Sesiones Privadas de Yauso

- ¿Eles un tlaidol?

Yauso escrutó la cara de su compinche. No se espraría una pregunta tan directa y quería sorprenderlo

Tyrok se quedó mirando al oriental a la cara. Sus ojos eran negros como los pozos de Abigor, fríos…
- ¿ELES IDIOTA?

La respuesta de la serpiente no se hizo esperar. Para mas burla le contestó con su particular defecto el habla.
Yauso se sintió ofendido, odiaba que se burlaran de él de esa manera. Sintió la furia y estaba viendo en su mente como saltaban los dientes de Tyrok, Era más fuerte y corpulento hasta que de pronto notó una daga brillar. Había olvidado lo rápido que era la serpiente, y Tyrok tenía mucho veneno dentro. La daga no estaba muy lejos de su vientre. ¿Cómo había sacado esa daga? Yauso no vio cómo lo había hecho Tyrok, estaba demasiado concentrado en su cara.

- La próxima vez te saco las tripas para que se las coman los perros. Ahora te disculpas y vamos a trabajar dejándonos de tonterías.

La daga pedía a gritos sangre. ¿La habría envenenado? Tyrok era de los que utilizaba todos los trucos a su disposición, y el mote de la serpiente le venía por rápido y por algo más…
Eso si, Tyrok era de palabra, si Yauso se disculpaba las cosas quedarían como estaban… Pero el oriental era de sangre caliente y sabía defenderse con las manos desnudas…  En su mente resonaba la burla de Tirok
<ELES IDIOTA>

-Lo mismo te digo, sabes que no me gusta que me hablen asi, y me dan igual tus altes con las almas y si las envenenas, polque de lozal el filo de esa daga en mi piel, hale que te la tlagues mientlas te saco los ojos pala que veas como te la tlagas, me da igual pelecel aqui, pelo no le pelmitile a nadie mas que haga bul-la de mi acento, sea quien sea y me cueste lo que me cueste-.

La tension en el cuerpo de Yasuo se habia incrementado a tal extremo que cualquier ruido o movimiento extraño le haria saltar como un muelle que se le presiona hasta dejarlo casi a ras de suelo.

Yauso adoptó una posición extraña para Tyrok. Aquello no fue más que el detonante. Rápido como una serpiente Tyrok le asestó una puñalada a Yauso en el bajo vientre. La daga se hincó hasta la empuñadura. La sangre no tardó en llegar así como el dolor.
Yauso notó como le ardían las tripas mientras contemplaba la cara pétrea de Tyrok. No se lo podía creer, apenas había visto el descello del acero. Había menospreciado a su rival y lo estaba pagando caro. Pero a pesar de todo el oriental lanzó una patada con intención de barrer a su adversario. pero al hacer el movimiento notó como caía al suelo...

Vagaba por tinieblas en un sendero oscuro. La cara de Tyrok se aparecía d vez en cuando con esos ojos demoniacos. al final de la senda se encontró con la imagen de una oronda figura.

- Chuda -

Exclamó el oriental. Se arrodillo y comenzó a rezar. Había sido orgulloso y volvió a hacer otra reverencia. Pero la figura ni se inmutó, era de piedra y su sonrisa afable no cambió. Yauso tenía miedo, un miedo irracional. Siguió haciendo reverencias a su dios. El miedo lo atenazaba como una serpiente a su presa.

- ¿Quieres vivir?- La voz era profunda y poderosa y el miedo casi se volvió terror. Levantó la vista y Chuda ya no era Chuda. Era otra cosa, una sombra neblinosa con ojos amarillos, como si dos ópalos de fuego se tratase.

- Si , quiero vivir.- La voz era apenas audible. Se sentía pequeño ante el poder de ese engendro oscuro y terrible.

- Pues entonces serás mi siervo. y yo te concederé de nuevo la vida.
¿Aceptas servirme con todo lo que eso conlleva?

Yauso miró a los dos ópalos de fuego, sacó valor de donde no había
- Quien eres tú.

- YO SOY LA SOMBRA Y EL CAOS, EL ULTIMO DE MI ESPECIE -

Yauso vio como la sombra cambiaba hasta parecerse a un impresionante demonio con armadura lanza en la mano y una espada tenebrosa en la cadera. Sus guanteletes de lamas de hierro negro tenían vetas incandescentes de color oro fundido y se acercaban a él con maldad. Se introdujeron en su pecho y arrancaron su corazón latente enseñándoselo al pobre oriental mientras se retorcía de dolor.

- PARA TI SERÉ LA SOMBRA.

Yauso supo en ese momento que un nuevo señor había tomado el control de su alma. Ahora le pertenecería para siempre.

Los guardias trasladaron a Yasuo al cuartel y lo dejaron encerrado en una especie de camareta pequeña, en el que solo habia un camastro de heno con 2 sabanas. El tiempo se paralizo. Se hizo eterno,ademas hacia frio. Yasuo solo podia escuchar voces lejanas de la guardia. A las horas aparecieron por la puerta 5 soldados. Uno de ellos dio la orden.
-Cogedlo y desnudadlo.
Cuatro guardias fornidos se abalanzaron sobre Yasuo, era inutil resistirse.
Atadlo de pies y manos, a la espalda y tumbadlo boca abajo.
Lo agarraron con fuerza y lo tiraron contra el suelo. La boca de Yasuo golpeo pesadamente contra este y los dientes delanteros amenazaron con partirsele. Un sabor ferreo empezo a expandirse por su boca y su saliva se torno roja. Un nuevo soldado paso tras la puerta, llevaba un cubo consigo , este se lo volco sobre Yasuo, era agua fria, que unida al frio que ya hacia hizo que sus huesos se tensasen hasta casi partirse .
Quien eres? -Comenzaron las preguntas
Con quien trabajas?
Que teneis pensado para liberar a Arleg?
Cuantos sois?
Donde estan tus amigos?
Cuando pensais hacerlo?
Como pensais hacerlo?
...
Las preguntas iban todas en el mismo sentido. Yasuo Intento adoptar un papel de imbecil patriota que intentaba salvar por el mismo a Arleg, pero conseguiria mantener ese papel?