacia tiempo que no disfrutaba de verdad, y no era otra cosa que el tiempo en si. Sentia que no era lo mismo que cuando estaba de permiso, ahora mismo lo unico que podia portar mas que el resto de civiles era su arma, pues pocos soldados habian tan altos como el con el gusto de llevar esa espada tan grande. Le habria gustado practicar la espada con su amigo y segundo padre, Marhand, pero con la muerte de sus hijos como noticia reciente, no era el momento adecuado.

Paseando por las calles se percato de casas con pinta de estar abandonadas, pero con un matiz que las hacia especiales, de ellas emanaban un humo espeso, no el del fuego o de pipa, que al acercarse a observarlo mejor comprobó que esa nube mortecina no era otro que el que producia la droga que estaba de moda, el Polvo de Amaranta. El Dunedain tubo el acto reflejo de gritar - Abran la puerta a la Guardia de Tharbad-, justo recordo que ese ya no era su problema y siguio andando. Pero un fuego le subio del estomago que lo hizo parar en seco, girar sobre si mismo y correr como un perro tras un gato, de una patada abrio la puerta, los goznes hacia tiempo ya que estaban agrietados por la erosion que deja no cuidar una casa, alta y clara sono la voz de Garred despues del estrepito, -Estais todos detenidos por consumo de Polvo de Amaranta-, pero las cuatro almas en pena que habian salieron desperdigados corriendo torpemente por su supuesta libertad. Sabia que habia cometido una temeridad, pues no sabia ni cuantos habian dentro ni cual seria su reaccion, suerte tubo de no salir mal parado.

Sus pasos reanudaron la visita por la ciudad, terminando el trayecto en la taberna que mas le gustaba regentar, La Lanza Rota. Nada mas entrar encontro en una mesa a Astrug, un suboficial conocido suyo, con el cual tenia una buena amistad, el cual al verlo lo invito rapidamente. -Hombre Garred que tal, sientate conmigo, es muy triste estar solo en una mesa, pero ahora solo hay soldados rasos por aqui y nadie queria sentarse, voy a por dos cervezas y hablamos, que hace tiempo que no nos vemos-. De las cervezas pasaron a la comida, se tomaron todo el tiempo del que dispusieron, pues si el dunedain estaba fuera de servicio en ese momento, Astrug tenia permiso de un dia. Las charlas se sucedian entre comida, risas y cervezas, hasta que el coloquio llego a un punto en el cual los dos coincidian mucho, Daverloth. Los pelos en la lengua habian desaparecido, pero la cautela en el dunedain aun estaba en plenas facultades, pues no era momento para decir cosas innecesarias.

- Este cabrón de Daverloth me la ha jugado,- dijo Garred-, me puso el Polvo de Amaranta cuando yo no estaba, es mastu sabes donde estaba, jugando la vida por destruir la maquina que jamas hayas visto, era enorme, los cabrones de los orcos la habian bautizado con el nombre de Besitos-, la cara de Astrug era de afirmacion cuando escucho el nombre del oficial pero de fascinacion en cuanto a lo de besitos. - Me hubiera gustado acompañarte -, le respondio el suboficial, - pero ese mal nacido en cuanto te tiene en su ojo, no hay quien se escape, yo de ti se lo explicaba a la cara, en la calle, de hombre a hombre, a ver si tiene los arrestos de mirarte a la cara... bueno ese si que los tiene, bah, olvidalo, que te iba a decir ...-, en ese momento le vino el plan que habian tramado de entrar al cuartel, esa locura de plan, pero aqui se le presentaba una oportunidad, tenia que saber cual era el motivo de aquello. El dunedain no le dio tiempo a terminar la frase cuando le dijo, - Vamos a ver, si yo soy ahora civil como voy a entrar al cuartel, no me dejarian pasar para decirle que quiero verlo en la calle, a ti ya te afecta la cerveza, jajaja-, Garred sabia que no le gustaba a Astrug que le dijeran que no sabia beber y eso lo encendia. -Pues mira para que lo sepas listo, que eres muy listo, - la sorna era clara en su entonacion, - Mañana por la tarde va a su casa personal, asi que en el camino podrias comentarle todo lo que quieras-, en ese momento Astrug dio un respingo, percatandose que a lo mejor habia hablado de mas, intento suavizarlo,- Pero yo no te he dicho nada-.
-En la calle seria imposible, yo se mejor que nadie que si el Comandante sale , va a llevar como escoltar a algunos hombres de confianza... yo lo he hecho muchas veces...aunque...

La comida lleno sus panzas deseosas de algo mas que no fuera liquido y con un abrazo se despidieron los dos compañeros. Cada uno tomo su camino pero Garred despues de dos calles partio rumbo a la sastreria. Habia conseguido una informacion que podria serles de mucha utilidad y tenia que decirsela aun siendo ya entrada la noche. Sus piernas se movian pesadas, pues tanta comida y cerveza le habia llenado bien la barriga, tubo que pararse a miccionar un par de veces antes de llegar a la casa de la banda.

Un suspiro salio de la boca del dunedain al tocar la puerta, ya al aterdecer, de la sastreria, pero no tubo que insistir mucho para que Lothar le abriese la puerta. - ¿Que es lo que te trae a estas horas a mi casa?-, la cara del tahur era un mezcla de no dormir con un gesto de desaprobación por ver al grandullon ahi delante, ¿Y bien, que quieres?-. Garred se apoyo en la puerta y le hizo un gesto para que se adelantara a pasar al interior, - Entra, lo que tengo que decir no es para estar en el umbral-, de mala gana Lothar se aparto de la puerta dejando pasar al dunedain dentro. Una vez con la puerta cerrada y ya en la cocina, observo como nadie dormia en aquella casa,- Bien mejor que esteis todos despiertos, tengo una noticia que puede hacer que no tengais que entrar dentro del cuartel-. Tenia la atencion de todos y siguio comentando,- A ver, un compañero mio me ha comentado que Daverloth ira mañana por la tarde a su casa personal, es decir que no teneis que entrar al cuartel, lo malo es que esto no es del todo fiable, es muy probable pero no cierto del todo-.
-¿Y se puede saber por que no es tan fiable?-, interrumpio Lothar, - pues porque rara vez sale del cuartel, hace vida siempre dentro del cuartel, no sale ni para dormir, asi que si es verdad que mañana va a su casa sera una de esas raras veces que lo haga, si eso es asi lo mejor que podriais hacer es esperarlo dentro de su casa, creo yo, ya que llevara escolta hasta la puerta de su casa, seguro-.

Garred espero a que asimilaran esa informacion, si lo que le habia dicho Astrug era cierto podian tener un golpe de suerte que les haria evitar un camino demasiado peligroso para llegar hasta Daverloth, dentro de un cuartel en estado de sitio, una verdadera locura.

Era la primera vez que Lothar sonrió a Garred con verdadera sinceridad. Al fin un golpe de suerte… Tras el impacto inicial Lothar dejó a un lado su alegría aunque no cambió su cara.

Se las habían colado demasiadas veces y Lothar no tenía ganas de hacer de incauto otra vez. Y si el afable había urdido, o más bien Daverloth había urdido este plan junto con el dunadan para pillarlos en la casa del oficial Mayor. Meterlos en una ratonera y ahorcarlos por ladrones, o asesinos. Con Daverloth uno no podía estar seguro del todo, ese bastardo era tan listo como su propio tío, solo que astucia tenía un tinte mezquino como la sangre de un orco. Garred les había facilitado toda la información, ninguno había estado presente en su expulsión del cuerpo. Y su puesta en libertad era sospechosa. Y ahora venía con esta particular ocasión, les habían tendido el queso, ahora solo faltaba que mordieran el anzuelo. Pero era un queso que no podían resistir. El Tahúr no sabía que pensar y desde luego no podía contarle sus sospechas al resto con el Afable delante. Tendría que esperar…

- Es una ocasión de oro. – Mintió – Esta vez vamos a darle a Daverloth lo que se merece.

Esta vez sí que no mintió. Su mente trabajaba a toda velocidad. Un plan dentro de otro plan.

- Nos colaremos en casa de ese hijo de mil perras y allí va a cantar de lo lindo. Es más si quieres Garred puedes hacerte cargo del interrogatorio, seguro que tienes practica en sacar la verdad a gentuza.

Por su tono estaba claro que la gentuza eran ellos, pero su desprecio se lo llevó el dunadan, aunque dicho con ese tono y de esa manera parecía un cumplido. A Garred se le iluminó la cara, o era el mejor de los embusteros o decía la verdad. Daba igual, Lothar no se fiaba de nadie, menos de sus hermanos.
Su mente empezó a elaborar un plan. Que luego contaría al resto para solventar asperezas e intentar llevarlo a buen puerto. Entrarían en casa de Daverloth de noche por la puerta de servicio, para no dejar marcas de haber forzado la cerradura. Halaf era capaz de abrir cualquier cerradura sin dejar rastro, pero mejor no tentar a la suerte. Había que exprimir toda la profesionalidad de la banda al máximo. Una vez dentro, el afable no se escaparía si aquello era un trampa, de eso se iba a encargar él personalmente, Moloch era testigo, si se la jugaba el Dunadan podía ir haciendo las maletas a sus confines porque iba a ddicarle su muerte sin piedad alguna. Y si lo que decían era cierto, cuando se encomendaba el alma de un enemigo a un demonio no había escapatoria.
Si aquello era la trampa que temía el Tahúr, uno de ellos se apostaría con una ballesta, o dos, para poder repetir el tiro en caso de fallo, en algún tejado colindante. Si Daverloth conseguía salir de su casa, le esperaría una sorpresa que el afable no sabría de ella hasta que fuera demasiado tarde.
Una vez dentro y si Garred no se la había jugado Halaf se iba a hacer cargo de esa asquerosa rata y de su horrible sonrisa, a ver si luego se reía tanto. estaba pensando en rescatar algo del plan de la incursión del cuartel, el veneno de acción lenta. Ese cabrón iba a probar lo que es estar en manos de la muerte. El veneno de Aspid se lo regalaría a la serpiente. La verdad es que a Lothar no le gustaba jugar con esa clase de subterfugios. un descuido y adiós. Mejor dejar esa clase de cosas a quien de verdad entendía. Y un regalo así alegraría el corazón de su hermano.

-Muy Garred, te estás haciendo un hueco en la senda dl crimen. Dime “amigo” ¿cómo se siente uno siendo un criminal?

- ¿Criminal?, no me hagas reir, tahur, solamente estoy limpiando de mierda la ciudad y si os doy toda esta informacion es solo porque compartimos el mismo fin, quitarnos a Daverloth de nuestras vidas, pero una cosa te voy a decir, no se porque me molesto tanto con vosotros si cuando vengo de buenas y con noticias que os pueden salvar el cuello,  aunque no sean verdad al cien por cien, como ya os he comentado antes, la fuente es fiable al maximo, pero la informacion puede ser que no lo sea; siempre me estais poniendo malos gestos y tonos de voz arrogantes y despectivos, pues no se si deberia sacar yo mismo la mierda que me atañe y pasar de vosotros para no veros nunca mas, y por cierto, os he dicho lo de meteros en su casa. Pero como ya os he dicho puede ser que la informacion no sea cierta y si os meteis en su casa a esperar y luego no aparece me ganare la culpa , vosotros sabreis que vais a hacer-.

- Tranquilo, amigo, solo señalo lo obvio. Si recapacitas verás que serás cómplice de nuestras acciones. No te lo tomes a mal. y eso te convierte en un criminal como nosotros. Y ahora mismo somos los únicos que podemos sacarte del atolladero.
espero que me perdones si te he ofendido, no era mi intención. Como ya te he dicho solo señalo lo obvio.

sin fijase en si le hacía gracia o no Lothar continuó.
- Maese Garred- dijo con toda la amabilidad del mundo el Tahur.- Si no le hace gracia lo de ingresar en el gremio criminal, siempre puede usted presentar su caso al tribunal militar por conducto reglamentario de forma legal. Así evitaría convertirse en un delincuente que es exactamente lo que está haciendo. le repito, que esto que está usted haciendo es del todo ilegal, y por consiguiente lo convierte en un criminal. Siento decírselo, pero parece que usted no cae en la cuenta de lo que está haciendo. Remitiéndome a lo dicho, ahora es usted un delincuente, como nosotros.

La mañana se desperto triste y gris. Tal y como estaba la situacion en la ciudad, ni los guardias se presentaron para observar el cadaver de Rosa. Si era un asesinato, que importaba? la ciudad se veia sumida en el caos y una mujer mas o menos, no iba a suponer un problema. El ritual comenzo bajo las costumbres de Tharbad, primero incinerada, luego , sus cenizas, enterradas en el cementerio de la ciudad. Tan solo acudio a este, la Banda del Sastre, ni antiguas compañeras suyas aparecieron.
A la vuelta el anuncio del pregon llego hasta sus oidos:
-... Se enfrentaron a decenas de orcos! a cientos! siendo tan soooolo, unos ciudadanos como usted! o como yo! por el amor a su patria, nuestra amada Tharbad! Unos simples sastres se ofrecieron voluntarios, para luchar por todos ustedes! demostrando que el coraje y la valentia esta por encima de toda virtud! ...(y asi continuaba)
Vieron a varias decenas de personas rodeando al pregonero, empapandose de todo lo que decia, sus caras reflejaban esperanzas, vieron a un niño agarrado de la mano de su madre, que paso cerca de ellos:- Madre! cuando sea mayor yo sere tan valiente como los sastres! - A Angost le hizo mucha gracia y se vio a si mismo, cuando era niño con su madre:- Madre de Mayor quiero ser tan buen ladron como el Manco! ... y una colleja le caia tras otra... - Angost rio a carcajada y los demas, como si pensaran algo parecido, hicieron lo mismo. En ese momento de tristeza y desasosiego, sus risas hicieron un parentesis, para ser las risas mas sinceras de toda su vida.
- Pasado mañana,jueves! tendreis la oportunidad de conocerlos
- COntinuo el Pregonero- en la Plaza Mayor de Tharbad! conocereis su hazaña en primera persona, contando con la estimable presencia de Vuestra Señoria el Coronel Tarnhart!


Angost

Garred parecia molesto y aun era necesario para el grupo. Lothar debia mantener la tranquilidad o todo se echaria a perder, no podian permitirse el lujo de prescindir del Sargento Mayor, pues si Dave no aparecia mañana, debian seguir con el plan del cuartel, cosa que a Angost no le apetecia nada. Ya lo habian hecho en una ocasion y solo un milagro, les hizo que salieran con vida.
Parecia que Lothar estaba crecido despues del incidente que tuvo con el Afable y como un leon sobre su presa no dejaba de abrumarlo, de apretar la presa sobre su cuello, cada vez que le apetecia, en cierto modo era hasta gracioso ver como el pequeñajo le leia las cuarenta al grandullon, pero no estaba la situacion para este tipo de majaderias en forma de testiculina, debian funcionar como un equipo.
- Quereis calmaros los dos?- Dijo Angost, exponiendole todo lo que pensaba sobre el asunto- Tenemos que trabajar como equipo o esto nunca saldra, no recordais como acabaron Yasuo y Tyrok? Centremonos!
A mi me parecer que aqui no hay plan posible. garred nos dibujara el plano del exterior de la casa, ya que segun dice, no ha entrado nunca y nos dira la mejor manera de entrar.
- Me es dificil recordar como es la casa por fuera...- Interrumpio Garred- Lo que si se es que posee una patio interior, por el que tal vez podamos entrar. Alli debe haber una puerta, con la que podremos "trabajar" mas tranquilamente, que intentar forzar la puerta principal, el muro es alto , unos 5 metros y la cima esta protegida con picos de lanza, pero nada que no puedan solventar alguien como vosotros. No existe puerta de servicio. La casa posee solo una planta y no es excesivamente grande.

Llegaron a la madrugada al muro del patio exterior de la supuesta casa de Davelorth. Era un muro relativamente alto, coronado por puntas de lanza, como habia indicado Garred, pero nada que no pudieran solventar.
- Halaf tomara una posicion fuera, desde lo alto de aquel tejado- Indico Angost- Por si viene alguien o los soldados, en el momento del asalto deciden entrar. Se debera poner comodo, pues le toca pasar lo que qeda de noche y el dia siguiente hasta la tarde, en lo alto del tejado. Tienes provisiones de sobra para pasar el dia en esta mochila.
Garred desconocia aquella parte del plan, hasta este momento, sabia que nada era improvisada en esa banda, que sabia como se las gastaba despues de haberlos perseguido durante algun tiempo, junto a Daverloth. Aquello no le gusto del todo, pues veia que aun no se confiaba en el, pero no le quedaba otra. En ese momento, por el que debia compadecerse era por Halaf que estaria muchas horas sobre aquel tejado en una posicion que podia hacerse muy incomoda y aburrida a con el pesar del tiempo.

Comenzaron a trepar la mueralla, el ultimo en hacerlo fue Garred, el cual sufrio mas de la cuenta, y a punto estuvo de caer, si no le hubieran echado una mano, en lo mas alto, pues aunque la caida no era muy alta, si podia hacerse un gran daño si caia de mala manera. Halaf mientras tomo la posicion del tejado de enfrente, a la puerta principal, desde donde podia observar, tanto el muro del patio , como la calle de la puerta; una vez dentro los demas, se dispuso apostado, como buenamente pudo, a pasar unas largas horas de incomodidad.
OFF. No se si teneis arco, si no es asi, habeis podido conseguir uno, a lo largo del dia

Tyrok avanzo por el patio hasta una puerta cercana,seguidop por los demas, estando fuera de juego halaf, tenian que ver quien se dedicaba a abrir la puerta. Era un mal asunto el tener al mejor arquero y al mejor forzador de puertas en una misma persona.
- mierda!- Exclamo la Serpiente-Esta cerrada por dentro...esto no podria abrirlo ni Halaf... Que hacemos?
- Busqueomos una ventana- Sugirio Lothar.
Comenzaron a buscar en la fachada de la casa una ventana y asi la hallaron, pero bloqeuada con rejas. La cosa se complicaba.
- Tal vez podamos romper la reja- Dijo esta vez Halaf.
- No habiamos traido palancas? - Pregunto Tyrok.
- Me temo que eso fue el dia que fuimos a por besitos...
- Busquemos alguna herramienta que nos pueda ser util.- Dijo Tyrok, a la vez que observo un monticulo de tierra a unos metros de distancia. La tierra habia sido escarvada, luego podria ser que hubiese una herramienta util cerca. La serpiente se aproximo al lugar. Alguien habia movido tierra recientemente, pues estaba suelta y cerca de ahi vio una pala y un pico. La serpiente agarro el pico y volvio junto sus amigos.
- Esto podria hacer de palanca- Dijo la Serpiente-
-Jaja! Creo que si- Rio Lothar- Donde estaba ?
- Alli al lado.
EL Tahur comenzo a presionar con fuerza intentando desplazar la reja.
- Echate a un lado chiquitin- Dijo El Afable- Esto es cosa de hombres jjeje! - la manza de Garred tomo el pico y tiro con fuerza. La reja comenzaba a ceder y con varios tirones mas y un rato mas, por fin consiguieron desplazarla lo suficiente como para poder entrar al hogar del Oficial Mayor. Alli estaba todo muy limpio, a pesar del polvo y muy bien ordenado, como pudieron observar al enceder una antorcha. Daverloth era meticuloso, y obsesivo en ese tipo de cosas como nadie.
- Ya estamos dentro- Dijo Garred- Ahora que hacemos?

muy bien Tyrok tu ve a mirar en a tierra. Nosotros buscaremos por la casa a ver que encontramos.
- Antes de dejarlo todo hecho un asco. dejemos la entrada tal cual la encontramos. no queremos que nuestro amigo se de la vuelta a la primera de cambio. Registraremos el recibidor pero dejaremos cada cosas exactamente como la encontramos. Antes de tocar nada recordad como estaba puesta. este es el tipo de hombre que sabe como y d que manera ha colocado cada cosa.
El tahúr se cercioró de que nadie pudiese verlos desde fuera, pero Daverloth ya se había encargado de que todo estuviese cerrado a cal y canto. era el momento de buscar palmo por palmo a ver que sorpresas deparaba la casa. Primero se hizo una composición del volumen de la casa para ver si correspondía el interior con el exterior. Luego y sin piedad fue apilando todos los enseres al centro de cada habitación no sin antes repasar cada uno de ellos por si encontraba algo interesante. No iba dejar nada sin revolver y mirar. Miró cada cacharro, cada estantería, armario. golpeó cada pared para ver si sonaba diferente o hueca. sin prisa pero sin pausa. Buscó tan meticulosamente como dave había ordenado cada una de aquellas cosas. Le hizo gracia el retrato del padre de Dave. tenía el mismo semblante serio que su hijo, pero carecía de esa odiada sonrisa.

out roll
tres aciertos en percepción visual.

La luz de la mañana se tiño rojo fuego. El instinto y la comunion con la muerte de Tyrok era superior a la de sus amigos y alli donde nadie habia visto nada, done todo el mundo paso por alto, el intuyo esa muerte. No necesitaba desenterrar mas, una brisa se colo por las rendijas del patio y el cabello rojo manchado de tierra se mecio al compas.
-No,no,no! - balbuceo Tyrok- No puede ser!- Lo sabia, pero no queria creerlo. La desenterro como si aun pudiera darle vida, pero ya no era posible; llevaba casi tanto tiempo muerta, como Rosa.
Finalmente Clarisse, la de los rojos cabellos aparecio ante su mirada, muerta y enterrada.Tyrok, arrodillado ante la tumba, no se habia dado cuenta que sus amigos miraban, atonitos y en shock desde su espalda.

OFF: Si... soy muy malo... he jugado con la psicologia inversa... Os he dicho que era ella, para que pensarais que nunca seria ella y asi el impacto seguro que ha sido mas duro.
No encontrais nada, salvo lo que dije ayer..una libreria y libros...
Que Lothar...aun hay ganas de unas partiditas?

Lothar se restregó las manos por la cara, como si ese gesto pudiera limpiar lo que sus ojos le decían. No quería creerlo, no quería verlo. No, no, no.

Su cabeza daba vueltas. Conocía a Clarisse mucho antes que al resto. Había sido uno de sus amores de juventud. Luego una amiga de esas que no hace falta decirle lo que uno pensaba. Quería a esa chica como a una hermana. Las lagrimas brotaron suavemente, no eran de rabia, era un dolor profundo, triste y horrible. Clarisse no era una buena chica, no era una chica modesta, no era un mujer decente. Era uno de los suyos alguien en quien confiar, alguien a quien querer. Alguien q se hacia de querer con sus comentarios sagaces y ácidos. Las suaves lagrimas empezaron a ser un torrente. Lothar no lloraba así desde que su padre murió. Sintió la mano de Angost sobre su hombro. se miraron, no hizo falta palabras entre los dos.
Lothar se levantó. No se había dado cuenta de que se había sentado. No le importó que le vieran llorar así. Era su familia. Saltó por la ventana como un gato y se arrodilló ante el fuego rojo. Acarició su cara pútrida, peinó sus cabellos y la meció como si fuera un bebe dormido.

- Mira que te han hecho.

-Hermano... - Tyrok intentó sacar al tahúr del sock - Vamos a terminar de desenterrarla.

Entre los dos sacaron con cuidado el cadáver de la pelirroja. Angost ya tenía una buena sabana para envolver el cadáver. también había machacado el romero que crecía en el parterre para camuflar el hediondo olor. pliegue tras pliegue fueron metiendo la olorosa planta para que se comiera ese olor rancio.

Entre sus manos carcomidas y llenas de gusanos Lothar dejó su carta. La dama de corazones para la verdadera dama roja. Era una carta preciosa, regalo de su difunto amigo Yasuo. Cubrieron su cara y Lothar besó sus labios en un gesto fraternal de despedida. Luego la dejaron en el jardín sobre la mesa que habían sacado.
Quedaba esperar a que Daverloth hiciese acto de presencia. Algo que todos esperaban con verdadera ansia. Lo que vendría después era un plato que nadie quería comerse. Quien de entre todos ellos iba a decirle a Halaf que Clarisse estaba muerta.

Lo que Lothar tenía claro era que con esa noticia le iba a entregar la cabeza de ese bastardo. lo juró mentalmente por la menoría de su tío.