Bienvenidos a la 6ª Edad de los hombres
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 Asuntos sucios

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kang
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MensajeTema: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeSáb Feb 15, 2014 5:33 pm

La mano y la sombra

La antigua ciudad de Tharbad fue prospera durante mucho tiempo. Pero sus días de gloria pasaron a mejor vida. La magnífica construcción numenoreana se asentaba sobre un suelo limoso que con el paso del tiempo fue apoderándose de los cimientos de la hermosa ciudad. Poco a poco, limando y succionando los cimientos de la ribera sur, esta parte de la ciudad tuvo que ser abandonada ya que el rio reclamó lo que antaño fue suyo. Los esfuerzos de las autoridades de nada sirvieron para que la zona rica de la ciudad se la tragara la marisma. Desde la isla central de la ciudad, se puede ver como asoman las agujas y viejos tejados de las otrora rica zona de Tharbab. Mucho se perdió cuando finalmente la marisma se comió la joya de la ciudad. Las leyendas de tesoros y fantasmas recorren las calles de la ciudad así como el pantanal se apoderó de la ciudad.
Aunque la ciudad no es ni la sombra de lo que fue, aun mantiene su influencia en la zona. El rio Aguas grises mantiene una fuerte actividad comercial de la que Tharbad se beneficia enormemente. Como ciudad estado independiente impone fuertes impuestos a aquellos navegantes extranjeros que pasan por su puerto. Mientras que los comerciantes autóctonos se benefician de unos impuestos mucho más bajos.  
La ciudad estado está bajo el dominio del canciller Narhil, aunque los verdaderos gobernantes de la ciudad son los gremios de la ciudad. Enfrentados entre sí, dirigen la política de la ciudad en la asamblea de la cámara de comercio de la ciudad. Gracias a los gremios mercenarios, la burguesía de la ciudad se ha hecho con el control de la ciudad, relegando al Canciller a una mera figura política dedicada a la diplomacia con los estados limítrofes.
Los gremios divididos en tres facciones luchan entre sí por alzarse con el verdadero poder la la ciudad. Uno el gremio de los artesanos cuenta con el apoyo del gremio de la espada. Un gremio mercenario de hombres del sur, que basa su fuerza en el número, supliendo sus carencias militares con el número más que en la disciplina o en la calidad de su armamento.
Por otro lado está el poderoso gremio prestamista, su poder basado en la plata se apoya en el gremio de la llama. Un grupo mercenario experimentado, regularmente contratado para campañas de estados limítrofes. Suplen el número con un alto grado de profesionalidad. Sus hombres cuentan con un buen equipo muy superior al del gremio de la espada.
Finalmente el gremio del puerto es el último de estos tres gremios, dedicado a las actividades del rio cuenta con una importante situación geográfica de la ciudad, aunque también la que más problemas da, ya que la población mas desfavorecida intenta malvivir en las orillas portuarias de la ciudad. Apoyado por el gremio orco mercenario. Un grupo verdaderamente duro aceptado en la ciudad gracias al fuerte tributo que pagan. Famosos mercenarios que no discriminan en luchar a favor cualquiera que pague su precio. Aunque no en la ciudad. Deben fidelidad al gremio portuario ya que gracias a ellos pudieron asentarse en la ciudad, cuando su antiguo líder, Lengua Roja, llegó a un acuerdo con el gremio portuario.
Pero todos ellos temen a los dos gremios escondidos entre la oscuridad de la noche de Tharbad. La mano, verdadero gremio de ladrones de la ciudad, pocas o ninguna actividad delictiva se cometen sin la aprobación de este gremio. Nadie sabe como la mano controla cada hurto o cada robo en la ciudad. Cualquier ladrón que osa intentar cometer algún robo, estafa y demás es ajusticiado por la mano. Es frecuente encontrar rateros, ladrones o demás rufianes colgados del cuello con el emblema da la mano, como advertencia de que solo la mano tiene derecho a esas actividades.
Pero el que verdaderamente causa terror en las calles de Tharbad es el gremio de la sombra. Los asesinos que no dejan pistas, los asesinos que siempre cumplen. Cuando la sombra recibe un encargo la victima tiene los días contados. Da igual que sea rey o plebeyo, de la ciudad o del último confín del mundo, la sombra nunca falla.
Sentados en la taberna “ El Signo de la cabeza del orco” esperaban a su contacto. Desde que tenían memoria Turgoll había sido un “buen amigo”. Cada uno de ellos se conocía desde hace tiempo, aunque solo de vista. La ciudad era grande y bulliciosa, el comercio con el rio había crecido desde que los tres grandes gremios habían decidido pactar una tregua. Los buenos tiempos se habían acabado. Uno ya no podía actuar camuflado bajo el tumulto de muerte que se respiraba en la antigua guerra de los gremios. Ahora la mano se encargaba de todos los trapos sucios de la ciudad y cualquiera que intentase robar un trozo del pastel acababa misteriosamente colgado con el emblema de la mano en el pecho.
Turgoll los había citado en esa apestosa taberna regida por Bety la gorda. Mal iluminada, maloliente y con una comida solo superada por su asquerosa bebida. Miró a cada uno de sus acompañantes
- ¿Una partida a las cartas? Y pasamos el rato hasta que llegue.
Lothar, el tahúr, jugó con la baraja haciendo girar los naipes en sus dedos. Sonrió a ver si alguno se animaba.
- No gracias,  Turgoll no tardará en llegar. Angost-King le devolvió la sonrisa. No iba a jugar a las cartas con él. Lo conocía hacía bastante tiempo. Se ganaba la vida jugando en el “ Tatuaje Rosa” y solía ganar.
- Que tal tu… Tyrok?
Se giró para mirar a Lothar.
-No, últimamente voy escaso de fondos.
- Déjalo ya, ninguno va a jugar contigo, tahúr. – Su acento sonaba raro. Yauso giró el cuello y sonó un crujido raro, luego se masajeo las cervicales. El efecto se ve que fue inmediato su cara se relajó.
- No me gusta esperar. Además, odio este sitio. Es la peor mierda de la ciudad. Hay tanto humo que apenas se. Y el olor, ni las letrinas de la lonja del pescado huelen así.
- No exageres, no es para tanto. Echemos una mano, yo te subvenciono. Así te distraes, quien sabe lo mismo te acompaña la suerte.
Tyrok se sintió muy tentado pero al final rechazó los naipes.


Una voz femenina, chillo y fea gritaba no muy lejos. Podía oírla pero no verla. Aferró el puño de su daga escondida entre los pliegues de su capa. Si la guardia le pillaba podía dar con sus huesos en la Mazmorra o peor. Solo la guardia y los gremios mercenarios podían portar armas en la ciudad. Pero no iba a ir a ese antro desarmado. No.
Trugoll apareció entre la sombra, aquel antro era el mejor sitio de la ciudad para tratar “asuntos”. La malísima iluminación permitía a uno ocultarse entre la sombra sin ser visto, andar entre los clientes y pasar desapercibido era una de las cualidades del local. Su acústica era tan mala como la bebida aguada y rancia. Con lo que uno podía hablar sin ser oído. Turgoll sabía bien lo que hacía.  Lo acompañaba Halaf, un rubicundo grande y fuerte. Se sentó sin decir nada junto a Turgoll.
El comerciante del puerto se atusó el bigote en es gesto tan particular suyo. En la otra mano llevaba una jarra de cerveza en la mano. Por su olor era una importada de Nueva Gondor. Se sentó sin importarle que la capa se quedara pegada al taburete.
- Ha pasado algo de tiempo, desde que hicimos algún trabajo juntos. – Se acercó un poco más hacia ellos inclinándose. Miró a cada uno de ellos. Habéis crecido… Tengo buenas noticias, la Mano se ha puesto en contacto conmigo. Quiere que le haga un trabajo y he pensado en vosotros.
Turgoll era un tipo listo, nunca se manchaba las manos personalmente. Para eso tenía a sus ratas y si pillaban a alguna, a él nunca le salpicaba la mierda. Ninguno dijo nada; todos sabían que Turgoll terminaría diciéndoles de que se trataba.
- Todos conocéis a Marrok, el herrero dunlendino. Su local el Martillo está vendiendo demasiados objetos para la capacidad que tiene. La mano cree que está traficando con los mercaderes que visitan el puerto. Es más cree que tiene una red que le suministra objetos robados a bajo costo para que él los retoque y venda con su sello a buen precio. La mano me ha encargado que averigüe si es verdad. Si todo es cierto Marrok guardará algún tipo de contabilidad bien en su casa o en la herrería. La Mano se alegraría mucho de encontrar las pruebas que incriminan a Marrok. Y claro está, Marrok es inocente hasta que no se demuestre lo contrario, así que nada de muertes. Si no la Mano no querrá saber nunca nada más de nosotros.

- Eso no es lo que estamos acostumbrados a hacer Turlgoll. – Lothar, el Tahúr, frunció el ceño. – A mí se me dan bien otras cosas. Los naipes juguetearon entre sus dedos.
- Pensad en lo que os he dicho, la Mano. Quien sabe esta puede ser nuestra oportunidad para ingresar en el Gremio.  Ya se que no es lo que soléis hacer ninguno. Como también sé que no habéis trabajado nunca juntos. De los viejos tiempos quedan pocos. Y vosotros sois lo mejor que tengo. Supongo que no hace falta presentaciones, no?
Todos se conocían. Tharbad era una ciudad grande, pero no tanto como para que las ratas no se reconocieran entre ellas.
- Todo eso está muy bien, pero ¿cuánto vamos a sacar cada uno?- Angost-King fue directo al grano demasiado rápido.
- No preocuparos por el dinero, os pagaré bien si todo sale a pedir de boca. De momento aquí tenéis algo para los gastos. Pero el verdadero premio es otro, muchachos, pensad bien lo que os h dicho.
Una bolsa aterrizó en medio de la mesa.
- Bien ahora que ha quedado todo claro os dejo, tengo “asuntos” pendientes en el puerto. Dejó su cerveza prácticamente intacta en la mesa. Les giñó un ojo y se fue tal y como vino.
El tahúr fue a echar mano de la bolsa cuando Tyrok estiró el brazo como una serpiente y la cogió.
- Tranquilo, ya lo cuento yo, no vaya a ser que desaparezca alguna moneda por arte de magia.
Lothar sonrió y retiró la mano.
- Bueno ¿y qué vamos a hacer? Esto parece serio.
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Haral
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeSáb Feb 15, 2014 9:03 pm

Halaf los conocía de vista y oidas. Al que más conocía era a Lothar, el tahúr. Era alguien de quien no te podías fiar del todo. Pero si la cosa se ponía fea, no daría la espantada. Podía meter mano a la bolsa, como había dicho Tyrok; pero no los traicionaría.
"Para mí la cosa está clara. Porque no aceptar. No hay mucho que perder, y sí que ganar. Además no piden nada extraño. Si la cosa se tuerce nos vamos y punto."
El resto no parecía mover un pelo de su cara, así que Haral el Rohir continuó.
"Es muy sencillo. Primero habrá que ver quién se queda y quien se va." Halaf miró a sus compañeros pero nadie se movió
"Yo ya he hecho cosas parecidas. Solo hay que vigilar la casa unos días. Ver sus rutinas. Al principio se sentirá seguro, así que no tendrá mucha vigilancia. Después, alguien finge querer comprar algo, para ver la distribución interior y dónde puede guardar ése libro de cuentas."
"¿Con qué dinero vamos a comprar nada?" preguntó Lothar.
"Con el que se acaba de guardar Tyrok que nos ha adelantado Turgoll" Halaf hizo un gesto de genuflexión sin levantarse de la silla dijo "si teneis ideas mejores es momento de planificar. Después ejecutaremos según la información que tengamos"
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kang
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeSáb Feb 15, 2014 9:54 pm

Lothar se acercó a la mesa y la capa lo envolvió en la sombra. Sus palabras eran apenas un susurro.
- Yo conozco a ese dunlendino, su tienda forja está cerca del puerto, no lejos de aquí. Suele ir los sábados por la noche al Ancla Dorada. Es una posada para marineros. El salón comunitario se pone hasta la bandera. He jugado algunas veces allí. Ese Marrok, creo recordar que no vive en la forja, pero no lo sé a ciencia cierta. Me parece que tiene un banco de piedra en la puerta para herrar caballos. Si lo tiene.
Tyrok contó el dinero.
- Turgoll está generoso, nos ha dejado unas veinte monedas de plata.
Hizo el gesto de que él se la guardaba. Los demás asintieron afirmativamente.
De pronto Bety la Gorda surgió del humo, gorda, fea y sucia.
- ¿Vais a pedir algo o a seguir estorbando? Me estáis ocupando la mesa.
Escupió al suelo y se sorbió la nariz.
- Venga que es para hoy no tengo todo el día.

Off roll
Tirada de percepción visual dificultad + 1, tres aciertos.
Podéis contestar sin necesidad de conocer el resultado aunque obtengáis los tres aciertos. No es relevante en este momento. El que lo consiga lo sabrá en sucesivos post
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeLun Feb 17, 2014 1:00 am

-Pol mi eta bien, no tengo ninguna pega- , la dificultad de Yasuo para hablar era notoria, pues la falta de la letra R en los idiomas orientales le dificultaba mucho hablar en lengua comun, eso era algo que queria enmendar ya que queria pasar desapercibido, pero le costaria algunos años poder intentar esa hazaña, si es que la llegase a conseguir.

Cuando se acerco la posadera a reclamar de sus servicios, Yasuo le pidio cuatro jarras de cerveza, a la vez que alargaba su brazo para quedarse con la de Turgol y asi matar dos pajaros de un tiro, uno era quedarse con la mejor cerveza y otro espantar a la gorda y fea posadera. - Y bien, ¿como lo vamos a hacel?, a la misma vez que decia eso husmeo la cerveza para deleitarse con su aroma y le dio un buen trago, no le gustaba mucho hablar pues que se rieran de su acento no le agradaba mucho y eso le costaba de vez en cuando meterse en alguna pelea, pero renegar si le gustaba hacerlo en su lengua natal.
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeLun Feb 17, 2014 3:25 pm

- En mi opinión deberíamos ir e investigar, pero a ser posible por separado y contrastar lo que cada uno haga, vigilar durante todo el día varios días para así poder ver cual es la rutina exacta, luego, cuando ya conozcamos dicha rutina, idear un plan para poder entrar en el lugar y poder así entrar y conseguir lo que necesitemos. Siempre seremos más sigilosos y menos sospechosos de 1 en 1 que siendo un grupo de 5. - dijo Tyrok.

Algo se retorcía en su estomago cada vez que aquel engendro apestoso se acercaba, al muchacho le gustaría poder levantarse y retorcerle el pescuezo con sus propias manos.

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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeLun Feb 17, 2014 4:51 pm

Yasuo cojio un trozo de astilla de la mesa y se puso a dibujar un mapa en la suciedad que esta contenia, todos conocian muy bien el lugar y sabian de las callejuelas que corrian alrededor de la herreria. - Bien mi plan es el siguiente, cada uno nos pondlemos en una de las malcas y al cabo de unas holas, cambialemos posiciones, siemple en el sentido del sol, pala no estal mucho tiempo en el mismo sitio y asi podel tenel mas campo de vision e infolmacion,pelo el intelcambio de posiciones no debe sel justo cuando llegue sino unos cuantos metlos antes, no hay que levantal sospechas, esto lo halemos dulante dos dias y dos noches, pala podel seguil bien sus pasos, al telcel dia descansalemos y nos volvelemos a juntal en este mismo sitio al medio dia, si alguien tiene un plan mejol, que lo diga.


Off rol: he mandado el mapa con las posiciones de cada uno, cuando termina de explicar el plan lo borra haciendo mas garabatos en la mesa.
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeMar Feb 18, 2014 12:14 pm

Aquel lugar estaba cargado de todos los malechores y chusma de la zona. Cuando entro Angost vio a algunos conocidos por lo que se acerco hasta ellos. Se dio cuenta de que ese era el lugar de la reunion, pues todos los chavales que en esa mesa se encontraban eran jovenes como el, todos chicos de Turgoll, sin embargo nunca los habia reunido asi.
Angost-King se dirigio hacia la mesa con paso elegante. Parecia alguien de la alta nobleza al verlo caminar, a pesar de no medir mas de 1,75 y haber salido de una humilde granja de Villaverde se movia con la gracia de un gran señor.
- Señores!- Saludo alegremente a sus camaradas- Cuanto tiempo sin veros algunos...! Y alegria hallo al hallaros!
Angost fue saludando uno a uno.
-Yasuo- Dijo dandole la mano al oriental.
-Buenas noches.
-Cada vez pronuncias mejor! Yo no seria capaz ni decir hola en tu idioma!
Aunque los conocia practicamente de vista ,Angost fue saludando animosamente a todos y cada uno.
-Las manos mas rapidas de Tharbad!- Dijo dirigiendose a Lothar.
-Una partida?- Respondio Lothar.
-Dejemoslo para otro momento! quiero llegar a casa con algo de dinero en los bolsillos... jaja!-De sobra conocia las habilidades de Lothar.
Al saludar a Tyrok aparecio en escena tanto Turgoll como un grandullon rubicundo del que no recordaba el nombre, pero igualmente saludo con una reverencia.
- Y como no... mi amigo Turgoll...que por el estamos aqui...- Le guiño un ojo con compadreo y admiracion que un alumno podria observar a su maestro.

Turgoll empezo con la mision. Por fin le habian encargado una mision de niño grande. Por fin La Mano se habia fijado en el. Por fin habia llegado el momento de escalar.

- Bien ahora que ha quedado todo claro os dejo, tengo “asuntos” pendientes en el puerto. -Dijo Turgoll.
-Un momento Turgoll- DIjo Angost. TUrgoll se giro levemente sabedor de lo que vendria ahora.
-Que habia en la bolsita de terciopelo?- Turgoll se giro sin decir nada y se marcho.
-Mierda!- Protesto Angost-King- Siempre igual!


-A ver , amigos. Segun dice Lothar, el herrero pasa los sabados por la noche en el Ancla y ademas dice que parece no vivir en su herreria. Podriamos seguirlo cuando cierre, hasta que llegue el sabado para asegurarnos que realmente vive fuera de la herreria. Cualquiera de nosotros podria hacerlo y cuando llegue la noche del sabado, aprovechando que el esta en El Ancla, entrar a la herreria fozando alguna puerta. No es tan dificil. Gracias a Lothar tenemos una valiosa informacion que debemos usar. Para asegurarnos, AUN MAS, alguno de nosotros podria seguirlo el sabado hasta el Ancla y avisar si sale antes de tiempo del local.
Pienso que no tenemos que hacer aburridas vigilancias.

- ¿Vais a pedir algo o a seguir estorbando? Me estáis ocupando la mesa.
Escupió al suelo y se sorbió la nariz.
- Venga que es para hoy no tengo todo el día.
-Preciosa Beti...cada dia estas mas bella!- Le dijo Angost.
-Anda y que te jodan! - Dijo escupiendo nuevamente al suelo un gargajo con mocos mas que visibles.
-Pero no tu- Dijo entre dientes.
-COooomo?!
-Nada... que... 5 cervezas,por favor, Preciosa.
-Pues habla mas alto cojones!-Replico la Gorda.



OFF: a que dia estamos?


Última edición por Ankalagorn el Mar Feb 18, 2014 12:22 pm, editado 1 vez
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeMar Feb 18, 2014 12:20 pm

El plan no parecía malo. Pero Halaf creía tener uno mejor.
"Yo insisto que bastaría con que uno de nosotros intentara comprar algo. De ésa forma podrá ver la distribución interior de la tienda. Después la cosa es fácil. Otro puede quedarse unos días, hasta el sábado, viendo su rutina. No os conozco en éste sentido ¿quien cree que podría hacer esto sin levantar sospecha?"
Nadie dijo nada.
"Bueno, dejaremos éso para el final. Lo importante, el que intente comprar, o finalmente compre y el que vigile han de ser personas distintas"
El plan lo iba esbozando poco a poco y en voz baja. No quería que oidos inadecuado escuchasen lo que no debían.
"Después, y salvo contratiempo. Otros dos de nosotros irá a ése antro que ha comentado Lothar. Cuando entre uno volverá a la casa, en la que estaremos el resto esperando. Dos entraremos, el que haya intentado comprar y otro. Y los otros dos vigilarán. Cuando hayamos terminado avisaremos al que queda en el antro. Si nuestro amigo sale antes de tiempo. El que esté allí vigilando vendrá lo más rápido posible a dar la voz de alarma y que podamos salir. Huelga decir que todo se hará en sigilo"
"Con tu plan, gastaremos parte de la bolsa. Nuestro premio se verá reducido."
"Si he oido bien. Puede que si hacemos esto correctamente, nuestro premio sea algo más que ésa bolsa. Algo mucho mejor. Yo estoy dispuesto a invertir ¿y vosotros?"
Sin esperar respuesta Halaf prosiguió.
"Es hora de que cada uno diga qué se le puede dar mejor para esta empresa"
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeMar Feb 18, 2014 3:56 pm

-Esta clalo, el que mejol puede quedalse todo el dia vigilandolo soy yo, puesto que mi espectaculo es idoneo pala pasal mas de incognito que vosotlos, pelo a tu plan le veo un pequeño mal que se puede aleglal facilmente, que alguien entle en la tienda y plegunte plecio de cualquiel cosa, no hace falta complal, y asi podla vel como es el inteliol, una vez el sabado cuando el dunlendino se vaya de la helelia a la ancla uno debela entlal con el y el otlo espelal a una distancia justa pala vel la señal de peliglo y entonces avisal a los que esten en la helelia buscando el liblo de cuentas, y si es pleciso que el de la tavelna lo siga pol si se dilige a la helelia y lo entolpezca mas su camino, que le lobe o lo que se le venga a la mente en ese momento, pelo tendla que dadle todo el tiempo posible a los demas.
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeMar Feb 18, 2014 4:44 pm

-Pues manos a la obra! Yo lo seguire hasta El Ancla El sabado...cuando daremos el golpe!
En cuanto al dinero...espero que no os lo tomeis mal...pero prefiero guardar mi parte... jeje! tengo que hacer algunas compras. Asi que son 20 piezas de plata. Somos 5... con lo que salimos a 4 cada uno... - Angost estiro la mano hacia Tirok, esperando su parte.
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeMar Feb 18, 2014 7:42 pm

Yasuo miro hacia los lados, sabia que el movimiento que iba a hacer podia ser sospechoso, pero la verdad es que poco le importaba, lo que queria era su parte del botin asi que hizo lo mismo que King y alargo su mano por encima de la mesa y mientras miraba a los alrededores escudriñando posibles ojos que los pudieran estar observando, pero aquel lugar era idoneo para ocultarse asi que seguramente no veria a nadie mirando a aquellas cinco ratas que se escondian de todo, mientras se deleitaba con la mejor cerveza que habia probado en tiempo.
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeMiér Feb 19, 2014 8:55 am

Salieron de “el signo del orco” cada uno con cuatro monedas de plata encima. Como cinco desconocidos tomaron caminos distintos. Todos menos Lothar que se quedó en la puerta viendo que camino tomaba cada uno. La noche era oscura y llena de sombras. Sus pasos eran como suaves rumores en mitad de la nada.

Llegó el día, viernes por la mañana, al día siguiente podría cambiar su destino para siempre. Yauso como cada mañana se dispuso a ejercitarse justo cuando salía el sol. Su jergón de paja vieja y sucia no olía precisamente bien. Pronto todo esto cambiaría. Miró la pocilga donde vivía. Era pequeña y construida con tablas en medio del barrio chabolista de los mendigos. Un lugar miserable y peligroso.
El sol se había levantado un dedo y Yauso había terminado con su calentamiento. Recogió sus bártulos y se encaminó al barrio del puerto. Dejó atrás el barro de las calles, odia el sucio fango. Se los quitó de sus zapatos de madera con dos fuertes patadas al entrar en el barrio de los artesanos. A partir de allí la ciudad estaba empedrada y aunque los zapatos de madera resbalaban o se encajaban en los resquicios Yauso, el oriental como solían llamarlo, se sintió a gusto. El barrio de los artesanos despedía olores muy diferentes, desde los artesanos del vino pasando por los panaderos, carniceros y demás hacían del barrio un lugar mucho más agradable que la pocilga donde vivía. Los comerciantes aprovechaban la calle para montar puestos delante de sus comercios para tentar al público. Yauso se sintió tentado por las hogazas de pan recién hecho, pero descartó la idea. Robar una era una opción pero los tenderos estaban ojo avizor y Yauso no es que pasara desapercibido con su viejo kimono, fuera de lugar en la ciudad, su sombrero cónico de paja y sus raros zapatos que hacían mucho ruido al chocar contra las dura piedra de la ciudad. La idea se fue tan rápida como vino. Dejó atrás el barrio para llegar a la calle Mayor de la ciudad. Esta dividía en dos la urbe a un lado el barrio de los artesanos, a otro el barrio Burgués. Se dirigió al sur por la ancha avenida, había cantidad de transeúntes en uno y otro sentido, estaba casi abarrotada. Era un momento idóneo para aflojar alguna bolsa, pero si le pillaban el “asunto” que se traína entre manos podría irse al garete. Bajó por la calle hasta el barrio del puerto. El olor a pescado le llegó de inmediato al cruzar el puente. El primer tramo del puente estaba destinado a los pescadores locales. Luego llegó al barrio del puerto propiamente dicho. Se topó con algún que otro orco que se rieron de él por su aspecto, Yauso estaba más que hecho a las burlas y las dejó correr. “ no hay mejor desprecio que no hacer aprecio” las palabras de su padre le llegaban cada vez que se burlaban de él.
Pasó por la tienda de suministros de Hoewar, era un lugar idóneo apra encontrar casi cualquier cosa, de hecho era allí donde compraba el Kangi, el alcohol que empleaba para su espectáculo. Hoewar se lo dejaba a buen precio, le hacía gracia lo que el oriental hacía con ese apestoso licor oriental. Poco después llegó al “Martillo”. La herrería tenía un tejado a dos aguas una ventana con una reja tan solida como las murallas de Minas Tirirh, ni si quiera retorciéndose como una anguila podría pasar por los gruesos barrotes. La puerta estaba abierta. Era como los barrotes, gruesa, dura, de madera de roble y reforzada con acero. Delante de la tienda tenía un potro de piedra para herrar caballos, tal y como dijo Lothar. La tienda era de piedra, dura y bien junteada. El tejado de pizarra estaba bien acabado y una chimenea pequeña escupía humo negro como el carbón sin parar. Yauso se percató de que tampoco entraría por allí.
Le dio una vuelta a la manzana y descubrió que la herrería tenía una especie de patio trasero con una puerta sencilla de madera. Se asomó de un salto y pudo ver un patio para guardar carbón con una carretilla y una puerta que daba al interior de la herrería. Los zuecos de madera hicieron mucho ruido al aterrizar contra el suelo. Por suerte no había nadie en el callejón. Se dirigió de nuevo a la entrada principal y extendió la esterilla de paja, colocó el sombrero cónico boca arriba y se dispuso a hacer su número.
Lothar pasó delante del oriental, se quedó mirando el espectáculo un momento y como si ya hubiese visto el número anteriormente pasó de largo y se dirigió a la tienda. A yauso le costó identificarlo, estaba disfrazado, con algo de joroba y una especie de mancha en la cara. Sus andares eran muy diferentes a los de la otra noche, parecía un ser mezquino e insignificante, nada que ver con el jugador de cartas…
Yauso pudo ver como poco después salía de la tienda con paso indiferente.
Durante toda la mañana estuvo observando a los transeúntes. Y la tienda no es que tuviese mucho éxito, apenas si entraban clientes. Yauso tuvo la misma suerte que Marrok, un par de monedas de cobre fue lo que recaudó en todo el día. Estaba cansado sudoroso y con más hambre que el perro de un ciego. Fue entonces cuando vio al herrero. El dunlendino era bastante atípico. Los dunlendinos solían ser pequeños y nervudos, pero aquel era una masa de músculos de, recia de un metro ochenta más o menos. Llevaba una cota de malla debajo del peto de cuero, se movía con soltura. El herrero fue directo hacia el oriental.
- Muy bonito el espectáculo, pero mañana no quiero verte por aquí. Espero que lo hallas pillado.
Sin decir ni media palabra más le dio la espalda y se fue de allí.
Marrok anduvo desde el barrio del puerto hasta el puente cuando casi había terminado de cruzarlo se dio la vuelta como si sospechase que alguien le seguía. Llevaba un bastón recio y se giró con malos humos.
- He tú, deja de seguirme si no quieres que te muela los huesos.
Su bastón giró en el aire zumbando como un demonio. Tyrok sabía que el dunlendino se había percatado de que lo estaba siguiendo.
- Tu hijo de perra no me has oído, que te largues maldito bastardo….
Tyrok se dio la vuelta sin decir nada. El dunlendino esperó a que Tyrok desapareciera al fondo del puente hacia el barrio del puerto. Cuando se hubo cerciorado de que nadie le seguía desapareció en el barrio de los artesanos.
Sábado por la mañana, en las afueras de la ciudad. El mercado de hortalizas.
Los agricultores de Tharbad nunca pudieron disfrutar de una plaza para poder vender sus productos. Así que con el paso del tiempo fueron reuniéndose en las afueras de la urbe, hasta que finalmente establecieron un mercado semanal. Era un lugar idóneo para reunirse…
- La tienda tiene poco que ver. Nada más entrar hay un sonajero que hace un ruido de mil demonios, creo que es imposible abrir la puerta sin que suene. Nda mas entrar se ve un mostrador de madera que no deja ver que hay debajo. Si yo fuera el dunlendino escondería una ballesta cargada en él. Tras el mostrador hay escaparates con vidrieras, tiene expuesto cotas de malla estupendas, algunas espadas, mazas y dagas y una buena colección de lanzas de todo tipo. Hay una puerta de madera que da a lo que puede ser la trastienda. Y hasta aquí puedo leer.
Lothar dejó caer toda la información como si estuviese hablando del tiempo, más preocupado de los alrededores que de sus compinches.
- Ese Dunlendino tiene ojos en el cogote. Me pillo siguiéndolo y eso que le dejé ventaja. No se a donde ha ido tras el cierre. Pero se encaminó al barrio de los artesanos, parece que vive por allí. Ahora la cosa es cómo vamos a proceder. Angos le seguirá desde el Martillo hasta el Ancla Dorada, el camino es corto y no apreciará que le sigue, o eso espero. Halaf entrará en la herrería¿ y el resto que hacemos?
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeJue Feb 20, 2014 8:50 am

-Halaf entrara en la herreria con Tirok, ya que a Tirok lo vio el viernes por la mañana siguiendolo y es mejor que no venga conmigo; asi buscaran el documento o lo que sea que lo incrimine entre los dos... 2 mejor que 1; mientras Yasuo, que conoce bien los alrededores, vigilara fuera, cuidando que no viene nadie( si viene alguien debera tener una señal para avisar discretamente a los de dentro, para que se detengan hasta oir nueva señal de que ha pasado el peligro y seguir buscando; si ese alguien es el herrero, el aviso debera ser diferente, porque deberan de salir por piernas de alli).
Yo ire al Ancla con Lothar, entraremos tras el y ...aqui viene la parte dura del trabajo... tomaremos unas copas sin perderlo de vista- Angost sonrio al Tahur- incluso Lothar podria intentar meterse en la partida del herrero y entretenerlo dejandose perder o ganando segun la ocasion, para que este pegado a la silla el maximo tiempo posible.
Os parece bien?
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeJue Feb 20, 2014 9:28 pm

Lo cierto es que todo aquello parecía buena idea; lo de intentar meter al herrero en una partida de cartas. Yo había visto a mucha gente gastar todo su dinero y su tiempo en una buena partida.
Lo que me preocupaba el avisador que Lothar había dicho que se ubicaba tras la puerta. Los había visto con anterioridad, y sabía que podían ser cortados e inutilizados.
"Necesitaría que me dijeses, si ése avisador colgaba de una cadena o de una cuerda. Si pudiste reparar en ello"
La cuestión era fácil. Sabíendo de su existencia, solo habría que abrir la cerradura y abrir muy, pero que muy despacio la puerta, unos centímetros tan solo. Lo justo para meter una mano por la parte superior y agarrar el avisardor, y con la otra y una daga, cortar la puerta. Entonces se podría entrar sin problemas.
Visitar la herrería había dado sus frutos. Tenían información que antes no tenían.
Así lo expliqué a mis compañeros.
"La puerta trasera será otro cantar. No sabemos lo que hay detrás. Si se cierra con llave o con una tranca. Y lo idóneo sería entrar y que no se supiera que nadie ha entrado. Además, si lo que cierra la puerta trasera es una tranca, haríamos mucho ruido. Y decís que no hay más ventanas que una, y con barrotes"
Algo se me escapaba. Pero tenía un plan alternativo por si todo aquello fallaba.
"Bien. En cualquier caso. Primero intentaré forzar la puerta principal con mis ganzúas. En caso de no conseguirlo. Intentaremos entrar por atrás. Solo en caso que ambos planes fallen. Me dirigiré al ancla para que veais que hemos fallado en nuestros intentos. Ahí entrareis vosotros. Teneis que acercaros al herrero como sea. Ganaros su confianza. Jugar a las cartas como habeís dicho. Pero lo importante, es que tendreís que emborracharle para robarle la llave. Creo que con lo habilidoso que eres con las cartas a ti no se te dará mal éso ¿verdad Lothar?. Pero ésto último será nuestra última opción. Ya que habeis dicho que la cerradura principal es de buen calidad"
Ahora había que prepararse para todo.
"A la cita de mañana, llevad capas que os oculten en la oscuridad. Yo haré lo propio. Llevaré mis ganzúas. Y tú Tyrok puedes llevar una cuerda y escarpias con un martillo que yo te prestaré. Tendrás que llevarlas bajo la ropa. No sabemos si se pueden necesitar.
Yauso, seguro que tienes algún imitador de animal o algo así que uses en tus espectáculos. Una flauta o algo parecido también me vale. Llévala para avisarnos en caso que venga alguien. Si no tienes nada de éso, procura aprender a imitar a algún animal para mañana. Angost eres libre de llevar lo que estimes oportuno. Lothar, lleva alguna baraja marcada o dados trucados. Sé que cuentas con alguna. Pero no abuses, que no te pillen; confiamos en tu astucia.
Dicho esto. ¿alguno considera que debería llevar algo más o algo que se nos escape? Este es el momento de hablar"
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeVie Feb 21, 2014 6:44 am

Lotthar miró a Halaf
– ¿Cartas marcadas? Me insultas yo soy un jugador honesto.-
La cara del Tahúr era toda un poema con esa sonrisa pícara.
- Creo recordar que esas campanillas las sujetaban una cadena. Ya dije que era un fastidio. Intentad no haced mucho ruido. Y Turgoll dijo que fuese un trabajo limpio así que el dunlendino no tiene que saber que estuvimos allí, tenemos que dejarlo todo como lo encontramos.
Llegó la noche y tal y como dijo Lothar, Marrok se dirigió al Ancla Dorada. Dos sombras envueltas en capas entraron poco después que él. Nada más entrar ya se escuchaba el jolgorio. Era una posada que tenía un salón muy grande al fondo, en medio había una chimenea que calentaba además de proporcionar algo más de luz a los clientes. Había muchos marineros venidos de distintos lugares, algunas damas de la noche animaban la velada. El alcohol se mezclaba con canciones soeces que retumbaban en las paredes de ladrillo entre dados y cartas. Había mucho ruido. El herrero se dirigió al fondo y se sentó con unos marineros. La mesa esta casi completa y sus ocupantes bien envueltos en la sombra.
Lothar y Angost tuvieron sus dudas. Aquello parecía una reunión más y presentarse e intentar engatusarlos para echar una partida sería un tanto sospechoso…

Tres figuras sorteaban la luz mientras se acercaban al martillo. Yauso se quedó al amparo de la oscuridad en una esquina desde donde controlaba la mayoría de las direcciones. Dos gatos negros se acercaron al martillo y se cobijaron bajo el techo. Agazapados se colocaron junto a la puerta. Con una mano Tyrok le cedió gustoso el honor a su compañero. Halaf sacó cuidadosamente sus ganzúas. Las colocó delante de la cerradura y respiró hondo. Se tomó su tiempo, las ganzúas tocaron la entrada de la llave y se introdujeron tocando los dientes de la cerradura. Allí se quedaron al menos un par de minutos sin hacer movimiento alguno.
Tyrok se estaba impacientado.
- ¿Pero qué cojones haces? Quieres darte prisa.
Halaf pareció no oírle, o simplemente hizo oídos sordos.
Con un suave movimiento Halaf interactuó con la cerradura. Era un mecanismo de buena calidad, no se dejaría trabajar con facilidad. En un primer intento la cerradura lo engaño, estaba diseñada para atrapar cualquier objeto que no fuera la llave en un intento de forzarla, pero en última instancia, Halaf consiguió sacar la ganzúa.
Tyrok no pudo evitar soltar un gruñido. Su compañero parecía un verdadero inútil.
- Déjame, no tienes ni idea.
Las palabras cayeron en saco roto. Tyrok estaba al borde del ataque.
Las ganzúas se introdujeron de nuevo, sutiles y suaves como un pañuelo de seda, los dos dedos metálicos del rohir esquivaron la trampa y la cerradura se abrió como una dama de la noche para un buen cliente. Halaf respiró aliviado y sacó sus utensilios. Giró el pomo y empujó con delicadeza la puerta. Lentamente empezó a abrirse, no llevaba ni dos milímetros cuando la primera campanilla emitió un sonido leve pero agudo. Halaf se dio cuenta de que era imposible abrirla sin que sonara. Abrió un poco más la puerta y las campanas replicaron. Metió la mano e intentó sujetarlas con un trapo que había traído para la ocasión. Solo esperaba que nadie hubiese escuchado el tintineo.
Se metieron en la herrería.

El Ancla Dorada.

Lothar y Angost se sentaron lo más cerca posible del herrero. Como si tal cosa sacaron las cartas y se dispusieron a echar una partida ficticia. Angost no estaba por la labor de que el Tahúr lo desplumara y sabía que si jugaba se quedaría hasta con la ropa que llevaba puesta.

Los marineros, por su acento, eran de nueva gondor, al noreste de Tharbad. Alguno que otro llevaba rastros de hollín en sus ropas. Ninguno era precisamente un capitán de barco. Eran cuatro y de todos ellos solo hablaba uno. Había mucho ruido y apenas si se les podía oír. De pronto una de los camareros se acercó a la mesa del herrero con unas cervezas. Antes de que llegase, Angost percibió la señal que se hicieron entre ellos para acallar la conversación. El camarero dejó el liquido y poco después ya lo tenían encima.
- Dos cervezas…- el camarero anotó mentalmente el pedido y se fue.
- Estate al loro, creo que estos traman algo.- La voz de Angost fue un susuro.

Agudizaron el oído apartando el jaleo, las canciones y las putas, en su cabeza solo había sitio para la mesa del fondo.

- Cincuenta monedas de oro….. los precios han subido….. - A Angost se le escapaba parte de la conversación los marineros hablaban muy bajo
- Eso deja poco margen…. – Al herrero le cambió la cara
- El capitán se huele algo….. Nueva Gondor…. Los sellos de las espadas son cada vez peores, tienes que mejorarlos.
- Lo único que sé es que yo me juego mucho…. La mano…. Cincuenta de oro por cada caja de carbón es demasiado dinero…
De pronto muchos de los marineros se pusieron a cantar el himno del mar, la canción del pirata.
- La vida pirata es la vida mejor, sin trabajar, sin dar ni golpe con la botella de ron
El trueno se quedó en mantillas al lado del salón. Las cervezas volaban, las faldas de las damas de la noche se levantaban y las risas se unieron a las canciones así como alguna pelea por derramarle todo encima. El caos se apoderó de todo y Marrok aprovechó para levantarse…

El martillo.

Tyrok y Halaf pasaron de largo por la pequeña tienda y se dirigieron al interior de la fragua. Solo allí se aventuraron a encender un par de velas. La fragua apreció con la luz. Estaba todo muy ordenado. Había multitud de espadas en cajas. Por lo menos tres cajas llenas. La fragua se mantenía caliente. Todo parecía normal. De pronto se toparon con una puerta solida que no era la que daba al patio exterior. Como bien supuso Halaf, la puerta del patio estaba cerrada con una tranca de hierro, no habrían podido entrar por allí. Se acercaron a la puerta y también tenía cerradura. Halaf se dispuso de nuevo a abrirla. Igual que antes se quedó delante de la cerradura y colocó sus dedos metálicos dentro. Al cavo de unos minutos empezó a seducir al mecanismo. Pero esta vez el cazador se convirtió en presa. La cerradura a priori igual que la de la entrada era distinta. Y funcionaba al revés que la otra. La ganzúa se quedó atrapada y la única solución para sacarla era partirla, con lo que inutilizarían el mecanismo. Halaf se quedó bloqueado, la había pifiado y bien. su golpe limpio se estaba transformando en una chapuza. Miró la puerta era solida como la de Minas Tirih, echarla abajo haría tanto ruido como para despertar a la guardia.
- La has hecho buena rubio.
- Ya, esta era diferente, ese herrero es un tipo listo. ¿ qué hacemos?


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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeVie Feb 21, 2014 1:51 pm

"Maldita sea" Pensé. La había cagado con algo muy básico. Necesitaba pensar en cómo sacar la ganzúa de ahí y volver a intentarlo.
Me giré a Tyrok y le dije
"Registremos un poco la tienda. Por si encontráramos algo de utilidad"
"¿y la cerradura?" me preguntó.
"Dame algo de tiempo para pensar. Puede que incluso encontremos la llave de ésta puerta"
Intentamos ser lo más cuidadosos posible. Dejábamos las cosas tal y como las encontrábamos. Y el tiempo pasaba, aunque no lo notásemos.
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeVie Feb 21, 2014 6:51 pm

Tras unos instantes buscándo la llave que pudiera abrir aquella puerta, tuve una idea. No fue mi mejor idea, pero si no encontrabamos llave alguna era mejor éso que nada.
"Tyrok, inspecciona los armarios que tienen espadas. Hemos de conseguir algo que sirva para desmontar esta cerradura. Una daga fina, alguna herramienta, algo. Hemos de sacar ésa ganzúa y abrir la puerta. Busquemos algo y después díme si te atreves a hacerlo tú. Si no, yo haré lo que pueda"
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeSáb Feb 22, 2014 12:42 pm

Ya estaba todo decidido. Mi mente había funcionado rápidamente.
"Tyrok. Coge algunas espadas y colócalas junto a la puerta. Será nuestro botín personal" le dije en un susurro.
Tyrok obedecía, mientras yo forzaba la cerradura. Una vez forzada y con la ganzúa de nuevo en la mano, encontré una mesa. Iba a inspeccionarla cuando vi un resquicio debajo de la alfombra. Allí encontré una caja fuerte. Esta vez me concentré tranquilamente. En un solo intento conseguí abrir la caja.
Al abrirla me giré para mirar alrededor, un acto reflejo. En el umbral estaba Tyrok. Mirándome. Le guiñé un ojo.
"Utiliza el carbón del patio y esparce un poco en cada estancia. Vamos a prenderle fuego a la casa para borrar las huellas."
La cara de Tyrok se transformó. No sabía decir si era alegría o sorpresa.
Dentro de la caja encontré nuestro ansiado tesoro. Un libro. Había también una extraña daga. Su pomo era rojo como la sangre, y la hoja parecía más negra que plata. No pude dejarme sucumbir y la cogí. De hecho cogí todo lo que había, una bolsa con monedas. Un medallón. Un mapa.
Tyrok entraba en la habitación mientras para colocar algo de carbón, mientras yo me dirigí a la fragua. La alimenté lo suficiente para tenerla viva de nuevo.
Tyrok había hecho un trabajo estupendo. Había añadido sábanas, algunas alfombras y cosas que ardían con facilidad. Me sorprendió su extrema profesionalidad en éste asunto. No había abierto la boca para nada, había tenido que ser yo quien hablara entre susurros.
Con el carbón al rojo vivo, utilice unas tenazas cercanas para esparcirlo en los lugares adecuados. Pronto el fuego empezó a surgir como pequeñas hogueras.
Nos precipitamos al a puerta. Allí hicimos una señal a Yaruso, quien apareció por arte de magia de la oscuridad.
"Rápido. A tu guarida Yaruso. Pero por allí no, esa es la dirección del ancla. Ir en dirección contraria"
"¿y tu no vienes?"
"Yo iré después. Tengo que solucionar esto. Vamos rápido"
Cuando hubieron desaparecido, el fuego en el interior ya estaba muy vivo. Así que mientras iba me marchaba, tocaba las puertas de forma compulsiva y gritaba FUEGO, FUEGO. Algunas luces se encendieron en el interior de las viviendas. El fuego sería sofocado a tiempo. Pero nuestras huellas serían borradas.
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeMar Feb 25, 2014 10:39 am


No sabia muy bien de que se trataba en aquella conersacion con tintes clandestinos, pero sin duda era algo mas gordo de lo que parecia a simple vista. El trafico de armas era evidente, pero con que fin? no.
El herrero se levanto en el momento que empezo la algaravia, lo que , tanto Angost como Lothar se levantaron y se dispusieron a seguirle.
Angost agarro su jarra de cerveza y se levanto, dejando


OFF. Si toma rumbo a la calle lo seguiremos de cerca. Va solo? o Acompañado? Informacion plis.
Si va rumbo a la calle quiero intervenir antes de que salga por la puerta.
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeMar Feb 25, 2014 6:11 pm

Angost le dijo al oido algo a Lothar, mientras se apresuraban para que el herrero no se "escapase". Angost dejo su cerveza rapidamente en una mesa cercana, aun medio llena, lo que agredecio uno de los marineros borrachines que dejo de cantar para no perer el tiempo en llevarse a la boca la jarra que Angost habia dejado, mientras Lothar lo seguia de cerca. Iba a llegar el herrero a la puerta cuando un chico despistado choco accidentalmente con el; no era otro que Angost:
-Perdon, señor. Hay tanta gente en el local.
El herrero puso cara de pocos amigos y se detuvo un instante pensando si partirle la cara o seguir con sus quehaceres. Angost salio por la puerta andando, tranquilamente, mientras el herrero se disponia a salir tras el a unos segundos de desventaja, cuando otro chico lo intercepto del brazo.
-Que cojones pasa esta noche con los empujoncitos?!- Dijo el herrero quedandose mirando fijamente a Lothar.
-Perdon señor. Ya se que no es de mi incumbencia, pero ese tio que ha chocado contigo hace unos segundos le ha virlado la bolsa con el dinero...
EL herrero puso cara extrañada que se torno de enojo cuando se echo mano buscando su dinero... ese niñato tenia razon! le habian robado en sus propias narices! si aun se daba prisa aun lo pillaria y le romperia sus huesos, uno por uno! Marrok acelero el paso y asomo por la puerta. MAs adelante, calle arriba caminaba aquel ladron. Quiso acercarse por la espalda sin que se diera cuenta, pero como si conociese sus pasos, aquella rata se giro y lo vio y comenzo a andar a un paso mas rapido:
-Espera ,tu!-Grito- VEn aqui...quiero preguntarte algo- El tono no era muy amistoso, pero uno mas amistoso tampoco habria hecho que Angost se detuviera... ese no era el plan. Angost se dispuso a llevarlo, como un pastor lleva a su rebaño... esta vez lejos de su casa, lejos del Martillo, en la direccion mas opuesta posible.
Marrok comenzo a ir mas deprisa gritandole, a lo que angost respondio con un ligero trote.marrok penso que A modo de burla, levanto su mano con el saquito e hizo tintinear las monedas, sin embargo era asegurarle a Marrok, que efectivamente el otro chico le habia dicho la verdad... era el el que le habia robado su dinero.
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeMar Feb 25, 2014 6:39 pm

El martillo

Halaf se quedó en la calle. Tyrok y Yauso desaparecieron por la esquina. El Rubio esperó un poco sus compinches necesitarían algo de ventaja. Un ruido le sobresaltó se giró para inspeccionar la calle de al lado. Al poco un gato salió con una rata enorme entre los dientes. Cuando se giró de nuevo hacia la armería no se lo podía creer, las llamas salían por la puerta y la ventana como lenguas feroces. Se quedó de piedra ante el espectáculo, incapaz de articular palabra o mover un músculo. El fuego, era el fuego en su estado puro, el rohir nunca había visto algo de semejantes proporciones. Las llamas sobresalían por el tejado como una enorme pira y empezó a propagarse por los edificios aledaños con una fogosidad alarmante. Halaf estaba simplemente petrificado viendo como el infierno se abría paso a través de la herrería. Pronto empezaron a escucharse gritos de alarma, pero era tarde. Los habitantes de las casas se afanaban no por salvar sus pertenencias sino por salvar la vida, la suya y la de sus seres queridos. De pronto empezó a notar el calor abrasador. La gente salía por todas partes. En cuestión minutos se había formado una cola para llevar cubos de agua del rio. Pero de nada sirvió el barrio sur empezaba a quemarse con una voracidad digna de un balrog. El fuego duró toda la noche y parte del día. Toda la zona sur este del barrio del puerto se había quemado. Solo el signo del orco se había salvado de milagro. Tharbad no había visto un incendio de esa magnitud en toda su vida…
Solo al tercer día se pudo hacer el recuento oficial de víctimas, setenta y ocho, muertas o desaparecidas
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeMiér Feb 26, 2014 9:20 am

Los primeros en llegar fueron Tyrok y Yauso. El escondite de Yauso era un antro apestoso y sucio. Pero serviría para no levantar sospechas. Los dos hombres estaban satisfechos, ambos portaban un par de espadas cada uno. Tyrok se había hecho también con una daga. Éstos hombres eran ladrones y robar lo llevaban en la sangre, al igual que la fábula del escorpión, éste llevaba en la sangre picar.
Al poco llegaba Halaf, estaba alicaido y cabizbajo. Sudoroso y apestando a humo. Miraba al suelo y no parecía hacer caso a su alrdedor.
"¿Que le pasa?" preguntó Yauso
"Nada. Ya lo he visto así antes. Está pensando en hacer algo" Contestó Tyrok

En seguida llegarón Angost y Lothar, ambos preocupados, un gran incendio parecía asolar la ciudad. Sudaban y jadeaban por haber estado corriendo.
"Ha ido todo bien" el tono de Angost era una mezcla de pregunta y afirmación.
Tyrok iba a contestar que sí y mostrar su pequeño tesoro armamentístico, cuando Halaf habló.
"NO. No ha ido nada bien. Ha sido una catástrofe"
Todos se miraron sorprendidos. Tyrok y Yauso no parecían compartir dicho pensamiento.
"He incendiado la herrería. Y el fuego se ha propagado. Ahora parte de la ciudad arde"
A Tyrok le sorprendió que hablara en singular, pues había sido obra de todos.
"¿y el libro?" preguntó ansioso Lothar.
Halaf dejó caer el libro. La misión estaba cumplida
"Era necesario. Las cerraduras tenían trampas y tú lo sabes. La ganzúa se enganchó en una puerta interior. O quemabamos aquello o se habrían dado cuenta que habíamos estado allí" comentó Tyrok.
"La culpa fue mía. Yo fui quien no pudo conseguir abrir la cerradura. Ahora mucha gente morirá por mi impericia"
Antes que alguno pudiera hacer nada más. Halaf terminó de baciar la bolsa que llevaba consigo. Una faltriquera de monedas, un mapa con una inscripción, un medallón de bronce y plata, cayerón de la bolsa. Todos mirarón instintivamente a las monedas y a la daga. De hoja negra y un pomo rojo como la sangre.
Halaf sacó las monedas. A nadie le pasó desapercibido que hizo cinco partes y cogió una. También cogió el medallón.
"¿qué vas a hacer?" preguntó Lothar
"He de arreglar el mal que he hecho" contestó Halaf.
"No. Ahora no. Mañana. Pasado tal vez. Ahora sería sospechoso. No. Ahora no. Ahora hay que pensar qué le decimos a Turgoll" Angost estaba preocupado.
"Cuando se entere de lo ocurrido se pondrá hecho una furia" apuntó Lothar.
"¿Pol que? No tenemos que decil que hemos sido nosotlos. Nadie sabla que el fuego salió de allí. Somos victimas que espalon del fuego con la misión cumplida" La respuesta de Yauso perecía plausible. Nadie podría decir nunca donde se originó el fuego. Y según parecía el fuego era grandísimo. Desde la guarida de Yauso, se veía el resplandor anaranjado de un gran fuego.
"Venga. Repartamos el resto de nuestro tesoro" comentó Angost.


Última edición por Haral el Miér Feb 26, 2014 2:57 pm, editado 1 vez
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeMiér Feb 26, 2014 9:28 am

Halaf.
Solo podía oir los gritos de los hombres dando la voz de alarma. Escuchaba gritos de dolor, de pánico, de angustía. Pero no podía ser. Estaba demasiado lejos.
Aún así escuchaba esos gritos dentro de mí. El fuego no se iba de mi mente. No podía ver por dónde iba. Solo veía fuego.
Acabé en el cuchitril de Yauso. Vi a Tyrok y Yauso allí. No sé cuando llegaron Angost y Lothar, pero ambos estaban preocupados. Fatigosos de la carrera.
Sus rostros empezaron a quemarse, sus caras se convertían en gritos agónicos producidos por el fuego.
"Ha ido todo bien"
La voz de Angost me sacó de mi sopor. Expliqué todo lo que había hecho. Después saqué el botín capturado. Pues ése botín era de todos. Todos habíamos contribuido a conseguirlo. Si no es por el trabajo de Angost y Lothar (hubieran hecho lo que hubieran hecho), la vigilancia de Yauso, y la ayuda de Tyrok; no tendríamos ése tesoro.
Solo había una cosa que era culpa mía en exclusiva. Yo atasqué la ganzúa. Yo no fuí capaz de sacarla. Y yo prendí fuego. Por último. Fuí yo quien no pudo dar la voz de alarma a tiempo. Eso era culpa mía y había que arreglarlo.
Ahora tenía otra idea. Cogería mi parte del botín y ayudadría con el dinero a sufragar los daños. El medallón también me lo quedaba. Me lo merecía. Que se quedaran con la daga y las espadas. El mapa también sería suyo. Pero yo tenía que arreglar todo aquello.
"NO. Ahora no. Ahora sería demasiado sospechoso. Espera a mañana" algo en mi interior me decía que ésas no fueron las palabras de Angost, pero eso fue lo único que conseguí oir. Me senté en un rincón. Les tocaba a mis compañeros decidir.
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Haral
Gandalf el blanco
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeMiér Feb 26, 2014 3:02 pm

Tenía que pensar con la cabeza fría.
Lo hecho, hecho estaba. Ahora poseía diez monedas de oro más. Con éso podría ayuda. Aunque sabía que no sería suficiente. Si lo empleaba todo podría despertar sospechas.
El sabor a vino y tacto de una mujer me ardían por dentro. Necesitaba ir al burdel enseguida. Lo necesitaba con todas mis fuerzas.
Iría en cuanto pudiese. Descargaría todo ése pesar que llevaba dentro. Y después, con la cabeza más fría; actuaría de la mejor forma posible para remediar parte del daño causado.
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Abdulfin
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MensajeTema: Re: Asuntos sucios    Asuntos sucios  Icon_minitimeMiér Feb 26, 2014 3:08 pm

-¡Ni con mi mejol tluco podlia habel hecho tanto fuego!-, Yasuo siempre que podia le gustaba de hacer jocosidades de todo, hasta del peor de los casos, con eso siempre se habia ganado mas de una mala mirada, -pelo bien, ese no es el caso, lo que nos atañe ahola es vel como se lo vamos a decil a Tulgol, esta clalo que nos tenga en el punto de mila, ahi es cuando nosotlos tenemos que jugal nuestlo papel, no tenemos que decil-le nada, no sabemos nada, y el fuego se oligino despues de que nosotlos actuasemos. Si, me estais entendiendo bien, ahi que mentil, y mucho polque de otla manela nuestlas cabezas pueden que se sepalen del cuelpo, y no cleo que ninguno quiela eso-.

Las palabras del "oriental" sonaban con un tono mas que preocupante, esta masacre que habian probocado podia costarle la cabeza a todos, pues todos estabamos metidos en el ajo, asi que la mejor opcion era intentar librarse de la pena capital, ya no por la mano o la sombra, sino por todo Tarbad, si llegasen a enterarse lo tendriamos en contra y eso significaria la muerte.
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