Bienvenidos a la 6ª Edad de los hombres
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 Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington.

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Ankalagorn
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MensajeTema: Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington.   Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington. Icon_minitimeMar Feb 05, 2013 9:28 am

Segundo acto . Capitulo XVII. El Bosque de Connington.
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MensajeTema: Re: Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington.   Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington. Icon_minitimeMar Feb 05, 2013 4:06 pm

El viaje se alargaba, nos veíamos obligados a desviarnos de nuestra ruta, Omar se dirigía al que por primera vez llamó Bosque Negro, necesitaba hablar con un viejo amigo suyo para que nos ayudase a cruzar el mencionado bosque. A nosotros nos envió a recolectar flores de polisendra algo más al sur, según él, eran potentes antídotos contra los venenos. En mi opinión nos enviaba allí simplemente para mantenernos entretenidos mientras partía al encuentro de aquel hombre reacio a las relaciones humanas.

El viaje fue entretenido y fructífero, Omar nos enseñó a manejarnos dentro de un ejercito, lo cual fue especialmente divertido para mi. Al separarnos nos esperaba un largo y deseábamos que entretenido paseo hacia el sur.

La acción y aventura corría por nuestras venas, prácticamente nos alimentábamos de ellas, pero éramos niños que aun teníamos mucho que aprender. Yo personalmente quería ser un gran militar como lo fue Padre, pero además de eso deseaba conocer los efectos curativos de las plantas para poder servirnos de ellas como ayuda en el combate.

En nuestro viaje hacia el sur encontramos sin gran dificultad aquellas plantas que Omar nos había encargado. Pero nuestra curiosidad nos metió de lleno en un extraño bosque, el Bosque de Connington como posteriormente supimos. El tiempo había ganado camino a la existencia humana de aquel lugar, las plantas habían cobrado cuenta del camino que cruzaba el bosque, la lluvia era copiosa, y lo que en principio era una agradable ducha, terminó por convertirse en un desagradable e incesante tintineo de agua en nuestras armaduras. Dentro tuvimos la suerte de encontrarnos con algo de entretenimiento y diversión, orcos, no quedó ni uno en pie. Continuamos nuestro camino hasta llegar a un extraño pueblo donde al fin, encontramos gente que no resultó ser hostil con nosotros nada más vernos, pero que posteriormente, nos comunicaron que formábamos parte de una extraña profecía y que éramos portadores de malos augurios. Sin lugar a dudas las hostilidades no tardarían en comenzar, deberíamos adelantarnos a los acontecimientos.
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MensajeTema: Re: Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington.   Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington. Icon_minitimeMiér Feb 06, 2013 10:55 am

Algo extraño habia en este pueblo. Aparte de que parecian aislados al resto del mundo, todos parecian condicionados por sus "dirigentes". Todo el mundo hablaba de monstruos, pero nadie los habia visto, salvo alguno de los "importantes" o alguno que no tenia claro del todo lo que habia visto.
Los que no hablaban de demonios, hablaban de gigantes con puas y patas cortas...nadie se ponia de acuerdo, pues parecia que en este poblado funcionaba de manera desmesurada el "de boca en boca".

Podria ser feliz en un pueblo asi, cuando me llegara el descanso del guerrero, podria serlo, si no fuera por este tipo de cosas que pasabana en el pueblo del Bosque de Connignton. Mi instinto me decia que alguien queria tener a la poblacion controlada a base del miedo, con esto conseguia que la gente no quisiese marchar del lugar... la pregunta era Por que? Tal vez el mundo era demasiado asqueroso ahi fuera, de hecho parecia serlo, nosotros lo sabiamos de primera mano, y asi mantenian a salvo a su gente de ese asqueroso mundo exterior, por lo que podia ser algo bueno, pero a su vez, cortaban todo atisvo de libertad de estas personas, a traves del terror y eso... no estaba bien. Cada uno tenia derecho a ser libre, esta gente parecian animales encerrados en una jaula, animales que solo conocian la vida de la jaula,y que a la vez no conocen el mundo que les rodea, fuera de esta, aunque lo que les rodee sea peligroso para su integridad o una asquerosa mierda... Lo cierto es que no me gustaba la gente que encerraba animales, pero lo que estaba claro es ... que, que derecho teniamos nosotros a decidir como vivian estas gentes?
Tambien tenia claro que si molestabamos debiamos partir.
Y Tambien tenia claro ... que mas pronto que tarde ... molestariamos.
La profecia debia cumplirse para que estas gentes siguiesen sumidas en su mundo... en sus miedos...en su felicidad enjaulada
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MensajeTema: Re: Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington.   Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington. Icon_minitimeJue Feb 07, 2013 9:36 am

Los hijos de Tiego habían sido bien recibidos. Aunque no todo eran sonrisas. Había gente que recelaba por una procefía que Ardasor, sumo sacerdote del Templo de Yisell, había tenido tiempo atrás.
En cambio, había mucha gente como Ederet o Manarac, que lejos de recelar, los habían acogido casi en su hogar.
Ésa noche había una Asamblea del pueblo para tratar el asunto de los recien llegados. Dimmu, el más hábil de los hermanos, se había escabullido de la fortaleza para adentrarse en el pueblo y trepar por uno de los muros del Templo. Allí, desde lo alto de una ventana prestaba atención a todo lo que se decía. Dimmu reconocío al instante unas cuantas voces...otras le resultaban totalmente desconocidas. En la Asamblea tenía voz todo el mundo.
Ardasor: Os digo que será nuestra perdición. Un grupo de hombres de fuera, traerá la perdición a este pueblo. Me fue revelado....
Ederet: No traen malas intenciones. Su cruzada es noble. Nos han dicho que fuera del bosque aún quedan hombres. Pero que han sido diezmados por los orcos. Su misión es reclutar gente para hacer frente a los orcos y que el mundo vuelva a ser un hogar para el hombre.
(Murmullos entre la gente de sorpresa)
Ardasor: Eso es peor de lo que imaginaba. No han de ser malvadados para llevarnos a nuestra perdición. Tal vez, aquellos de los que no hablamos nos hayan preservado de un mundo aún peor. Os digo que traeran nuestra perdición, en forma de un incienso mortal....
Anciano: No llevan ningún tipo de incienso. Eso bien lo sabe Ederet. Se lo preguntamos mientras cenabamos y no sabían nada del incienso.
(Si Dimmu hubiera podido ver, además de escuchar, hubiera observado el cambio de cara de Ederet ante las palabras del anciano)
Anciano: Puede que ésas bestias nos protegan de un mundo cruel y duro. Aquí hemos sobrevivido llevando una vida....pero ¿es una vida digna? escasean muchas cosas de las que conocemos. Y muchas más que ni si quiera conocemos. A todo el mundo le ha dado un vuelco el corazón al conocer que llegaban extranjeros. Gente nueva. ¿Os imaginais la esa sensación cada día?¿La posibilidad de visitar pueblos vecinos?¿La....
Ardasor:...cuentos y pamplinas. Si es cierto lo que dicen no hay pueblos vecinos. ¿Orcos?. No sabemos nada de orcos desde hace años.
Hombre 1: ¿Y de muertos que andan?¿Han hablado de muertos que andan?
Manarac: Así es. Nos han dicho que han luchado contra muertos que andan, demonios, orcos. Todo por la supervivencia del hombre.
Hombre 2: Es cierto. En mi casa estuvieron bebiendo vino conmigo y alguno más. Nos hablaron de historias como ésas. Y que querían que algunos los acompañáramos para luchar contra los orcos. SON BUENA GENTE!!!.
(murmullos de aprobación)
Manarac: Incluso se interesaron y mucho en mis conocimientos sanadores.
Ardador: ¿Les hablaste de tus hechizos?
Manarac: Así es. No había motivo para ocultarlo
Ardasor: ¿Y del libro de Valdorot?¿LES HABEIS HABLADO DEL LIBRO?
Ederet: NO. Aún no. Pero no veo motivo ni para hablar ni para dejar de hablar del libro. Al fin y al cabo, se perdió hace ya años. Valdorot se llevo su libro a la tumba.
Anciano: Si quereis estar seguro de sus intenciones no habría más que hacer una cosa. Ederet bien lo sabe. Saldríamos de dudas definitivamente.
Ardasor: NO, NO y NO. No hace falta recurrir a éso. Puede que sean malvados o puede que no. Pueden ser las personas más nobles del mundo. Eso no implica que no vayan a traer nuestra perdición. Es mejor estar como estamos. No mover nada. Intentar.........
Todo se interrumpió y se hizo el silencio en el Templo. En un principio Dimmu no entendía, hasta que él también lo oyó. El tañido de una campana en la lejanía. Un tañido constante y sin pausa. Dimmu sabía lo que éso significaba. En el tiempo que descendía del muro la gente salía casi a la carrera, pero en un órden propio de quien ha hecho ésa acción miles de veces en su vida. La gente, aún así, estaba preocupada, tanto como para ni ver a Dimmu, quien mezclandose con el grupo llegó sin problemas a la torre amurallada.

Los hijos de Tiego esperaban pacientes el regreso de su hermano Dimmu. El sonido de la campana los alteró, como el que es despertado de un sueño profundo por un ruido. Se asomaron por la ventana. La misma por la que habían dejado caer una cuerda para que su hermano regresase. Vieron como el pueblo, en general, salía del Templo para dirigirse hacía ellos. Steiner fue el primero en caer. Pidió que recogieran la cuerda y verse en el patio. Como imaginaba, Dimmu, llegaba en mitad de toda la gente hasta ellos. Allí en mitad del patio, la gente llegaba y llegaba, mientras los guardias aguardaban para atrancar las puertas.

Off Roll. Pero que buena persona que soy. Cuanta información dada e incluso dejada caer. Ahí estais, decidme lo que haceis para interactuar por post. Si quereis hacer, decir o saber donde esta alguien, intentar hacerlo por post, preguntando a la gente, dirigiendos a un sitio u otro, etc.
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MensajeTema: Re: Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington.   Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington. Icon_minitimeJue Feb 07, 2013 10:01 am

En el patio intento no separarme de mis hermanos. Buscamos a Dimmu, mientras lo hacemos, preguntamos que pasa? Aunque supongo que lo que pasa es que vienen los demonios de estas gentes...
Les digo a mis hermanos, cuando estamos los 5 reunidos, que no deberiamos actuar, sin antes pedir permiso.
Aun asi, y si no nos lo conceden, creo que deberiamos buscar un buen lugar, para ver de primera mano a esos supuestos monstruos.



OFFROL: Desde que suenan las campanas, hasta que la gente llega al patio, supongo que transcurre un tiempo. Ese tiempo es suficiente para ataviarnos con nuestras armaduras, ayudandonos unos a otros?
Si es asi, me la pongo... a Dimmu le dara tiempo ?? SI SI NOS DA TIEMPO, con la ayuda de mis hermanos les digo de llevar la armadura a Dimmu para vestirlo en el patio.
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MensajeTema: Re: Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington.   Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington. Icon_minitimeJue Feb 07, 2013 1:37 pm

Al teñido de la campana Bringwor, Steiner y Einer se apresuraron a colocarse la armadura. Iturin no necesitó ayuda alguna y pudo incluso ayudar a los hermanos.
"Deberíamos llevarnos la armadura de Dimmu para que se la ponga en el patio" comentó Bingwor.
"Eso podría descubrir que no estaba con nosotros. Pero mejor éso que ir en cueros" contestó Steiner.
A taviados con sus armaduras y sus armas los cuatro hermanos se encontraron.
Dimmu pudo ponerse la armadura, lo que atrajo la atención de algunos curiosos, pero que pensaban que se preparaban para defenderlos.
Todos armados como siempre decidieron ponerse en marcha. Ederet no estaba por ninguna parte, así que recurrieron a un guardia.
"Podemos ayudar." Comentó Dimmu al guardia.
"Hay que esperar a que todos entren. El comandante Ederet vendrá con las vacas del sacrificio y entonces cerraremos las puertas".
"Podemos hacerles frente" Dijo resolutivo Bringwor.
"Eso es una insensatez" comentó el anciano de ropas grises. "Si quereis podeis mirar a través del muro. Subiros a la pasarela, pero no hagais nada. Si nos atacan moriremos"
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MensajeTema: Re: Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington.   Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington. Icon_minitimeJue Feb 07, 2013 2:42 pm


Cada instante que iba a permanecer colgado en aquel lugar me iba a parecer una eternidad a buen seguro, es por ello que debía hacer todo lo posible por mantener mi mente bien ocupada mientras se decidían por iniciar aquella reunión, para así hacer frente al cansancio.

A mi mente me vinieron aquellos extraños clérigos que poco o nada decían, todas las elucubraciones de las gentes del pueblo, pocos habían visto aquellas criaturas infernales de las que hablaban y que los atemorizaban, todos decían que sabían de alguien que los había visto, pero nadie nos confirmaba haberlos visto realmente. Algo me decía que esos seres no eran más que un invento de los clérigos para atemorizar a los habitantes de aquel lugar, de lo que no estaba del todo seguro, es de si la parte “militar” del pueblo apoyaba a los clérigos y sabía lo que estos escondían o también estaban engañados como el resto del pueblo.

Aquella chica, Mela, había hecho despertar un ronroneo de mariposas en el interior de mi estómago, maldita sea, yo tan solo quería lo que quería con ella, pero su dulzura parecía haber penetrado en mi corazón con la misma facilidad que la Estela Carmesí penetra en los cuerpos de mis enemigos.

Íbamos a librar a las gentes de Connington de aquel temor, pero la empresa no se antojaba fácil. No iba a ser romper y entrar como en otras ocasiones, aquí todo parecía estar anquilosado en el pasado y la gente tenía fe ciega en lo que hacía. Tenía la esperanza de que nuestros primeros reclutas saliesen de este lugar. Las palabras y la sinrazón de aquellos clérigos durante la reunión no hacía otra cosa que confirmar lo que yo ya creía, el problema de fondo venía de aquellos religiosos, tal vez se tratase de criaturas invocadas por ellos, tal vez fuesen meros disfraces o quizás se tratase de una simple invención. Lo único que me hacía dudar era el hecho de que esas criaturas pudiesen atravesar escudos, pero claro está que mi hermano Bringwor sería capaz de atravesar el muro de una fortaleza a mandoblazos y no es más que un ser “humano”. Esas criaturas no habían probado escudos como el mío o el de Steiner, no serían capaces con estas piezas.

Las campanas repicaron, habían llegado las criaturas y toda la gente del pueblo salió despavorida hacia el refugio en el cual descansaban mis hermanos. Bajé todo lo rápido que pude e hice todo lo posible por entremezclarme con la gente y ocultar mi rostro lo máximo posible para llegar hasta mis hermanos sin ser visto, al parecer lo conseguí, al menos esa fue mi apreciación.

Me hervía la sangre por contarles a mis hermanos todo cuanto había escuchado, pero debía esperar, la muchedumbre estaba ansiosa y temerosa al mismo tiempo, nosotros debíamos observar las criaturas para posteriormente actuar y darles caza. Mi intención no era otra que observar el rostro de los clérigos cuando diésemos caza a las malditas bestias.

Offrol: Como bien sabéis Iturin es muy hábil y rápido tanto reparando nuestros objetos dañados como ayudándonos a colocarnos nuestros equipos. Digo esto por si el dj quiere considerarlo a la hora de colocarnos las armaduras (aunque no me de tiempo a mi). Por supuesto que si puedo colocarme mi armadura me la coloco con ayuda de Iturin.

Si es posible en el patio intento ver si falta alguna de las personas que yo más o menos pueda identificar (personas de relativa importancia que yo conozca)
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Abdulfin
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MensajeTema: Re: Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington.   Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington. Icon_minitimeVie Feb 08, 2013 1:06 am

Mi interes por encontrar aquellas dichosas flores era inmenso, no queria estar otra vez al borde de la muerte por una picadura de araña, o cualquier otra cosa venenosa. La lastima era que mi conocimiento de plantas era escaso por no decir nulo. Aunque Omar insistio mucho en cada detalle de lo que teniamos que encontrar, lo unico que obtuve fue un poco de tomillo para sazonar unos conejos que Montaña habia cazado. Menos mal que Dimmu encontro un monton de ellas, mi preocupacion en cuanto a eso menguo como un rio secandose. Sabia que el conocer el arte de las plantas era muy beneficioso para ayudar a mis hermanos a sanarlos, pero como ya sabia, era un negado.

Seguiamos lindero del aquel magnanime rio cuando encontramos un camino que se desviaba un poco del rumbo sur que seguiamos, pero ahi encontro otras dosis del antivenenos asi que decidimos seguirlo por si teniamos mas suerte. La lastima era que las inclemencias del tiempo no pensaban lo mismo que nosotros. El cielo empezo a cerrarse de un color gris oscuro, una gran tormente se nos echaba enciama. Se empezo a Iturin refunfuñar con las primeras gotas de agua, pronto empezo a ser un diluvio, y rapidamente encotramos un refugio para resguardarnos de un mas que posible resfriado. El espesor del follaje de los arboles unido a la tormenta, hacia que solo pudieran ver Iturin y un poco Dimmu. Atonitos nos indicaron que se nos acercaban unos orcos corriendo, a mi no me dio tiempo de fijarme por donde venia cuando se empotro contra mi, rapidamente acabe con el trasgo. Cuando se me paso el susto y me serene, nos dimos cuenta que los orcos no corrian a por nosotros, sino que huian despavoridos, ¿pero de que?, no tubimos mucho tiempo de pensarlo, otros cinco orcos mas se escabapan de no se sabia el que para ir a morir a nuestras manos. Nunca habia registrado antes a un orco, pero algo me indujo a hacerlo, craso error, encontre unas cuantas monedas de bronce y un canuto de incienso.

A las pocas horas la tormenta como vino se fue, dejando tras de si un sol vespertino de un color rojo intenso, seguimos el camino hasta dar con una gran explanada arrebatada al bosque, unas torres a lo largo de todo el diametro vigilaban un pueblo justo en el medio de aquel terreno. Todos miramos a la torre que teniamos al lado, de la cual sonoba una campana a modo de alarma, cuando pasamos al lado de ella un vijia asustadizo nos saludo y con las mismas se volvio a esconder como un conejo en su madriguera, me parecio extraño tanta timidez para un vigia. Cuanto mas nos acercabamos al pueblo, mejor podiamos apreciar la mancha oscura que se habia formado en frente de el. Una muchedumbre habia salido a nuestro encuentro. Lo lideraba un hombre alto, bueno para mi casi todos eran hombres altos, ataviado con una buena armadura, para no estar fabricada por las manos de Fill, lo que parecia su guardia, unos monjes, y siempre que hay monjes hay problemas, un anciano de barbas largas y grises con cara amistosa, y los aldenos curiosos, mirando como si de un circo ambulante se tratase, me hizo sentir que era el bufon de aquel singular grupo.

Pero mi asombro fue enorme cuando nos saludaron como reyes, pues no habian visto gente del exterior de su pueblo en la vida. Para hacernos sus amigos Montaña y yo les obsequiamos con algo de nuestro equipo que nunca usabamos. La aceptacion iba en aumento. Pronto nos dijeron que nunca habian salido porque en el bosque habitaban unos demonios, altos y fuertes como un troll, pero que extrañamente nadie habia visto perfectamente. Mi pensamiento me llevo a mirar a los clerigos, ultimamente los problemas gordos siempre habian nacido en sus manos, y algo dentro de mi me decia que al final ellos iban a estar detras de todo. Pronto empezamos a entablar relacion con el pueblo, el cual iba detras nuestra en todo lo que haciamos. Mi obsesion por las mujeres de senos voluptuosos me hizo perder la cabeza en un pueblo arraigado a unas costumbres muy antiguas. Como bien dije, era el bufon del grupo, despues de hacer unas cuantas tonterias decidi que era el momento de pensar, de meditar, y ahi, tirado en mitad de la plaza del pueblo, uniformado con las vestimentas del ejercito de Padre, llegue a una conclusion, debia convertirme ya en hombre, dejar el niño atontado y alocado, estaba bien eso de las mujeres de grandes senos, siempre seria mi pasion, pero debia frenarla, para poder explotarla algun dia y sin hacer estupideces.

Llego la hora de la cena, en la cual nosotros nos quedariamos en la fotificacion y casi todos los del pueblo se dirigirian al templo para hablar sobre la maldicion que caia sobre nosotros, habiamos traido el mal o eso le habian preconcevido al monje su deidad, que nosotros traeriamos el fin de sus existencias. Preocupados por los acontecimientos, Dimmu se ofrecio para espiar la asamblea, no podiamos esperar como corderitos en sus covertizos al cuchillo que nos ofreciese la muerte. Salimos Montaña y yo a distraer el guardia, no tardo mucho una sombra en escabullirse hacia el templo. Al tiempo cuando estabamos ya descansando y esperando a que nuestro hermano llegase, empezo a escucharse la señal de que los demonios venian a por su "tributo" que el pueblo les hacia, en un altar que tenian en mitad del pueblo, prestos nos ataviamos con las armaduras y bajamos la de Dimmu, alli en mitad de la fotificacion comenzamos a vestirlo entre las miradas de la gente, y escuche los comentarios de mis hermanos.

- Lo unico que podemos hacer es salir a la puerta y acelerar que la gente entre y se ponga a salvo, por si algun demonio decidiera cambiar su ruta de entrada, ahi que proteger al pueblo y esa es la unica manera que nos van a dejar hacer sin que tomen muchas represalias despues-.
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MensajeTema: Re: Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington.   Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington. Icon_minitimeVie Feb 08, 2013 9:44 am

OFF: Como Steiner es el DJ y a Bringwor nunca se le ocurriria una idea . Escribo por Steiner. Si esto no es posible, que me lo diga el DJ y hablo por Bringwor.


Bringwor vio como Steiner comenzo a cavilar. Que se estaria ocurriendo a su hermano?
Steiner sabia que debia inventar algo para salir del patio. Tenian que ver a esas criaturas de cerca, por lo que intento algo para salir de la manera mas logica y normal.
Steiner estaba seguro que entre todo el pueblo, seguramente habria alguien que no se habria enterado de las campanas. Tal vez niños o ancianos con el oido desgastado o demasiado invalidos, para llegar a tiempo al patio de la fortaleza. Su idea era que alguien echase en falta a alguna de esas personas y con esa excusa salir a buscarlo.
Cuando parecia que el goteo incesante de gente parecia haber acabado Steiner dijo en voz alta:
-Alguien echa en falta a alguna persona?! Mirad bien!! Estan todos vuestros familiares y amigos?
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MensajeTema: Re: Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington.   Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington. Icon_minitimeVie Feb 08, 2013 4:50 pm

Steiner preguntó en voz alta si se echaba a alguien de menos.
Las caras eran de asombro, y rápidamente todos comprobaron si todos los miembros de sus respectivas familias estan con ellos.
Un ruido llegó desde la puerta. Entreba Ederet y un par de guardias más. Las puertas se cerraban y atrancaban tras ellos.
Ederet que parecía haber oido la pregunta, se acercó al grupo y les comentó en voz alta.
"Fuera solo quedan las familias que tienen su propio refugio en casa."
Y acercándose más para que solo pudieran escuchar los hijos de Tiego les comentó.
"Si quereis verlos, seguidme. Pero no podreis intervenir bajo ningún concepto"
Ederet se encaminó a las escaleras de madera que daban a la pasarela que circumbalaba todo el muro. Desde allí, y sin mucho esfuerzo, se podía mirar por encima del muro, sin exponerse demasiado al exterior. El grupo se colocó cerca de la zona donde podía verse el altar de sacrificios. Casi todo estaba oscuro excepto el altar. Allí se vislumbraban dos vacas atadas a dicho altar.
Desde allí, el grupo pudo observar cómo unos seres de grandes dimensiones se acercaban poco a poco. Tenían forma humanoide, encorvados, con una serie de puas en la espalda, patas gruesas y cortas para el tamaño de los seres, y unos brazos largos, muy largos y recios. Se podía ver una mano y una garra que saliera de la parte superior. Todo se veía como un teatro de sombras, no se podía ver el pelaje, o color de los seres.
Bringwor pensaba que podría ser gente disfrazada, pero entonces vio como una de las bestias agarraba sin piedad a cada una de las vacas y se las llevaba como si de un par de mascotas se tratase.
"Podemos atacarlos y acabar con ellos. No parecen muy rapidos" comentó el más grande de los hermanos.
"Aquí no te puedo decir nada. Pero no hagais nada." Le contestó Ederet a Bringwor.
Cuando ya habían desaparecido en la oscuridad, una voz tras ellos hizo un comentario que intranquilizó al grupo.
"Falta Giselle. Giselle no está...."
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MensajeTema: Re: Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington.   Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington. Icon_minitimeVie Feb 08, 2013 5:08 pm

Siempre falta alguien...! - Penso Steiner- Si me hubiesen hecho caso cuando lo pregunte habriamos matado dos pajaros de un tiro.

-Estoy seguro que no aguantarian un buen tajo con Bringwar! - Dijo Bringwor- No se por que, esta gente no nos deja actuar y acabar con su amenaza de una vez. Hemos matado a seres mas terribles que esos...
Ederet miro con asombro a Bringwor, para comprobar que hablaba completamente en serio.
- No creo que sea tan sencillo- replico Steinner.
- Ah no?! por que? - Volvio a preguntar el grandullon.
En ese momento no supo que contestar Steiner. Para Bringwor todo era sencillo, si podia arreglarse soltando un par de mandoblazos.
- Tal vez sean cientos- Acerto a decir DImmu.
-Si eso- LE apoyo Steiner- Tal vez sean cientos... o tengan poderes que desconocemos.

Bringwor:
No me satisficizo demasiado la explicacion de Steiner y DImmu, pero habia que esperar a ver cual era el plan de las cabezas pensantes del grupo. Tal vez la perdida de Giselle nos obligaria a buscarla y perseguir a esas bestias y darles caza.
Por el momento parecia que la maldicion del pueblo empezaba a golpearnos y con fuerza, despues de tiempos inmemoriales sin desaparecer nadie, habiamos llegado nosotros y Giselle ya se habia esfumado.Para quien serian las culpas? No era muy dificil adivinarlo.hasta un cabeza de sandia como yo lo sabia.

- PReguntemos a la gente donde fue la ultima vez que vieron a Giselle...- DIjo Steiner- La cabeza pensante habia empezado a tejer el plan...
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MensajeTema: Re: Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington.   Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington. Icon_minitimeDom Feb 10, 2013 12:34 pm

"Hay que ir en busca de ésa chica. Giselle" dijo con determinación Bringwor.
"No os preocupeis por Giselle. Pero será mejor salir de aquí, así podremos hablar con toda libertad" le contestó Ederet.

Transcurrido un tiempo salieron de la fortaleza. Los monjes se habían atrinquerado en el su Templo; algo normal según comentó Ederet.
"¿A donde vamos?" Preguntó Dimmu.
"A casa de Giselle" le respondió el paladín "A Giselle no le atacán. Tal vez no tengan mal corazón en el fondo. Pero este pueblo es muy supersticioso. No quiero que juzguen injustamente a una pobre chica"

Llegaron a una casa construdia de ladrillos de adobe y madera. Una construcción pequeña pero acojedora. Entraron sin problemas. En la planta baja habían una gran habitación con un fuego donde calentar y hacer de comer. Una puerta daba a una habitación con un retrete. En el lado contrario una escalera que subia. El altillo era una especie de despensa, almacen. Justo encima del fuego, al lado de lo que sería la salida de la chimenea un pequeño catre. Tal vez fuera para las visitas. Allí mismo Bringwor no pudo aguantar más y comenzó su interrogatorio a Ederet.
"Si realmente quereis acabar con éstas criaturas, lo mejor es que tengais toda la información posible. Yo las he visto tal y como las habeis visto vosotros. Roth, el veterano, llegó incluso a combatirlas; pero no habla nunca de ello. Perdió a sus hermanos y amigos. Además del brazo derecho. Desde entonces nunca ha sido el mismo. Y Giselle pasea por el bosque, pero nunca ha sido atacada"
"Desde cuando estan estos seres aquí" le preguntó Steiner.
"Yo los conozco desde siempre. Pero dicen que en un principio no los había. El anciano lleva en el pueblo desde el inicio, él estaba antes que las criaturas. Pero según cuentan, lo primero en llegar fueron orcos. Después los pueblos vecinos se convirtieron en muertos que andan. Y al poco el bosque se llenó de éstas criaturas. Desde que se creó el Templo de Yisel y Ardasor se nombró sumo sacerdote, hemos vivido relativamente en paz. Gracias a la fe y el respeto a los principio religiosos que rigen nuestra vida. He pensado que tal vez antes os gustaría hablar con Giselle o con Roth"
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MensajeTema: Re: Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington.   Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington. Icon_minitimeDom Feb 10, 2013 2:37 pm

No puedo imaginar el sufrimiento que tiene que despertarle a Roth el recordar esa historia. No me imagino la vida ahora mismo sin mis hermanos, todos eran especiales para mi, incluso Iturin, se habia ganado un hueco en mi corazon. Roth perdio todo lo que amaba y deseaba proteger en un cerrar y abrir de ojos. Creo que esa seria la ultima persona con la que deberiamos ir a hablar.

Lo que me parecio intrigante fue el hecho que a Gisell no atacaran esas bestias. Esa era la primera persona a la que deberiamos visitar. - Ederer, creo que tendriamos que ir en primer lugar a recabar un poco de informacion de Gisell, no creo que Roth se un buen momento de preguntarle ahora que han venido sus peores temores-.

La mejor manera con la que podriamos entablar una conversacion con el veterano seria hablandole de venganza. Justo como la que nosotros perseguimos desde hace ya algun tiempo. Supongo que ese sea el unico deseo por el cual sigue con vida en estos momentos, querra ver como las almas de sus seres queridos puedan descansar en paz.

A Roth lo dejaria para el tercer lugar donde recabar informacion, despues de Gisell, les comentaria a mis hermanos que podriamos visitar al anciano del pueblo, dada su edad sera el que mas informacion pueda darnos de todos los del pueblo sobre el pasado de estas criaturas.

Pero algo me olia mal en todo esto por parte de los clerigos, desde hace tiempo siempre nos estamos metiendo en problemas gracias a sus ambiciones y secretismos. Son pajaros de mal agüero donde quiera que los encuentres, como siempre decia Nerton el granjero de Collado, -Cria cuervos y tendras muchos-, nunca llegue a entender sus palabras hasta que no salimos de nuestro pueblo y descubrimos la verdad del mundo, el mal enjendra mas mal y he intenta devorar al bien por todos sus medios posibles, siempre al acecho para desplegar todo su poder. Habia que estar alerta ....
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MensajeTema: Re: Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington.   Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington. Icon_minitimeDom Feb 10, 2013 7:53 pm

Había algo que seguía sin terminar de cuadrarme, ¿por qué no querían que les atacásemos y porque los clérigos estaban escondidos en un lugar distinto al resto de los habitantes del pueblo. Había además algo que me parecía cuanto menos curioso, el templo y aquella chica, tenían el mismo nombre, y así le hice saber a Ederet mi curiosidad.

- Disculpe Ederet – dijo Dummu – El hecho de que la chica y el templo tengan el mismo nombre ¿es simple fruto de la coincidencia? Al parecer esas bestias no atacan ni al templo ni a la chica, y eso no me termina de oler del todo bien.

En mi opinión tal vez deberíamos de intentar estudiar más a aquellos seres y saber de cual era su cabeza pensante, si es que la tenían. Aunque bien era cierto que no teníamos demasiado tiempo, pues no debíamos hacer esperar a Omar de nuevo. La verdad que tras verlos, comenzaba a dudar de que se tratase de simples hombres disfrazados, pero tal vez mi mente estaba tan sumamente sugestionada como la del resto de los habitantes de este lugar.
Lo que si estaba claro, es que seres como estos no podían permanecer con vida y atemorizando este lugar tras nuestro paso. Además, podríamos conseguir por fin aquí nuestros primeros reclutas si conseguíamos desmentir aquella absurda profecía de aquellos religiosos de los cuales tanto desconfiaba.

- Hermanos, creo que deberíamos saber más de estos seres antes de enfrentarnos a ellos, tal vez deberíamos acercarnos a ellos Steiner y yo para verlos algo más de cerca y poder así saber que son realmente. Lo que está claro es que demasiado tiempo no tenemos, Omar nos espera. -
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MensajeTema: Re: Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington.   Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington. Icon_minitimeMar Feb 12, 2013 11:25 am

Los hijos de Tiego habían demostrado ser algo más que animales de combate. Habían desemarañado varios misterios. Para alguien externo y sin temor, todo aquello podría parecer obvio. Pero para la gente del lugar, en los que el miedo había anidado muy dentro, no resultaban tan elementales las pistas.
Los monstruos no eran si no una especie de animales subterraneos, que cazaban presas para comer. No atacaban sin motivo, como cualquier animal; y por su puesto, preferían la comida dada en forma de sacrificio, que tener que cazar para alimentarse. Además, éstas bestias tenían un defecto ocular. Un extraño daltonismo que les impedía ver el color rojo.
Giselle, así como los monjes, pasaban por invisibles a sus ojos debido a sus capas y túnicas rojas carmesí.
Había más misterios en la aldea de Connington; pero la falta de tiempo sobretodo, y la intención de no generar problemas, hizo que el grupo se desentendiera de ellos. Lo que tampoco había pasado desapercibido era la extraña muerte de Valdorot. Incluso alguno de los hermanos tenía un claro culpable a quien señalar con el dedo. De hecho, Dimmu tenía incluso un motivo por el que Valdorot, pudo ser envenenado.

Acechar a los monstruos fue una tarea relativamente fácil para un grupo de experimentados guerreros como eran los hijos de Tiego y el enano. Encontraron un despojo de armas y armaduras, sobretodo de orcos, amontonados como piezas poco digestivas. Otro descubrimiento se había hecho pues, estos seres protegian en cierta manera la aldea de los orcos del exterior.
La noticia era un mazazo. La cuestión planteada de dificil solución. ¿Se acababa con las bestias para dar paso a una amenaza mayor como eran los orcos?¿o se dejaba esta aldea aislada del mundo?.
La solución era algo intermedio. No había porqué acabar con las bestias. Incluso había gente dispuesta a alistarse a la causa de los extranjeros. Pero otra cuestión se planteaba. Si se prentendía hacer frente a un enemigo tan poderoso, había que estar organizados. Debía haber un lider. Y éste lider debía procurar todo lo necesario para sus hombres ¿podían los hijos de Tiego, armar y alimentar a un ejército?.
"Podemos" Dijo Bringwor.
Su plan. Recuperar los despojos de armas y armaduras vistos. Que el herrero repara las que hicieran falta. El resto se las podía quedar él. Todos ganaban. Solo callaba para sí el grandullón, que alguna, o todas las bestias podrían morir en la operación.

Con la ventaja de la invisibilidad, fue relativamente facil acabar con ellas. El grupo pudo matar a tres bestias y recuperar todos los objetos necesarios. La labor del herrero fue encomiable, quien pudo mal armar a los treinta y dos voluntarios que se alistaron. Pero mejor éso que nada.
"Cuando regreseis del Este. Pasad por aquí. Puede que entonces yo también me pueda unir a vosotros. Pero ahora, no puedo dejar solo al pueblo. Either y Brong, os desean acompañar. Son dos de mis guardias y les permito que se lleven su equipo. Saben manejar sus armas, lo cual no está mal, pues recordar que os llevais a una treintena de campesinos con mucha ilusión y ganas, pero escasa habilidad en el combate. Tened toda la suerte del mundo. Espero veros pronto" Esta fue la despedida sincera de Ederet al grupo.
"Espero veros pronto" comentó Manarac "Os entrego esto para que os sirva en el viaje. Es un ungüento que alivia quemaduras y helor. También os entrego un aceite que mitiga el dolor y reduce el tiempo de curación de una herida a la mitad de lo normal. Y por último, una runa con un hechizo que corta cualquier tipo de hemorrajia al instante. Este era un preciado tesoro, pues conozco hechizos, pero no puedo plasmarlos en papel como lo está éste. Tened buen viaje" Y le entregó los objetos a Einer, quien había parecido interesado en la sanación.

Así, los hijos de Tiego entraron en estas tierras como extraños forasteros. Y las abandonaban como lideres de treinta y cuatro hombres rumbo al este.
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MensajeTema: Re: Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington.   Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington. Icon_minitimeMar Feb 12, 2013 4:33 pm

Al fin conseguíamos alcanzar parte el objetivo que hacía tanto tiempo perseguíamos: reclutar gente para nuestra causa. Nuestros primeros 34 reclutas, ataviados de la mejor manera posible y listos para luchar contra el enemigo común: el orco.

Me sentía muy feliz de ver que teníamos 34 personas a las que comandar, al fin éramos los mandos del ejército que yo siempre había soñado, ahora solo quedaba aumentar y multiplicar el número de nuestras filas hasta crear un ejército capaz de terminar con la dominación orca.


Terminamos con varios de aquellos extraños seres, en cierto modo, no me sentía orgulloso de haberlos matado, eran simples bestias en busca de su alimento y que se acercaban al lugar donde se las alimentaba del mismo modo que lo haría una vaca, a todos nos agrada lo sencillo. Lo único que iba en su perjuicio era su aspecto fiero, capaz de infundir temor todos aquellos pobres pueblerinos que vivían encerrados y aislados de la realidad exterior, y a buen seguro la influencia de aquellos clérigos no ayudaba, sino que más bien acrecentaba el mito de las bestias salvajes..

El camino fue placentero hasta llegar al lugar acordado con Omar. No fue fácil encontrar más de las hierbas, pues 39 hombres caminando arrasan con casi todo, aun así logramos encontrar 53 más de estos antídotos contra venenos.


En el punto indicado nos esperaba Omar, misteriosamente parecía esperarnos a lomos de su corcel y no le sorprendía nada que fuésemos acompañados por 34 hombres.

- Bien hecho compañeros. – Dijo Omar – Me alegra ver que nuestros esfuerzos por reclutar al fin tienen sus frutos, cada hombre capaz de empuñar una espada y vestirse con una armadura suma y es válido, ahora solo es necesario enseñar a estos campesinos a manejarlas y a enseñarles como se mata. Yo personalmente me encargaré de ello mientras vosotros seguís el viaje hasta el este. El ejército se seguirá ampliando y llegará a ser tan poderoso como los más grandes ejércitos de las batallas de la antigüedad”-

En ese momento aprendimos lo que es una gran arenga interpretada por un gran señor noble. Todos los reclutas alzaron sus armas y lanzaron un grito al aire como si llevasen ensayándolo desde hacía años.

- Nuestro viaje será más lento amigos – prosiguió el hombre alto – Nos veremos cuando volváis del este en la entrada del viejo camino viejo por el lado este. Buena suerte compañeros. El guía con el cual he hablado os encontrará. -

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MensajeTema: Re: Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington.   Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington. Icon_minitimeMiér Feb 13, 2013 2:01 am

Que cruel puede llegar a ser la vida, la muerte de unos es la vida de otros, y esto el pueblo lo acababa de comprender. Las ofrendas que se les hacia a aquellas criaturas monstruosas les tenia a salvo de los orcos del otro lado del bosque, lo que les hacia tener una guardia un poco especial, su muerte significaba la llegada de los orcos, asi que pienso que es normal que sigan manteniendo asi sus vidas.

Con agrado recivi los regalos que Manarak me ofrecio, ahí termino de encender la llama por el arte de la sanacion, estaba claro que yo era el menos fuerte de mis hermanos, por eso deberia dedicarme al cuidado de estos, entre todos deberiamos llegar hasta el final de nuestra meta, acabar con Fränk, solo viviamos para eso, y nunca dejabamos de recordar en algun momento del dia a nuestros seres queridos.

Y paso a paso ya estábamos consiguiendo nuestro fin, el de formar un ejercito capaz de exterminar a los orcos. Solo llevábamos una treintena de hombres, pero avidos de vivir por su cuenta y queriendo tener sus propias experiencias en la vida, alejado de su pueblo natal. Se les veia la cara de ilusion en el rostro. Yo no era mucho mas mayor que ellos, pero si me vi reflejados en ellos y en nuestro antiguo destino, que no era otro que el ser el lider de Collado. Vinieron recuerdos de Padre entrenándonos duramente, y una lagrima resbalo por mi mejilla del sollozo de alegria y tristeza al mismo tiempo.

Iban felices, contentos, daba gusto verlos, pero pronto empezarian a saborear el amargo licor de la vida, cuando tenga que vivir algunas experiencias que nosotros ya hemos pasado. Y seran tragos repugnantes, la bilis sera el mejor sabor que tengan en su boca en esos momentos. Los que se quedaban atras en el pueblo se despedian de ellos, muchos sabiendo que no los volverian a ver y las lagrimas eran lluvia en el suelo.

Nos encontrabamos a mita de camino entre Omar y el pueblo cuando recorde las palabras que le dije a Ederet y Manarak antes de partir, - No se cuanto tiempo estaremos en este viaje que no va a ser corto, y llegara un dia en el que volvamos a que nos den sus vendiciones para la Guerra, pero ese dia me gustaria poder ser informado de unos asuntos que os atañen, sobre todo a ti Ederet, hemos estado investigando y parece ser que tu capitan no murio de forma natural, aunque se que usted misma lo intento salvar Lady Manarak, mi intuicion me dice que fue asesinado, y el causante fuera ese libro que no encuentras, me gustaria quedarme a resolver ese enigma, pero el tiempo nos apremia y debemos partir-. Sus caras fueron de entendimiento, abrace fuertemente a Ederet y bese gentilmente la mano de Manarak, con gusto me habria quedado para aprender sus enseñanzas en la magia.

Pero teniamos el principio del ejercito que todos deseabamos comandar, era normal que Omar los fuera a instruir, nosotros teniamos que convertirnos en grandes generales para comandar a un ejercito mayor, pero este ya me llenaba de satisfaccion. Otra vez Omar nos instaba a seguir adelante, a tomar la delantera, esta era otra prueba para desenvolvernos en este mundo, cuanta mas experiencia adquiramos mejor nos ira en un futuro.

- ¿Estas bien?- , me pregunto Iturin sacandome de mis pensamientos. - Solo estaba pensando que cada dia esta mas cerca el momento, el preciso instante en el que nuestra Venganza sera cumplida-. El enano me miro pensativo y dijo: - No es bueno cegarse en la venganza, y despues que la realices, ¿que haras?-, y con una risa le conteste: - Facil, habra llegado la hora de mi Descanso del Guerrero, hasta ese entonces Arazör guiara mi lanza ....
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MensajeTema: Re: Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington.   Segundo Acto. Capitulo XVII. El Bosque de Connington. Icon_minitimeVie Feb 22, 2013 10:24 am

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