La Horca. Capitulo I

-1,2,3...1,2,3... ! Escudo! 1,2,3 ! Espada!... - El padre de Angost no daba cuartel a su hijo. Ya era una adolescente y el juego con las espadas, ya no era tan divertido; Angost continuaba practicando con el por varias razones: Una, que su padre lo necesitaba; dos porque era una de las pocas maneras de ver a su padre; tres porque la esgrima podria salvarle la vida en un determinado momento y cuatro, porque no conocia a nadie mejor que su viejo padre,para enseñar ese "arte", como lo llamaba el.- Deletreame ESCUDO!
-Que?! - EN ese momento de minima distraccion, su padre golpeo el craneo de Angost, algo que era bastante habitual, aunque siempre picaba.
-Ah! Mierda! Para que quieres que deletree escudo mientras estamos luchando? Siempre igual!
-Y siempre picas! jaja Eso significa que no aprendes y que no eres capaz de hacer dos cosas a la vez...te distraes demasiado! Eso puede costarte la vida!
-La vida ? que vida!- Respondio Angost- Esto es un juego! jamas me jugare la vida peleando con espaditas de metal...puede que jugando a las cartas, si... pero peleando?!Ni loco!

-SOn 4 y nosotros 3, contando con Arleg que ahora tiene la maceta, que le ha pasado Lothar en su poder, pero con Tyrok no podemos contar, ya que solo mantiene a un compañero suyo como rehen...un momento...claro!- Penso Angost.Estaban en desventaja, ademas de contar con ropa inadecuada, para la ocasion, pero aun tenian a uno de los suyos como rehen. Tenia que funcionar la amenaza a su compañero; era algo que parecia haber olvidado Lothar que se adelanto, dispuesto a luchar, pero realmente tenian la sarten por el mango...aun.
-Tirad las armas, si no quereis morir ensartados como cerdos!- Dijo uno de los guardias.
-Si dan un paso mas, rajale el cuello a su amigo, Tyrok- Dijo relajadamente, pero con voz alta y clara Angost. Tyrok asintio y Lothar comprendio. Los soldados, sin embargo dudaron. Arleg aprovecho el momento y golpeo con fuerza la puerta. Dio tres golpes rapidos, certeros y poderosos.
-Deja de golpear esa puerta!!- Dijo uno de los soldados muy nervioso. COmo la vuelvas a golpear ...
-Que?- Pregunto Arleg, el cual volvio a golpear la cerradura con la maceta. ZONG!! Un sonido metalico se escucho al otro lado de la puerta y la cerradura termino de reventar. En ese momento los guardias se lanzaron a la voz del soldado de antes- Matadlos!-

-Aqui! Esta por aqui- La voz del soldado llego clara al oido de Halaf. Maldicion! lo habian encontrado cuando creia que se habia desecho de ellos! Escucho claramente como llegaba uno delante del otro. Debia de ser rapido...deshacerse del primero rapido y luego el segundo. Si se lo pensaba mucho podrian llegarle los 2 a la vez.

Todo fue muy rapido. Todos actuaron por instinto. Dos soldados se lanzaron a por Arleg, Tyrok no lo dudo, en lugar de cortar el cuello al rehen, lo arrojo con fuerza a uno de los que iba a por Arleg, este impacto con dureza en su compañero y lo desiquilibro por completo, quedando ambos enredados momentaneamente.
Lothar observo como uno de ellos se encaro con el, y no paso ni medio segundo cuando el soldado se lanzo a por el; el tahur no lo dudo... era el o el soldado. Intento ser mas rapido que el, como en algun entrenamiento,en estas ultimas semanas, le habia enseñado el Principe. Busco el punto debil de la armadura de su enemigo. El rostro parecia lo mas desguarnecido y hacia el solto la estocada. La espada entro como si fuera manteca de cerdo; la punta entro directamente en el ojo y aparecio por el otro lado de la cabeza, la mano del tahur quedo llena de sangre y fluido ocular. El soldado se combulsiono de manera grotesca, antes de caer;tanto que Lothar solto la empuñadura, como si acabara de ver el mismo, a la propia muerte; apartose aterrado de la escena, temblando como si de repente hicieran -20 grados.
Angost opto por otra tactica, pero igualmente efectiva. El principe hizo gala de su elegancia y con un ligero contoneo de su cuerpo esquivo el ataque de su enemigo, que se perdio en el aire, seguidamente vio claramente el rosto de su enemigo y no dudo tampoco, ni un momento; perforo la mejilla de su enemigo y la espada quedo paralizada con media hoja dentro del craneo del pobre hombre. Angost no era consciente de lo que habia hecho, hasta que vio al soldado en el suelo muerto con la espada clavada en su cabeza.
Arleg hizo un movmiento magistral. Esquivo al soldado que impacto contra la puerta , ayudado por la maceta que cayo pesadamente sobre su espalda; este salio disparado contra la puerta que se abrio de par en par, al rebotar, esta contra el marco; el soldado cayo fuera de combate al suelo. El excapitan lo vio claro y aprovecho la situacion , vio que sus "amigos" no estaban muy acostumbrados a la sangre, por lo que salio por piernas por la puerta... anque aun quedaba Tyrok; la serpiente era otra historia, pues no solo parecia estar acostumbrada a la sangre, sino que Angost habria dicho que estaba acostumbrado a bebersela, como aperitivo cada dia...ahora bien... que haria la serpiente?

Lo tenía enfrente, y sabía qué hacer. Ellos creían contar con la ventaja, pero no sabían que había desenvainado mi espada corta.
Salté sobre él y le lance una estocada al rostro. Fallé el golpe homicida, pero acerté en carne, pues noté el corte. Y el soldado lanzó un grito de dolor. Se llevaba las manos a la cara y caía de rodillas.
Y ahí mi oportunidad. Salí corriendo como alma que lleva un demonio. Esta vez si que no miré atrás. La misma táctica que antes, cada vez que veía un callejón por ahí me metía, nunca en línea recta. No quería que vieran mi trayectoria de huida.
Corrí y corrí. Esperaba que nadie me siguiera. Esperaba que el soldado se hubiera quedado ayudando a su compañero.

Halaf
El guardia quedo sangrando con sus manos en la cara y Su compañero le alcanzo:- Donde esta?! Que ha pasado?!
- Estoy bien!- Respondio el compañero herido- Coge a ese hijo de puta!!
El guardia sano continuo su camino a gran velocidad tratando de alcanzar a Halaf, pero la zancada de Halaf era mas larga, tanto que volvio a perderlo. Decidio hacer la misma operacion; esconderse y esperar a que pasara de largo. Doblo una esquina y se metio en el recoveco de una fachada, que se habia derrumbado en algun temporal pasado.
Su respiracion era agitada y el sudor frio recorria por su sien, a la vez que bañaba el resto de su cuerpo, su corazon amenazaba con salir de su pecho. De repente escucho unos pasos, ese maldito guardia parecia un sabueso, le sacaba ventaja, pero siempre olia por donde andaba, pero esta vez no... esta vez pasaria de largo y lo dejaria en paz de una vez.
-Sal de ahi cerdo cabron!- Dijo el guardia.
Como?!...no podia verlo, estaba todo muy oscuro,el suelo lleno de huellas de cientos de personas y solo la luz de la antorcha del guardia iluminaba el lugar, no seria suficiente...pero entonces... por que se detenia?!
-Puedo ver la punta de tu bota! imbecil!.
Halaf se fijo en su pie...tenia razon, habia dejado parte de su pie al descubierto y podia verlo... el guardia se estaba acercando y esta vez no lo pillaria de sorpresa, pues sabia donde estaba y sabia lo peligroso que podia ser Halaf, gracias a su compañero.

Tyrok
Arleg salio por la puerta y comenzo a correr, como un gamo, pero Tyrok reacciono como una serpiente y salio en pos de el. Si habia algo que Tyrok hacia bien, sin duda era correr, era fuerte, Arleg no escaparia, pero una vez alcanzado, que haria? Sin duda el capitan, era un guerrero muy superior a el...no se le ocurrio otra cosa, debia alcanzarlo cuanto antes, para que sus amigos pudieran verlos al salir, entre la oscuridad; una vez alcanzado, debia entretenerlo lo suficiente, pues no le interesaba un uno contra uno.
-No puedes huir de mi , Capitan!- Dijo Tyrok, que lo alcanzo a unas pocas decenas de metros de la puerta rota.
-Tienes razon... por lo que veo eres un cabron rapido! Pero estas seguro que querias alcanzarme?- Dijo el capitan mientras mostraba la maceta en su mano derecha amenazante.

Angost y Lothar
El soldado maherido cayo al suelo, habia perdido mucha sangre y su compañero se lo quito de encima como pudo, este observo la situacion y amenazo a los dos amigos con su antorcha y espada. Angost, fue el primero en reaccionar y desenclavo su espada de la cabeza del guardia que habia matado instantes antes. Lothar se quedo mirando a la nada, ausente.
-Ve...vete... por...por... dodonde has venido!y no te matare!- Por primera vez al principe le costo articular palabras, a vista de alguno de sus amigos. Todo el cuerpo le temblaba, esto era diferente a los juegos de su padre; Se lo habia advertido miles de veces, y aun asi lo pillo de sorpresa. Esto no era un juego.
El soldado se lo penso, pero no salio huyendo, al contrario:
- Yo soy un profesional de esto, niñato! - Le replico el soldado- Tira el arma y rindete!
Con la velocidad del rayo el principe golpeo el arma de su enemigo, no con mucha fuerza, pero si con gran precision...tanto que la espada corta salio disparada de la mano del guardia y cayo lejos de este, como si fuera un mero principiante. Incluso Angost, se quedo aturdido, por haberle salido el truco que le habia enseñado su padre, jugando. Angost, tardo un instante en reaccionar, pero no menos que el guardia, el cual se quedo sorprendidisimo.
-Largate de aqui- Le dijo el principe.
El guardia, palido como la luna dio un paso atras.
-Coge a tu amigo y salid de aqui!- Repitio Angost.
El soldado cogio a su compañero malherido del suelo y salio de aquella habitacion.
-Lothar... vamos! tenemos que salir de aqui!
Lothar de repente reacciono como si lo hubiesen despertado de un sueño.
-S...si- Alcanzo a decir- Vamos de aqui!
Angost y Lothar salieron por la puerta. Apenas alcanzaron a ver a 2 personas a lo lejos, serian Tyrok y Arleg?, cuando Angost se doblo como si le hubiesen golpeado el estomago y comenzo a vomitar.
En estos momentos, el Tahur estaba mas entero que Angost, aunque instantes antes habia sido al reves, al fin y al cabo,ambos eran seres humanos: -Vamos! Principe... hay que salir de aqui! esos soldados habran ido a por refuerzos!

La espada se había clavado como si nada. Fue un instante que se diluyó en la inmensidad del tiempo. Atrapado en ese breve espacio de tiempo el Tahúr no era consciente de lo que le rodeaba. Estaba en el limbo.

Una marea roja se arrastraba por su mano con intención de cubrirlo por completo, era imposible huir de ella. al otro lado, en el nacimiento de la fuente, una cara desencajada por el dolor y desfigurada por el acero le miraba.

- Asesino.

Eran las palabras no dichas que surgían de la boca de ese desgraciado. Su cara se grababa en su mente como esas palabras. Se convulsionaba con brotes salvajes e incluso una mano mortecina se agarró al acero cortándose sin pudor la palma y los dedos en un intento de arrancarse el dolor. La boca se contrajo y la cara cambió a una máscara de puro terror al comprobar que la muerte era inexorable...

La mano de Lothar comenzó a temblar al ritmo de las convulsiones de la cabeza del soldado. Sus ojos atraparon, sin poder evitarlo, la faz horrorizada. Ese hombre lo acompañaría por el resto el su vida. Así como el gemido lastimero, casi ahogado y sobre todo perturbador.

- Asesino.

El cadáver le hablaba en un idioma mudo y brutal...

De pronto volvió a la realidad, el príncipe estaba temblando, quien sabe si por miedo o por la subida de adrenalina. lo cierto era que había matado a uno y desarmado a otro. pero estaba entrando en el limbo del que acaba de salir él.

- Vamos, tenemos que salir de aquí.

Le dio un tirón de la manga y salieron corriendo como alma que lleva el demonio.

El aire frio de la noche fue como la llave del paraíso. Los girones de niebla se estaban levantando dejando al descubierto las calles de Tharbad. No muy lejos, mas bien cerca estaban la serpiente con el ex-capitán de la guardia. La espada de Lothar aún dejaba un minúsculo reguero de sangre que se mezclaba con el rocío nocturno. El carmesí paso a marrón y luego a nada...

Lothar preparó su aguijón envenenado...

- Deténgase! No nos hemos tomado tantas molestias para verle muerto créame. Hay una horca preparada para usted en la plaza del pueblo y no es nuestro deseo verle allí colgado, venimos para salvarle. La Mano, lo quiere con vida. Es usted un importante activo y está dispuesta a perdonar. Creé sino que se habría tomado tantas molestias en hacerlo salir de aquí con vida? - la Serpiente intentó convencer a su presa para que al menos parase y no le hiciese frente - Es usted demasiado conocido en el pueblo y ese mismo pueblo tiene sed de sangre, su sangre, si quiere escapar con vida de ésta deberá venir con nosotros, lo tenemos todo listo para liberarlo.

-Por que me querria La Mano con vida?- Pregunto a Tyrok. El excapitan se quedo pensativo medio segundo- Ahh! ya lo entiendo... creen que voy a decirles donde esta Turgoll!!
El maldito era inteligente, demasiado inteligente.
- No pienso decirles donde esta Turgoll... con lo que ya se para que me quieren y lo que van a hacer conmigo, para sacarme la informacion...
Tyrok se encontro acorralado. El excapitan habia desmenuzado el plan en solo una decima de segundo. La serpiente trago saliva:- COncentrate- Se dijo a si mismo- No necesitas que se lo crea... solo necesito entretenerlo...-Tyrok le volvio a hablar.
- No tengo noticias de lo que dices! a Nosotros nos han mandado solo porque eres bueno con las armas y a La Mano, parece que le interesa reclutarte. Haces mas bien, para ellos, vivo, que muerto...
-No pienso perder mas tiempo contigo, muchacho! Se que estas haciendo tiempo para que vengan los maricones de tus amigos!-Tyrok volvio a quedarse palido. Necesitaba tiempo!- Pero antes de partirte la cabeza... respondeme, si te da tiempo antes de que lo haga... La Mano envia a unas personas que he metido en el calabozo, engañandolos, ademas, siendo complice de la muerte de alguno de los vuestros... para reclutarme? JAJAJA! no sera la venganza lo que os mueve? Es la mejor manera de que este trabajito le salga barato a La Mano... esos asquerosos ladrones, avariciosos,urracas que se bañan en oro!- Arleg escupio al suelo- Ahi tienes a tus amigos!- DIjo Arleg mirando por encima del hombro de Tyrok-Tyrok no pico y no miro hacia atras, sabia que podia ser una argucia para distraerlo y no se habria equivocado, si hubiese mirado.
-Arleg! tira ese martillo!- Era Lothar.-Tiralo y salgamos de aqui! los guardias estan cerca- Lothar se acercaba corriendo con Angost y ya casi estaban a la altura de Tyrok. Arleg tenia tiempo de un ataque, pero pronto, tanto Angost, como Lothar lo volverian alcanzar.
-No podras salir solo de aqui! te conoce todo el mundo!
-Crees que no tengo aun fieles entre mis hombres? Se donde tengo que ir para salir de aqui! incluso vosotros lo teneis mas crudo que yo en este momento.
Finalmente Angost y Lothar se unieron a Tyrok. EL muy arrogante lo habia permitido.
-Y ahora como pensais detenerme, como pensabais trasladarme? Supongo que usando el mismo somnifero que habeis usado con el par de guardias que vi en el pasillo del patio, cuando salimos por el, no?- Arleg era algo mas que un guerrero, era un enemigo temible y no solo con la espada; era observador y muy listo, pero la arrogancia podia ser su perdicion.- Vamos...si me atacais y me matais no conseguireis nada. Si perdeis mucho el tiempo, vendra la guardia... a mi me ahorcaran, pero a vosotros os cortaran los huevos y los freiran en vuestra presencia, luego os cortaran a cachitos, empezando por los dedos de los pies, os sacaran los ojos, aun con estando vivos...
Que vais a hacer? Al primero que vea jugar con una aguja, a ese, sera al primero que le aplaste su mano con el martillo...

2 dias despues.

-Este imbecil no tiene nada que ver con los tipos de la otra noche. Si no ya habria hablado...nunca vi a nadie aguantar tanto dolor sin soltar hasta lo ultimo que sabia... incluso se lo habria inventado, con tal de que pararamos el castigo y aun asi, se ha mantenido en sus trece... no tiene nada que ver con esos... puede que sea un pobre anormal.
-Soltadlo- Dijo el Comandante- Dejadlo en un callejon tirado, no quiero que nos responsablicen de esa tortura.
-A la orden, Milord.
-Cuales son los daños? por curiosidad.
-Ha perdido un ojo. 8 piezas dentales, incluida alguna muela. La pierna derecha esta rota.La nariz, tambien esta rota.Tiene la cara machacada y el torso amoratado, como si le hubiese pasado por encima una carga de caballeria. Probablemente muera.
-Si sobrevive, no volvera a hacer ese tipo de imbecilidades- Dijo el comandante.

Miré alrededor. Si tuviera otro sitio por donde huir. Pero no. Tenía que pasar por delante de él. Joder, tendría que matarlo. Pero yo no era bueno en eso. O al menos, el soldado era mejor que yo, seguro.
Pero no había nadie como yo para jugar a las cartas. Y las mejores manos se ganan con faroles.
Salí decidido, con la espada por delante. Apuntando firmemente a mi oponente. Y con la mayor seguridad que pude inicié mi discurso.
"Escúchame bien, miserable. Tengo algo que hacer. Y ése algo me reportará mucho dinero, así que no tengo tiempo que perder. No soy un asesino, ni un buen espadachín. Por eso juego con ventaja. Mi hoja está envenenada. Sé que he alcanzado a tu compañero. Sé que me ensartarás con ésa espada, pero yo te alcanzaré a ti también. Y moriremos los tres, incluido tu compañero. Yo no obtendré mi oro y vosotros perderéis la vida conmigo. Vuelve con tu compañero. Y adminístrale rápido, vinagre y sal por la herida. Después mezcla el vinagre, la sal y un poco de tomillo y haz una infusión. Que se la tome. Rabiará de dolor y vomitará hasta la primera leche. Pero sobrevivirá. Deja que siga mi camino. Ya he visto que tenéis cosas más importantes que atender que mi negocio"
"Claro. ¿tu no tienes nada que ver con los que vienen a rescatar al Capitán" dijo con sarcasmo.
"Yo no tengo nada que ver con tu Capitán. ¿qué dinero me reportaría eso?" dije lo mas convencido posible "Cree lo que quieras. Pero si no me dejas marchar moriremos todos. No ha de ser una herida profunda, basta con sangrar. Y llevas muchas partes del cuerpo al descubierto. Tu y tu amigos moriréis por tu estupidez. Peor aún, yo moriré por tu estupidez. Te repito que no soy un asesino, pero si no me dejas marchar ya, seré yo quien comience el combate y todos acabaremos muertos....Vé y salva a tu amigo y tu Capitán. Déjame con mis asuntos"

El soldado parecio dudar.
-Que...que ibas a robar?!-Pregunto nervioso. Pero de pronto parecio recordar que la autoridad era el. El era la Guardia de Tharbad y ese andrajoso un malechor.- Ya esta bien de tonterias! si llevas envenenada esa espada se te va a caer el pelo, amigo! primero, porque esta prohibido llevar armas, ademas de amenazar a la autoridad! Tira ese arma al suelo y no te perjudiques mas, muchacho!
-No pienso tirar el arma al suelo...- Respondio Halaf.
El soldado tomo una posicion de guardia alta, para proteger su rostro descubierto, seguramente recordando a su amigo, usando su espada y su antorcha.
-Es la ultima vez que te lo pido, amigo...

- No te estás comportando como debieras, Arleg. Te hemos sacado de la cárcel, librado de la horca y ahora nos lo agradeces así. No, no, no.
El tahúr negó con la cabeza.
-No tenemos tiempo para jueguecitos. O vienes por las buenas o por las malas.
Se que en tu cabeza se está fraguando la muerte de alguno de nosotros, pero lo que tu mente ve claro es que si te ofuscas en salirte con la tuya vas a morir.

- Si te quisiéramos muerto ya habrías palmado hace rato. Tira esa maceta y vallamos a un lugar seguro o prepárate a morir. Sabes bien quien soy y que te quiero muerto, nadie tiene mas motivos que yo para mandarte al otro barrio. Pero hoy no toca esa parte. Hoy toca portarse bien. Ven con nosotros por las buenas es tu mejor opción.
Tres a uno, y esto no es un juego. Quizás con una armadura y un arma en condiciones no tendrías nada que temer, pero no tienes esa baza, tus cartas son muy malas y solo tienes una jugada para salir bien parado.
tu mismo.

El tahúr se fue acercando poco a poco con la mano izquierda adelantada oculta por la ancha manga de monje, detrás la espada corta en una pose de esgrima digna del príncipe y sus lecciones de esgrima, lo llamaba guardia media ofensiva. Realmente ocultaba la aguja escondida en la izquierda preparada para un fatal pinchazo. Aparentar lo que no era para tender la trampa.

-Pues si esas son mis opciones... teniendo en cuenta que si muero, vuestra mision sera un fracaso, y que si me cogeis, me torturaran hasta sacarme de mis entrañas donde esta el traidor de La Mano, Turgoll elijo ... Morir luchando!- El capitan dio un salto hacia adelante, para intimidar a Lothar, que era el que mas se habia adelantado y vaya si lo consiguio, Lothar dio un salto hacia atras, esquivando un ataque invisible, pero se dieron cuenta rapido... no era una tecnica de combate, lo que estaba usando Arleg: las tornas habian dado la vuelta, pues ahora era el, el que queria ganar tiempo, para que viniera la guardia...pronto saldrian por la puerta rota muchos soldados y entonces que pasaria? Todos corriendo para no ser pillados...cada uno por su lado... y Arleg, por el suyo... lejos de todo y de todos; esa era la verdadera y unica posiblidad del excapitan de la guardia de Tharbad.COrrer aprovechando el desconcierto.

- No sabes con quien se la esta jugando, Capitan- Dijo Angost. El principe parecia confiado en si mismo, parecia haberse recuperado perfectamente del sock, al igual que Lothar que adopto una posicion de guardia, que habian practicado dias atras.
- De verdad? No sois unas maricas que os asusta la sangre? JAJA!
Tyrok se acerco a Lothar cuando iba a dar un paso adelante.
-Golpeare su arma- Susurro Tyrok cerca de Lothar. Esto le venia fenomenal a Arleg, ya que el tiempo empezaba a jugar a su favor.
- Secretitos ...? Pues Morid!!! - Arleg lanzo su brazo hacia atras y arrojo el martillo contra Tyrok. SU idea era simple... arrojo el martillo a Tyrok para distraerlo, aprovecho para adelantarme a Lothar QUE SE que lleva la aguja envenenada, golpeandolo con una patada al pecho y derribandolo, luego uso mi velocidad para dejar fuera de juego a Angost, sin embargo las cosas no salieron como el Capitan queria y es que el Dios Azar, como diria el principe, era el que manejaba el destino.
El martillo volo hacia la cabeza de Tyrok con lo que tuvo que cambiar de idea y esquivar el martillo; estaba muy oscuro , con lo que la maceta salio bastante desviada, aunque al capitan le valio para distraer a Tyrok y dejarlo fuera de juego. El problema llego a continuacion, cuando intento ser mas rapido que Lothar, ya que no lo consiguio y fue Lothar el que se anticipo y clavo la aguja en esu cuello, producto del movimiento fallido, la oscuridad y el barro del suelo, Arleg resbalo, lo que hizo que el inesperado y extraño movimiento, expusiera excesivamente su pierna derecha, al alcance de la espada corta de Angost, que se movio practicamente al unisono de Arleg y Tyrok, y en lugar de cortar algun tendon de la pierna, corto hasta la mitad de la pantorrilla del Excapitan, que comenzo a sangrar abundantemente.

Halaf

Halaf se sintio como una rata acorralada. Solo podia huir hacia adelante: -Tengo oro- Hizo un ultimo intento.
-Encima sobronando a la guardia?! Te vas a enterar!-A pesar de las amenazas del guardia permanecia en una posicion de defensa alta. Halaf observo que la parte baja estaba mas desprotegida.
-Pues tu lo has querido!- Dijo el rubio , que se abalanzo contra el soldado como un poseso.
Halaf intento estocar el muslo de su enemigo, sin embargo la espada del guardia bajo, de manera rapida y bloqueo el ataque de Halaf. Las dos espadas quedaron enredadas y ambos contendientes hicieron acopio de su fuerza para llevarse el combate a su terreno. Ambos se miraron a escasos centimetros de la cara, mientras sus espadas luchaban enredadas por ver quien desiquilibraba a quien. Parecia todo muy parejo, hasta que Halaf dio un poderoso empujon :-AAAH! -Grito poderoso el rubio. El soldado perdio el equilibrio y su defensa alta, por lo que intento perforar la cara de este. Halaf volvio a lanzar una estocada , esta vez a la altura de la cara, El guardia intento apartarse pero no le dio tiempo y la espada se estrello contra el casco de este... afortunadamente para el , el metal repelio todo el daño. Todo seguia como al principio. El guardia, ahora intento tomar una posicion, de defensa alta, intentando nuevamente su rostro, pero Halaf se lanzo contra el como una pantera a su presa y volvio a estocar a su enemigo en el rostro. Pero el infortunio volvio a quedarse con Halaf. Pues el guardia no llego a defenderse con su espada, pero la hoja de Halaf se clavo en el yelmo, sin llegar a malherir al soldado. Este aun capacitado para luchar y ayudado por su fortuna, solto su mano izquierda , de la antorcha, e impacto en la cara de Halaf, el cual quedo mareado y aturdido, ademas de llevarse una buena quemadura en la cara...podria haber sido peor y que el cabello le hubiese ardido. El uardia tenia toda la ventaja, halaf se tambaleaba y no estaba muy seguro de lo que estaba pasando. El guardia no quiso pasar la ocasion y se lanzo con toda la rabia a por el... SIn embargo, el rubio tuvo una reaccion milagrosa y pudo esquivar el ataque del guardia. Esto le dio tiempo para recuperarse...aunque estaba dolorido.
El guardia volvio adoptar una posicion de guardia elavada. Tenia el combate ganado, pero no queria precipitarse.
Halaf estaba en una situacion mas que complicada, con su cara quemada y dolorida y un poco de sangre molesta que le caia de la frente, su situacion era mas que complicada. Tenia que hacer un ataque y que fuera lo que Eru quisiera... o como Angost decia...el dios Azar. Volvio a levantar su espada, pero intento alcanzar nuevamente el muslo de su enemigo.
halaf lanzzo su ataque a la desesperada, pero la espada del guardia se interpuso nuevamente en su avance... halaf estaba agotado y herido...mas no podia hacer. El guardia levanto su espada para rematar la faena, pero de repente:- CHANG!!!! -Algo golpeo el yelmo del soldado.-CHANG!!! - Otro golpe cayo desde la oscuridad... halaf observo como una piedra bien gorda,cayo cerca de el. Otra piedra volo y golpeo al guardia con dureza en el hombro, seguida de otras tantas... el soldado tuvo que ponerse irremediablemente a cubierto, pues las piedras no paraban de caer.
-vamos corre!!- Dijo uno de los pilluelos amigos de Angost. Habian vuelto, afortunadamente para Halaf...- Otra vez os salvamos el culo eh?... esta noche os va a salir cara, amigo jeje! - Dijo el pilluelo, mientras Halaf se unia a ellos y el guardia quedaba atras, cubriendose de las piedras de los otros 4.

Corrí como un desesperado. La cara me ardía y dolía intensamente. Lo cual era bueno. Según me dijo una vez el prior, cuando una quemadura era muy grave, dejaba de doler de forma inmediata.
"Tengo que ayudar a mis amigos", el dolor no importaba, mis amigos estaban a punto de morir dentro de aquel cuartel.
"Tranquilo. Tus amigos han salido con un tullido", dijo el pilluelo alegremente.
Maldita sea, no habían podido sacar a Arleg, pues a buen seguro que el tullido sería Yauso, al que habían detenido esa misma mañana y estarían torturando.
Tenía que volver a casa, pero solo cuando supiera que no nos seguía el soldado.
"Mañana en la taberna acordada. Os daré lo que mereceis por esto que habeis hecho ahora. Yo siempre pago, y esto no lo olvidaré con facilidad" sin duda mi aspecto debía ser muy malo, porque aceptó a la primera.
Entonces otra preocupación surgió en mi interior. ¿cómo estaba yo de mal?¿me seguiria amando Clarisse?. Maldita sea, si Clarisse me dejaba, volvería al cuartel a matar a ese hijo de puta.

El paño de agua fresca lo desperto, pero a la vez lo alivio. Todo estaba difuso, pero poco a poco su vision se fue recomponiendo. Parpadeo lentamente algunas veces, para seguidamente llevarse la mano a los ojos y limpiarse las legañas. El rubio sonrio a la pelirroja, que estaba sentada en el camastro, a su lado. Era ella la que le habia colocado el paño. Halaf se desperezo, estirandose:
- Debo estar horrible con esta quemadura en la cara.
- Estas hecho un asco, ademas de feo- Le respondio Clarisse.
-No decias lo mismo anoche!-Halaf agarro a la mujer con fuerza y se la coloco encima, ella de buen grado acepto la invitacion y beso con pasion sus labios.
-Ya vale...- Dijo Lothar.- No veis que hay publico? - Estaban en casa de Lothar otra vez. Habia pasado un dia completo desde el asalto al cuartel y habian hecho "la entrega", perfectamente. Arleg, ahora, pertenecia a La Mano. Lothar estaba mas que satisfecho, pues estaba seguro que La organizacion, conseguiria sacarle donde se habia ido Turgoll.
-Y ahora que?- Pregunto la Serpiente.
-Deberiamos esperar que pase algun dia y que las cosas se calmen. -Dijo Angost- Saldremos de uno en uno en caso necesario y Clarisse hara las compras, como la comida.

Fue al cuarto dia cuando llamaron a la puerta. Lothar abrio, aunque antes miro para asegurarse quien era; no era otro que Bardo, el Juglar.
-... Yo por mi lo habria dejado morir, odio a ese tio...-Continuo hablando Bardo, ya dentro de la casa- Pero el caso es que como lo vi con vostros, el dia que estuvimos dando las clases de etiqueta, he decidido avisaros.
-COmo esta?- Pregunto preocupado Angost.
-Yo diria que le queda poco tiempo...esta hecho un asco. Morira. Lo lleve a un Zeres-Mu , el curandero, por vostros, pero no me hare cargo de los costes. Lo encontre tirado en un callejon. Ha perdido un ojo y le han arrancado varios dientes.
-Esta bien- Dijo Lothar- Gracias por informarnos. Y con esto Bardo se marcho.
-Que hacemos? Si vamos a por el , puede que lo tengan vigilado, que lo hayn soltado para cogernos.- Dijo Lothar.
-Por mi, que se pudra- Dijo Tyrok-
-No podemos hacer eso, Maese Tyrok- Respondio Angost-King- Ha sufrido una torutra inhumana, ya has escuchado a Bardo y aun asi, no nos ha vendido.
-Eso no lo sabes- Dijo Tyrok.
- Si lo hubiese hecho no habriamos salido con vida del cuartel, pues habrian estado esperandonos, creeme porfavor.
- Sigo sin fiarme- Tyrok agacho la mirada, disconforme- Aun asi, eligire, lo que decida la mayoria.
-Ya has escuchado a Bardo- Dijo Halaf- Esta en las ultimas.
-Por eso quiero recogerlo- DIjo Angost- Se lo llevaremos a La Mano. Nos deben eso y mas...ademas Arleg tenia algo de razon en lo que dijo... esta mision nos la mandaron a nosotros, porque se ahorrarian un buen pastizal, de haber tenido que contratar a unos asaltantes, con las narices suficientes, para entrar ahi, habrian tenido que pagar cientos de monedas de oro... como los llamo Arleg? ... Urracas usureras...
Lo recogeremos esta noche. Clarisse ira a avisar a Zeres-Mu que vamos a ir esta noche, para que nos abra por una puerta trasera, si la tiene o si no, iremos por delante de su negocio, pero discretamente. Entraremos Lothar y yo. Los demas os quedareis por los alrededores, vigilando, por si hay atisbo de guardias.
- Que es atisbo?- Pregunto burlandose por el vocabulario que a veces empleaba el principe, el cual se hizo el sordo.
- Que prepare una camilla para trasladarlo, Clarisse- La pelirroja asintio, conforme.

...Y asi lo hicieron.

OFF: Lo dejo aqui por si quereis agregar algo, por si alguien quiere hacer la sigiente aventura ( a mi no me importa seguir yo...tengo algo pensado!!!) , o por si quiere proponer alguna clase de aventura alguien, soy todo oidos...
Si quereis que siga con esta historia, continuare... aunque de momento, esta aventura de LA HORCA , queda finalizada, aunque puedo unirla a la siguiente, a esperas de lo que decidais, como he dicho mas arriba.
Yasuo se salvara. Estara a la mitad de CP, por su ojo, y a la mitad de su movimiento y agilidad, por su pierna rota, pero podra recuperar un +1 por cada 2 post que escriba,y dejarlo hasta un maximo de -2CP. De ti depende VICTOR.
Halaf permanecera a -3 durante 3 semanas. Se curara a eso de 1 por semana.

Se me olvidaba! LA cuenta del restaurante!

LA CUENTA


Clarise: 2moneda de plata. Por la comida para 5 personas de 4 dias(incluye comida,desayuno y cena).5 monedas de bronce por gastos extras.
Le resta: 7MO 45MB 8Monedas de Plata.

Halaf: 2 Moneda de oro por dos pilluelo. 5 monedas de bronce por gastos extras.2 monedas de oro por el tratamiento y hospedaje de Yasuo (total 8Monedas de oro, 1 por dia + Medicinas para mantenerlo con vida)
Le resta:2 MO 69MB

Lothar: 1Moneda de oro por 1pilluelo . 5 monedas de bronce por gastos extras.2 monedas de oro por el tratamiento y hospedaje de Yasuo (total 8Monedas de oro, 1 por dia + Medicinas para mantenerlo con vida)
LE resta: 1 MO 8MPlata 95M de Bronce.

Yasuo: 6MO y 76 de bronce robadas por los guardias
Le resta: 0

Tyrok: 3monedas de oro por el somnífero. 5 monedas de bronce por gastos extras.2 monedas de oro por el tratamiento y hospedaje de Yasuo (total 8Monedas de oro, 1 por dia + Medicinas para mantenerlo con vida)
LE resta:5MO 75MB.

Angost: 2monedas de oro por los 2 pilluelos restantes. 5 monedas de bronce por gastos extras.2 monedas de oro por el tratamiento y hospedaje de Yasuo (total 8Monedas de oro, 1 por dia + Medicinas para mantenerlo con vida)
LE resta: 2MO 60MB.

"Para mí está claro. No voy a dejar tirado a Yauso" era lo que había dicho desde el principio, desde que intuíamos su arresto. Yauso era uno de los nuestros y había demostrado su valía al no delatarnos.
"Yauso se acaba de ganar todo mi respeto. Si está la mitad de mal que ha dicho el Bardo......uf....no sé.....yo no habría aguantado, y él lo ha hecho"
"Yo sigo diciendo que puede que sí nos haya delatado" dijo Tyrok.
"Te aseguro que no. No solo nos habrían esperado, si no que con ésa tortura, habría cantado incluso sobre este sitio. Nos habrían cogido a todos aquí dentro. No. No ha dicho nada"
Yo estaba convencido de eso. Y aunque hubiese cantado. ¿Quién podría reprocharle nada por ello? Le habían arrancado un ojo y varios dientes. Le habían roto las piernas. Había sufrido lo indecible por nosotros.
"Yo voy. Pero no descartemos que lo estén vigilando. La idea que vaya Clarisse parece buena. Nadie tiene porqué sospechar que una mujer vaya a ver a un curandero. Yo te acompañaré. Pero ten en cuenta que no sé cómo estoy de aspecto, y una cicatriz en la cara por quemadura......eso canta. Quiero decir, si el guardia a contado lo que pasó conmigo, que seguro lo habrá contado. Sabrá que uno de los asaltantes tiene una cicatriz de quemadura reciente en la cara. Solo es para que lo tengáis en cuenta. Pero contad conmigo para ir."
Recordar mi pelea con espada. Mi humillante derrota, me hizo recordar algo. Como no era algo de lo que avergonzarse, lo expuse sin secretismos, sin llevarme a parte a nadie. Simplemente me acerqué a Angost y le hable´.
"Me han dicho cómo escapasteis. Y que se te da muy bien la esgrima, Angost. ¿Te importaría practicar conmigo a diario?, yo he de mejorar mucho en ése campo"
Su cara permanecía seria. Después dio paso a ésa sonrisa enigmática, para afirmar con la cabeza.

Lothar jugueteó con su baraja, la reina de corazones aparecía y desaparecía entre las cartas y sus dedos. Parecía que esa baraja tenía una sola carta.

- Yauso... que se pudra...

- Yo voy a por él...

El Tahúr lo tenía claro como casi todos.

- Creo Halaf que no es buena idea que vallas tú a por el Oriental. Desde luego los guardias buscarán a alguien con una quemadura en la cara. Y viendo la poca consideración que han tenido con nuestro camarada, si te pillan harán gala de la misma cortesía contigo.

-Entonces ¿vamos a dejarlo allí tirado?

- No, iré yo, pero caracterizado. Tengo un disfraz de jorobado que suele resultarme muy útil cuando quiero pasar desapercibido.

- ¿Un chepado desapercibido? la serpiente siseó las palabras

- No te imaginas lo rápido que los desgraciaos desaparecen de la mente de la gente. Y además es más plausible que un chepado visite al curandero. Si no te importa Halaf me gustaría que Clarisse me acompañase.

- Además de Tahúr eres un bribón Lothar. - Clarisse dejó entrever un pasado con el jugador de cartas. Lothar sonrió sin su mueca tonta dejando al descubierto una sonrisa pícara y atractiva que el rubio desconocía.

Halaf apretó contra sí al fuego rojo del tatuaje rosa, como si pudiera borrar todos los hombres con los que su amor había yacido. Se apartó esos celos de la mente, ella era la reina de las meretrices y él un hombre que no había tenido pudor en enamorarse de una mujer así.

- Que tal si le damos a la espada de madera. esta vez Príncipe voy a tomarme la revancha.

El tahúr resultó ser un rival muy digno. No había recibido clases e esgrima, pero era taimado y rápido. Y aprendía deprisa. Los golpes se sucedían y las paradas y contragolpes no hacían mas que reverberar en las paredes. Solo cuando acabaron amoratados y cubiertos de sudor decidieron parar. por eso y porque un olor a comida salía de la cocina. Clarisse no solo era una reina en la cama, la cocina era otro de sus dones, aunque a ella no le gustase reconocerlo, ni que la vieran como su ama de casa particular.

Llegado el momento el viejo jorobado acompañado de su morena hija fueron a ver al curandero.

- Es increíble lo bien que se ha disfrazado Lothar, si me lo cruzara por la calle no hubiese podido reconocerlo. - La serpiente se espatarragó en la silla.

- Seguro que eso lo aprendió de su tío, una lastima que ese pozo de sabiduría acabase sepultado por la mano del Hurón...

-Si una lastima. Halaf se asomó a la ventana y vio como se iba su amor con ese chepado.

Las preguntas se sucedian unas tras otra, pero Yasuo siempre respondia lo mismo: "Yo no se nada". Los golpes se sucedian a otros, pero era siempre la misma respuesta. Asi que el comandante decidio ir un poco mas lejos, preparo la pierna del oriental, y con un golpe de una maza le partio la pierna, los gritos de dolor eran acallados con un trozo de ropa metido en la boca. Pero Yasuo no decia nada, solo "Yo no se nada". Pensaba en sus amigos, y sabia que si hablaba ellos pagarian sus torpezas, asi que decidio soportar el castigo, fuese cual fuese, asi se sentiria saldado con el mismo.

-Este no suelta prenda, sargento, ya me canso de pegarle-. Le dijo ya cansado el guardia. -Bien, bien, pues me da igual "lo dulo que seas oli-ental", pero te vamos a sacar la verdad de una forma o de otra-, dijo el sargento mientras le daba las tenazas al soldado. Y otra vez a sentir mas dolor aun y volvian a sucederse las preguntas. La respuesta era siempre la misma, "Yo no se nada". Esa era su unica verdad, en la que los dientes se sucedian uno tras otro con cada chorreton de sangre que escupia de su boca, aquello parecia mas una matanza de un cerdo que otra cosa.

Supuestamente la noche llego, porque el despertar fue recibido con un caldero de agua fria. Yasuo desperto de golpe y el dolor le vino de subito. Los ojos medio cerrados dejaban ver unas figuras alrededor unas brasas, de la cual sacaron una espada con la punta incandescente. Cada vez el rojo fuego se iba acercando mas y mas al ojo del oriental, con las consecuentes preguntas y la misma respuesta "Yo no se nada", a la espada no le gusto la respuesta y siguio su camino. Y asi fue, la cual penetro como un cuchillo en mantequilla caliente, el liquido que habia en el ojo salpico la espada dejando un chorrete negro y viscoso sobre ella. Otro vez su amigo el dolor le volvia a visitar para decirle que era hora de descansar otro rato .....

El ruido desperto a lo que quedaba del oriental, fuera de la celda habia movimiento. Yasuo sabia que eran sus amigos intentando sacar al excapita y rezaba porque salieran bien parados. Despues de un buen rato todo se quedo calmado como la noche que era.

Bien temprano fueron a despertar al preso y con muy buenos animos. Los ojos los tenian inyectados en rojo sangre. Querian obtener respuestas y lo unico que tenian para cebarse era a Yasuo.

El agua lo saco de la nada, fria como el invierno. -Hoy te tenemos otra cosa, con esto si que vas a hablar-, dijo el sargento. Estaba solo habia venido antes que nadie, y con furia. La boca de Yasuo fue tapada con un trapo mientras el agua no paraba de caer hacia su cara, la cantida que tragaba sin poder respierar era poca con la que caia, la asfixia no tardaria pronto en aparecer. Pero el oriental no decia otra cosa que no fuera, "Yo no se nada".

Tardo un tiempo asi hasta que unos soldados pararon al sargento por su exceso de tortura, increpandole con que habia muerto, pero a los segundos de parar el oriental empezo a vomitar agua como si de un rio se tratase, la poca comida que le habian dado salio primero, limpiando el estomago y parte de las tripas, todo lo demas fue agua limpia y antes de desmayarse vio como el sargento se le acercaba gritando, - Este perro sabe algo seguro- y la patada en el estomago hizo la oscuridad.

Dos dias despues del altercado, viero que no le habian sacado informacion ninguna, y ya la culpa empezo a tocarles un poco la conciencia y decidieron tirarlo por la noche en medio de una calle. Para su peor fin el que fue a recogerlo de mala gana no era otro que el Bardo, su peor enemigo, al cual ahora le debia la vida por llevarlo al curandero, mientras se desvanecía su poca vista un pensamiento corria por su mente.... VENGANZA...